Teatro anterior a la Guerra Civil resumen

Características Modernismo Modernismo es un término general que afecta a todas las artes y que indica una corriente de renovación artística común al arte occidental de principios del Siglo XX, al que se conoce como «art nouveau» en Francia y «modern style», en los países anglosajones. Podemos definirlo como un movimiento artístico que busca el refinamiento en la ornamentación y la fantasía en las formas. Sus antecedentes están en la estética parnasiana con su búsqueda de un arte aséptico, de «el arte por el arte»; en el decadentismo finisecular que se sitúa al margen de la sociedad, atacando a la burguésía y a su moral hipócrita; y en el simbolismo, que utiliza el símbolo como mecanismo poético fundamental. El introductor del Modernismo en España es el poeta nicaragüense Rubén Darío. En sus obras, «Azul» o «Cantos de vida y esperanza» están presentes todas las carácterísticas del movimiento: búsqueda de la belleza, desinterés por la dimensión social del arte, sugerencia del símbolo, musicalidad de los versos, correspondencia entre los estados de animo del poeta y el paso de las estaciones sobre la naturaleza. En España Modernismo y generación del 98 son dos movimientos simultáneos que tienen el mismo origen: insatisfacción ante la literatura de la época y búsqueda de un lenguaje nuevo, es la respuesta del artista al mundo burgués en el que vive, mostrando su desprecio por la mercantilización del arte. Son dos formas de reaccionar ante la crisis fin de siglo, el Modernismo busca un mundo estético basado en su rebeldía ante los valores burgueses, crean una lengua artística muy elaborada, separada de la lengua habitual y a la que sólo tienen acceso los iniciados, mientras que los hombres del 98, no intentan la construcción de un mundo paralelo, sino que tratan de interpretar el existente, aceptan la realidad tratando de reformarla, para ello intentan una revisión intelectual en busca de la esencia de España, de una España que sin abandonar sus raíces tenga posibilidad de cambio. Muchos escritores noventayochistas tuvieron su etapa modernista: Antonio Machado, Valle. Inclán etc

EL TEATRO ANTERIOR A 1936 La escena española tiene poco que ofrecer a la cultura europea en los primeros años del Siglo XX. El teatro español se resistía a las tendencias experimentales que se daban en Europa durante esta época. Aunque hubo autores como Valle-Inclán o Unamuno que se adelantaron a su época, chocaron con un público que no admitíó su tipo de teatro por lo que sus innovaciones tuvieron escasa o nula trascendencia. Carlos Arniches y Jacinto Benavente son los autores representativos del teatro comercial que, por otro lado, tenía una gran vitalidad. Dentro del teatro tradicional hay un teatro poético escrito en verso especializado en temas históricos y cuyos representantes máximos son Eduardo Marquina y Francisco Villaespesa. Carlos Arniches es el autor más representativo del teatro cómico. Se hizo famoso por sus sainetes de ambiente castizo madrileño como ¡Que viene mi marido! Y por sus tragedias grotescas como La señorita de TréVélez. El teatro de Jacinto Benavente es un teatro realista y comedido. Fue el autor preferido de la burguésía desde su primera obra
Gente conocida, hasta las últimas como Titania. Su teatro se caracteriza por la ausencia de conflictos grave y por ejercer una crítica muy suave. Los intereses creados es su obra más famosa. Dentro de los intentos de renovación teatral hay que citar a Unamuno que utilizó el teatro como método de conocimiento por medio de unos extraños dramas esquemáticos a los que llamó drumas como El otro o Soledad y a Azorín con un teatro antirrealista, y sin conflictos como en Old Spain. Valle-Inclán es la máxima figura del teatro español del Siglo XX. Empezó a escribir teatro en 1905 y durante 20 años fue su principal ocupación. Para él, el teatro es un espectáculo total, usa técnicas cinematográficas y experimenta constantemente. Expresa su repulsa ante la sociedad contemporánea de dos maneras, o mediante la evasión artificiosa o con el sarcasmo más mordaz. Su primer teatro es de tipo modernista: El Marqués de Bradomín. Después de la etapa intermedia del ciclo mítico formada por las Comedias bárbaras y Divinas Palabras, en la que utiliza Galicia como fondo para dar una visión del mundo en el que las fuerzas del mal y la destrucción rigen la existencia de los hombres, llegamos a la creación genial de Valle, el esperpento, una visión grotesca, deformada de la realidad que le sirve como reflejo de la época que le tocó vivir Luces de Bohemia, la obra en la que nos cuenta las últimas horas de un poeta pobre y ciego, Max Estrella en una noche de invierno madrileño, en el ambiente habitual de violencia y caos es su obra más representativa. Con la llegada de la Segunda República en 1931 y el apoyo decidido que prestó al teatro a través de Las Misiones Pedagógicas, o de La Barraca de Federico García Lorca, el teatro vanguardista de Pedro Salinas, Rafael Alberti, Miguel Hernández, Max Aub, o del propio Lorca, tuvo lugar para desarrollarse. El teatro de Lorca es el más importante de su generación. Empieza por un teatro de tipo poético en Mariana Pineda, pasa por la fase vanguardista de Así que pasen cinco años, y termina con las grandes tragedias de la última etapa, caracterizadas por el sentido social, el ansía de libertad, de justicia y de realización personal. Sus tres grandes tragedias llamadas por él la Trilogía dramática de la vida española son Bodas de Sangre, Yerma, y sobre todo su obra maestra La casa de Bernarda Alba, escrita en 1936.

Generación 98 Podemos definir la generación del 98 de una manera amplia, como un conjunto de escritores, pensadores, científicos, artistas etc., que se sienten profundamente afectados por la crisis de valores de fines del XIX; y, que creen que la guerra de 1898, y la pérdida de los últimos restos de lo que había sido el Imperio español, es un momento adecuado para la regeneración moral, social y cultural del país. En este sentido forman parte de la generación del 98 médicos como Santiago Ramón y Cajal, historiadores como Ramón Menéndez Pidal, pintores como José Gutiérrez Solana o escritores como Miguel de Unamuno A los escritores de la generación del 98 les interesa la renovación formal del arte que proponen los modernistas , pero se diferencian de ellos porque buscan un estilo sencillo y antiretórico, renuevan y enriquecen la lengua con neologismos, pero prefieren recuperar léxico tradicional castellano caído en desuso, a introducir las muchas palabras exóticas, sonoras, cosmopolitas, que encontramos en cualquier texto modernista. Si el Modernismo encuentra en la poesía su género literario más representativo, el grupo del 98 cultivará la prosa, la novela y sobre todo el con ensayo, como género adecuado para dar rienda suelta a sus inquietudes. CarácterÍSTICAS, AUTORES Y OBRAS. Dos son los temas que preocupan fundamentalmente a esta generación: el tema de España y el sentido de la vida humana. La reflexión sobre qué es España, las razones de su ininterrumpida decadencia desde el Siglo XVII, son temas de amplia tradición en la literatura española, desde los escritores barrocos como Baltasar Gracian o Saavedra Fajardo, a los ilustrados como Cadalso o Jovellanos, o los ROMánticos como Larra. Unamuno (Nivola), Azorín (La voluntad), Pío Baroja (trilogía La lucha por la vida). Presenta una imagen terrible de la realidad social de su tiempo, de los que luchan por la vida desde el arroyo, denunciando la corrupción, la injusticia y el egoísmo de la sociedad española. Al preguntarse por el sentido de la vida y no encontrar respuestas estos escritores viven una profunda crisis vital y existencial. Todos ellos han superado la religiosidad tradicional, han sido profundamente influidos por los primeros filósofos existencialistas y se han separado de la ortodoxia católica. Unamuno se siente desgarrado entre la imposibilidad de reconciliar fe y razón, el deseo de creer en la inmortalidad y la idea desgarradora de que tras la muerte no hay nada. Ante la imposibilidad de usar la razón para obtener respuestas satisfactorias recurre al irracionalismo, la razón es enemiga de la vida terminará diciendo. Estos temas se exponen en sus ensayos Del sentimiento trágico de la vida, La agonía del cristianismo; en sus novelas San Manuel Bueno Mártir, Niebla; o en alguna obra teatral como El pasado que vuelve. La respuesta barojiana al sentido de la vida es negárselo, la vida carece de sentido, el fuerte triunfa siempre sobre el débil, que debe luchar siempre, aunque sepa que la lucha está condenada al fracaso, en este sentido es El árbol de la ciencia la novela de Baroja más inmersa en la corriente existencial. Otro aspecto claramente noventaiochista son la admiración por Castilla y su austero paisaje, al que contemplan de forma subjetiva y más que reflejar de manera realista tierras y gentes, proyectan en él su propio espíritu, Castilla de Azorín o Viajes por tierras de Portugal y España de Unamuno, son libros que responden a esta tendencia Suelen incluirse en esta generación literaria a Valle-Inclán y a Antonio Machado. El esteticismo de Valle en las Sonatas le acerca a los presupuestos del Modernismo; la dureza y el sarcasmo de sus esperpentos o de las novelas del Ruedo Ibérico van mucho más lejos, en su crítica feroz a la situación social y política de su época que la mayoría de los postulados reformistas de la generación del 98. El interés por el paisaje y los tipos castellanos, la crítica social de algunos poemas de Campos de Castilla de Machado le acercan a este grupo, aunque se diferencia de ellos por el intimismo simbolista de Soledades, galerías de otros poemas, el popularismo de Nuevas canciones o por los poemas militantes que Machado escribíó en plena Guerra Civil, cuando las circunstancias mostraron. Que las ideas del 98 habían quedado ampliamente superadas por los acontecimientos que desencadenaron la Guerra Civil del 36.

Vanguardismo Tras la Primera Guerra Mundial, la situación del arte europeo se caracteriza por una extraordinaria complejidad, se desarrollan los llamados movimientos de vanguardia, que, en algunos países, adquieren un carácter profundamente radical y se comprometen en la transformación o la crítica de la sociedad existente. La profunda crisis de valores del cambio de siglo conduce a un rechazo de la razón por considerarla incapaz para comprender la vida, por ello se da primacía a lo irracional, a lo inconsciente. El arte refleja este irracionalismo rechazando lo figurativo, entusiasmándose por lo moderno, por los nuevos modos de expresión: la fotografía, la tecnología, cine etc. No se buscará la belleza y el feísmo se incorpora como una nueva e importante categoría artística. *** El Futurismo : ensalza los mitos y tópicos de la modernidad: la velocidad, las máquinas, la fuerza etc. Llegan a ensalzar la guerra y a propugnar la destrucción de los museos, de las bibliotecas, de todo lo relacionado con el concepto tradicional de arte. Tuvo importancia sobre todo en Italia y su fundador, Marinetti, estuvo muy cercano al fascismo. *** El expresionismo: es un movimiento de origen alemán que deforma el mundo visible, como medio de trasmitir al receptor la conciencia trágica de la vida. Expresa la realidad vista desde un yo atormentado. Se caracteriza por sus colores fuertes, un cierto humor negro y una apología de la fealdad. Vasily Kandisky es un pintor representativo de este movimiento Se pueden encontrar elementos expresionistas en los esperpentos de Valle-Inclán y en las primeras obras de Baroja. *** El Cubismo: se caracteriza por su espíritu de geometría. Los cubistas analizan las formas hasta sus últimas consecuencias, descomponiendo los volúMenes, estudiando sus partes y reducíéndolos a formas geométricas. Picasso y Juan Gris son los nombres más representativos de este movimiento. *** El abstraccionismo: los abstraccionistas quieren crear un arte puro. En pintura liberan a los elementos pictóricos, la forma y el color, de su vehículo habitual: la realidad. De manera semejante se desarrolla por esta época el concepto de poesía pura. *** El dadaísmo: la primera Guerra Mundial supuso una crisis tal de valores que los dadaístas consideraban que sólo la protesta, el irracionalismo, la negación absoluta, la anarquía eran las respuestas coherentes a la estupidez del mundo. *** El Surrealismo: en 1924 el poeta André Bretón publicaba en París el Primer Manifiesto del Surrealismo. El nuevo movimiento heredaba de su antecesor, Dadá, la idea de que la razón no es más que un molesto impedimento que obstaculiza el desarrollo de la creatividad. Tomando como punto de partida la obra clave de Sigmund Freud La interpretación de los sueños, llegan a la conclusión de que la única manera de eliminar las ataduras de la razón era propiciar el acceso al subconsciente. Escogieron dos vías para «penetrar» en él, vías que constituyen las dos técnicas surrealistas por excelencia: el automatismo, que consiste, en esencia, en dibujar o escribir sin lógica, moviendo libre e incontroladamente la mano o el pincel y la desorientación reflexiva, procedimiento por medio del cual las imágenes surgidas del subconsciente unen objetos completamente extraños entre sí. En el ámbito hispánico hay que nombrar dos importantes movimientos estéticos, el ultraísmo y el creacionismo. Algunos de los escritores de la generación del 27 participaron activamente en ellos, otros como Federico García Lorca en Poeta en Nueva York o Vicente Aleixandre en La destrucción o el amor han hecho importantes contribuciones al movimiento surrealista.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.