Literatura anterior a la segunda guerra


El teatro del absurdo


Nace en la década de los 50 en París gracias a Eugéne Ionesco, Samuel Beckett y Fernando Arrabal. Tiene muchos caracteres definitorios de propuestas dramáticas anteriores, como la preocupación existencial, la exploración de lo ilógico o la intención provocadora de las obras.
La novedad consiste en ofrecer las 3 cuestiones combinadas y hacerlo en respuesta a un hecho histórico que funciona como detonante: La Segunda Guerra Mundial.El conflicto bélico había demostrado que la realidad puede ser irracional.
El asesinado programado y sistemático de 6 millones de judíos, los bombardeos de la población civil, las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki, las purgas estalinistas… hace plantearse a los dramaturgos si existen diferencias entre razón y locura.

Los rasgos que caracterizan este teatro se agrupan en 2 núcleos:
(
1) Hace referencia a la concepción del mundo que se aprecia en las obras y que enlaza con los enfoques existenciales por los que se había decantado buena parte de la literatura del Siglo XX. El hombre se encuentra perdido en un mundo absurdo por lo contrario a la razón de las situaciones que se viven. El fluir del tiempo, la presencia de la muerte y la nada que espera al ser humano niegan toda posibilidad de esperanza y de sentido a la existencia.

(2)

Se centra el la concepción escénica y técnica de unas obras que quieren reflejar no ya la realidad, sino lo ridículo de esa realidad. Esto se alcanza mediante el uso de objetos inesperados, situaciones, comportamientos y escenografía contrarios a la lógica. Los personajes se caracterizan por su incoherencia y falta de objetivos vitales. El habitual la mezcla de lo ridículo y de lo trágico, de la angustia y de la burla. En el plano estructural destaca la ausencia de trama o progresión narrativa. Los escritores suelen decantarse por las estructuras circulares en la que el desenlace reproduce el comienzo, aludiendo de esta forma al sinsentido de una vida monótona en la que casi nunca sucede nada. El lenguaje se aparta de lo convencional mediante la acumulación de frases inconexas, descontextualizaciones, incoherencias o verborrea incontrolada.

La literatura posterior a la Segunda Guerra Mundial.


Existencialismo
à Los horrores de la Segunda Guerra Mundial se manifiestan en personajes desengañados, sin esperanza y espantados por los extremos a los que el ser humano ha sido capaz de llegar. La vida no parece tener el más mínimo valor, y la expresión del absurdo de vivir y la presencia amenazante de la muerte se convierten en el centro de las obras literarias de la década de los 50. Los artistas se dedicaran al análisis de las relaciones entre el ser humano y una vida cotidiana deshumanizada, dominada por el pragmatismo, el culto al dinero y la insatisfacción que todo ello produce.
Literatura social à La literatura se ocupa de la problemática social, en respuesta a la polarización ideológica que se impone en el mundo de posguerra. El recuerdo de la guerra y la denuncia de los nuevos conflictos bélicos, la falta de libertades, la desigualdad social, el mundo del trabajo, la pobreza o los procesos de descolonización son los temas tratados por los escritores.

Experimentación
à El desarrollo económico y el relativo bienestar alcanzado en Occidente desde mediados los años 60 permite que muchos artistas abandonen la concepción utilitaria de la literatura y se concentren en sus valores formales. Pese a la renovación en las formas, es habitual que los temas tratados sigan girando en torno a lo existencial o lo social.


PIRANDELLO.Estrena un conjunto de obras que se mueven entre la comedia y la tragedia. En ellas introduce novedades:
(1)Teatro dentro del teatro à Lo utiliza con el nuevo sentido de difuminar las fronteras entre lo real y lo ficticio para aludir al drama del hombre contemporáneo que vida en la incertidumbre de su identidad.(2)Cuestiones existenciales à El problema del sentido de la vida es el núcleo sobre el que gira la mayor parte de las obras del dramaturgo. Abandona la cuestión social.
(3)Personajes simbólicos à No le interesa el personaje como ser individual y real cuyo comportamiento debe analizarse y explicarse, sino que prefiere los seres que representan los sentimientos profundos del ser humano, sus dudas e incertidumbres, su confusión ante un mundo variable que no llega a comprender.
(4)El humor à Muchas de sus obras comienzan con una situación que provoca la risa del espectador, pero la intención no es seguir por el camino del divertimiento cómico tradicional. El humor es un recurso empleado para romper con la imagen de la realidad y aludir a la vida como una bufonada, una ficción similar a la representada en el escenario. Tiene 3 etapas:

(1) Hasta la Primera Guerra Mundial à Escribe cuentos y una novela relevante, “El difunto Matías Pascal”, y también sus primeras obras teatrales en clave de comedias costumbristas.
(2)En la década de los veinte à compone sus obras mas importantes, “Seis personajes en busca de autor”, y “Enrique IV”. Tienen una visión carácterística de su autor sobre el conflicto entre la realidad y la ficción, la personalidad múltiple y la concepción de la vida como burla.
(3)La década de los 30 à Encuentra el reconocimiento internacional gracias al Premio Nobel de la Literatura, que obtiene en 1934. Destaca “trovarsi”, que encarna la carácterística que define esta etapa: La ambigüedad. Ya no se trata del coche entre realidad y ficción, sino de que todo es ficción. Aborda 2 temas principales:

(1)

La verdad y la dificultad de encontrarla. El hombre habita en la frontera entre 2 mundos: el concreto y visible, pero engañoso, pues es simple apariencia; y el de la imaginación y lo ficticio, donde residen los deseos y aspiraciones humana. 

(2)

El problema de la personalidad:
¿Quiénes somos en realidad? ¿qué nos define, lo que somos o lo que queremos ser? La disociación de la personalidad encamina al hombre hacia las 2 únicas salidas: la locura, en la que el personaje se decanta por vivir su existencia como ficción, y la muerte, resolución definitiva del conflicto, pues nada existe más allá de ella.

La literatura anterior a la Segunda Guerra Mundial. Renovación realista (hasta 1914). El cambio de siglo y la desaparición de las certezas racionales motiva que los escritores orienten sus obras hacia la expresión de la angustia humana. Se aprecia un alejamiento de la técnica realista que conduce a la renovación formal.
Vanguardismos (1914-1929). Se rompen las bases del arte: La ilusión de realidad, el reflejo de los sentimientos y el respeto a la autoridad de los modelos literarios. Los autores de vanguardia quieren un arte que refleje la singularidad del mundo nacido de la Primera Guerra Mundial: El progreso, el optimismo vital, la velocidad y los deportes.
Politización (1929-1945). La quiebra de la Bolsa en Nueva York en 1929 supone el final de los buenos tiempos vividos en la década de los veinte. A este hecho se suma la sensación de que una nueva guerra está por venir. Las consecuencias son la perdida de sentido de los juegos vanguardistas y a aparición de contenidos políticos en las obras

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