Autores cuentistica actual

Expondremos las novedades y autores de la novela hispanoamericana actual hasta alcanzar su época de auge, el “boom” y nos extenderemos en uno de sus máximos exponentes, Gabriel García Márquez (Gabo).

 Nos remontamos en torno a 1940 cuando se comienza a darse un hastío de la novela realista que ya había sido sustituida en casi toda Europa pero en América persistía en las últimas lo que lleva a que desde 1945, el paso de narrador omnisciente a narrador protagonista, personaje o testigo; dejar relegado el argumento a un plano secundario; la acumulación de sucesos y ambientes que presenten hechos anecdóticos prescindiendo de la acción o eliminar capítulos tradicionales para establecer secuencias sin enumerar sean algunas innovaciones técnicas y narrativas que aparecen amén de el cambio de la linealidad tradicional en la estructura interna como la estructura de contrapunto (presentación de historias que se alternan) e incluso cambios en la estructura temporal reflejado en el desorden cronológico, analepsis, prolepsis… Varía también el tratamiento de los personajes que apenas se sabe sobre él dando paso al personaje colectivo con pocos rasgos.

 Denotamos también modificaciones estilísticas al ser impulsado el estilo indirecto libre, el monólogo interno y  el narrador en 2ª persona. Así como una mayor elaboración lingüística como en el uso de la prosa combinada con verso  y riqueza en el léxico. Por supuesto, hay novedad en los temas que son las realidades inmediatas de la imaginación y la fantasía, esto es conocido como realismo mágico, tratando los hechos más triviales y cotidianos como si fueran excepcionales y creando ilusión de irrealidad. Otros temas destacados vienen marcados son el interés por el mundo urbano, por la condición humana y por el erotismo.

 En este período destacan autores como Vargas Llosa con La Ciudad y los Perros, obra con la que se abrió paso a los autores hispanoamericanos en Europa, Juan Rulfo con su obra Pedro Páramo o Luis Borges con El libro de arena.

Avanzando en el tiempo, es relevante 1960 a partir del cual se consolidan estas innovaciones en célebres novelas hispanoamericanas ya sea El túnel de Ernesto Sabato, El astillero de Juan Carlos Onetti, Rayuela de Julio Cortázar o Cien años de soledad del personaje en el que a continuación nos centraremos: Gabriel García Márquez.

 Nació en Aracataca (localizado en la costa de Colombia) el 6 de Marzo de 1927. Al casamiento de sus padres se opuso su abuelo (similitud con Lorenzo Daza), con él que pasó su infancia y quien más le influyó en su educación pues le cuidó y enseñó a leer y a usar el diccionario y al que Gabo llamaba Papalelo. Todos estos recuerdos quedan patentes en muchas de sus obras por ejemplo en Vivir para contarla.
Su abuelo murió en 1936 y Gabo fue enviado a Sucre, con sus padres que le mandaron a un internado donde su carácter serio le valió el apodo de El Viejo y en una de las visitas que hacía a sus padres, conoció a Mercedes Barcha, de la que quedó prendado fugazmente.


Se graduó en 1947 y marchó a Bogotá donde estudió Derecho en la Universidad Nacional de Colombia pero pierde el interés tras el cierre de su universidad debido al Bogotazo, no acaba la carrera y desvía su atención a la idea de ser periodista donde comienza a ejercer en “El Universal” de Cartagena de Indias y en “El Heraldo” de Barranquilla. Llegó a ser reportero y crítico de cine para “El espectador” de Bogotá donde publicó un total de quince cuentos incluido el primero que escribió, La tercera resignación.
Este período es clave en obras como Relato de un náufrago (1955) y Crónica de una muerte anunciada (1981).

En La hojarasca (1955), deja entrever los rasgos característicos de su narrativa como la creación minuciosa y fantástica de un ambiente colombiano, el monólogo interior y una perfecta asimilación de la técnica de Faulkner. En ese año viaja por primera vez a Europa como corresponsal de “El espectador” y se queda en París donde decide dedicarse a la literatura y durante este tiempo redacta El coronel no tiene quien le escriba (1958) y La mala hora (1961).

Se casó en 1958 con Mercedes Barcha con la que tiene dos hijos y dos años después trabajó en La Habana para “Prensa Latina”, agencia que lo traslada a Nueva York pero al recibir críticas de exiliados cubanos y de la CIA, se traslada a México donde se inicia en el cine sin mucho éxito y por eso busca trabajo encargándose de dos revistas: “La familia” y “Sucesos” y fue poco a poco alejándose de estas ocupaciones en favor de la literatura para enrolarse en la publicación de su famosa obra sobre la familia Buendía residente en el pueblo de Macondo, obra en la que mezcla ficción y realidad. Hablamos de Cien años de soledad (1967).

Sin cesar en su actividad creativa, se traslada a Barcelona en 1969. En 1974 entabló relación intelectual (así decía Gabo) con Fidel Castro, Carlos Andrés Pérez y con partidarios de Sandino pero esto sumado a su antiimperialismo, le sirvió para ser tachado de subversivo y de persona non grata en EEUU. Poco después escribe El otoño del patriarca (1975) historia ficticia donde habla de las dictaduras latinoamericanas y Crónica de una muerte anunciada (1981) donde evoca su juventud y donde asume por primera vez su papel de narrador. Ese año, abandona Bogotá y pide asilo en México tras ser acusado de financiar a un grupo guerrillero. Al año siguiente, le conceden el Nobel de Literatura y en 1985, escribe El amor en los tiempos del cólera, una historia de amor ambientada en Cartagena de Indias. En 1992 aparece 12 cuentos peregrinos y en 1994, Del amor y otros demonios.

Va superando poco a poco un cáncer linfático diagnosticado en 1999 y en 2002 mecanografió su autobiografía Vivir para contarla.
Actualmente, vive en México pero debido a homenajes, frecuenta Colombia.

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