Don Quijote resumen corto

En 1898 España perdíó Cuba, Puerto Rico y Filipinas;
Provocó una profunda crisis que se manifestó en la literatura a través de los escritores de la generación del 98, De ahí que uno de sus grandes temas sea la preocupación por España, que les lleva a criticar en sus obras la situación política y social del momento, y a plantear la necesidad de regenerar el país.  Esta preocupación va unida a un profundo amor por España, cuyos paisajes reflejan a través de descripciones cargadas de subjetivismo en las que el paisaje y el sentir del autor aparecen unidos.  El otro gran tema de los noventayochistas son los conflictos existenciales, que les llevará a mostrar en sus obras a personajes angustiados, insatisfechos, abúlicos, en constante lucha consigo mismos.

Estilo, una renovación en la narrativa española pues rechazaron la novela realista de la etapa anterior, su prosaísmo y su objetividad.  Consideran que no se puede representar la complejidad de la vida solo con la descripción objetiva de la realidad, de ahí que su preocupación por España se enfoque de manera subjetiva, criticando el atraso y la pobreza del país, pero proyectando sobre él los deseos y angustias del escritor. Además, rechazan el prosaísmo del Realismo, y emplean un estilo sobrio y cuidado, en el que destaca el gusto por las palabras tradicionales y un lirismo que es reflejo del subjetivismo antes mencionado. 

Los principales autores del 98 son Miguel de Unamuno, Ramiro de Maeztu, Pío Baroja y Azorín. Podemos distinguir varios momentos en la evolución de estos escritores:


Etapa de juventud, marcada por el espíritu de rebeldía.


El Grupo de los Tres, formado por Maeztu, Baroja y Azorín, que pretendía analizar los males de España y buscar soluciones.

La madurez del 98:

Los autores abandonan el radicalismo juvenil y se acercan a posturas idealistas próximas a la filosofía de autores como Schopenhauer.

Miguel DE Unamuno

Toda la producción literaria de Unamuno gira en torno a dos grandes temas: la preocupación por España y el sentido de la vida.
El tema de España aparece en ensayos como En torno al casticismo y Vida de Don Quijote y Sancho.

En novelas como San Manuel Bueno, mártir y Niebla aparecen reflejados los conflictos existenciales de Unamuno que, tras perder la fe, se pregunta por el sentido de la vida, ya que para él, si no hay nada más allá de la muerte, la vida no tiene sentido.

El estilo de Unamuno –austero, sin excesos retóricos- responde a su deseo de huir del Realismo. En sus obras lo importante no es el argumento sino exponer las dudas y preocupaciones del autor, que son las mismas que las de sus personajes. Por este motivo, el diálogo cobra mucha importancia, ya que a través de él conocemos el punto de vista de dichos personajes.


El estilo de Unamuno –austero, sin excesos retóricos- responde a su deseo de huir del Realismo. En sus obras lo importante no es el argumento sino exponer las dudas y preocupaciones del autor, que son las mismas que las de sus personajes. Por este motivo, el diálogo cobra mucha importancia, ya que a través de él conocemos el punto de vista de dichos personajes.

Las novedades formales de las novelas de Unamuno hicieron decir a ciertos críticos que aquello no eran propiamente novelas (tenían un elevado componente de reflexión filosófica y dejaban el argumento en un segundo plano). Por ello, con actitud desafiante, Unamuno subtitularía nivola a algunas de sus creaciones.

PÍO BAROJA

Fue un hombre solitario y amargado, con una visión pesimista de la vida:
para él, el mundo carece de sentido y no confía en el ser humano. Como él, sus personajes son seres solitarios, inadaptados, rebeldes que luchan para cambiar la sociedad, pero que no lo consiguen, lo cual les conduce a la angustia y la desesperanza. Así, sucede con Andrés Hurtado, el protagonista de El árbol de la ciencia, novela en la que Baroja hace una profunda crítica de la sociedad española del momento.  Por su parte, el protagonista de Camino de perfección recorre varios lugares de Castilla con el fin de encontrar sentido a la vida.

Junto a esos personajes insatisfechos e inadaptados aparecen también los voluntariosos y activos, como apreciamos en Zalacaín el aventurero, que cuenta las andanzas de un hombre da acción, durante las guerras carlistas. 

Su estilo es sencillo y espontáneo, con frases cortas y párrafos breves, lo que ha llevado a algunos críticos a tacharlo de desaliñado e incluso incorrecto. Abundan los diálogos, en los que refleja el habla común, y las descripciones impresionistas a base de pinceladas (con pocos detalles). 

En sus novelas nos encontramos con un narrador que realiza numerosos comentarios y reflexiones, que son un reflejo de las ideas filosóficas y políticas del propio autor.

JOSÉ MARTÍNEZ RUIZ, AZORÍN

La producción literaria de Azorín está compuesta por ensayos y novelas, dos géneros que en ocasiones se funden en sus obras, en las que presenta un tema recurrente:

El paso del tiempo

Entre sus ensayos destacan Castilla y La ruta de Don Quijote. 

En sus novelas el argumento pierde importancia y se convierte en un pretexto para pintar paisajes y personajes, y para mostrar la preocupación del autor por la fugacidad de la vida.
Destaca La voluntad.

Las principales cualidades de su estilo son la precisión y la claridad, con el empleo de un rico vocabulario y de frases breves;
En sus descripciones se observa una técnica miniaturista, por la atención al detalle, lo cual da a sus obras una marcada lentitud narrativa y un intenso subjetivismo.

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