Pío Baroja
San Sebastián, 1872 –Madrid, 1956. Estudia Medicina en Madrid, pero ejerce poco tiempo por dedicarse a un negocio familiar para después volcarse en la literatura. Viaja por España y Europa. Ingresa en la RAE en 1935. Huye a Francia por la guerra, pero vuelve a Madrid en 1940.
Pesimismo existencial, escepticismo religioso, desconfianza hacia el ser humano. Tímido, solitario, tierno ante los seres marginados y desvalidos. Destacan sus novelas, pero en poesía publicó Canciones del suburbio y escribíó teatro. De ensayo, destaca Juventud, egolatría, y sus memorias las tituló Desde la última vuelta del camino.
Concibe la novela como un género abierto y multiforme. Lo importante es la anécdota. Se preocupa por la composición. Busca entretener al lector. Rechaza el plan previo: apariencia de fragmentación. Combina imaginación con observación directa de la realidad. Fue muy prolífico (+70 novelas). Agrupa su obra en trilogías: La tierra vasca (Zalacaín el aventurero), La vida fantástica (Camino de perfección), La lucha por la vida (La busca), La raza (El árbol de la ciencia, protagonista: Andrés Hurtado; recoge todas las inquietudes de la Generación del 98, tanto sociales como existenciales).
Gusto por la invención y los hechos. Notas en las descripciones y retratos.
Lenguaje descuidado, ágil, espontáneo.
Ramón María del Valle-Inclán
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Villanueva de Arosa (Ponrevedra), 1866. Abandonó la carrera de Derecho. Vida bohemia. Le amputaron el brazo por una reyerta con otro escritor. Vivíó de la literatura hasta su muerte. Evoluciónó de ideas conservadoras a revolucionarias.
Además de dramaturgo es un gran novelista, comenzando con una estética modernista. Cambia a una novela desgarrada y esperpéntica.
Las Sonatas, modernista, narra en primera persona las aventuras del marqués de Bradomín, con un lenguaje elegante, cuidado y preciosista, rítmico, musical… Ambientadas en Italia(primavera), México(estío), Galicia(otoño) y Navarra(invierno).
La Guerra carlista, carácter histórico, varias novelas sobre esa guerra en la que se observa la simpatía de Valle con los ideales carlistas. Lenguaje sobrio, aún modernista.
Novela esperpéntica, degradante, grotesca, caricaturiza y deforma la realidad. La mejor novela es Tirano Banderas. Describe la sociedad hispanoamericana. Esta visión se traslada a España en El ruedo ibérico, con mirada crítica, satírica y burlesca. Corte de Isabel II.
También Jardín umbrío y Flor de santidad.
Novecentismo o generación del 14
Grupo de intelectuales entre la generación del 98 y las vanguardias. Ortega y Gasset es una gran influencia, y Gómez de la Serna difunde las vanguardias. Según Ortega, la novela debe crear un mundo imaginativo.
Estos escritores no tienen conciencia de la pertenencia a ningún grupo, cada uno es diferente, aunque todos tienen una gran formación intelectual, reflejada en cómo exponen sus ideas y en su creación literaria. Se aprecia un elitismo minoritario. Gustan de una obra reflexiva y bien hecha (construcción, arte, pulcritud). Importancia de la estética. Comparten con los del 98 la inquietud del problema de España, pero con una postura más equilibrada e intelectual.
Wenceslao Fernández Flórez, toma el camino del humor (Volvoreta). Más tarde, tono lírico (El bosque animado).
Ramón Pérez de Ayala, destacado intelectual que participó en la vida cultural y política. Embajador en Londres. Exiliado en Argentina (regresó en 1954). Escribíó cuatro novelas con protagonista único y tintes autobiográficos: Tinieblas en las cumbres, A.M.D.G., Troteras y danzaderas. Relatos próximos al Realismo. En la década de los veinte escribe Belarmino y Apolonia, Luna de miel, luna de miel y Los trabajos de Urbano y Simona (educación sexual), Tigre Juan y El curandero de su honra. Recogen reflexiones. Cercanas al ensayo. Perspectivismo.
Gabriel Miró. Distintos cargos burocráticos. Novelas líricas. Sensaciones, lenguaje, descripciones minuciosas. Argumento en segundo plano. Libros de relatos breves y novelas (Nuestro padre San Daniel y El obispo leproso).
La novela del 27
Influidos por las vanguardias. El valor de la novela reside en su coherencia interna, lingüística y estructural (varios narradores). Originalidad, fantasía, alardes de ingenio y presencia de la vida urbana moderna. Influencia del Surrealismo, que da lugar a un tipo de novela irracional y absurda. Pronto los autores revelan una clara preocupación social y política por el país. Todos se exilian. Rosa Chacel, Ramón J. Sender, Max Aub, Francisco Ayala. También hay un tipo de novela que tiene su auge en la República, de carácter testimonial e intencionalidad política. Conflictos sociales, trabajo, antagonismo entre burgueses y proletarios (temas). Joaquín Arderíus, José Díaz Fernández, César Mª Arconada.
Esta literatura es el paso de la literatura de vanguardia a la avanzada. Se da un giro a la literatura comprometida.