Romanticismo y realismo en europa

LA LÍRICA PETRARQUISTA EN EL RENACIMIENTO Y EL BARROCO

El Renacimiento europeo tiene su época de plenitud en el S. XVI, pero en Italia comienza mucho antes (finales del S. XIII- XIV). Tres son los nombres que se alzan como creadores del paso entre la tradición medieval y el Renacimiento: Dante, Petrarca y Boccaccio.

Petrarca es el máximo exponente de la lírica. Su obra es el reflejo de las corrientes que convivieron en Italia durante el S. XIII: la tradición provenzal, cuyo código del amor cortés tiene aún un gran influjo; la de la poesía de la escuela siciliana, que impuso innovaciones formales como el uso del endecasílabo y del soneto; y la influencia más directa del dolce stil novo, con la creación del tópico de la donna angelicata: la mujer es el símbolo de la perfección espiritual que puede alcanzarse mediante el amor. Su belleza física es reflejo de la interior: rubia, piel blanca, ojos claros, cuello blanco y largo, de cisne, labios rojos.

Su obra principal es el Cancionero, que recoge las composiciones líricas que el poeta fue escribiendo a lo largo de su vida.  El tema principal es el amor, y en la mayoría de las ocasiones usó el soneto para expresarse. Su influencia, tan importante en toda Europa, dio lugar al  petrarquismo.
Características de este estilo serían el uso de un lenguaje sencillo pero exquisito, en busca de la elegancia, así como el empleo abundante de recursos retóricos, figuras basadas en las oposiciones (antítesis, paradoja) y, especialmente, las metáforas.

Herederos de esta lírica serán Boscán y Garcilaso de la Vega en el Renacimento  español. Ambos renovaron la poesía con sus obras y con las formas que utilizaron en ellas, especialmente los endecasílabos y los sonetos. Destaca, sobre todo, Garcilaso ya que dejó un valioso tesoro de poesía italianizante: en la Églogas aparece su vida afectiva en un ambiente bucólico renacentista, los protagonistas representan tanto al amor como a los elementos más cultos de este arte. Aquí vierte todo su conocimiento, no sólo de los autores italianos, sino también de los clásicos, y así nos muestra una naturaleza claramente influenciada por Virgilio y Horacio.

En los sonetos el tema central es el amor, y en ellos aparece el influjo de Petrarca.

En el S. XVII, durante el Barroco, continúa la admiración por la cultura clásica y por la latina, pero se buscan otros modelos capaces de reflejar la situación convulsa de la época. Como consecuencia, algunos autores se verán influenciados en mayor o menor medida por el petrarquismo.

En algunas composiciones de Góngora es fácil apreciar indicios de la lírica petrarquista, como cuando cultiva los temas del amor no correspondido o de la pasión inútil. En uno de sus sonetos refleja el tópico del Carpe diem, acercándose a una composición de Garcilaso.

Quevedo arrancó de los tópicos del amor cortés y del petrarquismo, aunque los superó y transformó dotándoles de una gran intensidad emotiva y de sus temas “metafísicos”: la relación amor- vida – muerte, por ejemplo.

Por su parte, Lope de Vega también mostró una vena italianizante en su obra lírica. Como poeta desarrolló siempre, de forma paralela, la corriente petrarquista y la tradicional de los cancioneros.

A los tres los aúna, pese a sus grandes diferencias, el uso del soneto como forma de expresión en algunas de sus composiciones.


TEATRO CLÁSICO FRANCÉS

Desde finales del S. XVI y durante las primeras décadas del S. XVII se desarrolló en Francia un teatro barroco, similar al de España, caracterizado por la transgresión de las reglas: ruptura de las unidades de tiempo, acción y lugar; mezcla de lo cómico y lo trágico, etc.

Pero en los años 30 del S. XVII se dio un fuerte impulso a la reacción contra el Barroco. Los preceptistas pedían una vuelta a las normas clásicas. Descartes, con su “Discurso del método”, extendió la importancia de la razón como instrumento para interpretar el mundo. El poder también acogió bien este Clasicismo, veía en este teatro más refinamiento aristocrático. Se impuso así el gusto por lo comedido, lo equilibrado, lo claro, y se estableció el teatro clásico.

Los rasgos esenciales de este teatro son: 

  • Clara separación entre tragedia y comedia.
  •  Distribución de los personajes según los géneros: los nobles eran exclusivos de la tragedia; los burgueses y los plebeyos, de la comedia.
  •  Imposición de la regla de las tres unidades: tiempo, acción y lugar.
  •  División de la obra en cinco actos.
  •  Exclusión de cualquier exceso (escenas truculentas, decorado exagerado, etc.)

Esta etapa de Clasicismo se considera la época dorada del teatro francés, ya que en ella se encuentran tres de sus más grandes dramaturgos: Pierre Corneille, Jean Racine y Molière.

Pierre Corneille cosechó sus primeros éxitos con un teatro que no respetaba las normas, pero tras las críticas de los preceptistas por no adaptarse al nuevo clasicismo, decidió cambiar. Fue un importante comediógrafo, pero se le reconoce por haber diseñado el modelo de la tragedia francesa, que posteriormente desarrolló y mejoró Jean Racine.

Educado con una gran severidad moral, Jean Racine  marcó igualmente su idea de la tragedia, impregnada siempre de un grave pesimismo. Sus personajes vivían dramas interiores provocados por pasiones irrefrenables. El amor es un sentimiento destructivo y fatal. El estilo de sus tragedias es sobrio y elegante. Las estructura con un rigor absoluto. Es un claro seguidor de los preceptos del teatro clásico.

Por su parte, Molière está considerado como el más grande comediógrafo francés. Empezó escribiendo divertidas farsas en las que ya se entreveían las comedias  que acabaron por consagrarlo. En todas ellas recrea vicios y defectos encarnados en personajes que han pasado a ser prototipos universales, como Don Juan o el festín de piedra, recreación del personaje de Tirso de Molina; el Tartufo ,sátira contra la hipocresía religiosa;  o El avaro, que satiriza la avaricia como un defecto intemporal.


CERVANTES Y EL ORIGEN DE LA NOVELA MODERNA

La novela es un género tardío, que emana de la epopeya, aunque también difiere respecto a ella. Ambas parten de posturas estéticas y éticas opuestas radicalmente.

La crítica universal coincide en otorgar el título de primera novela moderna a El Quijote. Esta afirmación general se basa en la apreciación de una serie de características que definen el género y que se dan ya en la obra cervantina:

  • Realismo o verosimilitud: creación de una atmósfera, de un mundo a imagen y semejanza del real, donde aparecen diferentes tipos de personajes, situaciones, sentimientos, etc.
  • Carácter no heroico del protagonista:
    En la novela el héroe se convierte en personaje. El héroe novelesco será una persona común con la que podemos identificarnos.
  • Evolución del carácter del personaje a lo largo de la obra: los héroes caballerescos estaban construidos en bloques de perfección o imperfección inalterables. Los personajes novelescos se irán haciendo, y el lector profundizará en su psicología a medida que avancen en la lectura de la obra.
  • Consciencia del enfrentamiento entre el individuo y la sociedad.
  • Coherencia interna del relato: antes no se había logrado, pero Cervantes sí supo integrar todos los personajes y hechos en torno a don Quijote, lo que da unidad y coherencia  a las dos partes de la novela. Incluso los relatos intercalados están bien relacionados.

Narración dialogada: además de haber diálogo, este debe ser heterofónico, es decir, cada personaje debe hablar con voz propia, de modo que sus palabras sirvan para su caracterización.

El Quijote es una novela moderna porque nos ofrece una ilusión de realidad: personajes y acontecimientos no están por encima, ni por debajo, de nuestras aspiraciones o preocupaciones, sino que nos atañen ayudándonos a crear un sentimiento de empatía hacia nuestros semejantes, hacia el mundo y hacia nosotros mismos. También se le considera una novela universal porque ha sabido hablar a los hombres de todas las épocas, razas y culturas.

Se puede afirmar que Cervantes es el creador de la novela moderna porque su gran obra influenció a autores de toda Europa durante varios siglos.


EL TEATRO ISABELINO: SHAKESPEARE

El Renacimiento se desarrolló en Inglaterra más tarde que en el resto de Europa, por eso las manifestaciones literarias medievales se prolongaron aquí hasta mediados del S. XVI. Durante la primera mitad de este siglo predominó el teatro religioso, el cortesano (que se representaba en las universidades) y el popular, que sería el que acabaría triunfando y dando a conocer obras y autores de gran calidad. Es en este grupo de autores donde encontraremos a Shakespeare encabezando el denominado teatro isabelino (finales S. XVI – primera mitad del XVII).

Aunque este teatro popular inglés empezó a representarse en escenarios improvisados, al iniciarse el teatro isabelino ya existían locales construidos para las representaciones. El público era mayoritariamente del estamento popular e imponía sus gustos al margen de los preceptos clasicistas. Reclamaban diversión y emoción.

Podría hablarse de las siguientes características como rasgos principales de estas composiciones:

  1.  Se transgreden las unidades de tiempo, lugar y acción.
  2. Se mezclan los géneros (aparición del clown en momentos trágicos).
  3. Se mezclan los los personajes nobles con los plebeyos.
  4. En una misma obra pueden alternarse el verso y la prosa.

 Relacionadas con el drama o la tragedia se crean piezas de tema histórico que crearon en el público un gran interés por el pasado de su país.

Destacan como principales autores Christopher Marlowe (Tragedia del doctor Fausto, en la que se inspiró siglos después Goethe) y Shakespeare.

Shakespeare:


 Destacó como dramaturgo y poeta. Se le conoce especialmente por su producción teatral, que contribuye el legado más impresionante de las letras inglesas. Shakespeare asumió las directrices que impuso el teatro isabelino pero supo destacar con algunos conceptos de sus obras; por ejemplo, demostró un dominio extraordinario de la lengua inglesa, utilizando desde la expresión más exquisita hasta dando muestras del habla popular. Con ello consigue crear en el espectador/ lector EMOCIÓN, nadie permanece indiferente ante las palabras de los personajes.

También supo elevar a sus criaturas a la categoría de personajes universales al encarnar las pasiones más conocidas (amor, celos, envidia…) pero sin convertirlos en prototipos.

Por último, habría que destacar su concepción del personaje cómico (clown o bufón) como contrapunto a los personajes más graves, con unas intervenciones de auténtica hondura filosófica, consiguiendo un humor más amargo que burlesco y reforzando la tensión dramática.

 Cultivó diferentes géneros teatrales. En las comedias partió del enredo de raíz clásica e italiana, utilizando los malentendidos, el disfraz, etc. como base. Resultan un buen reflejo de la sociedad del momento, pero sin caer en estereotipos, individualizando a los personajes. Muestra de todo ello son dos comedias que pertenecen a 2 etapas diferentes: El sueño de una noche de verano (1ª etapa) y La tempestad (última etapa), considerada como su testamento dramático).

 Como respuesta  a la demanda del público inglés, Shakespeare también escribió obras históricas que repasaban varios siglos de su historia. El interés radica no en los episodios concretos, sino en la pasión con que se presentan las ambiciones humanas relacionadas con el poder (por ej. Ricardo III).

 Los entresijos del poder fueron sondeados también en la historia de Roma, de ahí su producción romana. De nuevo lo que menos interesa es lo histórico, sino en la profundización en los personajes. Destacan Tito Andrónico o Julio César, al igual que destaca la violencia que suele aparecer en ellos.

 Para finalizar habría que hablar de las tragedias, género donde el genio del autor brilla más. Excepto Romeo y Julieta (1ª etapa), el resto las escribió a partir de 1600 (Otelo, Hamlet, Macbeth, El rey Lear). En ellas suele combinar el verso y la prosa, y vuelve a demostrar la maestría en el uso de registros variados.


ROMANTICISMO EUROPEO

El Romanticismo es un movimiento cultural que apareció en Alemania e Inglaterra a finales del S. XVIII. Dominó casi todo el S. XIX, aunque a finales convivió con el Realismo y con las corrientes posrománticas (simbolismo, etc.).

Se caracterizó por la reivindicación del “yo”, por voluntad de expresar los tormentos del corazón y del alma. Es una reacción del sentimiento contra la razón, enaltece el misterio, la fantasía, y busca la evasión en el sueño, el exotismo y el pasado.

Estos son los rasgos que caracterizan el movimiento:

  •  

    El mal de siglo


    Expresión que designa la insatisfacción de los escritores románticos. Se manifiesta en una alternancia entre entusiasmo y pena, en una melancolía continua.
  • La importancia del “yo”


    El romántico analiza y presenta sus estados de ánimo. Busca consuelo en paisajes salvajes: el mar, las tormentas, bosques misteriosos, etc. No conoce la empatía, sólo piensa  en sí mismo. Se creen seres superiores. Suelen caer en la locura o en la enfermedad.
  • Búsqueda de evasión


    Viaja para huir de un presente que no le gusta. Las fuentes de exotismo romántico fueron Italia, España y el Oriente. Cuando viajaban en el tiempo volvían a la EM o al Renacimiento.
  •  

    Nacionalismo


    Mostraron interés por el pasado de los pueblos y la recuperación de sus raíces.
  •  

    El recurso a lo sobrenatural


    Atracción por lo esotérico, lo misterioso e inexplicable, que contrasta con el racionalismo; así como el recurrente tema de la muerte, la alusión a ruinas, cementerios, etc.

El Romanticismo rechazó cualquier norma que lo encorsetara; se desarrollaron nuevas formas literarias (novela histórica y psicológica), se abandonaron las recursos expresivos de origen mitológico (se quería  llegar a todo el pueblo); buscaron conmover al público recurriendo a nuevos ritmos, al contraste (feo-bello), al sentimiento. Quiere ser un arte de masas.

Romanticismo alemán

Sturm and drang:


corriente literaria y política nacida en la 2ª mitad del S. XVIII como contraste al racionalismo de la Ilustración. Se caracterizó por destacar la superioridad de los sentimientos, por exaltar las emociones, la pasión frente a la razón y la libertad. Rechazó las ideas y los valores de la burguesía. Como autores representativos encontramos a Schiller y Goethe.
Este último es una autor difícil de clasificar, ya que no se le puede considerar ni clásico ni romántico. Representó todas las corrientes pero no quiso que lo situaran en ninguna. A este momento prerromántico pertenecen Los sufrimientos del joven
Werther y Fausto.

Posteriormente, y como poetas, habrá que destacar a Hölderlin y Novalis.

Hölderlin fue también difícil de clasificar. Reflejó elementos del Clasicismo (la exaltación del mundo griego) y del Romanticismo (sentido místico de la naturaleza).

Romanticismo inglés

 Como poetas destacar a Shelley, Keats y Lord Byron.

Lord Byron fue más romántico por su vida que por su obra, que, al menos formalmente, respeta el Neoclasicismo. Sus protagonistas son una proyección de su vida: héroes marginados y rebeldes, egoístas que sólo se preocupan por sí mismos.

 Como representante indiscutible de la novela histórica, hay que citar a Walter
Scott y alguna de sus obras, Ivanhoe.
Aquí es fácil observar las características de este género, nacido de la exaltación romántica del pasado. El protagonista es un héroe desconocido que le da libertad al autor para crear la acción a su antojo. Al mismo tiempo, representa unos valores con los que el pueblo se identifica: nobleza, valentía, amistad, fidelidad, honor.

 Citar también a Mary Shelley como autora de Frankenstein.

Romanticismo francés

 Destacar dentro de la novela romántica a Alejandro Dumas con Los tres mosqueteros  y a Víctor Hugo, que resalta por aportar algo nuevo: conecta el pasado en el que transcurren sus obras con problemas importantes de su tiempo. En sus novelas se pone en la piel del pueblo y de los pobres, algo nuevo en la literatura francesa cuyos temas y protagonistas representaban a la aristocracia y a la burguesía. Una de sus obras más conocida es Los miserables.


LA SALIDA DEL ROMANTICISMO: LA NOVELA REALISTA Y NATURALISTA

El Realismo se desarrolla en Europa en la segunda mitad del siglo XIX en Francia e Inglaterra sobre todo. Los escritores realistas no pretenden idealizar las cosas, sino retratar la realidad objetivamente, basándose en la observación minuciosa.

Aunque cronológicamente coincide con el Romanticismo, el Realismo se opone a esta corriente y al Clasicismo ya que no imita las obras clásicas, ni exalta los sentimientos. En vez de situar la acción en tiempos remotos, busca los problemas y la realidad del momento, en los ambientes que les rodean.

Las características del Realismo se podrían resumir así:

  • Tiempo y espacio


    Hechos narrados contemporáneos. Importancia del medio ambiente en el que viven los personajes porque les influirá. Descripciones minuciosas.
  • Protagonista


    Persona joven descrita física y psicológicamente. Representa los valores de la sociedad que les rodea, individualista y competitiva, propia de una mentalidad burguesa. El protagonista desea prestigio y fortuna y, a veces, recurre al matrimonio para conseguirlo.
  • Personajes


    Tienen un carácter individual, un significado social ya que expresan rasgos propios de su clase. Suelen ser personajes tipo.
  • Narrador


    Normalmente es un narrador omnisciente que lo conoce todo y entra en la conciencia de los personajes. Aun así, evita sentir cualquier tipo de emoción hacia ellos
  • Lenguaje


    Es un medio para describir los hechos, para reproducir la realidad sin ambigüedades o simbolismos, para reflejar el habla particular de cada personaje (vulgarismos, etc.)
  • Forma literaria


    La novela.

Como evolución del Realismo, aparece en Francia el Naturalismo en la segunda mitad del S. XIX. Se considera autor de este movimiento a Zola, quien crea personajes atrapados por el medio, la naturaleza y su propia constitución genética, en una especie de determinismo social, físico y biológico.

El Naturalismo recoge las miserias humanas (locos, alcohólicos, enfermos) y los instintos más primarios y brutales para mostrar unos personajes limitados por la sociedad injusta en la que viven, marcados por un fatalismo que acabará destruyéndolos. Destacan los aspectos enfermizos. Este movimiento observa con desencanto su tiempo y denuncia una sociedad corrompida. Ataca a menudo a instituciones como la Iglesia o el ejército

Autores del Realismo francés:


  • Stendhal


    Resulta original la forma narrativa que utiliza: el narrador desparece, el lector sigue la historia a través de un yo, un héroe que transforma la realidad en algo subjetivo. Destacó por Rojo y negroLa cartuja de Parma.
  • Balzac


    Publicó muchas novelas, algunas de ellas forman parte de La comedia humana.
    Su intención era componer un cuadro general de la época, mostrar las clases sociales y los caracteres de esa sociedad.
  • Flaubert


    Conocido por Madame Bovary , historia de un adulterio banal, de una insatisfacción y de una frustración nacida del aburrimiento.
  • Zola


    Creador del Naturalismo. Su obra más extensa es Los Rougon– Macquart proyecto que cuenta la historia de una familia. Criticado por los conservadores y por los burgueses ante su apología de las “clases bajas”, Zola también recibió ataques de los progresistas por su determinismo social y su visión negativa de la clase obrera.

Realismo ruso y autores:


En la novela realista rusa encontramos un ritmo lento causado, en gran parte, por las descripciones de los paisajes y de los rasgos de los personajes. El argumento puede resultar anecdótico. Destaca el  fuerte sentimiento de piedad y compasión hacia los miserables, así como la carga de preocupación moral y filosófica en busca del significado profundo de la vida.

Tolstoi


Cristiano, de buena posición social y convencido de mejorar la vida de los campesinos. Encontró rechazo incluso en su propia familia. En Ana
Karenina critica la hipocresía dominante en la aristocracia de la época.

Dostoyevski


Conoció la guerra, la cárcel, la miseria y el juego. Su obra más importante es Crimen y castigo, novela que cuenta el asesinato de una anciana usurera a manos de un estudiante. Tras el crimen, el castigo es la autocondena, la penitencia. El autor demuestra que la violencia es inhumana e injustificable.

Realismo inglés:


Destaca Charles Dickens con obras como Oliver Twist o Grandes esperanzas.
En sus novelas se observa un rasgo característico: la ternura, la bondad y el sentimentalismo al que somete sus historias, resultando una manera amable de denunciar una sociedad desigual y creadora de pobreza.

Literatura americana:


Sobresale Marc Twain con Las aventuras de Tom Sawyer.
Aunque se dio a conocer con novelas de humor, también escribió textos denunciando el imperialismo y la esclavitud. Fue uno de los primeros autores americanos que usó la auténtica lengua del sur y del oeste.


ILUSTRACIÓN Y NEOCLASICISMO

La Ilustración es el movimiento cultural que se desarrolla en Europa, especialmente en Francia, Inglaterra y Alemania, durante el S. XVIII, también llamado Siglo de las Luces. Fue posible gracias al espíritu crítico que desde principios de siglo empezó a poner en cuestión las normas y creencias (religiosas, políticas, filosóficas, etc.) del Antiguo Régimen.

En la difusión del pensamiento ilustrado tuvo gran importancia La Enciclopedia, dirigida por Diderot y D’Alambert. En ella se intentó recoger todos los conocimientos que constituían los diferentes campos del saber de este siglo.

Los rasgos fundamentales del pensamiento ilustrado son:

  1. Confianza en la razón como único medio de alcanzar el progreso, es la fuente de todo conocimiento.
  2. La observación y la experiencia son la base de la ciencia (no la autoridad).
  3. Tolerancia religiosa y de pensamiento.
  4. Optimismo humanista que aspira a un mundo más justo y feliz. Empiezan a difundirse las ideas de tolerancia, fraternidad, igualdad y libertad.
  5. Importancia de la educación como medio para liberar a la gente de la ignorancia y de la superstición, y para alcanzar la felicidad.

Como consecuencia de este espíritu ilustrado se crean instituciones y academias dedicadas a las lenguas, las ciencias, etc. El filósofo y el hombre de letras son la figura intelectual de la época.

En el ámbito político es el momento del despotismo ilustrado: “Todo para el pueblo pero sin el pueblo” es la máxima que aspira a educar al pueblo y a mejorar sus condiciones de vida.

El pensamiento reformista de la Ilustración culmina con dos hechos históricos fundamentales: la independencia de los EEUU y la Revolución Francesa.

El Neoclasicismo

El Neoclasicismo es el movimiento artístico más importante de este siglo. Promulga una vuelta al mundo clásico, a la norma, a lo útil y al buen gusto (frente a los excesos del Barroco). La literatura ha de tener un fin didáctico, por tanto, se desarrolla una literatura reflexiva y crítica. En Francia destacan Voltaire, Rousseau y Montesquieu.

Voltaire fue un autor muy crítico. Se manifestó en contra del despotismo y defendió el progreso de la humanidad desde una postura racionalista. En sus obras se encuentran los aspectos más característicos de la época. En Cándido ironiza sobre las teorías filosóficas de moda, la justicia, las prácticas religiosas, etc. bajo la apariencia de un relato de aventuras.

Montesquieu es conocido por sus Cartas persas, dura sátira de las costumbres francesas de su tiempo en forma de unas supuestas cartas que un persa establecido en París escribe a amigos suyos. También destaca por El espíritu de las leyes, obra que ha tenido gran influencia en el pensamiento político posterior.

Rousseau merece también una mención por El contrato social y por Emilio. Este libro describe un utópico sistema educativo que parte de la idea de que el hombre es bueno por naturaleza y la sociedad lo corrompe, por tanto, el autor aísla al protagonista en el campo donde un preceptor le enseñará sólo lo que pueda serle de utilidad, respetando su personalidad para que pueda desarrollarla libremente. Fue considerado escandaloso en su época.

Estos tres autores colaboraron en la elaboración de La Enciclopedia.

Para acabar, habría que citar algunos autores de la novela inglesa, como Daniel Defoe (en Robinson Crusoe hace diversas consideraciones de carácter religioso, económico, social, etc.) que hace evolucionar a los protagonistas de sus obras a medida que van transcurriendo los hechos. Otro nombre a resaltar sería el de Jonathan Swift y Los viajes de Gulliver, novela de aventuras y fantástica que, tras una imagen de literatura infantil, esconde una crítica hacia el hombre y la sociedad de su tiempo.

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