Cuento del conde Lucanor

EJEMPLO II

La primera parte del ejemplo sería la explicación, luego se desarrolla la historia que Patronio le cuenta al Conde, (hasta la página 58) en la tercera parte al conde le parece bien el ejemplo, lo aplica y resuelve su problema, y en la cuarta parte, aparecen los versos, que resumen la enseñanza del cuento brevemente.

Un rasgo que caracteriza al mozo es que le afecta totalmente la opinión de los demás, se deja influenciar, por lo que es inseguro, pone pegas a todo lo que le propone su padre, hasta cosas que son buenas para él, y también es una persona de sutil entendimiento. Por otra parte su padre le enseña que no debe de dejarse influir por lo que dirán. Yo estoy de acuerdo con la enseñanza que le da su padre porque, hay que estar seguros de uno mismo sin importar lo que digan los demás.

EJEMPLO X

La enseñanza que se puede extraer de este cuento es que no te quejes de tus desgracias o de tu situación, porque siempre va a haber alguien en peores condiciones, y que no te centres en lo malo y que veas las cosas positivas de las cosas y que se lo agradezcas a Dios.

Estas palabras se refieren a que cuando tomas las riendas de tus problemas y comienzas a ayudarte a ti mismo, las cosas te van a empezar a salir mejor, Dios te va a ayudar a salir de ahí, pero tú tienes que poner de tu parte.

EJEMPLO XI

En la historia se observa que se repiten las excusas, y también tenemos repeticiones de estructura, de frases y de paralelismo. 

EJEMPLO XXXIII


En este ejemplo al conde Lucanor se le plantea que, cuando la guerra se ha terminado, muchos otros señores les ha aconsejado que descanse y viva en paz, mientras otros señores le recomiendan que emprenda nuevas luchas contra los moros.

Esta circunstancia histórica se situaba en la época de la Reconquista, donde ocurrían constantes batallas entre los oros y cristianos, del 711 al 1492 con la caída del reino de Granada.


Ejemplo XXXIV  Recelar: desconfiar   Morar: vivir, habitar

Ejemplo XXXV Tanto el perro, como el gato y como el caballo acabaron completamente descuartizados por el novio. Don Juan Manuel expresa el enfado del novio mediante los siguientes procedimientos: «El joven se levantó muy enfadado de la mesa, y, cogiendo la espada, se lanzó contra el perro, que, al verlo venir así, emprendíó una veloz huida, perseguido por el mancebo, saltando ambos entre la ropa, la mesa y el fuego; tanto lo persiguió que, al fin, el mancebo le dio alcance, le sujetó y le cortó la cabeza, las patas y las manos, haciéndolo pedazos y ensangrentando toda la casa, la mesa y la ropa. «El gato siguió sin moverse, pues tampoco era costumbre suya llevar el agua para las manos. Como no lo hacía, se levantó el mancebo, lo cogíó por las patas y lo estrelló contra una pared, haciendo de él más de cien pedazos y demostrando con él mayor ensañamiento que con el perro.» «El caballo siguió sin moverse. Cuando el mancebo vio que el caballo no obedecía, se acercó a él, le cortó la cabeza con mucha rabia y luego lo hizo pedazos.»

Esto lo podemos ver en esta parte «Al ver su mujer que mataba al caballo, aunque no tenía otro, y decía que haría lo mismo con quien no le obedeciese, pensó que no se trataba de una broma.» «Él, así, furioso, ensangrentado y colérico, volvíó a la mesa, jurando que, si mil caballos, hombres o mujeres hubiera en su casa que no le hicieran caso, los mataría a todos. Se sentó y miro de un lado a otro, con la espalda llena de sangre en el regazo; cuando hubo mirado bien, al no ver ningún ser vivo aparte de su mujer, volvíó la mirada hacia ella con mucha ira y le dijo con muchísima furia, enseñándole la espada: Levantaos y dadme agua para las manos.» «La mujer, que no esperaba otra cosa sino que la despedazaría, se levantó a toda prisa, y le trajo el agua que pedía.»

El mancebo trata de imponer su autoridad y hacerse él con el gobierno de su casa, pero desde aquel día, fue su mujer muy obediente y llevaron una buena vida. Mi opinión a cerca de este tema es que no hace falta ponerse así para ganar autoridad de tu esposa, podría haberlo hecho de otra manera y más sencilla.

Ejemplo XXXVII Patronio trata de mostrarle que la honra no casa por la pereza, estoy de acuerdo con esta enseñanza, porque es el deber de Fernán González, defender a sus hombres y a su territorio.


EJEMPLO XLII

Había una vez una pareja muy feliz  que nunca se peleaba, esto desagradaba al diablo, con lo que se encontraba triste hasta que se encontró una beguina, que, al reconocerlo, le preguntó por qué estaba tana penado. Después de contárselo, la beguina le propuso que si hacía lo que ella le dijera, podría lograr sus propósitos. El diablo aceptó el trato y la beguina se introdujo en la casa de un matrimonio mediante unas cuantas mentiras. Después de ganarse su confianza, empezó a verter calumnias, pero la mentira que causó la tragedia consistía en hacer creer que la mujer le iba a degollar con una navaja cuando el durmiese en su regazo. El marido, al oír las demandas de la mujer, pensó que cuando le había dicho la falsa beguina era cierta, pero, para ver hasta donde llegaba su maldad, se echó junto a ella y se hizo el dormido. Cuando su mujer lo vio así, saco la navaja y siguió el consejo de la mala beguina. El marido, que vio a su mujer con la navaja en su mano, muy cerca de su garganta, se la arrebató y la degolló allí mismo. 

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