Recursos literarios del poema a un olmo seco

A Un Olmo Seco


Este poema lleva por título “A un olmo seco”, escrito por Antonio Machado. El poema se inserta en la obra más conocida del autor, Campos de Castilla (1912). En este poema, sus escritos van dirigidos a un árbol, en concreto a un olmo, del que consigue extraer, con sencillez, detalles y reflexiones que se asemejan a la realidad del ser humano, porque en la obra a la que pertenece este poema, el autor reflexiona sobre los grandes temas de la existencia humana, angustiándose por el paso del tiempo y la muerte, tal vez a causa del fallecimiento de su esposa Leonor.Así que, en este poema a comentar se puede hallar, bajo la simple apariencia de una poética descripción de un árbol de su amada Castilla, un segundo sentido, pudiéndose comparar con una vida humana, o mejor dicho, con cualquier vida de un ser humano, con su primera exuberancia de juventud, la madurez y el posterior deterioro con el paso de los años. El poeta se centra, entre la ruina del olmo, en una pequeña esperanza de resurgimiento de la vida, en forma de hojas verdes nuevas con la llegada de la primavera, del mismo modo que cuando nosotros muramos otros ocuparan nuestro lugar en la humanidad. En su poesía, Machado utiliza una multitud de símbolos. El símbolo más llamativo de toda la composición no es otro que el olmo, que se puede comparar con su mujer Leonor, aunque también podría simbolizar España, ya que estaba sumergida en una profunda crisis y la ramita verde es la esperanza por ver que esa situación mejore. Y otro símbolo podría ser la esperanza representada con la ramita verde que hace alusión el poema. Al principio del poema, se hace una descripción del protagonista, el olmo, el cual es ya viejo y las vicisitudes de su existencia, en este caso climáticas lo han dejado malparado, ya que está: “…hendido por el rayo y en su mitad podrido”, es decir, le cayó un rayo encima que lo dejó casi destruido y además está podrido por dentro hasta la mitad. Pero tras esta primera triste imagen, se da paso a un hecho que es importante para el yo poético: “con las lluvias de abril y el sol de mayo, / algunas hojas verdes le han salido”. Utiliza un hipérbaton para cambiar el orden normal de la frase y damos al final un elemento alegre o esperanzador en contraposición con la anterior desolación. Y da un rodeo para situarse en el tiempo en el que ha ocurrido la salida de esas hojas verdes, que es, aunque se sobreentiende, la primavera. Él lo expresa mediante dos hechos característicos de esta estación: las frecuentes lluvias del mes de abril y la posterior llegada del buen tiempo en mayo. El yo poético lo expresa con el verbo “lamer‟, es una prosopopeya (o personificación) ya que la colina no tiene lengua, pero esta expresión acerca más la colina al río que si, por ejemplo, utilizara la expresión “al lado” o “junto”. Y este hecho, que la colina y el olmo estén tan cerca del río, embellece y da más vida al paisaje que se ha creado en nuestra mente, por estar el río siempre en constante movimiento y ser el agua símbolo de vida. El yo poético compara al pobre olmo con otros árboles, los álamos. Además, él califica a estos „árboles de “cantores”, pero en realidad no se está refiriendo a los árboles en sí, sino a los pájaros que habitan en ellos, que no se ven escondidos entre las ramas y las hojas, pero que en cambio sí puede oírse su música, como si saliera de los árboles en los que habitan. El autor, aunque ha descrito todo el árbol en general, en la idea principal en la que quiere centrarse y con la que quiere terminar el poema es en la aparición de esas nuevas hojas verdes, con la gracia de tu rama “verdecida”, es decir, la hermosura de una rama a la que califica de “verdecida”, o sea, coloreada por el vivo color verde de las hojas nuevas. En los tres últimos versos parece que el yo poético se aparta ya un poco del tema concreto del olmo: “Mi corazón espera también, hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera.” Estos tres versos parecen reflejar algún deseo o esperanza de Machado, como todo el poema anterior hubiera sido un ejemplo para él mismo que le ayudara animarse y a mantener la esperanza. Dice “otro milagro de la primavera”, siendo el primero la aparición de las hojas verdes en el árbol muerto, pero, en realidad, no se llega a descubrir qué es lo que está esperando, aunque, eso sí, debe ir “…hacia la luz y hacia la vida”. Tal vez se refiere a la aparición de una nueva vida, mientras otra se va. Y el término primavera podría tener un doble significado, refiriéndose metafóricamente a la juventud, fresca y vital. Este poema trata magníficamente el tema del tiempo, encarnado en la esperanza porque mejore tanto la enfermedad de su mujer como la situación de España, nos hace pensar que aunque se está mal siempre hay una opción de que todo se arregle (la ramita verde) y, también, que al final vida se acaba, que lo representa con el final del camino. Esta expresión mediante símbolos es una de las principales características en su obra, además de un lenguaje simple y sencillo, aunque también culto.

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