Poema beatus ille

3. La poesía del Renacimiento


La poesía española del Renacimiento representa la simultaneidad de dos corrientes: la tradicional y la corriente europea de influencia italiana. Los poetas cortesanos siguen cultivando la canción trovadora, centrada en el amor cortés y empleando el verso octosílabo.

3.1 Aspectos formales


La aportanción métrica de esta influencia italiana es el verso endecasílabo (11), lo impulsa Juan Boscán. Se crean nuevas estrofas:

TERCETO


3 versos endecasílabos (11) Rima consonante (ABA)
Los tercetos encadenados: (ABA BCB CDC)

CUARTETO


4 versos endecasílabos (11) Rima consonante (ABBA)

LIRA


5 versos, dos endecasílabos (11) y dos heptasílabos (7) Rima consonante. ABabB

ESTANCIA


Combina un número variable de versos endecasílabos y heptasílabos. Su rima y distribución son variables.

OCTAVA REAL


8 versos endecasílabos. Rima consonante ABABABCC
Aparecen dos composiciones carácterísticas del Renacimiento:

EL SONETO


Combina dos cuartetos y dos tercetos. La rima de los cuartetos es la misma (ABBA ABBA); la de los tercetos presenta variantes (CDC DCD; CDE CDE; CDE DCE)

LA CANCIÓN PETRARQUISTA


Formada por un número variable de estancias, el esquema métrico de la primera se repite en las demás.
Además se recuperan varios géneros poéticos de tradición grecolatina:

-Églogas

Composiciones en las que el poeta manifiesta sus sentimientos a través de pastores, en el marco de una naturaleza idealizada.

-Oda

Poema lírico de tono elevado y variedad de temas. Normalmente exaltación de algo.

-Epístola

Trata temas en forma de carta y tiene carácter confidencial o familiar.

-Elegía

Muestra los sentimientos ante la muerte de un ser querido.
Esta revolución métrica se apoya en diversos recursos literarios como el hipérbaton que recrea la sintaxis clásica para imitar el ritmo del verso latino, y la metáfora que plasma la belleza sensorial.

3.2 Temas y motivos poéticos. Tópicos:


-Carpe diem (goza el día de hoy) invita a gozar del momento presente.

-El collige, virgo rosas
(recoge, doncella, las rosas). Exhortación a una joven para que disfrute del amor antes de que el tiempo marchite su belleza.

-El locus amoenus
(lugar agradable)
Recrea un prado verde de aguas dulces y claras, sirve de refugio al poeta para expresar su sufrimiento amoroso.

-El Áurea mediocritas
(mediocridad dorada) ofrece una alabanza a la vida moderada, alejada de toda ambición.

-El beatus ille
(feliz aquel) Manifiesta la añoranza de una vida apartada del caos del mundo en busca de la paz y la armónía.

TEMAS
La naturaleza. La naturaleza renacentista es apacible y armoniosa, está poéticamente idealizada y tiene como centro el locus amoenus. Este lugar agradable suele servir de marco para las escenas amorosas o para los relatos mitológicos. Se trata de un prado verde que llena de frescor el suave murmullo de aguas cristalinas donde el poeta cuenta su sufrimiento por la indiferencia de la amada.
En la poesía ascética de la segunda mitad del siglo cumple otra función: el refugio que coge al poeta en su huida en busca de sosiego y descanso espiritual.

El amor


Está influido por la filosofía neoplatónica y tiene una concepción petrarquista.
La amada posee una bondad y una belleza que son destellos de la divinidad, por lo que su contemplación permite acceder a la contemplación de la Belleza Absoluta. Esa divinización de la amada convierte al amor en un acto de adoración.
El amor también aparece como fuente de frustración porque el enamorado lo considera imposible de alcanzar y solo recibe de su amada indiferencia.
*Donna angelicata: figura de la mujer espiritual y bella. Para hablar de la belleza de la amada se utilizan imágenes o metáforas en las que la belleza de la amada compite con las cualidades de la naturaleza.

La mitología


Las obras renacentistas se llenan de dioses, ninfas, héroes y otras figuras inspiradas en la mitología grecolatina. El poeta los emplea como símbolos de su propio conflicto sentimental. Esta representación la asimila Gracilazo de la Vega.

La huida del mundo


Este tema aparece en la segunda mitad del siglo dentro de una poesía de carácter moral que desarrolla el beatus ille y el Áurea mediocritas. El ser humano vive encarcelado den la prisión del mundo para evadirse de esa cárcel debe iniciar un recorrido purificador: desarrollo de la prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Dedicación al estudio o trabajo intelectual. Contacto directo con la naturaleza o la percepción del arte musical.
La huida se puede conseguir yéndose a un lugar apartado o mediante la reflexión y la oración.

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