Representantes de la literatura romantica

Individualismo


La lucha entre el deseo y la realidad se manifiesta en la expresión de los sentimientos y en la subjetividad. En el autor realista se opera el “culto al yo” que es perceptible en todas las artes (en Música: Beethoven, Chopin, Schubert…)

Irracionalismo

 La corriente de pensamiento se opone al racionalismo ilustrado del siglo XVIII. Por ello el Romanticismo valora todo aquello que manifieste lo no racional del ser humano: sensaciones, fantasías, emociones, sueños… Los sentimientos son considerados una guía de conducta que, a veces, lleva a los románticos a defender actitudes como el adulterio o el suicidio.   El idealismo romántico proviene de la filosofía idealista alemana que propugna el dominio del espíritu sobre la materia. De este modo, el artista se presenta como un genio que es capaz de comprender de un modo intuitivo y de transmitir aquello que resulta misterioso o desconocido. 

Libertad

En su concepto más idealizado, la libertad fue la máxima romántica por excelencia. Protagonizó las actitudes vitales de muchos artistas y escritores, y se manifestó en el modo de creación. La oposición a toda regla neoclásica acabó con el arte útil de aquella época y recuperó formas que habían sido empleadas en épocas anteriores, en especial durante el Barroco: polimetría, mezcla de lo cómico y lo trágico, del verso y la prosa, de lo ridículo y lo elevado…   

Exotismo y evasión

El contraste entre el deseo y la realidad se manifiesta frecuentemente en la desazón, la desesperación o la frustración del individuo y le lleva a tomar actitudes radicales como el suicidio, el cual fue considerado “el mal del siglo” y se puso de moda a imitación del modelo creado por Goethe en su obra Los sufrimientos del joven Werther, en la que el protagonista se suicida por el amor frustrado hacia Carlota. Otra actitud frecuente ante el malestar del vivir es la evasión, que se plasma en las obras artísticas en la preferencia por situar la acción en tiempos remotos: Edad Media y Renacimiento preferentemente, o en lugares exóticos, lejanos y misteriosos: Oriente, América, y otras culturas menos conocidas. (Para buena parte de Europa, el sur de esta, incluida España, es considerado como prototipo de lugares románticos).  

Nacionalismo y costumbrismo

Después de las guerras napoleónicas se produce una exacerbación del sentimiento nacionalista y patriótico que se traduce en la creación de nuevos estados: Bélgica, Grecia, Polonia, Irlanda, colonias españolas de América, o en la fusión de varios estados en nuevas naciones: Italia y Alemania. En España tal corriente trae consigo el Rexurdimento y la Renaixença: recuperación de la literatura y las lenguas gallega y catalana.El costumbrismo arraiga también como tema literario y se basa en la observación de la vida, los tipos y las costumbres de determinados lugares como distintivos de los mismos.

Etapas de la poesía romántica


Primera etapa


En la primera fase de la poesía romántica es la narrativa la que predomina de manera indiscutible. Entre los autores más representativos destaca José de Espronceda, autor cuya biografía muestra el modelo de hombre romántico y liberal que se opone al absolutismo monárquico y por ello, muy joven, sufre prisión y ha de exiliarse siguiendo la misma suerte que otros compatriotas de ideas políticas semejantes. Su amor pasional por Teresa Mancha, mujer casada con la que huye y quien finalmente le abandona se reflejó en su obra El diablo mundo poemario de 8000 con formas poéticas líricas y narrativas que  plantea asuntos sociales y filosóficos. Espronceda se había iniciado con su obra Poesías de 1840, poemas líricos juveniles que alternan estilo neoclásico y romántico. Su poema narrativo más conocido es El estudiante de Salamanca, composición de 2000 versos que relata la actitud de Félix de Montemar que abandona a Elvira después de prometerle su casamiento. Ella muere de tristeza y su figura fantasmal en forma de esqueleto que se le aparece para contraer nupcias; después de los esponsales Félix muere.  Ángel de Saavedra, Duque de Rivas, perteneció a la Real Academia y su producción poética se caracteriza por la poesía narrativa. Compuso Romances históricos  y Leyendas, así como un extenso poema narrativo titulado El moro expósito.   

José Zorrilla es conocido y valorado por su producción dramática y no tanto por su obra poética. Aunque el teatro de Zorrilla se escribe mayoritariamente en verso. Su figura como poeta fue reconocida en la época y sus contemporáneos le consideraban el mejor poeta español vivo. Su poesía es eminentemente narrativa; en las Orientales se combinan lo lírico y lo narrativo y las Leyendas muestran su mejor producción poética. También compuso Granada poema narrativo incompleto.

 

Segunda etapa


La segunda fase es ya plenamente posromántica y en ella encontramos los máximos referentes de la lírica romántica española. La aparición tardía del romanticismo puede explicar la pervivencia de este; recuérdese que el movimiento no se convertirá en una moda hasta la llegada de los liberales exiliados en diferentes países europeos a la muerte de Fernando VII, en 1833.  

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