El viejo y el mar

LA NOVELA EXISTENCIALISTA (CAMUS)


Sartre y Camus, padres del existencialismo, utilizan la literatura como medio de transmisión de un pensamiento existencialista. En esencia, el existencialismo desarrolla una concepción del mundo desesperanzada y descreída con respecto al comportamiento del ser humano. Ambos autores tuvieron una ideología de izquierdas y defendieron el compromiso que tiene el intelectual con la sociedad. Usaron cualquier género literario, el ensayo, la novela y el teatro para difundir sus ideas y su compromiso. La base de su filosofía reinvindica la figura del hombre individual frente al hombre abstracto. Pero mientras para Sartre el hombre es un revolucionario que está comprometido con una interpretación de la historia, para Camus es un rebelde que debe conquistar su libertad día a día.  Sartre radicaliza con el tiempo su compromiso político; Camus se aleja de la militancia política, así como la prioridad de lo ético sobre lo estético. Jean-Paúl Sartre fue quien formuló los principios del existencialismo y difundíó sus ideas por medio de ensayos filosóficos como El ser y la nada. Su ideología está próxima al marxismo. La idea principal es que en la naturaleza humana la existencia precede a la esencia, es decir, los seres humanos primero existimos y en nuestra existencia tomamos conciencia del mundo que nos rodea. Este pensamiento lo enfrentó bruscamente con la Iglesia al negar algunos dogmas. Su doctrina se vincula también al pesimismo y a la y al sufrimiento estéril que comporta la vida. Por ello se le vincula también al Nihilismo. Entre sus novelas hay que destacar La náusea, en la que expresa la angustia existencial del hombre y la tetralogía Los caminos de la libertad.


ALBERT CAMUS

Toda su obra en general, y principalmente la de su primera época, está  marcada por la influencia de una “visión mediterránea”, muy ligada al ambiente y circunstancias de la primera parte de su vida.

Su obra abarca el ensayo, la novela y el teatro y en todas ellas se aprecia de forma clara y evidente la evolución y las carácterísticas de su pensamiento. Camus era un vitalista que buscaba sin cesar la dicha sensible e inmediata y que, además, desconfiaba de las ideologías porque, creía, solo son una evasión de la realidad concreta que rodea al hombre. Como escritor, dos rasgos caracterizan su obra: un estilo elegante, sobrio, natural, y el contenido que da a sus personajes: les da unas carácterísticas y de ahí los hace actuar partiendo de un exteriotipo. Sus novelas son, pues, novelas de tesis en que los personajes desarrollan las ideas del autor.

 Escribe entonces Calígula, Calígula, tras perder a su hermana, siente que la vida no tiene sentido y se convierte en un ser despótico e inhumano. También escrible El extranjero (1942).

 Una nueva crisis espiritual le llevó a escribir su obra más famosa, La peste (1947). En ella Camus y es  el cronista de millones de seres que se vieron afectados por la larga y dolorosa Guerra Mundial. Camus se convierte en el portavoz de tanto dolor y angustia. En la peste  simboliza el autor una plaga de la humanidad que llega de repente, dura no se sabe cuánto tiempo y termina dejando un rastro de desolación y vacío, puesto que los habitantes de la ciudad deben permanecer en ella hasta que desaparezcan todos los rastros de la peste.  El dolor y la necesidad de ayuda es el eje que hace reaccionar a todos ellos y que permite vislumbrar, en la última frase de la novela, un rayo de esperanza ante el absurdo de la vida.

En la última etapa de su vida se opuso frontalmente a cualquier ideología que alejara al hombre de lo puramente humano, incluido el propio existencialismo.


Ernest HEMINGWAY

            En Hemingway, su vida, está íntimamente ligada a su obra, de modo que muchas de sus páginas literarias son documentos objetivos extraídos de su propia experiencia directa y personal. Adiós a las armas sus mejores obras, en ella narra de forma objetiva su intervención en la primera Guerra Mundial.

            Su estancia en París en la década de los 20 le condujo a dejar el periodismo en un segundo plano y utilizar su propia experiencia para convertirla en materia literaria. Y sin embargo, llevado de su espíritu vitalista no abandonó su ansia de aventura. Fue pescador de altura, se lee en El viejo y el mar; entre sus pasiones la caza mayor, Las verdes colinas de África y los toros, Muerte en la tarde; participó en el desembarco de Normandía y en la liberación de París y estuvo también en España durante la Guerra Civil, Por quién doblan las campanas.

            Su estilo es directo y eficaz, sin adornos retóricos ni profundas reflexiones. Su tema principal es la relación de violencia existente entre el hombre y la naturaleza; entre el hombre y sus semejantes.

Sus personajes se mueven por pasiones y emociones primitivas y cualquier conflicto lo resuelven con la evasión, la violencia o la bebida. Quizá por ello gran parte de sus novelas han sido llevadas al cine, entre ellas: Por quién doblan las campanas, y Tener o no tener.

            El viejo y el mar muestra a un viejo  pescador, Santiago, en lucha con un pez de extraordinario tamaño durante tres días y al que, tras grandes esfuerzos, consigue pescar. Las vicisitudes y pequeños detalles de la captura del pez llenan todo el relato. Pero a la vez, el viejo pescador nos da la clave del optimismo vital de Hemingway. El estilo de la novela se caracteriza por su brevedad: frases cortas, carencia de adjetivos, sencillez…


EE.UU., LA LITERATURA SUREÑA

            William Faulkner  narra la decadencia del viejo Sur de EE.UU, además influirá de manera notable en la renovación de la literatura de mediados de Siglo XX. En sus novelas profundiza en el análisis del alma humana mediante técnicas muy innovadoras y con una prosa brillante.

            Crea una saga sobre el sur que comienza con su novela Sartoris (1929), La novela se desarrolla en un imaginario condado en Mississippi. En este espacio imaginario, paradigma de las ciudades del sur, ambienta la mayor parte de sus obras. A lo largo de las novelas de Faulkner el lector puede recrear con exactitud geográfica este lugar inventado. Se habla de sus ríos, sus montañas y ciudades, sus habitantes, desde las familias aristocráticas –como los Sartoris- hasta los pobres y analfabetos negros. Pero Sartoris no solo es el espacio físico en que situar a sus personajes, es también el germen de lo que será su nueva narrativa, pues utiliza en ella, por primera vez, la historia de su propia familia y de su círculo tal como la oyó contar en la infancia.

            El ruido y la furia (1929). La estructura y la técnica son complicadas, la narración combina diferentes puntos de vista con continuos saltos temporales. La historia está dividida en cuatro partes, cada una de ellas narrada por un personaje, que se expresa mediante la técnica del monólogo interior. La primera parte, la narra Benjy y su monólogo interior fluctúa entre pasado y presente. Presenta esta parte la dificultad de que los hechos se cuentan desde la mente distorsionada de un retrasado mental. La segunda parte, con la misma técnica, es narrada por Quentin. La tercera muestra el punto de vista de Jason, un hombre egoísta que tendrá que acabar siendo el soporte de la familia. En la última parte aparece un narrador externo , esta última parte tiene como fin, mostrar la ruina en que ha quedado la familia.

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