Etapas del modernismo

1. Introducción :


El Romanticismo es un movimiento cultural y literario que tuvo lugar en la primera mitad del siglo XIX, tanto en Europa como en América. Dicho movimiento supone una reacción total a la razón impuesta por el Neoclasicismo, dando prioridad a los sentimientos, a las emociones, a la fantasía y al ideal. / En España, dadas las circunstancias políticas del país, el Romanticismo, propiamente dicho, tuvo escasa duración, llegando a su máximo apogeo en torno a 1835.
Hubo un segundo Romanticismo hacia 1860, gracias a las dos grandes figuras que más adelante veremos: Bécquer y Rosalía de Castro.

2. Ideología


La mentalidad romántica se caracteriza, en líneas generales, por lo siguiente: / -El deseo de libertad, que se manifestará en la lucha del hombre romántico contra el absolutismo, en el rechazo a las normas hasta ahora vigentes y en su deseo de manifestarse libremente. / -El fuerte individualismo que se observa en el hombre romántico, reflejado en una fuerte personalidad, así como en el sentimiento de creerse el centro del universo. / -El idealismo, que es el motor del romántico en busca de cumplir deseos inalcanzables a veces, relacionados con la patria, el amor o la justicia. / -El desengaño, provocado por no poder alcanzar dichos ideales en la realidad en la que viven, lo que provoca la evasión, e incluso el suicidio.

3. Características literarias:


En la literatura romántica se refleja la forma de ser del hombre romántico y se manifiesta a través de las siguientes características: / -Aparición de los protagonistas que se encuentran al margen de la ley o que no aceptan las normas de la sociedad: el mendigo, el pirata, el verdugo, el cosaco, el reo, etc. / -La mezcla, en poesía, de distintas formas métricas e, incluso, del verso y de la prosa. / -La ruptura, en teatro, de las reglas de las tres unidades (tiempo, lugar y acción), recuperadas por los neoclásicos, la mezcla de lo trágico y lo cómico, la desaparición de la verosimilitud y el carácter moralizante, el final trágico, la aparición de elementos extraños, etc. / -El gusto por el ambiente nocturno, tenebroso, la aparición de una naturaleza violenta y desatada, relacionada con el sentimiento exaltado del romántico. / -La fuerte personalidad de los personajes. / -La ambientación de las obras en lugares exóticos o lejanos en el tiempo, derivada del gusto por la evasión. / -El poco aprecio a la vida, que se observa en la aparición de la muerte e, incluso, el suicidio. / -La aparición de elementos fantásticos, muchas veces relacionadas con el sueño y el subconsciente.

Leyendas de Bécquer son un conjunto de narraciones escritas por Gustavo Adolfo Bécquer de carácter postromántico publicadas entre 1858 y 1864. Estas narraciones tienen un


carácter íntimo que evocan al pasado histórico y se caracterizan por una acción verosímil con una introducción de elementos fantásticos o insólitos. Como por ejemplo EL RAYO DE LUNA ese fragmento, la mayoría de esas historias se encuentran ambientales en la edad media y narran un hecho fantástico o sobrenatural. Además, en ellas se recogen numerosos temas y símbolos románticos, como el amor imposible, la amada inalcanzable, la naturaleza violenta.

En la novela realista se caracteriza por:  / -la escasez de la narración  / -el predominio de larguísimas descripciones  / -las descripciones de ambiente muy precisas y verificables en la realidad  / -el empleo de un registro coloquial con rasgos propios del ambiente que se describe (empleo de distintos registros por los protagonistas en función de su profesión y procedencia geográfica)  / -el intento de actitud objetiva por medio de descripciones pero, aún así, el autor transmite su opinión.  / -el estilo natural y relativamente sencillo

La novela realista goza de gran popularidad. Su intención era la de representar fielmente la sociedad y los ambientes. Entre otros, cabe señalar como motivos de su éxito el aumento de la población que sabe leer y escribir que pasa de un 5% a aproximadamente un 40%, la inclusión en los periódicos de folletines novelescos, el nacimiento de la novela por entregas. Así las novelas alcanzan incluso a las clases más bajas

Benito Pérez Galdós nació en Gran Canaria, pero estudió en Madrid, aunque finalmente dejó los estudios para dedicarse a escribir. Sus ideas políticas le acabaron perjudicando y en los últimos años de su vida Quedó ciego y atravesó por dificultades económicas.

Es el escritor realista que más escribió y entre su obra hay que destacar:  / -Los episodios nacionales son una crónica de conflictos importantes en España. Superó el romanticismo tratando historia reciente  / -Las novelas de primera época ataca la intolerancia y el fanatismo, especialmente entre progresistas y tradicionalistas

En las «Novelas españolas contemporáneas» describe la sociedad contemporánea sin defender una ideología en concreto sino que permanece imparcial. La obra destaca por la mayor profundidad y complejidad de los personajes.

Por otra parte, ni siquiera en las Novelas de tema espiritual, que tratan temas espirituales, abandona observación detallada .

Recibe el nombre de Naturalismo una corriente fijada por el novelista francés Émile Zola (1840-1902). A los postulados del realismo añadió Zola ciertos elementos tomados de doctrinas 


típicas de su tiempo: / · El materialismo. Niega la parte espiritual del hombre: los sentimientos, ideales, etc., son considerados productos del organismo. / · El determinismo. Los comportamientos humanos están marcados por la herencia biológica y por las circunstancias sociales. / · El método experimental. Igual que un científico experimenta con sus cobayas, el novelista debe experimentar con sus personajes, colocándolos en determinadas situaciones para demostrar que su comportamiento depende de la herencia y del medio.

De los presupuestos anteriores se derivan varias consecuencias literarias


/ 1. En cuanto a temas, ambientes y personajes, abundan los asuntos “fuertes”, las bajas pasiones, así como personajes tarados, alcohólicos o psicópatas, seres que obedecen, sin saberlo, a sus tendencias genéticas, si bien sus reacciones difieren accidentalmente según el ambiente en que se han educado. / 2. En la técnica y el estilo se llevan a sus últimas consecuencias los métodos de observación y documentación del Realismo. Igualmente se hace más precisa la reproducción del habla.

El Modernismo es objeto de distintas interpretaciones, con estas dos posturas fundamentales: / -La más restrictiva lo considera un movimiento literario bien definido que se desarrolló entre 1887 y 1910. / -La más amplia considera que el modernismo no es sólo un movimiento literario sino toda una época y la actitud que le sirvió de base.

Conciliando ambas, cabría definir el modernismo literario como un movimiento de ruptura con la estética vigente que se inicia en torno a 1880 y cuyo desarrollo fundamental alcanza hasta la Primera Guerra Mundial. Tal ruptura se enlaza con la amplia crisis espiritual de fin de siglo.

El modernismo hispánico es una síntesis del Parnasianismo y del Simbolismo: del primero toma la concepción de la poesía como bloque marmóreo, con el anhelo de perfección formal, los temas exóticos, y los valores sensoriales; del segundo la concepción de que el arte debe sugerir, y la búsqueda de efectos rítmicos dentro de una variada musicalidad. El Modernismo también subsume, aunque con menos importancia, corrientes estéticas como el Decadentismo y La Hermandad Prerrafaelita.

Las principales características del modernismo son: / -El rechazo de la realidad cotidiana, ante la cual el escritor puede huir en el tiempo (evocando épocas pasadas y mejores) o en el espacio (muchos de los poemas se desarrollan en lugares exóticos y lejanos). / -Una actitud aristocratizante y cierto preciosismo en el estilo, así como la búsqueda de la perfección formal (de inspiración parnasiana) que se aprecia no sin cierto


Individualismo


/ -La búsqueda de la belleza se consigue a través de imágenes muy plásticas y acercamiento a las artes, de una adjetivación con predominio del color y con imágenes relacionadas a todos los sentidos, así como con la musicalidad que produce el abuso de la aliteración, los ritmos marcados y la utilización de la sinestesia (influencias del simbolismo). / -Tanto la fidelidad a las grandes estrofas clásicas como las variaciones sobre los moldes métricos, utilizando versos medievales como el alejandrino, el dodecasílabo y el eneasílabo; con aportes de nuevas variantes al soneto. / -El uso de la mitología y el sensualismo. / -Una renovación léxica con el uso de helenismos, cultismos y galicismos, que no buscaba tanto la precisión como el prestigio o la rareza del vocablo. / -El deseo innovador que aspiraba a la perfección que apreciaban en la literatura europea. / -El culto a la perfección formal, con poesía serena y equilibrada.

Los autores de la generación 98 mantuvieron, al menos al principio, una estrecha amistad y se opusieron a la España de la Restauración; Pedro Salinas ha analizado hasta qué punto pueden considerarse verdaderamente una generación historiográficamente hablando.

Lo indiscutible es que comparten una serie de puntos en común

/ -Distinguieron entre una España real miserable y otra España oficial falsa y aparente. Su preocupación por la identidad de lo español está en el origen del llamado debate sobre el Ser de España, que continuó aún en las siguientes generaciones. /

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Sienten un gran interés y amor por la Castilla miserable de los pueblos abandonados y polvorientos; revalorizan su paisaje y sus tradiciones, su lenguaje castizo y espontáneo. Recorren las dos mesetas escribiendo libros de viajes, resucitan y estudian los mitos literarios españoles y el Romancero. / –

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Rompen y renuevan los moldes clásicos de los géneros literarios, creando nuevas formas en todos ellos. En la narrativa, la nivola unamuniana, la novela impresionista y lírica de Azorín, que experimenta con el espacio y el tiempo y hace vivir al mismo personaje en varias épocas; la novela abierta y disgregada de Baroja, influida por el folletín, o la novela casi teatral y cinematográfica de Valle-Inclán. En el teatro, el esperpento y el expresionismo de Valle-Inclán o los dramas filosóficos de Unamuno. / –

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Rechazan la estética del Realismo y su estilo de frase amplia, de elaboración retórica y de carácter menudo y detallista, prefiriendo un lenguaje más cercano a la lengua de la calle, de sintaxis más corta y carácter impresionista; recuperaron las palabras tradicionales y castizas campesinas. / –
5. Intentaron aclimatar en España las corrientes filosóficas del Irracionalismo europeo, en particular de Friedrich Nietzsche (Azorín, Maeztu, Baroja, Unamuno), Arthur Schopenhauer


(especialmente en Baroja), Sören Kierkegaard (en Unamuno) y Henri Bergson (Antonio Machado). / –

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El pesimismo es la actitud más corriente entre ellos y la actitud crítica y descontentadiza les hace simpatizar con románticos como Mariano José de Larra, al que dedicaron un homenaje. / –

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Ideológicamente comparten las tesis del Regeneracionismo, en particular de Joaquín Costa, que ilustran de forma artística y subjetiva. / –

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Ofrecen un carácter subjetivo en sus obras. La subjetividad toma mucha importancia en la Generación del 98 y en el modernismo.

Guillermo Díaz Plaja define el novecentismo como lo que ya no es ni modernismo ni noventayochismo y como lo que no es todavía vanguardias (de difícil delimitación) y confluirá en la generación del 27. Sus rasgos característicos son comunes tanto a los noucentistes catalanes como a la denominada generación de 1914 (véase Generación de 1914#Características):

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El arte ha de ser imaginativo y debe romper con las visiones pegadas a la realidad. Un papel importante para ello le cabe al humor y a la renovación de los géneros con nuevas técnicas que olviden la trama narrativa o el argumento. Abundantes digresiones. El género más abundante y cultivado es el ensayo, que se extiende a los otros géneros.

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Pulcritud, distanciamiento, equilibrio, «deshumanización» (Ortega titulará uno de sus ensayos La deshumanización del arte, donde acuña el concepto de arte deshumanizado para el arte moderno).

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Intelectualismo ante el hecho artístico.

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Búsqueda del «arte puro», del arte por el arte, de la poesía pura y de la autonomía de la obra artística.

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Renovación del lenguaje.

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Huida de lo vulgar, de lo fácil y de lo monótono.

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Dominio del orden, la perfección y la belleza.

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Rechazo del sentimentalismo y el romanticismo: el arte ha de ser más intelectual que vital y hay que romper con lo anecdótico y argumental para renovar los géneros narrativos. En el devenir pendular de la historia de la cultura (detectado por el propio D’Ors), esta época significaría un retorno a los clásicos greco-romanos, a sus formas y a sus temas, como lo mitológico.

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Cosmopolitismo. Huida de los aspectos más nacionalistas de la cultura. Europeísmo. Apertura a las corrientes intelectuales europeas y su traslación a España y a los países americanos de habla hispana.7 /
La ruptura con la generación anterior propia de toda generación nueva no implicaba en su caso una ruptura genérica con el pasado: para Eugeni d’Ors Todo lo que no es tradición, es plagio. Aun así, las polémicas con los maestros de la generación anterior son sonadas (especialmente la que enfrentó a Unamuno con Ortega -expresada en el lema unamuniano ¡Que inventen ellos!-).

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Frente al ruralismo de la generación de 1898 (que buscaba en el paisaje y el paisanaje,


especialmente el de Castilla, la esencia de lo español), la atención se vuelve hacia la ciudad y los valores urbanos (civiles y civilizadores).

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Elitismo y concepto de vanguardia estética, intelectual y social.

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