Comentario critico de la casa de bernarda alba

LA CASA DE BERNARDA ALBA

Nos encontramos ante un fragmento teatral perteneciente al final del tercer acto de La casa de Bernarda
Alba
, escrita en 1936 por Federico García Lorca, uno de los dramaturgos más importantes de la historia de la literatura

Federico García Lorca nació en Granada en 1898 en el seno de una familia acomodada.

Su primera obra fue “Impresiones y paisajes” (1918), a la que le siguen otras como “Ro-mancero gitano” (1928), “Bodas de sangre” (1933),” Yerma” (1934), etc. Perteneció a la Generación del 27, por lo que se advierte en sus obras la corriente vanguardista fundada con la tradición clásica y popular y la exigencia de la perfección formal, aunque también plasma sus ideas revolucionarias en ellas. Finalmente, tras la sublevación militar de la Guerra Civil Española, muere en 1936 por sus ideas políticas y su declarada homosexualidad.

La historia comienza con el funeral del marido de Bernarda Alba y el luto que le impone a sus cinco hijas, que durará ocho años en los que no podrán salir de casa. Angustias, la hija mayor, es heredera de una gran fortuna por lo que Pepe el Romano trata de conquistarla. El conflicto se produce cuando Martirio, hermana de Angustias, se encapricha con Pepe también, viéndolo como una forma de huir de la cárcel en la que se ha convertido esa casa. Sin embargo, Adela, la más pequeña de las hermanas, se le ha adelantado y mantiene una relación amorosa secreta con Pepe. Sin embargo, si nos centramos en este fragmento, el autor cuenta como Martirio, llena de celos porque Adela había estado con Pepe, le hace creer a la joven hermana que Pepe el Romano ha muerto, con lo que Adela, al saberlo, se suicida mostrando así que es la única que tiene verdaderos sentimientos hacia ese hombre.

Por tanto, podemos afirmar que el tema general de la obra, al igual que el de este fragmento es el del enfrentamiento entre la autoridad y el deseo de libertad.
Esto queda reflejado cuando Adela (símbolo de la libertad) le planta cara a su madre rompiéndole el bastón como símbolo de acabar con la autoridad. Por otra parte, también debemos señalar otros temas secundarios como la moral tradicional y la presión social.

La casa de Bernarda Alba es un drama sobre la ausencia de libertad de las mujeres, en la que García Lorca se basa en la realidad de su época, en que lo correcto era mantener el orden y la reputación de la familia en el pueblo.Esta obra teatral de carácter dramático se divide en tres actos, que siguen el guión típico de planteamiento, nudo y desenlace, siendo este último el fragmento que nos ocupa, en concreto, la escena final. El tiempo que transcurre a lo largo de la obra se representa en una mañana, una tarde y una noche, aunque no del mismo día. Por lo tanto, presenta una estructura circular, algo que también podemos ver en el símbolo de las campanas que dan comienzo y fin a esta obra, simbolizando primero la muerte del marido de Bernarda y, luego, la de Adela.

Por otra parte, toda la obra transcurre en el mismo lugar, la casa de Bernarda Alba. Es una casa amplia, con muros blancos y gruesos, como símbolo de la pureza que debe reflejar la familia; pero también como muestra de la represión y del encierro en el que se encuentran las cinco hermanas. Frente a la casa, se encuentra el mundo exterior que significa la libertad, la vida y que aparece en la escena de diferentes modos: unas veces por el sonido de las campanas o el ladrido de los perros y en otras ocasiones, a través de breves historias como la de la hija de la Librada. Estos muros constituyen una barrera infranqueable que delimita lo interior con el exterior, la libertad y la represión.

Por otro lado, los personajes que aparecen en escena son todos femeninos, aunque se alude a la figura de Pepe el Romano, principal causante del conflicto. Pepe el Romano encarna la pasión y el erotismo, pero es hipócrita y está dispuesto a casarse por dinero con Angustias, aunque ama a Adela. Por otra parte, también aparece en este fragmento Martirio, Adela y Bernarda.
Estas dos últimas son dos personajes antagónicos, ya que Bernarda es una mujer fría que representa la autoridad, mientras que Adela apasionada y libre sexualmente, es el contrapunto: la rebeldía. Martirio, hermana de Adela, está celosa por la relación que tiene Adela con Pepe. Además de éstos, aparecen personajes secundarios como Angustias, Magdalena, la Poncia y la criada.
Se puede afirmar que el único personaje redondo es Adela, ya que evoluciona a lo largo de la obra.

Una parte fundamental de cualquier obra de teatro son las acotaciones que, concretamente en esta obra su finalidad no es más que ayudar a la representación teatras, es decir, no tienen carácter literario. En “La casa de Bernarda Alba” las acotaciones, al igual que los diálogos, son breves y nunca hay  más palabras de las necesarias. También los diálogos son directos y concisos pero éstos presentan también un doble sentido oculto, que le da cierta ironía al texto.

En otro orden de cosas, para embellecer la expresión y darle belleza al texto, el autor emplea algunos recursos literarios como la metáfora “¡Hubiera volcado un río de sangre sobre su cabeza!” (figura de carácter semántico que consiste en identificar un término real con uno imaginario  entre los cuales existe una relación de semejanza) que utiliza Martirio llena de odio y rabia contra Adela, al ver cómo ésta le arrebata a su amor.

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