Teatro de evasion

 Teatro de posguerra:las salas comerciales durante el franquismo se nutrían de un público burgués muy acomodado que  en buena medida simpatizaba con el  régimen y triunfaba a su sombra. El teatro que allí se representa defiende la ideología de este grupo por lo que representa una realidad falsificada, formalmente  es viejo y desdeña lo experimental. Dos líneas sobresalen de ese teatro comercial de éxito:
1º La  comedia o drama burgués era una continuación de la comedia benaventina anterior a la guerra civil (conocida también como la alta comedia) y en ella obtuvieron el éxito dramaturgos como el propio Benavente hasta su muerte, José María Peman, Juan Ignacio Luca de Tena, Joaquín Calvo Sotelo, Edgar Neville, entre otros. Ya se tratara de comedias de evasión o  de  dramas ideológicos, este tipo de comedias defendían siempre los valores conservadores  coincidentes con el tipo de público que allí acudía, y aunque sus diálogos fueran muy elegantes  y las obras estuvieran construidas de manera correcta no  aportaron nada a la historia de nuestro teatro.
2º El teatro de humor estuvo representado sobretodo por la obra  de un dramaturgo, en aquel periodo fue muy popular: Enrique Jardiel Poncela. Era un teatro basado en  situaciones inverosímiles donde todo consistía en provocar la risa de los espectadores sin adentrarse para nada en las situaciones problemáticas de la época, que se daban en la calle; títulos destacados  suyos fueron:

Los ladrones somos gente  honrada


Un marido de ida y vuelta
y Eloísa  esta debajo de un almendro
. Jardiel Poncela tuvo un continuador  excepcional en la figura de Alfonso Paso continuador hasta los años 80 de esta línea teatral con obras como:
Los pobrecitos
, Usted puede ser un asesino  y Las buenas personas
.

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El teatro renovador

 La década de los 50 se estrena con 3 obras teatrales destacadas:
Historia de una escalera
de Buero Vallejo (1949), Tres sombreros de copa de Miguel Mihura (1952) y Escuadra hacia la muerte de Alfonso Sastre (1953). Cada una de ellas en su estilo ofrece la posibilidad de un teatro que se atreve a denunciar los problemas del momento y cada cual en su estilo protesta por el nivel de vida que se llevaba aquí. Las obras de Buero Vallejo y de Alfonso Sastre protestan y denuncian de forma directa la situación del país;
Tres sombreros de copa
 lo hacen  a través de un humor corrosivo que oculta la amargura de quienes día a día soportaban las injusticias del franquismo. Buero y Sastre inician lo que se conocerá como teatro realista, teatro existencialista o de preocupación social y que perdurara hasta bien entrado la década de los 60. Es un teatro que aborda problemas de obreros, estudiantes, de ciudadanos anónimos, poniendo siempre de relieve las desigualdades sociales y la falta de humanidad que se vivía entonces. Muchas de estas obras como es fácil de imaginar nunca llegaran a los escenarios por lo que en buena medida puede hablarse de un teatro soterrado (silenciado) siguiendo la línea critica de estos dos dramaturgos, aparecieron autores como: Lauro Olmo (autor de La camisa
) y José María Rodríguez Méndez (autor de Bodas que fueron famosas del Pingajo y la Fandanga
) y José Martin Recuerda (quien se inspiro en Lorca para escribir dramas como Las arrecogías del beaterio de Santa María egipciaca
). Miguel Mihura siguiendo el teatro de humor compuso una obra enormemente acida como veremos enseguida.

Antonio buero vallejo:

Es sin duda el dramaturgo de mayor interés de toda la posguerra. Su vida y su obra es todo un ejemplo de la honestidad con unos valores de compromiso.Su producción teatral esta marcada por el compro miso ante los temas humanos mas universales ya sean de tipo existencial o social. Buero Vallejo refleja en sus trabajos lo que realmente ve en la vida diaria: los deseos de los hombres y sus frustraciones, las mentiras que tenemos que inventarnos para soportar nuestras desgracias, las trampas que nos tienden los gobernantes y todo aquello que impida al ser humano  realizarse de manera plena. Todo ello lo traslada a sus diálogos son el fin de provocar en el espectador una reflexión y una reacción. Desde muy temprano el género teatral elegido por el de la tragedia, una tragedia a la manera helénica (griega) aquella que  provoca la catarsis en el espectador: que se sienta conmovida ante lo que ve en escena y que de inmediato sienta el deseo de luchar para superar sus errores y labrarse su propio destino. El papel del dramaturgo no es otro que mostrarle al espectador las realidades mas ocultas de la vida e iluminarle las oscurecidas. El teatro de Buero Vallejo por tanto encierra un doble compromiso: el ético y el político. En ese teatro el dialogo ocupa un papel fundamental peor no exclusivo dado que hay que entender también todos aquellos elementos que rodean la escena y que coinciden en los mismos propósitos de la obra representada: el espacio escénico, que suele estar minuciosamente descrito con todo tipo de acotaciones de mayor interés; los gestos de los actores, sus movimientos corporales, la música del entorno, los ruidos y juegos de luces etc. Al final de todo se  tiene la conciencia  de haber asistido a una obra total por la honra de sus mensajes y la toma de conciencia que provoca en el espectador. Hay una última característica singular en el teatro de Buero y esa es que la mayor parte de sus protagonistas principales padecen alguna tara psíquica o física, acaso por tratarse de los individuos más auténticos.  Sobre esas bases escribió muy diferentes obras teatrales censuradas buena parte de ellas bajo el franquismo pero idolatradas en la democracia; entre ellas destacamos además de Historia de una escalera, Un soñador para un pueblo (sobre la figura de Esquilache), El sueño de la razón( sobre la figura de Goya ya anciano y sordo bajo el reinado de Fernando VII), La doble historia del doctor Valmy ( sobre la tortura policial) y El concierto de San Olvido
.  La influencia que el teatro  de Buero ha tenido y tiene en el teatro  actual es enorme hasta el punto de ser considerado como un clásico.

Miguel mihura:

Se da a conocer en 1952 con Tres sombreros de copa  una obra en apariencia cómica que tenia escrita desde 20 años atrás, pero  que consideraba  que ahora era el momento de estrenarla. Este trabajo muestra claro impacto de las vanguardias a la vez que supone una ruptura completa con el teatro cómico anterior. En principio se trata de una obra donde se mezcla situaciones inverosímiles, diálogos poco lógicos y juegos lingüísticos que no encajan con el argumento; en el fondo todo reside en reflejar la tristeza, la amargura las desgracias que las gentes de la época  sufrían día a día de manera que la risa se hace mas tragedia. Al final la crítica posterior supo descubrir muy bien en ella lo absurdo de los tabúes y las normas que regían en ese tiempo convirtiendo a las gentes en marionetas. Siguiendo en esa misma línea de humor ácido, Mihura estreno distintas obras que en su tiempo quizá no fueron interpretadas en su justa medida lo que explica la permisividad  de las autoridades. Entre ella recordar las tituladas:
La bella Dorotea
, Mi adorable Don Juan, El caso de la señora estupenda y A media luz los tres
. El humor de Mihura consiste en ridiculizar a los personajes y a las acciones de la realidad inmediata; así satiriza la vida española de entonces y los comportamientos de la época. La formula le hizo muy popular pero ha habido que esperar a tiempos recientes para descubrir en su totalidad la esencia de su obrteatro.

El teatro experimental:

 Avanzando la década de los 60 surgió un movimiento de renovación caracterizado  por  acercar nuestro teatro al que se hacia en Europa; de manera especial se deseaba conectar  con el llamado teatro del absurdo, el teatro de Bertolt Brecht y con el llamado teatro Underground, que en ese momento se estaba desarrollando  en Europa.  Encarnan este afán por situar nuestro país el nivel europeo algunos dramaturgos singulares como Fernando Arrabal ( autor de las obras Los hombres del triciclo y El cementerio de automóviles
) y Francisco Nieva ( autor de El fandango amoroso y Nosferatu
) pero sobre todo por grupos de teatro independiente  que aparecen ahora por la mayor parte de ciudades españolas ( Els joglars, El grupo tábano de Sevilla, Los cátaros de Madrid, Los goliardos y el T.E.I (teatro experimental independiente) entre otros).Precisamente estos grupos van a dar sentido a la época, primero como grupos aficionados y más tarde como compañías perfectamente organizadas.El nuevo teatro que ahora surge se caracteriza por lo siguiente la creación colectiva de la obra en la que: La improvisación desempeña un papel muy importante; La infravaloración del texto en favor de los aspectos mas espectaculares del teatro, como son la expresión corporal, la danza, la música, el vestuario, las luces… admitiendo la influencia de otras arte escénicas como por ejemplo: el cabaret, la revista o el teatro de variedades; Mantenimiento de enfoque crítico de todo tipo y no solo político y social como hasta ahora; La ruptura de las convecciones escénicas de espacio y de tiempo; como consecuencia de ello se abandona  el llamado teatro a la italiana y a partir de entonces se traslada el escenario al patio de butacas y se busca la participación activa de los espectadores.

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