Dialectos del Español: Características de las Variedades Geográficas Septentrionales, Meridionales y Americanas

Variedades Geográficas del Español Septentrional

Las variedades geográficas son la manera de hablar una lengua en un determinado territorio. Surgen de la expansión de las lenguas por diferentes sitios e intervienen factores políticos y culturales, además de la evolución dada por el tiempo.

En España, el español presenta distintos tipos de variedades geográficas. Las septentrionales se dan en la mitad norte de la Península, donde conviven con el leonés y el aragonés, y con otras lenguas como el catalán, el gallego y el vasco. Debido a esto, cada zona tiene distintas peculiaridades, sobre todo en el ámbito informal.

Interferencias en Comunidades Bilingües

Influencia del Catalán

El catalán ha influido en la manera de decir la /l/, la eliminación del sonido /d/ al final de las palabras (ej. amistat) y la pronunciación de la v. También se observan interferencias léxicas y sintácticas:

  • Uso de artículo + nombre propio (ej. El Joan).
  • Dequeísmo (ej. Afirmo de que).
  • Concordancia del impersonal (ej. habían problemas).
  • Calcos como hacer llegar tarde.

Influencia del Gallego

El gallego ha influido en la entonación, en el cierre de las vocales /o/ y /e/, y en el uso del pretérito perfecto simple (ej. Lo dijo esta mañana). Otros rasgos son:

  • Uso del diminutivo -iño/a.
  • Calcos con construcciones gallegas (ej. Díjome que fuera).
  • Dativo ético (ej. Te hace buen tiempo).

Influencia del Vasco

El vasco afecta al País Vasco y Navarra, manifestándose en:

  • Estructuras sintácticas verbales (ej. Estoy de hambre).
  • Leísmo femenino (ej. Le llaman a María).
  • Ausencia de pronombres de complemento directo (CD) (ej. Te preparo).

Zonas de Contacto con Asturleonés y Aragonés

Rasgos del Asturleonés

Se observa el cierre de /e/ y /o/, el uso del diminutivo -ín/ina, los plurales femeninos en -es, verbos pronominales sin pronombre (ej. ¿Ya marchaste?), pronombres enclíticos (ej. Díjome) o el uso del pretérito perfecto simple.

Rasgos del Aragonés

Influye en la entonación, el alargamiento de las vocales finales y la combinación de se/le/les (ej. Se les he dicho), así como el diminutivo -ico.

El Castellano Central

El castellano central presenta los siguientes fenómenos:

  • Sustitución de la /-d/ final por la /θ/ (ej. Madriz).
  • Diferenciación fónica de s y z.
  • Pérdida de la -d- intervocálica (ej. cansao).
  • Extensión del yeísmo (ej. calló y cayó se pronuncian igual).
  • Presencia del leísmo y aumento del laísmo.
  • Infinitivo como imperativo (ej. ser buenos).
  • Añadir -s a la segunda persona del singular del pretérito perfecto simple (ej. fuistes).

Variedades Geográficas del Español Meridional

Las variedades geográficas son la manera de hablar una lengua en un determinado territorio. Surgen de la expansión de las lenguas por diferentes sitios e intervienen factores políticos y culturales, además de la evolución dada por el tiempo. En España, las variedades meridionales se dan en la zona sur y se relacionan estrechamente con el español de Hispanoamérica, siendo el andaluz y el canario los principales dialectos (junto al extremeño y el murciano).

El andaluz y el canario proceden de los cambios que se produjeron desde la época de Al-Ándalus hasta la actualidad, cambios muy distintos a los del norte, que se venían dando desde el siglo XVI.

El Andaluz

El andaluz se diferencia por:

  • El seseo (ej. casador) y el ceceo (ej. azado). Estos dos fenómenos no se dan a la vez.
  • Desaparición de la -/s/ al final de la palabra (ej. la niñah).
  • Aspiración de la j (ej. hefe).
  • Confusión de l y r (ej. mi alma por mi arma).
  • Pérdida de la -d final y la -d- intervocálica.
  • Yeísmo (ej. caye).
  • Uso de ustedes en vez de vosotros.
  • Diminutivos -illo/a.
  • Mantenimiento de arcaísmos como arabismos y mozarabismos.

El Canario

El canario tiene características similares a las andaluzas y a las de Hispanoamérica, como el seseo, la aspiración de la -s y la -j, el yeísmo y el pronombre ustedes. Además, presenta:

  • Americanismos (ej. guachimán, por vigilante).
  • Guanchismos (ej. gofio).

Variedades de Transición: Extremeño y Murciano

El extremeño y el murciano tienen características de otras variedades. El extremeño comparte rasgos con el andaluz y el asturleonés, mientras que el murciano lo hace con el andaluz, el catalán y el aragonés.

El Extremeño

Presenta aspiración de -s y j, confusión de l y r, pérdida de la -/d/-, y el yeísmo, muy similar al andaluz, pero distinguiendo entre s y z. Por influencia del asturiano, se hace uso del diminutivo -ino/a y se recogen asturianismos en el vocabulario.

El Murciano

Hablado en Murcia y parte de Alicante y Albacete, consta de seseo, aspiración de la -s y la j, y confusión de l y r. También presenta diminutivos aragoneses en -ico/a y la conservación de la fl- (ej. flamarada) por influencia catalana.

Algunos de los rasgos meridionales tienden a extenderse hacia el norte, como el yeísmo y la aspiración de la -s al final de la sílaba, al igual que la pérdida de la -d- intervocálica.

El Español en el Mundo: Lengua Materna, Oficial y Aprendida

El español es una de las lenguas más habladas del mundo, con más de 585 millones de hablantes, siendo 489 de ellos nativos y el resto aprendices. El 7,5% de la población mundial es hispanohablante. Es la segunda lengua con más nativos en el mundo tras el chino y la tercera con más hablantes en términos generales. Además, es la tercera lengua más usada en el mundo en los medios de comunicación e internet.

En la actualidad, más de 22 millones de personas estudian español como lengua extranjera. Se prevé que la lengua siga creciendo hasta 2068, alcanzando ese año 724 millones de personas. Además, se estima que en 2080 Estados Unidos será el segundo país hispanohablante del mundo, después de México.

Es lengua oficial en veintiún países, fundamentalmente en España, los países hispanoamericanos y Guinea Ecuatorial, teniendo también una gran presencia en Estados Unidos, Puerto Rico o Brasil, y en aquellos donde hay presencia de la comunidad sefardí.

El Español en Filipinas

El español fue lengua oficial en Filipinas desde la segunda mitad del siglo XVI hasta 1973, fecha en la que era cooficial con el tagalo y el inglés. Hoy en día se sigue estudiando y hablando castellano como segunda lengua, además de la gran influencia que ha dejado en el tagalo o filipino (ej. tinidor, kumosta?), en los apellidos y nombres, en la toponimia y, sobre todo, en el chabacano.

El Sefardí o Judeoespañol

El sefardí es la modalidad del castellano hablada por los descendientes de los judíos españoles que fueron expulsados en 1492 por los Reyes Católicos. Existen comunidades sefardíes en el norte de África, en Israel, en la península balcánica y en EE. UU. El judeoespañol se encuentra en decadencia y ha quedado en casi desuso.

El sefardí se caracteriza por la conservación de rasgos arcaicos y por su semejanza con el castellano antiguo:

  • Distinción de fonemas /b/ y /v/ en la posición inicial.
  • Conservación del grupo -mb- (ej. palomba).
  • Formas en -o para la primera persona del singular (ej. do por doy, estó por estoy).

El Español en América

El mayor número de hablantes de español se encuentra en Hispanoamérica. El español de América presenta muchas similitudes con los dialectos meridionales españoles, como el andaluz. La explicación de este andalucismo se encuentra en que los pobladores de las nuevas tierras procedían de Andalucía y de Canarias.

Desde entonces se ha propagado el castellano, influyendo notablemente sobre las lenguas autóctonas que seguían hablándose (ej. maya). En este proceso se conformaron dos grandes áreas lingüísticas:

  1. Área Innovadora: En las Antillas y en la zona costera, donde observamos rasgos andaluces: aspiración de la j, pérdida de la /-d-/ intervocálica, confusión de /r/ y /l/, etc.
  2. Área Conservadora: Correspondiente a las tierras altas del interior (México, Perú y Ecuador), donde se difundió la norma culta castellana, aunque el seseo se convirtió en rasgo propio de América.

Rasgos Lingüísticos Comunes en América

En los rasgos lingüísticos se detecta la influencia del andaluz y el canario. Así se dan:

  • El seseo.
  • El yeísmo.
  • La aspiración de la -/s/ final de sílaba o palabra.
  • La confusión r/l (ej. mi amol).
  • La diptongación de vocales en hiato (ej. pasiar).
  • Creación de terminaciones femeninas para palabras que no la tienen en España (ej. demonia).
  • Uso de plurales en -ses (ej. pieses).
  • Presencia abundante de diminutivos (ej. ahorita).
  • Empleo de recién con valor de adverbio de tiempo equivalente a ahora (p.ej.: llegó recién).
  • Desaparición de los tiempos compuestos del verbo.
  • Anteposición del posesivo en los vocativos (p.ej., mi hijo en vez de hijo mío).
  • Concordancia del verbo haber con el CD (ej. habían muchas personas).
  • El voseo (uso de vos), que repercute también en las formas verbales (ej. vos tomás en lugar de tú tomas).

Diferencias Léxicas

Es en el nivel léxico donde encontramos las mayores diferencias entre el español de España y el de América, relacionadas con:

  • Arcaísmos: Muchas palabras que en la península ibérica cayeron en desuso o cambiaron de significado aún se utilizan entre los hispanoamericanos (ej. vidiera).
  • Indigenismos: Hay muchos que ya han pasado al castellano general (ej. aguacate, chocolate), pero muchos otros solo se usan en algunas áreas de Hispanoamérica (ej. mate).
  • Neologismos: Proliferan las adaptaciones y calcos del inglés (ej. carro, de car), del francés (ej. pieza por habitación) y del italiano (ej. pibe por muchacho).

A pesar de las diferencias, la unidad del idioma se refleja y queda garantizada por la literatura y los medios de comunicación. No así en los ámbitos más familiares, donde las diferencias son mucho más marcadas y, en ocasiones, hasta ininteligibles para un español peninsular.

El Espanglish en EE. UU.

En numerosas ciudades de EE. UU. se está extendiendo el uso del castellano por la inmigración hispana. Esto está dando lugar a fenómenos diversos como la reciente extensión de una variedad híbrida entre el castellano y el inglés: el espanglish. Consiste en el uso de estructuras y expresiones inglesas dentro del discurso en castellano, lo que da lugar a la transferencia indiscriminada de vocablos: Estuvimos no más guachiando la tivi (solo estuvimos viendo [to watch] la televisión).

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