Comentario de texto lord byron

LORD BYRON: Don Juan

Lord Byron con su “Don Juan” es un símbolo de la rebeldía del Romanticismo.

Las primeras manifestaciones del Romanticismo aparecieron a finales del Siglo XVIII en Inglaterra y Alemania, y, posteriormente, se extendíó a España, Francia e Italia en el primer tercio del Siglo XIX. Algunas de las carácterísticas propias del Romanticismo son: La reivindicación del “yo” del poeta, de dar a conocer sus experiencias personales, la búsqueda del misterio, la fantasía, el exotismo y del pasado, la melancolía perpetua del poeta (el mal del siglo) y el interés por los valores patrióticos y nacionales.
Lord Byron es uno de los llamados poetas rebeldes y una gran figura de la lírica inglesa. Nacíó en Londres en 1877 pero viajó por muchos países de Europa y tuvo una vida licenciosa de amores y escándalos. Tanto su vida como su obra son un claro símbolo del ímpetu, la originalidad y la independencia del espíritu ROMántico. Además, estuvo influenciado por muchos escritores españoles y fue admirado por grandes autores como Goethe, Allan Poe, Bécquer, Víctor Hugo, Alejandro Dumas y Karl Marx.
Todas sus obras tienen una cierta raíz autobiográfica. Su última obra fue “Don Juan”, en donde realiza una caricatura del Romanticismo con el tema del burlador. Se trata de un poema de 17 cantos en donde mezcla la sátira, la épica y la novela en una trama picaresca. La trama nos relata la vida sentimental del joven Don Juan, que parte desde Sevilla y recorre el mundo de amor en amor. Se trata de una obra inacabada en la que el argumento tiene menor nivel que la forma.
El personaje de Don Juan pertenece a las leyendas españolas medievales, popularizado por Tirso de Molina con su obra “El Burlador de Sevilla”. Además, grandes autores como Molíère y, sobre todo, Zorilla contribuyeron al lanzamiento universal de la fama de este prototipo de personaje. Asimismo, son múltiples las referencias donjuanescas en literatura (James Joyce), en ópera (Mozart) o en el cine.
El héroe de Don Juan es inteligente, valiente, atrevido y pasional, pero a su vez vulnerable y solitario, incapaz de encontrar el verdadero amor. No se preocupa por los cambios sociales que se acontecen, pues solamente busca satisfacer sus necesidades personales.

Ahora bien, el fragmento que vamos a comentar a continuación se encuentra en el canto IV y presenta una visión amorosa del encuentro de nuestro protagonista con una de sus amantes, Haydee. Tema tópico en la etapa del Romanticismo: una pareja enamorada que teme el paso del tiempo, pues solo piensan en el presente y no en envejecer. Como se puede apreciar, el poema está diferenciado en tres estrofas. En la primera, se presenta a la pareja enamorada, junto a la amenaza del tiempo que puede acabar con su amor efímero. Esta última es consecutiva con la siguiente, pues se persiste en que los jóvenes enamorados no están “hechos para la arruga”, es decir, para envejecer ni para llevar una vida de decadencia, sino para vivir en un “eterno verano”. Finalmente, en la última estrofa, se menciona que la naturaleza está creada especialmente para ellos, para que disfruten de ella, exceptuando al tiempo, que pasa rápidamente. Sin embargo, no piensan en el futuro, solo les importa la presencia del otro. Por otro lado, tras esta visión idílica del amor, no podemos olvidar la sátira y la ironía del personaje de Don Juan, pues encierra un tono de burla hacia su amada, y que deja entrever en oraciones como “la comunidad dulcísima de sus sentimientos” y “la dicha centelleando en sus ojos…”.
Al analizar la forma, nos percatamos de que el autor ha empleado numerosos recursos estilísticos que ornamentan el poema y demuestran un gran dominio sobre la lengua literaria.  Cabría destacar, en primer lugar la constante aparición de metáforas (“más vago que el Océano”, “las fiebres de la carne”, “¿No necesitaba el amor como las plantas… una temperatura particular?”…), algunas de ellas empleadas para realizar una sutil crítica hacia las altas clases sociales (“capacidades ignoradas bajo apariencias fútiles”) o para describir el mundo en el que la protagonista desea estar (“el inmenso país de las felicidades y de las pasiones”). Incluso, dentro de las metáforas, encontramos una enumeración metafórica de elementos espirituales y banales propios de la clase burguesa, a la que Emma desea pertenecer (“Los suspiros a la luz de la luna, “los largos abrazos”… “con maceteros bien llenos de flores, una cama montada sobre un estrado…”). Por otro lado, encontramos numerosos elementos antitéticos (“angustias-sonrisas”, “cielo-tierra”) que muestra una oposición entre dos palabras, así como el asíndeton que enumera los elementos del ambiente que la rodea (“ambiente rural aburrido, pequeños burgueses imbéciles”…) y la estructura paralela que muestra su mencionada confusión ( “En su deseo confundía las sensualidades del lujo con las alegrías… La elegancia de las costumbres con las delicadezas del sentimiento”).

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