La culminación de la gran novela americana. La generación perdida

John Dos Passos: Manhattan Transfer :


Es un autor norteamericano que pertenece a la “generación perdida” un grupo de escritores que escribieron en la década de los felices años veinte y se caracterizan por la pérdida de la esperanza, tanto en la democracia americana como en la novela de la época. Muestran la necesidad de un cambio en la sociedad americana. Junto a J. Dos Passos, se suelen meter a esta generación autores como: Francis Scott Fitzgerald, E. Hemingway, J. Steinbeck, W.

Faulkner

Todos estos escritores influyeron muchísimo en la literatura europea, participaron en la I Guerra Mundial, y muchos de ellos volvieron después a Europa, especialmente a París, donde formaron un grupo de intelectuales que intentaban buscar la verdad y convertir sus experiencias en libros de discusión masiva.

Sus obras están ancladas en la realidad, muchos se han adaptado al cine y se han convertido en magistrales tanto por el contenido como por el lenguaje que los envuelve.

Los escritores de la “generación perdida” mantienen una posición política activa, se encuentran desorientados, perdidos y escriben la inutilidad de la guerra, la depresión económica, la mentira del mundo moderno…

J. Dos Passos nacíó en Chicago pero es de origen portugués. Viajó a España con veinte años y se relaciónó con Juan Giménez, Valle-Inclán, ect. En 1925 publicó Manhattan Transfer que le dio forma y relevancia mundial. La novela retrata fielmente el Nueva York de principio de siglo y por ella aparecen diversos personajes cuyo destino se encuentra entrecruzad. El narrador aparece distanciado de los personajes, pues es un mero testigo de los hechos, los personajes son corales pues la ciudad es el verdadero protagonista, la novela recoge las azañas de toda la sociedad de Nueva York. El relato aparece fragmentado, es decir, la narración está fragmentado por historias que no parecen tener relación entre sí y que pueden pertenecer tanto a la propia trama como a documentos de la época, por ejemplo titulares de prensa o canciones populares. J. Dos Passos, con su peculiar estructura abríó una nueva manera de escribir y es considerado el más atrevido de los escritores de su generación por sus innovaciones.

Manhattan Transfer intenta hacer una epopeya colectiva, pero con un fondo de amargura, pues habla principalmente del fracaso. El titulo se refiere a una estación, la de transferencia a Manhattan y es la metáfora que impregna el libro, que describe episodios de la vida de una serie de personas a lo largo de unos treinta años. Como en las mismas estaciones, hay gente que aparecen en un breve capitulo y luego no se vuelen a ver; sin embargo, la mayoría de las personas acaban relaciónándose de una forma u otra. El vínculo común es la ciudad de Nueva York, donde mucha gente va a triunfar y en algunos casos lo consigue, pero en otros su vida acaba en tragedia.

Es un libro bastante pesimista pero no profundiza en la motivación o psicología de los personajes. A veces, muestra el tren de pensamiento de algún personaje (como en el caso que nos ocupa) pero nunca crea tensión, simplemente relata, como si se tratara de un periodista.

En el fragmento que vamos a comentar somos testigos de la vida diaria de uno de esos habitantes del Nueva York más gris, de sus sueños e ilusiones, y de cómo se desvanecen de forma fulminante por un traspiés del destino.

El tema al que hace referencia el texto es la vida y los sueños de Gus, un lechero de Nueva York.

Podemos decir que este texto se divide en tres partes:

Una primera parte, en la que nos encontramos un dialogo entre el tabernero y el lechero.

En la primera intervención  de Gus  nos muestra sus sueños (“si pudiéramos comprar un> en el centro o merendero… ya le he echado el ojo a una finquita por cerca de Bronxville”) y problemas (“no he dejado el ring para seguir boxeando…dos tíos empezaron a darse golpe y yo tuve que habérmelas”), seguidamente comienza a hablar de Nellie y Gus abandona el local. En esta intervención podemos apreciar vulgarismos como “Qué caramba”, “acre”,  “nos vendría al pelo” además, esta muestra una importante metonimia. Vemos una comparación que nos desvela la postura que está tomando ”en un puño como mazo”, encontramos un epíteto con carga negativa “esos malditos borrachos” por eso llama la atención que más tarde, después de tanto vulgarismo, utilice una palabra más culta “beodos” para referirse a dichos borrachos. Encontramos una comparación “es una perla” cuando se está describiendo a Nellie. Finalizando esta primera parte, vemos una metáfora de hondo lirismo “nubes de plomo pesan sobre la ciudad” porque expone sus sentimientos. 

En la segunda parte aparece una descripción auditiva que emplea verbos y palabras onomatopéyicas, además de  un paralelismo, estructura que se repite “chirrían las ruedas, martillean los sacos…llega el tin-tan de la campana”, para luego meterse en el pensamiento de Gus, su sueño de irse y la manera de decírselo a Nellie.

A principio de párrafo vemos una metáfora vulgar “arre, saco de huesos”, seguidamente aparece una prolepsis “no te importará que nos vayamos al Oeste”. Aparece una interrupción en medio del pensamiento “>”; al finalizar la segunda parte aparece una enumeración con polisíndeton muy marcada que ralentiza el pensamiento, como si él fuese imaginando el futuro “una buena granja, con graneros, y cerdos, y caballos, y vacas, y gallinas…”cuando imagina la granja es cuando único se ve feliz. ,>

En la tercera y última parte, hace una vuelta a la realidad (“¡eh, caramba… ¡cuidado con el tren!”), pequeño momento del clímax del fragmento, descripción del impacto, una descripción muy cinematográfica que termina con la muerte; seguidamente y hasta el final del fragmento nos encontramos con dicha descripción cinematográfica, curiosa y diferente “una boca que gritaba bajo una gorra de visera… y se hunde en las tinieblas”, dentro de esta descripción encontramos una enumeración que parece caótica “los vagones, el caballo, la bandera verde, las casas rojas, todo voltejea y se hunde en las tinieblas”, en esta parte final de la enumeración vemos una metáfora que alude a la muerte, muy representativa porque marca mucho la obra “se hunde en las tinieblas”.

En conclusión, la obra puede reflejar el pesimismo de los autores de la generación perdida, y es posible que esté relacionado con alguien que haya participado en una gran guerra, esto nos lo muestra por ejemplo cuando nos dice “nubes de plomo”, “hundirse en las tinieblas” 

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