Teatro Neoclásico

La poesía del Siglo XVIII:


En este periodo se pueden establecer tres corrientes en el teatro:
La primera, de tradición barroca;  a partir de  ella se fue forjando la mentalidad neoclásica que la sucedíó. Esta segunda se caracterizó por la vuelta a los clásicos, el predominio de las ideas ilustradas y su marcado didactismo. La última corriente, llamada prerromántica, intensificó la preocupación social y la libertad fue convirtiéndose en el tema principal.
En la poesía de este siglo se observan diferentes tendencias: la rococó, la prerromántica y la ilustrada. Ésta última fue la que se adueñó de los ideales ilustrados al hacer del instruir y educar sus objetivos centrales, lo que trajo como consecuencia que se buscara un estilo sencillo y alejado de todo barroquismo formal. Sus temas centrales serán la crítica de ciertos aspectos sociales, la defensa de la fraternidad, la denuncia de la pobreza y la exaltación del hombre común.

El Teatro Neoclásico: Carácterísticas

En el Siglo XVIII podemos observar tres tendencias distintas, basadas en diferentes concepciones del teatro y apoyadas por públicos diferentes.

1-En la primera mitad
del siglo continúa la producción de
obras barrocas (herencia de Lope de Vega y Calderón), ya que era el único espectáculo que podía divertir a un público numeroso que estaba acostumbrado a tramas complicadas, métrica variada y una puesta en escena sorprendente.

2-Posteriormente
se desarrolló el
teatro neoclásico, cuya principal carácterística es su concepción como instrumento al servicio de la enseñanza; lo primero era educar, el entretenimiento era secundario. Así, su finalidad era principalmente didáctica y su utilidad consistía en fomentar en los espectadores el buen gusto y una manera de pensar racional.Otros rasgos de este teatro serían:1-Desarrollo de temas cotidianos2-La separación radical de los géneros (comedia y tragedia).3-Pocos personajes en escena.4-La estructuración de las obras según la ley de las tres unidades( de acción, tiempo y lugar)


Dentro del teatro neoclásico diferenciamos entre: La tragedia neoclásica



.(Raquel)

Aunque fue considerada la forma más adecuada para el teatro didáctico, en el XVIII español este tipo de obras acabó fracasando porque lo ahogó el sometimiento estricto a las normas neoclásicas,  la ausencia de sentido teatral (obras escritas por escritores, no por dramaturgos) y la inexistencia de una tradición y un público. La tragedia histórica está protagonizada por personajes ejemplares que sirven como modelo y que pasan por pruebas en las que triunfan su virtud, patriotismo y nobleza. Se recurre numerosamente a los héroes históricos pasados. En suma, se retrata un mundo donde sólo caben los sentimientos sublimes, los protagonistas pertenecientes a la clase social alta y donde el final no suele ser feliz.. En este panorama destaca la tragedia Raquel de Vicente García de la Huerta, que trata de los amores del rey Alfonso VIII y la judía Raquel.

La comedia neoclásica


.(La petimetra)

Su máximo exponente es Leandro Fernández de Moratín

. Es el único de los dramaturgos neoclásicos que consigue crear una forma valiosa de comedia, para ello fusiona la comedia urbana y la sátira de costumbres. Une dos actitudes: una crítica de raíz intelectual (planteamiento, nudo) que pone de relieve los vicios y errores de la sociedad, otra sentimental de raíz afectiva (desenlace) que destaca la verdad y la virtud. De esta forma cumple con la finalidad didáctica del teatro neoclásico. Los personajes son más cercanos a los espectadores, ya que describen la clase media. El tema principal del que se vale Moratín es la inautentincidad como forma de vida y se vale de tres temas secundarios para expresarlo: los matrimonios de conveniencia, la educación de los jóvenes basada en el autoritarismo (sobretodo en las niñas) y la comedia popular de su tiempo. En verso: El viejo y la niña, El barón y La mojigata, y dos en prosa: La comedia nueva o el café y El sí de las niñas. El argumento de la misma gira en torno a la futura boda desigual de don Diego, un anciano, y doña Francisca, un joven que ama a otro hombre, don Carlos. Moratin Critica la obsesión con el linaje familial y critica la religiosidad superficial de la época, lo que creo problemas con la Inquisición.Personajes. Se respeta las famosas tres unidades dramáticas. Finalmente, el desenlace final de la obra ―con ese triunfo de los sentimientos al permitir que se casen los jóvenes enamorados― nos hace pensar en el Romanticismo que vendrá más tarde.

Teatro costumbrista

. Su expresión más destacada fue el sainete, pieza corta representada en los descansos cuyo carácter era cómico y en ocasiones satírico y burlesco. Este género cuenta también con el desprecio de los ilustrados. El autor más importante es Ramón de la Cruz.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *