El Himno: Definición y Origen
Es una composición musical de carácter solemne. Generalmente se canta a coro para unir a la gente en un mismo fervor patriótico, religioso o deportivo. Su origen fue religioso y primitivamente estaba destinado a honrar a los dioses.
El Himno Nacional Argentino: Símbolo, Historia y Modificaciones
El Himno Nacional Argentino es un símbolo de identidad y unidad; nos hace sentir que por encima de las diferencias compartimos un mismo territorio y una misma historia. Este es el valor de todos los himnos nacionales: detrás de cada uno hay una historia llena de coraje y de convicción.
Nuestro Himno Nacional sufrió modificaciones hasta llegar a su versión actual. En 1900, durante la presidencia de Julio Argentino Roca, se decidió suprimir algunas estrofas a pedido del gobierno español.
La versión original de nuestra canción patria fue creada por Vicente López y Planes y Blas Parera y aprobada por la Asamblea General Constituyente el 11 de mayo de 1813.
Contexto Histórico y Literario: El Neoclasicismo
El Himno pertenece a la llamada Literatura de la Independencia porque se gestó como consecuencia de las luchas por la libertad. Se enmarca dentro de un movimiento cultural llamado Neoclasicismo.
América en el Siglo XIX: Clima de Malestar e Ideales de Libertad
Transcurrían las primeras tres décadas del siglo XIX. América estaba convulsionada. Las economías regionales, sujetas a las necesidades de los españoles, y las aspiraciones políticas de los criollos eran siempre desplazadas en beneficio de España. Esto producía un clima de malestar al que se le agregaba la invasión napoleónica a España y, con ella, el debilitamiento de los vínculos entre la metrópoli y las colonias.
¿Por qué seguir dependiendo de otra nación? En América ya se había extendido el ideario de la libertad, la independencia y la justicia. Las minorías cultas estaban al tanto de las ideas que habían impulsado la independencia de Estados Unidos (1776) y la Revolución Francesa (1789). Eran las que se habían desarrollado en Europa durante el siglo XVIII, llamado el Siglo de las Luces:
- Soberanía popular
- División de poderes
- Tolerancia religiosa
- Independencia para comerciar
Razón, progreso, libertad e igualdad ganaron el corazón de los americanos. En suma, las ideas del liberalismo y de la Ilustración, cuya concepción del mundo y del hombre (su cosmovisión) era intelectual.
En una sociedad cuya política y economía se estaban resquebrajando, fue tomando fuerza un ideario que permitiría a las minorías cultas hacerse cargo del poder político y mejorar las condiciones de vida de los americanos. Los descubrimientos científicos y los avances tecnológicos habían cambiado las expectativas de la sociedad y se planteaba la necesidad de educar al pueblo, de acumular conocimiento y difundirlo. Acompañaban este proyecto sectores desplazados como los negros, los indios y los criollos, porque implicaba también para ellos ampliar sus posibilidades sociales y culturales.
El Virreinato del Río de la Plata y el Surgimiento del Neoclasicismo
En el Virreinato del Río de la Plata, particularmente, ya habían sucedido hechos como las Invasiones Inglesas, que habían generado la confianza del pueblo en sus propias fuerzas. Había líderes capaces de orientar hacia una meta de bienestar común, y había un pueblo capaz de pelear por sus ideales. Se daban, entonces, las condiciones para autogobernarse. Y, como consecuencia, se gestaron las luchas de la independencia que involucraron no solo a nuestro país sino al conjunto de países americanos, ya que la historia en todos era muy similar. Es en este contexto histórico en el que afloró el Neoclasicismo, que fue un movimiento cultural consistente en un retorno a los valores universales clásicos.
El Neoclasicismo reprodujo en América (siglo XIX) las características con las que se había desarrollado en Europa (siglo XVIII), pero aquí profundizó aspectos relacionados con el contexto hispanoamericano. Como la mayoría de los movimientos, las fechas de comienzo y…
Características del Neoclasicismo en la Literatura Americana
En literatura, el Neoclasicismo presenta las siguientes características:
- Imitación de modelos clásicos: Los escritores imitan los modelos de la antigüedad clásica, considerados perfectos por la armonía y el equilibrio de sus formas. Se vuelve al mundo grecorromano y a su mitología como fuente de inspiración. Son frecuentes, por ejemplo, las alusiones a Marte, Venus o Baco.
- Arte normativo y sujeto a reglas: No hay lugar para el genio individual; el artista debe expresar el sentimiento colectivo y utilizar las formas consagradas por las preceptivas. Por ejemplo, la poesía seguirá rígidamente las convenciones de las formas estróficas (odas, himnos, elegías, soneto); utilizará los versos de arte mayor y recursos como el hipérbaton (alteración del orden sintáctico). El vocabulario es culto, de gran corrección y claridad, pero también sobrecargado de expresiones retóricas, artificiosas, alejadas del habla cotidiana.
- Carácter didáctico y utilidad de la belleza: La literatura tiene un carácter didáctico, como lo tenía también la literatura clásica latina y griega. El artista debe educar a la sociedad y guiarla por el camino de los ideales sociales y éticos. Para lograr el efecto estético hay que transmitir la verdad y, al hacerlo, se deja siempre una enseñanza. La belleza es razonable y se puede demostrar. Solo lo verdadero es bello, de allí la belleza útil.
- Predominio de la razón: Predominio de la razón y de la verdad. El arte no manifiesta las emociones, solamente traduce lo intelectual y racional. Interesa el concepto, no la pasión; lo denotativo, no lo connotativo.
- Temas patrióticos y naturaleza: Al elegir los temas, el escritor hispanoamericano se inclina por una alabanza a la naturaleza, vista como fuente de riqueza y, por lo tanto, de progreso, o por una exaltación de los sentimientos patrióticos; es decir, se pone la escritura al servicio de la sociedad.
- Función social y propaganda política: Nuestros artistas utilizan la escritura como un arma de propaganda política, como un instrumento de independencia. Se sienten «voceros del pueblo». Por ello, la literatura tiene una función social, se pone al servicio de una causa que la trasciende.
En síntesis, América logra plasmar en su literatura temas que le son propios: la naturaleza, la patria, pero lo hace usando el modelo europeo. Esto refleja una voluntad de responder a las condiciones del entorno hispanoamericano, pero también una imposibilidad de despegarse de las influencias extranjeras. No obstante, se ha abierto la primera puerta hacia la búsqueda de lo propio.
