Teatro de Valle-Inclán

Tema 09:
El teatro español anterior a 1936: tendencias, rasgos principales, autores y obras más significativas. 
9.1. EL TEATRO COMERCIAL: TEATRO REALISTA (JACINTO BENAVENTE), TEATRO CÓMICO (Pedro MUÑOZ SECA Y CARLOS ARNICHES) Y TEATRO POÉTICO (EDUARDO 
MARQUINA).  
A) INTRODUCCIÓN 
El teatro es un género literario que necesita ser representado, por lo que incorpora unos elementos no lingüísticos, paraverbales, tanto o  más importantes que el propio texto.  Así pues, el teatro de las primeras décadas del Siglo XX estuvo condicionado por: 
Condicionamientos comerciales, por el predominio absoluto de locales privados cuyos empresarios tienen en cuenta los gustos del público.
Condicionamientos ideológicos, debido a la presencia dominante del público burgués, que aceptaba un teatro crítico pero dentro de los márgenes del sistema establecido. Este público, por lo tanto, demanda un teatro conservador. En las obras del teatro comercial no hay apenas crítica social.
Condicionamientos estéticos, debido a las fuertes resistencias ante las experiencias innovadoras que triunfan en los escenarios de Europa o que tienen éxito en otros géneros literarios. 
Por lo tanto, podemos dividir el teatro anterior a 1936 en dos tendencias: el teatro comercial y el teatro innovador. 
B) EL TEATRO COMERCIAL 
B.1) INTRODUCCIÓN. 
El teatro comercial, que estrenaba pero no innovaba, seguía los gustos del público que se decantaba por tres tendencias dramáticas: un teatro realista-naturalista —la comedia burguesa—, un teatro poético y un teatro de humor.

B.2) TEATRO REALISTA. Modalidad escénica que hace una crítica suave de los conflictos morales de la burguésía. Presenta ambientes lujosos con un lenguaje cuidado. Su máximo representante fue durante mucho tiempo Jacinto Benavente (1866-1954), premio Nobel de Literatura en 1922. 
Desde sus primeras obras (finales del Siglo XIX) intentó renovar el teatro en castellano, modernizándolo y eliminando los excesos posrománticos, pero se halló en un dilema: crear obras de calidad pero dirigidas a un público minoritario o buscar el éxito comercial con un público burgués y conservador. Decidíó escoger el segundo camino.  
Su producción dramática es muy abundante (172 obras). Su temática principal son los conflictos de la vida matrimonial, la vida disipada de las clases altas y las aspiraciones de la clase media. En su técnica dramática prevalecen los diálogos sobre la acción. Sus  obras poseen una buena construcción dramática y un lenguaje cuidado, de gran espontaneidad, que incorpora giros y recursos carácterísticos del habla conversacional. Destaca por la buena construcción de las obras y la representación de ambientes; pero su teatro resulta conservador y escapista, apenas  implicado en los conflictos que plantea. 
De su extensa obra destacan dos obras: Los intereses creados (1907) en la que dos pícaros  inspirados en personajes de la comedia del arte italiana- utilizan en su beneficio un cúmulo de intereses que marcan la vida de una ciudad, y La Malquerida (1913), que ofrece una visión tópica del mundo rural donde se describen pasiones en un espacio asfixiante y viciado. Se trata de un «drama rural», donde las pasiones at
C) TEATRO CÓMICO. Modalidad escénica preferida por las clases populares. Bajo este rótulo se agrupan espectáculos muy diversos (zarzuela, teatro por horas, café teatro, sainete…). Representan costumbres y tipos populares y abordan temas superficiales con una trama fácil que se resuelve favorablemente. Los representantes más destacados son:  
Carlos Arniches (1866-1943). Es el autor más popular del “género chico”, al que se dedicó dilatadamente desde sus comienzos como autor teatral.
También escribíó sainetes. Sus obras carecen de pulso dramático y respiran un cierto convencionalismo y sensiblería, los tipos y ambientes castizos fueron la materia de sus obras. En ellas consiguió reflejar el habla popular de Madrid hasta el punto de que logró crear un tipo de expresión «castiza» que fue fruto de numerosas imitaciones. 
De sus obras destacan El santo de la Isidra, El puñao de rosas, Los milagros del jornal (1924). Pero sobresale una tragedia grotesca, de mayor nivel dramático, en la que mezcla lo trágico y lo cómico: La señorita de Trevélez (1916), sobre la apuesta de unos jóvenes para que uno de ellos enamore a una soltera madura. 
Pedro Muñoz Seca (1881-1936), autor de más de 200 obras, con las que consiguió fama y popularidad. Su obra se divide en: 
La comedia de costumbres sentimental y melodramática como El conflicto de Mercedes (1922) o Las hijas del rey Lear (1923) 
Las parodias literarias como La venganza de don Mendo (1918), hilarante parodia de dramas ROMánticos y del teatro en verso. 
El llamado “astracán”, en las que se busca entretener al público mediante situaciones disparatadas, el carácter grotesco y el absurdo de la tramas, juegos toscos de palabras, malentendidos y chistes. Se pueden citar El verdugo de Sevilla (1916) o Los extremeños se tocan (1926). 
En el teatro cómico también destacaron Serafín y Joaquín Álvarez Quintero centran sus obras en un costumbrismo andaluz gracioso y espontáneo: El patio y El genio alegre (1906).  

Junto a estas corrientes se va abriendo paso un humor renovador, basado en el uso de un lenguaje y unas situaciones absurdas, cercanas a planteamientos vanguardistas. Destacarán, aunque principalmente después de la guerra, Jardiel Poncela y Mihura.
D) TEATRO POÉTICO, también llamado teatro histórico-modernista, mezcla el drama histórico-ROMántico con un lenguaje modernista superficial y sensorial. Es un teatro muy tradicional en cuanto a ideas y concepción escénica; recupera leyendas y personajes nobles del pasado histórico nacional. Destaca este teatro por su ideología conservadora y tradicionalista. Los escritores más destacados de esta corriente son: 
D.1) Eduardo Marquina (1879-1946). Es un autor fecundo que escribíó poesía de estilo modernista, novelas y, sobre todo, teatro, que se distribuye en tres grupos: 
Drama histórico. Obras de carácter histórico-legendario cuya finalidad es exaltar las virtudes de un pasado histórico con un exagerado patriotismo y un profundo tono melancólico que evidencia un espíritu nacional en crisis. Las hijas del Cid (1908), En Flandes se ha puesto el sol (1910), Teresa de Jesús (1933). 
Drama rural en verso. Está lleno de versos de gran finura y belleza, aunque por lo general más sombrío y mucho más sometido a la acción que en el drama histórico. El pobrecito carpintero (1924), Fruto bendito (1927). 
Comedia realista en prosa, de ambiente contemporáneo como Cuando florezcan los rosales (1913), La princesa juega (1920). 
D.2) Otros autores destacables fueron: 
Francisco Villaespesa: Doña María de Padilla (1913). 
Manuel y Antonio Machado: en sus obras profundizan en la psicología de los personajes; destacan Juan de Mañara (1927) y La Lola se va a los puertos (1930).  


9.2. El teatro renovador: Federico García Lorca y otros dramaturgos (Jacinto Grau, Alejandro Casona…).  
INTRODUCCIÓN. 
El teatro innovador, que innovaba pero no gozaba del favor del público, surge de una serie de autores que intentan renovar la escena española. Al principio son intentos aislados, a veces muy valiosos que solo consiguen interesar a un auditorio muy reducido y selecto.  
En los años 20 se desarrollaron distintos intentos de renovación dramática al margen de las estructuras del teatro comercial mediante agrupaciones independientes como Teatro de la “Escuela Nueva” (1919-21), El mirlo blanco (1926-27), El cántaro roto (1927), El Caracol (1928). Durante la II República se llevaron a cabo distintas iniciativas culturales, como las Misiones Pedagógicas de Manuel Bartolomé Cossío que a partir de 1931 promovieron por los pueblos campañas de alfabetización, organizaron bibliotecas, representaron obras de teatro (Teatro ambulante o Teatro del pueblo de Alejandro Casona). Otras iniciativas fueron El búho (1935-36) de Max aub y La Barraca (1932-36) de García Lorca.  La renovación llegó incluso al teatro comercial, como las obras representadas por la compañía de la actriz Margarita Xirgu en el Teatro Español de Madrid entre 1930-35. 
Algunos autores de la generación del 98 escribieron teatro desde presupuestos literarios semejantes a los del resto de su producción: un teatro que sirva de medio de expresión para los conflictos religiosos y existenciales. En líneas generales, se trata de un teatro intelectual, que enlaza con las tendencias filosóficas de fin de siglo. Técnicamente intentarán romper con las formas realistas. Los autores del 27 también se incorporan al teatro con objetivos tan variados como acercar el teatro al público (es el caso de la compañía «La Barraca»), incorporar elementos vanguardistas y poéticos (no sólo el uso del verso, sino una poesía profunda, de contenidos). 

Federico GARCÍA Lorca  
B.1) Datos biográficos (1898–1936). En 1919 ingresa en la residencia de Estudiantes de 
Madrid, donde entabló amistad con Salvador Dalí y Luis Buñuel, entre otros. Becado por ella, de 
1929-30 viaja a Nueva York. De vuelta a España, funda un grupo teatral universitario, «La Barraca» (1932) para difundir el teatro clásico español. Es fusilado en 1936.  
Fue un hombre dotado de una fina sensibilidad artística, que lo hacía perfectamente apto para todo tipo de manifestaciones artísticas. Su fuerte personalidad, su carácter alegre y apasionado contrasta con su faceta pesimista, angustiada y frustrada que aparecen en algunas de sus obras. 
Es el mejor representante de la fusión entre tradición y vanguardia. En la escena teatral española Lorca, junto con la Valle-
Inclán, son los grandes renovadores de la primera mitad del Siglo XX. B.2) Obra teatral. 
1) El tema esencial del teatro de García Lorca es el enfrentamiento entre la sociedad con su poder represivo y el deseo de libertad y realización individual. Para representar este conflicto, Lorca elige como protagonista a la mujer, víctima de la estricta moral de la época, igual que en su poesía había elegido al gitano (Romancero gitano) o a los negros (Poeta en Nueva York).  2) Los rasgos que definen el teatro de Lorca son: 
Búsqueda del espectáculo total, en el que se combinen verso y prosa, elementos cultos y folclóricos, música y plástica al servicio de la expresión de los sentimientos humanos. 
Acercamiento a un receptor popular; en este sentido, Lorca dirigíó el proyecto de divulgación teatral “La Barraca” o impregnó su propio teatro de elementos populares. 
Ambientes opresivos que condicionan la libertad de los personajes principales: el pueblo (Yerma, La casa de Bernarda Alba) la pequeña ciudad en la que vive (Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores) etc. 
Lenguaje sencillo, directo, pero dotado de incomparable aliento poético que se manifiesta a través de diálogos cuajados de imágenes, símbolos y metáforas de extraordinaria plasticidad. 
3) La producción teatral de Lorca puede agruparse en tres núcleos fundamentales: 
Farsas y poemas dramáticos, emparentados con ciertas obras de Valle-Inclán. Se trata de textos sencillos en los que aparece el tema central de su obra el conflicto autoridad/libertad; extremos que en su primera obra –El maleficio de la mariposa (1920)- aparecen representados respectivamente por la Madre y el Poeta. Otros títulos son Retablillo de don Cristóbal, Amor de don Perlimplín, burla del matrimonio forzado, o La zapatera prodigiosa, aproximación a la insatisfacción amorosa. 
Ciclo hermético, influido por el Surrealismo. Destacan en este grupo Así que pasen cinco años, El paseo de Búster Keaton o El público. Esta última es su obra más ambiciosa y avanzada. En ella, tomando como punto de partida el argumento de El sueño de una noche de verano de Shakespeare, el autor aborda el tema del amor como fenómeno al margen de la voluntad del individuo, que se manifiesta de formas diversas; entre ellas, la homosexual. 
Ciclo trágico, que tienen en común el protagonismo femenino, un fuerte tono dramático y el tratamiento de un tema esencial en el teatro de Lorca: la insatisfacción amorosa. Es el caso de Doña Rosita la soltera  o El lenguaje de las flores, cuya protagonista envejece esperando al novio de la juventud; o las otras mujeres a las que se impide desarrollar sentimientos esenciales, como son el amor (Bodas de sangre, La casa de Bernarda Alba) o la maternidad (Yerma). En estas obras, Lorca usa el molde de la tragedia clásica, donde introduce elementos simbólicos y alegóricos. Igualmente, se vale del drama, en el caso de Doña Rosita y Bernarda Alba, más válido para asuntos cercanos y de mayor Realismo. En el caso de la última, el mismo Lorca hablaba de «reportaje», donde sobresalen el poder, la injusticia opresora, la frustración vital, etc.
C) OTROS DRAMATURGOS 
Los dramaturgos que intentaron una renovación teatral se pueden dividir en dos grupos: 
Un grupo formado por autores teatrales, como Alejandro Casona o Jacinto Grau. 
Un segundo grupo formado por escritores (novelistas, poetas). 
Todos pretendieron adoptar nuevas técnicas o nuevos enfoques estéticos e ideológicos a partir del conocimiento de la dramaturgia europea contemporánea y de sus propias propuestas renovadoras en otros géneros literarios: 
Alejandro Casona (1903-1965), comienza su dramaturgia en 1934 con La sirena varada, Otra vez el diablo y Nuestra Natacha, que lo lanzan a la fama en 1936. La vocación pedagógica de su teatro está presente en su producción de los años republicanos, como en el Retablo jovial, adaptaciones de clásicos para los niños. Sus mejores obras, sin embargo, fueron escritas en el exilio. 
Jacinto Grau (1877-1958) creador de un teatro poético con ribetes filosóficos y cierta exuberancia de imaginación que despertó interés en París, Londres, Berlín… Y fracasó comercialmente en España.   
Su obra se puede clasificar en tres grupos: 
Obras trágicas: El conde Alarcos, 1917; El hijo pródigo, 1918) 
Obras de carácter político-social: El tercer demonio (1908), y sobre todo El señor de Pigmalión (1921), estrenada en París antes que en España. Se trata de una farsa tragicómica,  en la que presenta a un artista, creador de unos muñecos que, anhelantes de vida propia, se rebelarán contra él.  
Obras dedicada al mito de don Juan: Don Juan de Carillana (1913), El burlador que no se burla (1930). 
Miguel de Unamuno crea un teatro filosófico en el que presenta los problemas humanos que le obsesionaban. Sus principales obras son Fedra (1911) y El otro (1927). 
Azorín incorpora técnicas surrealistas y se acerca a lo irreal y simbólico. Su obra más interesante es Lo invisible (1928), breve trilogía sobre la angustia ante la muerte. Otras obras son: Old Spain (1926), Brandy, mucho brandy (1927), y Angelita (1930).  
Rafael Alberti (1902), escribíó un teatro vanguardista que evoluciónó hacia el compromiso. Utilizó un lenguaje simbólico en El hombre deshabitado (1930), “auto sacramental sin sacremento” en la que trata la crisis existencial que sufríó el autor. El teatro comprometido tiene fiel representación en Fermín Galán (1931), sobre un reciente héroe republicano fusilado. 
Miguel Hernández (1910-1942), se estrena con un auto sacramental en verso (Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras, 1933-34), al que siguen melodramas sociales como Los hijos de la piedra (1935) y El labrador de más aire (1937).  
Max Aub (1903-1972) es uno de los pioneros de la frustrada revolución escénica utilizando técnicas vanguardistas y antirrealistas en obras como Crimen (1923), y Espejo de avaricia (1927 y 1935). Siguió escribiendo teatro en el exilio. 
También Ramón Gómez de la Serna (1888-1963) ensayó la escritura de obras teatrales distintas de las comerciales, con resultados escasamente relevantes. Entre 1909 y 1912 escribíó diecisiete piezas breves, plagadas de elementos modernistas y dadaístas. En 1929 estrena Los medios seres, sobre las frustraciones humanas. 



9.3. La trayectoria dramática de Ramón María del Valle-Inclán.  
Datos biográficos (1866-1936). Nacido en Villanueva de Arosa (Pontevedra), destacó en los círculos bohemios y artísticos de su tiempo por su carácter extravagante. En 1899 perdíó el brazo izquierdo a causa de una herida que le hicieron en una disputa y que terminó gangrenándose. Se casó con una actriz con la que tuvo seis hijos. Autor prolífico, escribíó poesía, teatro, artículos de prensa, relatos y novelas. 
Obra dramática 
Se considera a Valle-Inclán como el más importante dramaturgo del Siglo XX y uno de los grandes renovadores del teatro contemporáneo por su insaciable voluntad de renovación técnica, formal y temática. Fue un teatro tan nuevo para su momento que en España no encontró el eco y permanecíó oculto al gran público y alejado de los escenarios hasta más de 40 años después de haberse escrito. Con su teatro Valle-Inclán inventa una nueva dramaturgia, una nueva concepción de lo dramático y una nueva utilización del espacio escénico. Se adelanta en gran parte al nuevo teatro europeo, al teatro de vanguardia, de rebelión, épico o del absurdo. 
Su gran aportación fue una nueva forma de reflejar la realidad denominada esperpento. 
Para llegar a esta fórmula teatral Valle-Inclán siguió un recorrido fecundo, en el que destaca la tendencia a superar la estética al uso y los convencionalismos burgueses, tanto en lo referente al lenguaje como a la acción dramática. 
En este sentido, sus piezas presentan abundante nómina de personajes, variedad de escenarios, muchos de ellos exteriores, acciones dramáticas irrepresentables, de alto valor literario y un lenguaje de extraordinaria riqueza. 
Su obra teatral puede dividirse en cuatro ciclos: 
Ciclo modernista, son “poemas dramáticos” escritos en verso sonoro y ambientados en la Edad Media: 
Cuento de Abril (1910) sobre los desgraciados amores de un trovador por una princesa. 
Voces de gesta (1911) tragedia pastoril donde se mitifica una derrota. 
El Marqués de Bradomín (1906), El yermo de las almas (1908-) donde se recrean idilios adúlteros 
Ciclo mítico, época de transición en la que no se aleja del Modernismo pero adopta un tono más crítico y agresivo y un lenguaje que se vuelve más duro.  
A esta etapa pertenecen pequeñas farsas como La cabeza del dragón (1910) sobre un príncipe que rescata a una Infanta apresada por un dragón, y La marquesa Rosalinda (1913), sobre un triángulo amoroso con final triste. Ambas obras presentan un contraste entre lo sentimental y lo grotesco. 
La trilogía Comedias bárbaras (Ágüila de blasón, Romance de lobos y Cara de plata). Son tres obras perfectamente estructuradas protagonizadas por  don Juan Manuel de Montenegro, personaje vicioso y pendenciero que acabará pereciendo a manos de sus propios hijos. Se refleja un mundo primigenio, elemental, de pasiones violentas y desatadas, donde imperan de modo fatal las leyes de la herencia y de la degeneración, del vicio y de la superstición.  
Divinas palabras (1920), una de sus mejores obras, tragicomedia de aldea, La acción gira alrededor de la familia de Pedro Gailo, que se aprovecha de un sobrino, Laureaniño el Idiota, un enano hidrocéfalo que es expuesto en las ferias por sus familiares para conseguir dinero. El enano es objeto de diversas disputas hasta que un grupo de gente lo emborracha hasta matarlo. Valle-Inclán refleja una Galicia sórdida y miserable, dominada por la avaricia y la lujuria, con un pueblo harapiento, ignorante y supersticioso, donde abundan los tarados y deformes físicos y espirituales. En esta obra presenta múltiples y variados escenarios, rápidos cambios de escena, gran cantidad de personajes, muchas y elaboradas acotaciones.. 
Ciclo esperpéntico. A partir de 1920 adopta un nuevo enfoque llamado esperpento, que consiste en adoptar una estética deformadora que resalta lo grotesco y que evidencia la degradación social del país. Para lograrlo utiliza los siguientes procedimientos: 
Deformación caricaturesca de la realidad y de los personajes que, desprovistos de humanidad, son tratados como marionetas, mediantes procedimientos de animalización y cosificación. Se trata de una distorsión de la realidad sumada a una degradación total de los personajes (a los que animaliza y cosifica)
Creación de situaciones absurdas y exageradas. Aquí hay que destacar una técnica muy importante, el contraste. En la obra de produce un contraste eficaz entre lo absurdo y lo verdaderamente trágico, entre lo grotesco y lo doloroso.
Utilización de la ironía y la sátira. Igualmente, junto a este lenguaje mordaz, aparecen elementos de gran carga poética, principalmente en sus famosas acotaciones, donde destaca la frase nominal, el simbolismo de la luz y la oscuridad y la adjetivación.
Uso del lenguaje coloquial, que llega incluso a lo vulgar, lleno de casticismo y de juegos de palabras. El dominio del diálogo es total, así como la variedad de registros lingüísticos.

Valle-Inclán declaró en 1928 que había tres maneras de ver a los personajes: “de rodillas, de pie y levantado en el aire”. En la primera, el autor ve sus criaturas como héroes (tragedia griega), en la segunda el personaje queda al mismo nivel que su creador, es decir, como hombre corriente. En la tercera los personajes se convierten en muñecos grotescos. Esa es la visión que aporta el esperpento. 
Dentro de este ciclo escribíó:  
Luces de bohemia (1920) Su mejor obra es Luces de bohemia, obra centrada en la última noche de la vida de Max Estrella, un poeta bohemio, pobre y ciego, que refleja la incomprensión y degradación de una España absurda.  
Max Estrella recorre distintos lugares de Madrid, junto con su amigo don Latino, en esta su última noche. En estos lugares se encuentra con personajes caricaturizados que son objeto de la crítica de Valle-lnclán. Se ha querido ver en este paseo nocturno del protagonista un simbólico descenso a los infiernos de la degradación, la miseria, la injusticia, etc.  
Los personajes son caracterizados por sus actos, su forma de hablar (destaca la variedad de registros) y por las acotaciones del escritor, que tienen un fuerte valor literario. Su degradación se produce frecuentemente a fuerza de animalización o cosificación y aparece un humor agrio que llama más al llanto que a la risa.  Pero la sucesión escénica responde a una cuidada estructura: Preludio: escena I (Max en su casa : anhelo de morir). Cuerpo central de la obra: peregrinación de Max por la noche madrileña. Escenas IIXII (IVI: Max en el calabozo con el obrero catalán; VIIXI: salida de la cárcel hasta la muerte del obrero catalán). Final de la peregrinación: escena XII. Max vuelve a casa y muere. Se expone la teoría del esperpento. Epílogo: escenas XIIIXV. Se lleva a cabo el suicidio anunciado en la escena I. En la obra se critica la historia pasada –imperial de Felipe II- la contemporánea, la represión policial, la religiosidad tradicional y vacía, las instituciones literarias, escuelas. La obra constituye una sátira política y social de la España contemporánea, un lugar lleno de injusticia, miseria, estupidez, arbitrariedad y violencia; un lugar sin más salida que la muerte.
La trilogía Martes de carnaval: o  Los cuernos de don Friolera (1921), donde presenta un conflicto de honor de un teniente de carabineros, que tiene noticias sobre la infidelidad de su mujer con un barbero. 
Las galas del difunto (1926), sobre un soldado que regresa de la guerra de Cuba y una joven prostituta, hija de un boticario que fallece y cuya tumba es profanada. 
La hija del capitán (1927) La Sini se ve comprometida a mantener relaciones con el General promoviendo así una buena carrera profesional a su padre, el Capitán Sinibaldo Pérez, que sabe y consiente. Se cruza en la historia El Golfante, enamorado de la Sini y que cegado por la pasión se dispone a asesinar al General. Sin embargo, por equivocación acaba con la vida de otra persona. El Golfante y la Sini escapan con información comprometedora para el General que venden a la prensa 
Ciclo final. Son cinco obras recogidas en Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte. Son tragedias de carácter simbolista protagonizadas no por héroes sino por personajes cotidianos o marginados donde las pasiones capitales de la avaricia y lujuria arrastran a los desdichados personajes: 
Ligazón(1926). La madre y tía de “La Mozuela” quieren prostituirla, pero ella se opone y llega al asesinato para evitarlo. 
La rosa de papel (1924) Agonía y muerte de La Encamada cuyo esposo busca denodadamente el dinero que ha ido guardando la difunta. Al encontrarlo se abalanza lascivamente sobre el cadáver. 
El embrujado (1912), sobre una enrevesada petición de paternidad de un niño. 
La cabeza del Bautista (1924) sobre una venganza en la que la asesina terminará enamorada de su víctima. 
Sacrilegio (1927) sobre unas disputas entre unos bandoleros y un supuesto sacerdote. 

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