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LA GENERACIÓN DE LOS CINCUENTA

También llamada “Generación del medio siglo”, “Grupo poético de los 50” o “Segunda generación de posguerra”, no parece ser un nombre muy apropiado porque, aunque comienzan a publicar su obra en los años 50 (cuando aún está en pleno vigor la poesía social), sin embargo su obra marcará los años 60, etapa en la que los autores alcanzan su plena madurez creadora. La generación está formada por los poetas nacidos entre l925 y la Guerra Civil.

Aunque no puede decirse que estos poetas formen «grupo», es indudable que presentan muchos rasgos comunes:
una preocupación fundamental por el hombre que, en parte, enlaza con el «humanismo existencial»; pero huyen de todo tratamiento patético (dolor, tristeza, melancolía con exageración).Dan frecuentes muestras de inconformismo frente al mundo en que viven, pero cierto escepticismo les aleja de la poesía social. Lo propio de estos poetas es la creación y consolidación de una poesía de la experiencia personal.

• De acuerdo con ello, su temática se caracteriza, en buena parte, por un retorno a lo íntimo:
El paso del tiempo, la evocación nostálgica de la infancia, lo familiar, el amor y el erotismo, la amistad, el marco cotidiano, etc., son temas tratados con especial insistencia. En la atención por lo cotidiano pueden surgir quejas, protestas o ironías, que revelan el citado inconformismo de estos poetas. Pero, otras veces, se llega a un cierto escepticismo dolorido, en una conciencia de aislamiento, de soledad.

En el estilo es muy visible un  alejamiento de los modos expresivos de la poesía de etapas anteriores.
Se rechaza por igual el patetismo de la «poesía desarraigada» y el habitual prosaísmo de tantos poetas sociales.
Usan un lenguaje sobrio, sencillo y preciso, pero lleno de expresividad poética y con un lenguaje muy trabajado.

• Usan la técnica conversacional;
El poeta se dirige a un interlocutor: Dios, la amada, el propio poeta… Este puede ser real o ficticio.

Los poetas más representativos de la generación de los 50 son los siguientes:

1.- José Ángel Valente (1929-2000). En obras como La memoria y los signos cultiva una poesía del silencio, muy cercana a la de San Juan de la Cruz

2.- José Agustín Goytisolo (1928-1999). Su obra poética es extensa y maneja en ella motivos autobiográficos. En Palabras para Julia y otras canciones reunió poemas de toda su trayectoria.

3.- Jaime Gil de Biedma (1929-1990). Entre sus poemarios destaca Compañeros de viaje. Su influencia en las generaciones de los 70 y los 80 fue muy poderosa

4.- Claudio Rodríguez (1934-1999). Es autor de Don de la ebriedad,uno de los libros poéticos más importantes de la posguerra

5.-  Francisco Brines (1932). La influencia de Cernuda en su obra se aprecia en poemarios como Las brasas


ÁNGEL GONZÁLEZ  (Oviedo 1925 – Madrid 2008)


Nacido en Oviedo en 1925, su infancia se vio fuertemente marcada por la muerte de su padre, fallecido cuando Ángel González apenas contaba dieciocho meses de edad. La descomposición del seno familiar continuó durante  la guerra civil española cuando su hermano Manolo fue asesinado por el bando franquista en 1936. Posteriormente su hermano Pedro se exilió por sus actividades republicanas y su hermana Maruja no pudo ejercer como maestra por el mismo motivo.

Es quizás el ejemplo más claro de transición de la poesía social al nuevo estilo poético. Perdura en él el compromiso social, pero la crítica y la denuncia se expresan a través de la ironía y del humor ácido. Los juegos de palabras, cierto estilo narrativo y un tono coloquial caracterizan casi todas sus obras:

Ha obtenido premios literarios muy importantes:

En  1985 le conceden el Premio Príncipe de Asturias  de las Letras. El   Premio  HYPERLINK «http://es.wikipedia.org/wiki/Premio_Reina_Sof%C3%ADa_de_Poes%C3%ADa_Iberoamericana» \o «Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana»    Reina Sofía de Poesía Hispanoamericana… En enero de 1996 fue elegido miembro de la Real Academia de la Lengua Española en el sillón «P» sustituyendo al escritor Julio Caro Baroja.

En la producción poética de Ángel González se aprecian tres etapas:


. Primera etapa

. Desde Áspero mundo (1956) hasta Tratado de urbanismo (1967), la decepción y el pesimismo existencial se aúnan con una dura crítica al mundo circundante. La poesía se convierte en un instrumento clarificador tanto 1e la experiencia del poeta como de la sociedad que lo condiciona. El tema central es el paso del tiempo, al que se subordina una serie de subtemas, como el amor, el desengaño, lo absurdo de la vida, la infancia como paraíso perdido y el transcurrir histórico (sobre todo la Guerra Civil).  En Sin esperanza, con convencimiento (1961) manifiesta el abatimiento personal del poeta ante su futuro, y el «convencimiento» en la posible llegada de un mundo más favorable.  En Grado elemental (1962), la ironía es central y sirve para parodiar el entorno político y social de la época, sobre todo de la enseñanza.

 

• Segunda etapa


Abarca desde Breves acotaciones para una biografía (1971) hasta Prosemas o menos (1985). Se incorpora en los textos lo lúdico:
La ironía deriva hacia el humor y abundan los cambios y las deformaciones del significado de las palabras para buscar un efecto burlesco, la ruptura de frases hechas, los neologismos y los juegos de palabras. En Procedimientos narrativos (/1976) parodia las fórmulas literarias más tradicionales. Este aspecto se puede apreciar en poemas como «Égloga», «Monólogo interior» o «Fábula y moraleja».

Tercera etapa.
Se abre con Deixis en fantasma (1992) y continúa con Otoños y otras luces (2000). Comienza ahora una meditación de carácter lastimero, triste.
Continúa en su obra la obsesión por el paso del tiempo y el testimonio del tiempo histórico.
Se cierra esta etapa con su último poemario, Nada grave (2008), una colección de veintisiete poemas, algunos de intenso lirismo, y de un pesimismo demoledor, atenuado por rasgos de ironía que recuerdan al mejor Ángel González.
El paso del tiempo, la conciencia de la muerte, lo poco que vale la vida y, a pesar de todo, el amor y la belleza de la palabra enlazan con Áspero mundo (1956) y cierran un ciclo poético y, al mismo tiempo, su ciclo vital

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