Nuevas tendencias de la lírica

TEMA 1. Modernismo Y GENERACIÓN DEL 98


Entre 1885 y 1914, se produjo una «crisis universal de las letras y del espíritu» que se caracteriza por la pérdida de confianza en el progreso, la crítica del positivismo y la desconfianza en la razón. Se trata de entender y afrontar la vida con la voluntad, el sentimiento y la intuición, siguiendo a Schopenhauer, Kierkegaard, Nietzsche, Bergson y Freud. Es también una crisis religiosa: el individuo busca un sentido trascendente de su existencia. En España e Hispanoamérica surge el Modernismo, formado por jóvenes que se oponen a la literatura decimonónica. Posteriormente, se reservó el término modernistas para quienes rechazaban la mediocridad, se interesaban por el culto a la belleza y la búsqueda de una nueva forma de expresión; y se utilizó el término de Generación del 98 para los que mostraban un mayor interés por contenidos humanos y adoptaban una actitud crítica ante la situación política, social y económica de España.

EL ModernismoRecibe las influencias de dos movimientos franceses de la segunda mitad del XIX: el Parnasianismo de Gautier, quien con su lema “el arte por el arte” busca la perfección formal, de ahí la preferencia por ciertos temas propicios al lucimiento esteticista: la mitología, la evocación del tiempo pasado o de ambientes exóticos, como los orientales; y el Simbolismo de Verlaine; en España, un precursor es Bécquer. Defiende que la realidad esconde significaciones profundas que el poeta tiene que descubrir y comunicar; para ello, se sirven de símbolos como el “ocaso” (muerte), el “camino” (vida), etc. La poesía capta la realidad subjetiva, que se expresa mediante la alusión y la sugerencia (de ahí la metáfora y la musicalidad. El Modernismo tiene su cuna en Hispanoamérica. Se ha venido aceptando 1888, año de publicación de Azul, como inicio del Modernismo, aunque se considera como percusor al cubano José Martí. El poeta nicaragüense Rubén Darío exalta la Grecia clásica, el Siglo XVIII y los ambientes exóticos en Azul; se advierte una preocupación por el ritmo y la musicalidad del verso. En Prosas profanas (1896) aparece un mundo de belleza y colorido encarnado en nuevas combinaciones métricas y en versos recuperados de la tradición hispánica: eneasílabos, dodecasílabos o alejandrinos. En Cantos de vida y esperanza(1905) se sitúa en una línea más intimista. Los temas giran en toro a las preocupaciones filosóficas (paso del tiempo, sentido de la vida…) y el mundo hispánico frente al imperialismo estadounidense. En España, Manuel Reina, Salvador Rueda y Ricardo Gil son sus precursores; son modernistas Manuel Machado (Alma), los inicios de A. Machado (Soledades) y el primer Juan Ramón Jiménez (Almas de violeta, Ninfeas, Arias tristes…).

Las carácterísticas del Modernismo


Distinguimos dos tendencias que van de lo exterior sensible (imágenes legendarias, exóticas, paganas, del mundo clásico: Modernismo parnasiano) a la intimidad del poeta (optimista o, fundamentalmente, melancólica y angustiada: Modernismo simbolista). Los temas fundamentales son: la soledad, un tema de raíz ROMántica do a la melancolía, la angustia y la tristeza; el escapismo en el espacio (lugares exóticos) y el tiempo (la Edad Media, el Renacimiento…); el cosmopolitismo; el amor y el erotismo, y la reivindicación de lo hispánico. El estilo modernista se caracteriza por el valor de la musicalidad en poesía. Los modernistas introducen versos de 12, 14 sílabas; las rimas internas; el hipérbaton con finalidad rítmica; etc. Otros rasgos son el uso de un léxico muy culto, alejado de forma voluntaria de los registros coloquiales; el lenguaje simbólico y sugerente (cisnes, nenúfares, palacios, etc.); la sintaxis forzada, en ocasiones resulta greco-latina; y figuras literarias como la sinestesia. (“sol sonoro”).

LA GENERACIÓN DEL 98→


Grupo de escritores que, a finales del XIX y comienzos del XX, muestran las miserias y lacras de la sociedad española. En 1901, Azorín forma con Pío Baroja y Ramiro de Maeztu el «Grupo de los tres»; y en 1913 acuña el nombre de Generación del 98. Destacan dos temas: España, sus tierras (sobre todo, el paisaje castellano) y su historia, lo que Unamuno llamó «intrahistoria» (costumbres y modos de vida de seres anónimos); y las preocupaciones existenciales (el sentido de la existencia humana, el paso del tiempo, la muerte). Se caracteriza por la crítica de los males de España (el caciquismo, el hambre y la ignorancia); el pesimismo ante la situación histórica (nace de un patriotismo, centralista y casticista, representado en Castilla); recibe gran influencia de la filosofía; el subjetivismo (la realidad se tiñe de la sensibilidad personal); busca una renovación estética o estilo (la sobriedad, usando palabras tradicionales y castizas).

Miguel de Unamuno


En sus ensayos trata de España (en Vida de Don Quijote y Sancho, Quijote es el símbolo del espíritu español) y del tema existencial (Del sentimiento trágico de la vida). Sus novelas, ‘nivolas’, son una síntesis de filosofía y literatura. En Niebla aparecen sus preocupaciones existenciales; en San Manuel Bueno, mártir retoma el tema de la fe, en Abel Sánchez trata sobre la envidia hispánica. Su poesía es de estética opuesta a la modernista.

Pío Baroja

Frente al objetivismo realista, Baroja, pesimista e inconformista, participa en la acción con comentarios y reflexiones sobre la vida y la sociedad. Abundan diálogos y descripciones con los que dibuja ambientes y modos de vida; su estilo persigue la brevedad, con oraciones y párrafos cortos. Su relato fluye rápido y su lenguaje se aproxima al habla coloquial. En algunas novelas destaca la reflexión pesimista como en Camino de perfección y El árbol de la ciencia; en otras hay un predominio de la acción y la aventura (Zalacaín el aventurero).

José Martínez Ruiz-Azorín


Destaca en el ensayo;
Como novelista establece una forma distinta de expresión en la que el argumento no es lo esencial. La voluntad, publicada en 1902, fue su primera novela.

Ramón Mª del Valle-Inclán

Se inició en el Modernismo y fue adoptando una postura más crítica. Son modernistas las Sonatas que dan una visión nostálgica de un mundo refinado y decadente. La trilogía La guerra carlista brinda una visión de la España tradicional. En Tirano Banderas se inserta en el esperpento. Su obra dramática culmina con Luces de bohemia.

Antonio Machado


Su trayectoria presenta una evolución desde el Modernismo intimista (Soledades, galerías y otros poemas, 1907) hacia una depuración formal. Sus versos están llenos de símbolos, con frases breves de estructura sencilla, adjetivación abundante y con gran valor connotativo. Campos de Castilla (1912-1917) es una reflexión sobre la realidad de España, hay una actitud crítica que da testimonio del atraso y la pobreza. Muchos poemas contienen una descripción subjetiva del paisaje castellano así como la contraposición entre las dos Españas (El mañana efímero). El tema del cainismo aparece en La tierra de Alvargonzález. Destacan los poemas dedicados a Leonor y Proverbios y cantares (de carácter filosófico). Juan de Mairena es un conjunto de artículos, párrafos sueltos o cortos diálogos, atribuidos al trasunto “apócrifo” del autor. En ellos, con un tono a veces serio, a veces irónico, trata cuestiones diversas: metafísica, lógica, estética…


Tema 2. Novecentismo y vanguardias


La 1ª Guerra Mundial supuso el inicio de una nueva etapa para Europa; aunque España se mantuvo neutral, tras un cierto crecimiento económico, el fin de la guerra europea trajo consigo recesión y paro. La dictadura militar de Primo de Rivera en 1923 busca una salida, pero los problemas no se solucionaron y, tras las elecciones de 1931, se proclamó la 2ª República.

NOVECENTISMO→


Movimiento cultural de la 2ª década del Siglo XX en España, que se opone al arte del ochocientos, en el que incluyen también el Modernismo. Se le ha denominado Generación del 14 ya que la fecha de inicio de la 1ª Guerra Mundial se considera el final social y político del XIX. Los novecentistas son prestigiosos profesionales y su ideología tiene sus raíces en un reformismo burgués que abarca desde un liberalismo puro a posiciones social-demócratas.

Sus carácterísticas son: el Racionalismo (rigor intelectual, el análisis objetivo y la claridad expositiva), el antirromanticismo (buscan la expresión intelectual de las emociones), defensa del ‘arte puro’ (el arte debe limitarse a proporcionar placer estético y no es vehículo de inquietudes religiosas, políticas o emociones personales), elitismo intelectual (se escribe para minorías selectas); y estilo cuidado (existe un ideal de obra ‘bien hecha’ y es fundamental la preocupación por el lenguaje).

ENSAYO


El carácter intelectual de los escritores novecentistas y la abundancia entre ellos de filósofos, filólogos, historiadores, profesores, etc. Hacen que el género del ensayo tenga gran desarrollo. Destacan Manuel Azaña, Eugenio d’Ors y, sobre todo, José Ortega y Gasset fundador de la Revista de Occidente en la que da cabida a nuevas corrientes de pensamiento y creación. En sus ensayos aborda temas diversos: filosofía, política, sociología, historia, literatura… La deshumanización del arte de 1925 es un análisis del arte de vanguardia:
Arte puro, alejado de la psicología, de la sociología, de la vida. La metáfora es el principal recurso ya que es ‘el más radical instrumento de la deshumanización’.

NOVELA

Gabriel Miró destaca por su capacidad para captar sensaciones: luces, colores, aromas, sonidos, sabores que dan un sentido lírico a sus novelas (El obispo leproso). Ramón Pérez de Ayala cultiva la novela intelectual que se acerca al ensayo con predominio de la reflexión sobre la acción, como en Belarmino y Apolonio.

POESÍA

La poesía busca diversos caminos que la alejen del Modernismo: la poesía posmodernista de Tomás Morales; la poesía pura o desnuda de José Moreno Villa; o la poesía vanguardista de Guillermo de la Torre o Juan Larrea. La mayor renovación es la de Juan Ramón Jiménez, premio Nobel de Literatura en 1956. Distinguía tres etapas en su obra poética: la época sensitiva de comienzos: poemas decadentes y neorrománticos (Almas de violeta); el simbolismo francés en Arias tristes; y el Modernismo de Elejías, La soledad sonora. Con la poesía intelectual rompe con el Modernismo a la busca de la poesía pura o desnuda en la que predominan los poemas breves, densos, de verso libre, sin rima o con leves asonancias (Eternidades, Piedra y cielo). El poeta busca la realidad profunda, la esencia, tiene ‘sed de conocimiento’. En el exilio comienza su época suficiente o verdadera, La estación total (1946) presenta una de sus deseos de abolir el tiempo y llegar a una posesión total de la belleza, de la realidad, del propio ser; ansias de eternidad para superar la muerte.

VANGUARDIAS→ Corrientes artísticas de la Europa del primer tercio del XX que proponen romper con el arte del XIX. Se caracterizan por la voluntad de experimentación, el deseo de un arte nuevo y la negación de todo valor al pasado artístico. Reaccionan contra la sensibilidad ROMántica con su antisentimentalismo. Desprecian a la burguésía, y la escandalizan con actitudes insolentes. El Expresionismo propone revelar la realidad interior, exagerando los aspectos que expresan mejor las carácterísticas físicas o psicológicas (La metamorfosis de Franz Kafka).
El Futurismo defiende que el arte se debe al futuro; sustituye los motivos considerados bellos por otros de la vida moderna: máquinas, automóviles, aviones, deportes, etc. En 1909 se publicó el Manifiesto futurista del italiano Marinetti: su entusiasmo por la acción, la violencia y la guerra explican que se identificara con el fascismo.
El Cubismo literario presenta la fragmentación de la realidad, el montaje arbitrario de los elementos del poema o del relato. Los escritores cuidan aspectos visuales: tipo de letra, disposiciones tipográficas de los versos, etc. Apollinaire introdujo la técnica del collage y creó los caligramas.
El Dadaísmo surge en Zúrich en 1916 con Tristan Tzara; cuestiona los valores tradicionales y ataca las razones que han dado lugar a la guerra. Se caracteriza por su predisposición al absurdo, la exaltación de lo ilógico, lo infantil y primitivo. Se reivindica la espontaneidad, el lenguaje incoherente. El Surrealismo André Bretón presentó sus propuestas en el Manifiesto surrealista (1924). Se propugna una liberación total del hombre, liberar los impulsos reprimidos en el subconsciente (siguiendo a Freud) por una razón sumisa a las convenciones sociales y morales. Se utilizan técnicas que registran de forma incontrolada los estados de ánimo e impulsos: la escritura automática, el collage, la reséña de sueños, etc. En los poemas surrealistas se mezclan objetos, conceptos y sentimientos; aparecen asociaciones libres o inesperadas de palabras, metáforas insólitas, imágenes oníricas y delirantes.

La difusión del Vanguardismo en España

El ambiento literario era propicio para la exploración estética: tertulias de café, revistas literarias (Cervantes, La Revista de Occidente…), la llegada del chileno Vicente Huidobro en 1918 o la labor de Ramón Gómez de la Serna en su revista Prometeo y con sus greguerías, definidas como la suma de humorismo y metáfora. Vicente Huidobro es el iniciador del Creacionismo:
El poeta debe crear nuevas realidades: ‘hacer un poema como la Naturaleza hace un árbol’; para ello se recurre a la metáfora como asociación ilógica y arbitraria entre las dos realidades. Gerardo Diego será uno de sus representantes. El Ultraísmo publica su Manifiesto ultra en la revista Cervantes en 1919 e indica la voluntad de ir ‘más allá’. Integran influencias del dadaísmo, Futurismo, Cubismo; rechazan lo sentimental, lo lógico y mimético. El arte se convierte en un juego intrascendente, rechazan lo ornamental y dan importancia a la metáfora insólita o de múltiples sugerencias. El principal poeta fue Guillermo la Torre. La difusión del Surrealismo en España se debe a poetas como Juan Lama, Gerardo Diego y la revista Litoral. Encontramos poemarios surrealistas en Alberti (Sobre los ángeles), Lorca (Poeta en Nueva York de Lorca), Vicente Aleixandre, etc. Aparecen en sus poemas el ansia de libertad, la importancia del mundo interior, de los sueños y el amor. La frustración por no conseguir estos deseos provoca la rebelión contra la sociedad burguesa, la desolación y la angustia. Predominan imágenes irracionales, el uso de aliteraciones, repeticiones y juegos de palabras, el verso libre y el versículo.

Tema 3. La poesía de la Generación del 27

En 1927 se celebra en el Ateneo de Sevilla un acto para conmemorar el tercer centenario de la muerte de Góngora. Una fotografía recoge a unos jóvenes entre los que destacan Alberti, García Lorca, Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Gerardo Diego… Este encuentro da nombre a la Generación del 27: un grupo de poetas, nacidos entre 1891 (Salinas) y 1906 (Altolaguirre), que surge en España hacia 1920 también conocido como Generación de la amistad, Poetas catedráticos, Nietos del 98, Generación de la Revista de Occidente… A este grupo pertenecen también mujeres cuya obra quedó casi anulada tras la guerra; autoras como Concha Méndez, María Zambrano, Carmen Conde o Ernestina de Champourcín. A Miguel Hernández se le considera el epígono de esta generación.

La cohesión de este grupo se debe a diversos factores: veneraban a Juan Ramón Jiménez, la Residencia de Estudiantes servía de lugar de encuentro para todos ellos y su sólida amistad les llevó a colaborar con diferentes revistas. Estos poetas poseían una vasta formación cultural y literaria y buscaban un nuevo lenguaje que respetase la tradición poética española. En sus composiciones encontraremos el verso libre pero también versos propios de nuestra tradición culta y popular (romance, soneto, décimas, etc.). Si en una primera etapa defienden el ideal poético de la ‘poesía pura’, su encuentro con Neruda en 1934 y las circunstancias sociales y políticas, orientan al grupo hacia una poesía de mayor compromiso.

Observamos tendencias y afinidades estéticas basadas en la síntesis de vanguardia y tradición. La influencia del Romancero y la lírica tradicional castellana aparece en el neopopularismo con textos breves, cargados de subjetividad y de tono coloquial, recursos de repetición, uso de estribillo, formas dramatizadas y métrica tradicional. Sirvan como ejemplo el Romance del Duero de Gerardo Diego o El mar, la mar de Alberti. Recogen el influjo de los clásicos (Manrique, Garcilaso, Fray Luis, Lope, Góngora) y de la tradición poética cercana (Bécquer, Rubén Darío, Machado). Algunos poetas participan de la poesía pura de Juan Ramón Jiménez; buscan la representación esencial del mundo, en el que sobresale la presencia de la naturaleza y sus cambios (el mar, el cielo, la luna, la luz…) y rechazan el sentimiento y lo anecdótico. En métrica, se cultiva una versificación regular (décimas, sonetos, liras). Cántico de Guillén sirve de ejemplo. De las vanguardias recogen la imagen y la metáfora del Creacionismo, del Ultraísmo y, sobre todo del Surrealismo. Reciben la influencia de temas y formas del Futurismo y el Cubismo: la importancia de la ciudad y el interés por la vida moderna (inventos, deportes, cine…), la experimentación poética, en especial el cultivo de la imagen, los valores plásticos y visuales, la supresión de la rima y la puntuación. Prueba de ello son algunos poemas de Salinas (35 bujías) o Rafael Alberti (Platko, un portero de fútbol). Del Surrealismo incorporan temas, motivos y recursos formales: aparece la crítica a la sociedad y a sus convencionalismos, el deseo de liberación(personal, social, literaria y emocional) y la libertad expresiva. A partir de 1931, la creación se dirige hacia una poesía social y comprometida. El poeta en la calle de Alberti.

ETAPAS→ En sus inicios (desde 1921 a 1928)
, algunos poetas presentan tonos becquerianos y posmodernistas. Pronto se deja sentir el influjo de las primeras vanguardias y de la ‘poesía pura’. Cultivan el neopopularismo Lorca y Alberti (Marinero en tierra). Entre 1925 y 1927, el anhelo de perfección formal motiva un acercamiento a los clásicos que se observa en Versos humanos de Gerardo Diego y en Égloga, elegía y oda de Cernuda.
De 1929 a 1939 los poetas alcanzan su madurez y en su evolución influyen las crisis personales y la situación política y social. Irrumpe el Surrealismo y al estallar la guerra inician una poesía de urgencia y compromiso. Después de la Guerra Civil el grupo se dispersa.

POETASPedro Salinas.
Presagios y Seguro azar, se sitúan en la línea de la poesía pura y en movimientos vanguardistas, con abundancia de elementos futuristas o del mundo moderno (bombillas eléctricas, automóviles, el cine…) y el humor. El yo poético dialoga con los objetos y aparece el tema fundamental en su obra: búsqueda de lo permanente y profundo, y el amor. La voz a ti debida (1933), Razón de amor (1936) y Largo lamento (1936-39) forman un ciclo amoroso que va desde el descubrimiento hasta el dolor por el amor acabado. En el exilio refleja la experiencia de la guerra y la inquietud por el futuro. Su estilo es sencillo y sobrio, con un diálogo constante con el tú lírico.
Jorge Guillén en Cántico (1928-1950), dentro de la estética de la poesía pura, presenta un mundo perfecto, armónico, en el que los seres alcanzan su plenitud. Clamor (1957-1963) prosigue la exaltación de la belleza del mundo, pero se apuntan sus defectos: guerra, miseria, dolor, persecución.
Gerardo Diego clasificó su obra en poesía absoluta, poemarios de vanguardia ultraísta y creacionista como Imagen y Manual de espumas; y poesía relativa, que fusiona clasicismo y vanguardia (como ocurre en Versos humanos).
Vicente Aleixandre fue Premio Nobel en 1977, su primera etapa se inscribe en el estilo de la poesía pura con influencias surrealistas en la libertad expresiva y el deseo de liberación personal (Espadas como labios y La destrucción y el amor), en la segunda etapa presenta al ser humano como sujeto histórico, el paso del tiempo, la solidaridad (Historia del corazón); en su última etapa aparece el tema de la vejez, y las reflexiones sobre la muerte (Poemas de la consumación).
Luis Cernuda reuníó su poesía con el título de La realidad y el deseo. La imposibilidad de conciliar realidad y deseo revela que la aspiración a seres y mundos ideales está condenada a la insatisfacción, pues la realidad es imperfecta.
Federico García Lorca se nutre de la tradición literaria española, de la cultura europea y de las vanguardias. En sus primeros poemarios aparecen ya los temas centrales de su obra: la frustración, el dolor, el amor, la muerte, la rebeldía. En Romancero gitano conviven la tradición culta, la audacia vanguardista y los ritmos populares, para expresar una visión del mundo en la que la vida de los hombres se encuentra marcada por el trágico destino. Los poemas que compuso Lorca tras su estancia en Estados Unidos se publicaron póstumamente con el título de Poeta en Nueva York, poemario que denuncia la sociedad capitalista. En ese ambiente de insolidaridad, explotación y racismo, el poeta expresa sus obsesiones: el desarraigo afectivo, la pérdida de la identidad personal, la proclamación de la libertad del amor homosexual… En sus siguientes libros, experimenta con nuevas formas como en el Diván del Tamarit que se sirve de la poesía árabe clásica.

Rafael Alberti

En Marinero en tierra, donde el mar es símbolo del paraíso perdido, se inscribe en el neopopularismo. De su etapa barroca destacamos Cal y canto, y de la vanguardista Sobre los ángeles, con desoladores versos surrealistas.

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