Aspectos que abarca el Renacimiento

La poesía del Renacimiento:


el Renacimiento representa la simultaneidad de dos corrientes: la tradicional y la corriente europea, de influencia italiana. Con la aparición de la imprenta, los textos orales sor recogidos en antologías, frecuentemente denominadas cancioneros, en los que conviven la poesía popular y lírica culta.

Aspectos formales:

La apotación métrica esencial de esta influencia italiana es el verso endecasílabo que, por su flexibilidad rítmica, era muy apropiado para la expresión de temas líricos. Sobre la base de cada verso endecasílabo se crean nuevas estrofas, algunas ya habituales en la lírica italiana: terceto, cuarteto, lira, estancia, octava real. También aparecen dos composiciones carácterísticas del Renacimiento: el soneto, que es la forma emblemática de la nueva poesía, y la canción petrarquista: a. El soneto es un poema que combina dos cuartetos y dos tercetos. B. La canción petrarquista está constituida por un número variable de estancias. Se recuperan géneros poéticos de tradición grecolatina: églogas, oda, epístola y elegía. Esta revolución métrica en la poesía renacentista se apoya en diversos recursos literarios como el hipérbaton, que recrea la sintaxis clásica, o la metáfora, que se plasma la belleza sensorial.

Temas y motivos poéticos:

a.El carpe diem que invita a gozar del momento presente. B. Collige, virgo, rosas exhortación a una joven para que disfrute del amor antes de que el tiempo marchite su belleza. C. Locus amoenus que recrea un prado verde de aguas dulces y claras, que sirve de solaz o refugio al poeta. D. El Áurea mediocritas que ofrece una alabanza a la vida moderada, alejada de toda ambición. E. El beatus ille que manifiesta la añoranza de una vida apatada del caos del mundo. Aparecen tres grandes temas de la lírica renacentista:
la naturaleza, el amor, la mitología. Otros temas esenciales:
la huida del mundo, el amor divino y el ideal patriótico.

La naturaleza:

La naturaleza renacentista es apacible y armoniosa; está poéticamente idealizada y tiene como centro el locus amoenus, tópico que se remonta al poeta latino Virgilio. Esta naturaleza, remanso de paz y armónía, cumple en la poesía ascética de la segunda mitad del siglo otra función: es el refugio que acoge al poeta en su huida en busca de sosiego y descanso espiritual.

El amor:

El amor en el Renacimiento está influido por la filosofía neoplatónica y tiene una concepción petrarquista. La amada posee una bondad y una belleza que son destellos de la divinidad, por lo que su contemplación permite acceder a la comtemplación de la Belleza Absoluta. Esa divinización de la amada convierte al amor en un acto de adoración, de culto casi religioso. La belleza de la amada se plasma en un retrato físico, repetido de manera similar por los poetas. Para ello utilizan imágenes o metáforas extraídas de la naturaleza.

La mitología:

Las obras renacentistas se llenan también de dioses y ningas. Estos motivos, tomados de las Metamorfosis, obra del poeta latino Ovidio, cumplen sólo una función estética u ornamental: el poeta los actualiza y los emplea com símbolos de su propio conflicto sentimental.

La huida del mundo:

El tema de la huida del mundo, entendida como un ansia de trascendencia, dentro de una poesía de carácter moral que desarrolla el beatus ille y el Áurea mediocritas. El ser humano vive encarcelado en la prisión del mundo. El tema de la huida del mundo es una de las bases de la poesía ascética, que cristianiza corrientes paganas y se concreta en el deseo del individuo de trascender y fundirse de la divinidad.

La uníón mística:

La uníón mística es un concepto de raíz religiosa. Esta literatura mística tiene su base en la experiencia de la uníón del alma con Dios con el que los místicos aspiran a comunicarse. Caracteres típicos: a. Exige un proceso previo de purificación (ascética) en el que el alma se desentiende del mundo. B. Es una gracia divina, que sólo se concede a unos pocos. C. Produce un estado de embelesamiento, de éxtasis, que desconecta del mundo circundante. D. No se puede expresar con el lenguaje humano; el poeta místico no puede encerrar con palabras sus vivencias, por lo que recurre al empleo de símbolos, alegorías, paradojas o antítesis.

El ideal patriótico:

El ideal patriótico es un reflejo del espíritu nacionalista que aparece en España en tiempos de Felipe II. Este tema exalta el heroísmo nacional y se manifiesta en canciones a gestas gloriosas.

Lenguaje poético:

El Renacimiento nos ofrece un afán esteticista. Los poetas prestan atención a los recursos expresivos del lenguaje, pero huyen de las afectación y se rigen por cuatro ideales clásicos: sobriedad, naturalidad, selección y elegancia. En la segunda mitad algunos autores intensifican los recursos formales, complican la expresión y adoptan ciertas «maneras» o formas poéticas que derivan dela tendencia estilística denominada manierismo.

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