La novela después de la Guerra Civil

EL TEATRO DE POSGUERRA: AÑOS 40


Se establecíó un férreo control sobre las obras, pese a ello, la actividad teatral fue muy abundante, aunque, en general, mediocre. La comedia burguesa, en la línea del teatro benaventino. Otros autores de esta tendencia son José López Rubio y los hermanos Álvarez Quintero , muy populares, representantes del costumbrismo andaluz. El teatro humorístico, en el que destacan dos autores. Miguel Mihura escribe comedias que denuncian lo absurdo de la vida cotidiana, la vaciedad de los tópicos y las convenciones sociales que impiden al hombre ser feliz. Poncela, se convierte en un precedente del teatro del absurdo. Entre sus obras cabe citar Tres sombreros de copa, Maribel y la extraña familia y Ninette y un señor de Murcia. El estreno en 1949 de Historia de una escalera marca el comienzo de la producción teatral de Antonio Buero Vallejo e introduce en el teatro español del momento una nueva tendencia basada en el compromiso con la realidad y la consiguiente renuncia al teatro de evasión que se venía representando.

TEATRO REALISTA DE PROTESTA Y DENUNCIA

Las angustias existenciales, primero, y las preocupaciones sociales, más tarde, presentes también en la poesía y la novela, constituyen lo más destacado del teatro de estos años. Recuerda , Carlos Muñiz y Antonio Gala .


EL TEATRO EXPERIMENTAL: DÉCADA DE LOS 70


Conecta con la tradición vanguardista teatral que ya desde Antonin Artaud consideraba el teatro, primordialmente, como un espectáculo en donde el texto literario es sólo un ingrediente más y no necesariamente el elemento central de la representación.

Podemos dividir a los autores en dos grupos

Los vanguardistas


Fernando Arrabal escribe obras que están a medio camino entre el
esperpento, el Surrealismo y el teatro del absurdo, como El cementerio de automóviles y Pic-nic. De Francisco Nieva destaca El combate de Ópalos.

Los simbolistas


Se caracterizan por un marcado pesimismo y el frecuente uso de la simbología animal. Es recurrente en sus obras el tema del poder opresor y emplean elementos provocadores como la presencia de la sexualidad y un lenguaje agresivo. José Ruibal (El hombre y la mosca) y Manuel Martínez Mediero (El convidado).

EL TEATRO DE 1975 A NUESTROS DÍAS

. Finalizada la dictadura y eliminada la censura, parecían abrirse para el teatro caminos prometedores.


LA NOVELA ESPAÑOLA EN EL EXILIO


Con el fin de la Guerra Civil, algunos novelistas se van de España y en el exilio siguen escribiendo al margen de la literatura que se desarrolla aquí. Su obra se rehumaniza y tiende al compromiso social
. Tras la Guerra Civil, España vive un período de aislamiento internacional. En los primeros años de la década de los cuarenta no se puede acceder a la producción narrativa europea y se desconocen las obras de los exiliados.

La novela en españa, la novela existencialissta de la década de 1940

Cela y de Nada , de Carmen Laforet, obras que inauguran la tendencia existencial en la novela española de los cuarenta. Pascual Duarte presenta como narrador a un parricida que justifica su biografía criminal mientras espera ser ejecutado en el garrote vil. El relato de sus condiciones de vida y de sus asesinatos se regodea en los detalles más truculentos, a la vez que lleva a cabo una dura crítica de la situación social degradada que ha hecho posible su personalidad deforme. Esta novela existencial se caracteriza por tratar temas como la incertidumbre del destino humano, la soledad y la dificultad de comunicación personal.

Novela en

1950


En ella abundan los personajes desorientados, angustiados y frustrados. Los novelistas abandonan la visión existencial y recogen las preocupaciones sociales de la España de la posguerra. La nueva narrativa está representada por una generación de escritores universitarios, contrarios al régimen de Franco, nacidos en torno a 1925. Cela un modelo inspirador.
Lo más destacado de la obra es su falta de argumento.


 El autor ofrece, a través de una acción que transcurre en poco más de dos días de invierno, un panorama colectivo de la vida del Madrid de la inmediata posguerra, en un ambiente de pobreza en el que un gran número de personajes, fracasados y relacionados entre sí, intenta sobrevivir.

Realismo social

-Entre los temas predominantes, las consecuencias de la guerra en la sociedad. -No se puede hablar propiamente de argumento sino de una colección de estampas o cuadros que muestran situaciones cotidianas. -Los personajes se muestran indecisos, desorientados. A veces el protagonista es un personaje colectivo, que representa a una clase social determinada. -Se utiliza la tercera persona narrativa y predomina la técnica objetivista, con perspectiva de cámara cinematográfica. El Realismo objetivo presenta la realidad desde una perspectiva neutral, pues entiende la novela como un testimonio de la época. El narrador muestra la realidad tal cual es, sin implicarse en ella. Los personajes se definen a sí mismos por lo que ellos hacen o dicen.
(El novelista del Realismo objetivo sigue la teoría conductista o behaviorista, según la cual la literatura solo debe recoger las acciones y palabras de los personajes, como una cámara de filmar, sin explicar los pensamientos de aquellos. Este mínimo argumento le sirve al autor para hacer una crónica casi fotográfica de la juventud española del momento, superficial y sin aspiraciones en la vida. El Realismo crítico pretende denunciar de forma más explícita las injusticias sociales.


 El escritor asume un compromiso con la realidad y participa en lo que narra realizando una crítica que deja ver su ideología, generalmente de izquierdas.

Realismo crítico

Los personajes representan casi siempre a las clases desfavorecidas. Otras obras destacadas de esta década son Las ratas y El camino, de Miguel Delibes, o Los gozos y las sombras, de G. En los años sesenta se produce el agotamiento de la novela social. La publicación en 1962 de Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos, inicia una nueva etapa en la narrativa española. Poco después, Pedro sufre la venganza de un chabolista, que mata a su novia .

Novela 1960 y 70 Renovación y esperimentación

Pedro abandona Madrid y se hace médico rural. El estilo de Tiempo de silencio se aleja totalmente del Realismo de la época. Es una obra intelectual y difícil, tanto por las alusiones culturales como por el lenguaje. En conjunto, en los años sesenta se tiende a una narrativa más compleja, de difícil lectura y minoritaria, que precisa de la participación activa y atenta del lector para interpretarla. Carácterístias novela experimental: -Desaparición del argumento, al igual que en el Realismo social. A veces la trama es una excusa para que el narrador introduzca digresiones y opiniones. -Se utiliza el perspectivismo, que consiste en narrar un mismo suceso desde el punto de vista de los distintos personajes que hay en la obra. Entre los novelistas que ya eran conocidos, escribieron relatos experimentales Cela o M. Delibes . Cinco horas con Mario se considera la mejor novela de Delibes porque aúna la preocupación ético-social y la renovación formal. La novela es el largo monólogo interior de una viuda, Carmen, que va recordando su vida mientras vela a su esposo muerto. Carmen representa un conservadurismo clasista, mientras que su esposo, Mario, es un intelectual con preocupaciones sociales y existenciales. De la incomprensión entre ambos personajes surge la crítica irónica a las clases medias provincianas. 

AÑOS 70

Tras él llegarán nuevos novelistas que a día de hoy siguen representando lo mejor de la narrativa de los últimos años. Publicada en 1975, La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza representa el abandono de la experimentación y la recuperación de las formas narrativas tradicionales.


La novela es el largo monólogo interior de una viuda, Carmen, que va recordando su vida mientras vela a su esposo muerto. Carmen representa un conservadurismo clasista, mientras que su esposo, Mario, es un intelectual con preocupaciones sociales y existenciales. De la incomprensión entre ambos personajes surge la crítica irónica a las clases medias provincianas. 

AÑOS 70

Tras él llegarán nuevos novelistas que a día de hoy siguen representando lo mejor de la narrativa de los últimos años. Publicada en 1975, La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza representa el abandono de la experimentación y la recuperación de las formas narrativas tradicionales.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *