Muchos años despúes el coronel Aureliano Buendía se acordaría de cuando su padre» pdf

COMENTARIO del último fragmento de CASIntroducción


. El texto pertenece a GGM, estamos frente a una novela total dado el hecho de que tiene dentro de sí misma todos los elementos de esta totalidad, una estructura alambicada y compleja que ´´pone a raya la retórica y sorprende la poesía´´[Hablar sobre la influencia de los abuelos, los dos planos de la novela y sobre la influencia de GGM al escribir la obra: Pablo Neruda, Borges, Juan Ramón Jiménez, Ruben Darío etc.] El título. A pesar de él, la novela abarca más de 100 años. De alguna manera, GGM pretendía hacer una síntesis de X años en cien años. También podemos pensar en Neruda y en sus ´´Cien sonetos de amor´´. El número 100 es una cifra mágica, que proviene de la poesía.

COMENTARIO DE TEXTO

Toda la novela recorre una antítesis, que viene ya dada por el nombre del fundador, José Arcadio Buen día: la Arcadia representa la intemporalidad; Buendia, el tiempo. Es decir, la intemporalidad, lo utópico, lo paradisíaco, es destruido por el tiempo. Esta es la historia de Macondo. Ya al entrar en el comentario del fragmento, vemos el símbolo de la telaraña, representante de la dimensión del tiempo destructor

Todas las cosas cuando llegan a Macondo carecían de nombres. En Macondo no hay memoria en absoluto. Una vez con la llegada delos gitanos, llega la memoria y con ella, todos los grandes inventos  vemos que el conocimiento que llega a Macondo es la memoria. De manera que en la arcadia de Macondo, no hay memoria, no hay tiempo (= intemporalidad)  forman 2 caras de un mismo ser. Este proceso de Macondo, como poco a poco se va a recuperar la memoria. En el momento en que se llega la memoria, la memoria llega de la mano del tiempo. El final de Macondo que tenemos concentrado en estas páginas presenta la imagen de las ruinas, de la telarañas, de la ciudad muerta. Es decir, el efecto del tiempo destructor. Tenemos dos figuras alegóricas que están luchando: el tiempo y la eternidad y como el tiempo destruye el mito de Macondo: la convierte en una ciudad muerta y abandonada.En la novela, tenemos dos líneas: Los Aurelianos y los Arcadios. Quizás podríamos relacionar a los Aurelianos con lo áureo (oro), de la misma forma que la Arcadia se relaciona con la Edad de Oro. Esta edad de oro se refleja continuamente y vemos como en cada personaje podemos ver la infancia, la juventud y la vejez. Se nos habla aquí de un niño, con él se acaba la estirpe, él será el último Buendía. Por tanto, el gran protagonista de la novela es el tiempo, la destrucción de Macondo como utopía y la antítesis de Arcadio Buendía. La telaraña acude también a las ruina, motivo encontrado también en Pedro Páramo. Las ruinas son una consecuencia de la dimensión destructora del tiempo, pero además de esta, también podemos percibir la función reveladora del tiempo y memoria que son a la vez funciones positivas y destructoras. La alegoría se cierra en este modelo de que el tiempo escribe el destino de los Buendía. Esta alegoría esta sostenida por la figura de Melquiades, el gran sabio de la novela, junto a la gran lección de que cada uno irá conociendo su destino a raíz de haber alcanzado esta sabiduría. Cuando Aureliano lee los pergaminos, comprende que su destino estaba escrito.


Precisamente esa sabiduría es lo que lo lleva a conocer su destino, pero para descifrarlos primero, tenía que alcanzar la sabiduría. Entonces tendríamos que preguntarnos si Aureliano es la figura de un derrotado o la de un triunfador. Sabemos que era un niño retraído que se enamora de la niña Remedios, de ahí que empieza a escribir versos. Hablamos de dos guerras: la histórica (en la que triunfa) y la guerra del tiempo, donde es derrotado. Aureliano triunfa en su leyenda, pero su imagen es la de un derrotado empobrecido, que solo trae un baúl con sus versos. En la literatura moderna, el heroísmo ha desaparecido. La utopía trae consigo el fracaso y la muerte.
A diferencia del héroe antiguo, la literatura moderna presenta la derrota del héroe. Aureliano podríamos decir que tiene aura de dominio, de leyenda, Melquiades tiene aura triste, de melancolía y Remedios tiene aura de la belleza. La figura del coronel representa al propio abuelo del que el fragmento nos habla y en la figura de Aureliano, está también la autobiografía de GGM. En la novela hay muchos elementos de la tradición popular y de las leyendas, seguramente inspiradas en ´´1001 noches´´. Ya cuando lee la última palabra Aureliano sabe que NO va a salir del cuarto, porque es su DESTINO. Era el tiempo que escribía la fábula, la leyenda. Era el propio tiempo que escribía la fábula. Hay una frase que concentra todo el mensaje de la novela y esta es la que Aureliano descubre en los pergaminos. Ahora ya no hay guerra, ni explotación del banano, ni tejedora, ni pelotón. La única actividad que queda es el desciframiento de los pergaminos. Se trata de ´´El primero de la estirpe está amarrado a un árbol y al último lo están comiendo las hormigas´´. Esta frase refleja toda la novela, desde su génesis hasta su apocalipsis: con la caída y la muerte de los personajes de la estirpe. El árbol es asimismo símbolo de la locura y aparece junto a la melancolía, en las novelas bucólicas, los pastores solían contemplar bajo el árbol. Pero hay otro detalle que nos llama la atención y este es el sánscrito. Ya en este panorama, Aureliano había presenciado la muerte de Amaranta y cómo todas las hormigas arrastraban a la muerte. Y ahora viene el desciframiento. Accede a su identidad y a su destino que había escrito Melquiades en versos en pares, en sánscrito, puede aprender el sánscrito por el libro que encontró entre los dos libros de Tácito y Milton. Los signos nos conducen a establecer que también Aureliano se ha transformado en un VISIONARIO. Como repitiendo a José Arcadio, realmente. Como un visionario accede a la revelación de su destino. Y en estas líneas, Melquiades nos está dando los ritmos de la poesía. Junto a esto, la hipérbole, la enumeración, la repetición serán figuras muy frecuentes en la novela, en esta novela completa de la que hablábamos, la escritura profética realizada en versos por Melaquiades, con aura de leyenda. El mismo nombre de Amaranta está inspirado en un poema de Alberti y esta era símbolo de la soledad y la melancolía. Decíamos que Aureliano Buendía tiene AURA de dominio, de leyenda. Melquiades era el AURA triste y Remedios la bella, es el AURA de la belleza. Vemos que todo esto nos habla de la importancia que tiene la poesía en 100 años de soledad, que nada es aleatoria sino esencial y aquí ya tenemos el mito de la belleza y el triunfo de esta frente a la dimensión destructora del tiempo.


Remedios era el arquetipo de belleza ´´una mujer que no era de este mundo´´ y en este fragmento Aureliano descubre el nacimiento de esta mujer que se eleva al cielo, ella es la única que no muere en Macondo. La rosa amarilla es asimismo símbolo de belleza y de melancolía. La belleza vence al tema de la muerte y del tiempo. Los gemelos póstumos también se funden en los Aurelianos y los Arcadios en la obra, finalmente no sabemos quien es casa quien porque todos tienen el mismo desenlance, todos se mueren, todos son iguales. Los gemelos repiten los mismos movimientos sincronizados. Tanto la estirpe de los Aurelianos como la de Arcadios representan lo mismo:la estirpe humana. Las mariposas amarillas nos recuerdan a la muerte del padre de Rosario de ´´Los pasos perdidos´´. El narrador describe que todo el cielo se cubrió de mariposas, de ´´un amaranto profundo´´ dice el narrador. El término “amaranto profundo”, tiene sus connotaciones. Esta imagen inspira a Márquez que a la muerte de José Arcadio Buendía hayan mariposas amarillas de los vicios de Babilonia. El amarillo, el color de la melancolía lo preside todo: mariposas, flores, tren.. Amaranta es también la figura de la gran hilandera, tiene la araña y la hilandera. Tejer para deshacer es el gran motivo de la obra concentrado por esta figura, la última actividad del personaje es hacer y deshacer los pescaditos de oro, igual que el coronel. Tanto Amaranta como el coronel representan las figuras del melancólico y del colérico. Podemos pensar en el mito bíblico de Sansón y Dalila y cómo el héroe por excelencia se enamora de esta mujer fatal, como aparece la muerte y cómo ella domina los ritos de la muerte.. El huracán sobre el que se habla pone de manifiesto el final apocalíptico de la novela, junto a su génesis en la creación de la Arcadia. Macondo no desaparece de la faz de la tierra, sino que es arrancado y borrado por un huracán, un cataclismo natural, de la faz de la tierra. No hay una destrucción, sino una desaparición. También podemos encontrar el tema del espejo, Aureliano, ya después de descubrir su identidad, se ve en frente del espejo hablante, como una manifestación del alter ego del personaje. Al final de las 1001 noches, el personaje también se da cuenta que está contando su propia historia. En el relato está el espejo de lo que está viviendo, como Aureliano y los pergaminos. Tenemos este modelo de la leyenda, que es muy importante, este es el espejo hablante. Como todos los personajes de Borges cuando saben que van a morir, se miran en el espejo y este les suele devolver el rostro contrario. También encontramos el tema de los espejos rotos en la obra de Rulfo. Asimismo, decimos de Comala o de Macondo en nuestro caso, que es la ciudad de los espejos o de los espejismos, de los fantasmas, de las proyecciones, de los arquetipos, de la fantasía, de la memoria, del recuerdo y de la melancolía y el libro es como una enciclopedia para el propio autor porque concentra todos los aspectos de la vida humana, desde el nacimiento, a la muerte, desde la edad temprana a la última, desde el pecado del incesto hasta el plano fantástico de las hipérboles con las que construye las 32 guerras o la cola de cerdo. A modo de conclusión diremos que con este último Aureliano, tenemos todas los enigmas de CAS. Por un lado, revela los contenidos de los manuscritos, por otro, el mundo de Aureliano sintetiza todo lo que GM quiso relatar en su novela: desconocimiento de la identidad, búsqueda del saber e interpretación del mundo, una búsqueda que se pone de manifiesto a través de la piedra filosofal que es una metáfora de la sabiduría, una sabiduría sin la que no hubiera podido descifrar nada,



pero también una sabiduría que lleva a la locura porque sabemos que el mito por excelencia de la literatura española ´´Don Quijote´´ enlaza genialidad con locura. GGM también brinde gran homenaje al inigualable escritor de la obra por excelencia de la literatura española y hace homenaje a toda la literatura y sobre todo, a Borges que en uno de sus poemas, nos habla de la evidencia de la soledad que marca al ser humano y de la efímera existencia humana ´´Así pasa la vida, como raro espejismo´´. Pues la frase del final del fragmento, ´´las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra´´, se nos pone de manifiesto la condición de la vida. Los orígenes de la estirpe no tienen, como los de Macondo, fecha ni nombre: se pierden en una humosa vaguedad, se divisan borrosos a distancia, como en la realidad real el origen de todas las familias. Remontando cualquier genealogía se pasa infaliblemente de la historia a la leyenda y al mito y el autor utiliza la historia de Macondo como una reflexión de la historia de la humanidad ´´una historia repetible desde siempre y para siempre´´ porque ´´lo que ahora hay, ya existía y lo que existirá, ya había sido escrito´´.



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