Cuales son los temas del realismo

3.
La novela realista y naturalista del siglo XIX.El Realismo surgió en Europa en el siglo XIX, defendiendo la representación de la realidad de una forma verdadera y lo más exacta posible.La novela es sin duda el género literario más cultivado del Realismo, ya que se consideraba la mejor forma de describir la realidad. Las características de la novela son: la verosimilitud (la historia narrada debe ser creíble), los personajes reales (los personajes se extraen directamente de la vida cotidiana, analizándose en profundidad sus personalidades), la temática social (suele reproducir los conflictos de la sociedad del momento), el marco temporal (se suele utilizar la técnica de “in media res”, que consiste en comenzar el relato de los hechos cuando la historia ya ha empezado), el marco espacial (se describen los espacios minuciosamente) y el estilo (se caracteriza por la abundante presencia de contrastes, los diálogos ágiles y la combinación de narradores en primera y tercera persona). Dentro de la novela realista, es digna de resaltar la novela costumbrista, considerada como elemento de transición entre el Romanticismo y el Realismo. Esta se caracteriza por: la presentación de personajes e ideas idealizadas, el gusto por lo local y lo pintoresco, y el uso de un lenguaje cotidiano.Entre los novelistas españoles del Realismo, podemos destacar a: Valera, Alarcón, Caballero, Pereda, Galdós y “Clarín”. En Juan Valera destaca el análisis psicológico de sus personajes, especialmente de los femeninos. Entre sus obras sobresalen “Pepita Jiménez” y “Juanita la Larga”. Pedro Antonio de Alarcón es de origen romántico y se incorporó tardíamente al Realismo, destacando de él “El sombrero de tres picos”. Las obras de Fernán Caballero están todavía a caballo entre el Romanticismo y el Realismo, sobresaliendo entre ellas “La gaviota”. La producción de José María de Pereda evolucionó del costumbrismo de obras como “Escenas montañesas”, al realismo de sus novelas regionales como “Peñas arriba”, escribiendo también novelas de tesis (“De tal palo, tal astilla”). Con respecto a Benito Pérez Galdós, podemos decir que las características de su obra son: un variado abanico narrativo (destacando temas como: la crítica social, el análisis político del momento, y la religión y el clero), los retratos psicológicos de sus personajes y un estilo caracterizado por la magistral descripción de ambientes, la exhaustiva documentación, el lenguaje ágil y expresivo, y el humor y la ironía. Entre las obras de Galdós destacaron los “Episodios nacionales” (cuarenta y seis novelas cortas que constituyen una semblanza novelada del siglo XIX) y novelas de diverso tipo: novelas de la primera época (tiene una gran carga política aunque, destacando “Doña Perfecta”), novelas contemporáneas (contiene un genial retrato de la sociedad madrileña, y destaca “Fortunata y Jacinta”) y novelas espirituales (incluyen valores cristianos, como el amor y la caridad, y destaca “Misericordia”). Por último, sobresale Leopoldo Alas (“Clarín”), cuya extensa obra se compone únicamente de dos novelas: “Su único hijo” y “La Regenta”. Esta última gira en torno al tema del adulterio, contando con más de un centenar de personajes (como Ana Ozores y Don Fermín) que pueblan la ciudad de Vetusta (Oviedo) y representan todos los estamentos sociales. “Clarín” también sobresale por sus cuentos (como “¡Adiós, Cordera!” o “Pipá”), en los que se pueden distinguir dos tendencias: una inicial en la que predomina un enfoque crítico y burlesco, y otra, más madura, llena de sensibilidad y ternura.El Naturalismo surgió a raíz del auge de los avances científicos, defendiendo que el ser humano está determinado por las leyes de la herencia biológica, el medio social y el momento histórico. Zola está considerado como el mayor teórico de esta tendencia, pues expuso los principios del Naturalismo en su obra “La novela experimental”. El Naturalismo propugnaba que la literatura no debía limitarse a observar y reflejar la realidad, sino que debía interpretar los diferentes hechos cotidianos. Las características de este movimiento son: el análisis de la realidad (se centra especialmente en aquellas realidades más desagradables o problemáticas), la búsqueda de la raíz del problema (proponen las posibles causas que provocan los males descritos en sus obras, como la herencia familiar o el medio social), el intento de encontrar soluciones (pretenden remediar estas situaciones desfavorables mediante alternativas educativas) y el acercamiento de la literatura a conceptos y preceptos científicos (existe un afán por estudiar al ser humano, por lo que predominan los textos expositivos y descriptivos). Dentro de los autores naturalistas españoles destacan Emilia Pardo Bazán y Vicente Blasco Ibáñez. Las obras más importantes de la primera son “La tribuna” y “La cuestión palpitante”, en las que se reflejan ambientes decadentes y desarraigados. Aunque su obra más relevante es “Los pazos de Ulloa”. Con respecto a Vicente Blasco Ibáñez, diremos que fue un magnífico autor en la descripción de paisajes y que de él destacan obras como “La barraca” o “Cañas y barro”.

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