La Influencia del Derecho Romano en Europa: De la Edad Media al Humanismo Jurídico

La recepción del Derecho romano en Europa

El Derecho romano, en la configuración que recibió de los glosadores y comentaristas, se difundió por toda Europa durante la Baja Edad Media. En este periodo se produjo una profunda penetración y asimilación de sus principios en todo el continente.

Causas de su difusión

Las causas principales de la recepción del Derecho romano en Europa fueron tres:

  • El desarrollo económico: La expansión comercial y urbana exigía nuevas normas jurídicas más sofisticadas, las cuales se encontraron en las soluciones casuísticas de las fuentes romanas.
  • El fortalecimiento del poder político: Los monarcas encontraron en las fuentes romanas un apoyo fundamental para fortalecer su poder político y consolidar su soberanía frente a los señores feudales.
  • La formación universitaria: Una gran cantidad de estudiantes acudió a las universidades italianas, sobre todo a Bolonia, donde se estudiaba el Derecho canónico y el Derecho romano. Al regresar a sus países como doctores, abogados o funcionarios de la Administración, se convirtieron en vehículos de penetración de estas ideas. Además, se crearon universidades en toda Europa a imagen y semejanza de las italianas, lo que aceleró este proceso.

Un proceso no uniforme

La recepción del Derecho romano en Europa fue un fenómeno general, aunque no uniforme, ya que se introdujo con mayor rapidez en unas zonas que en otras. En Italia, España y el sur de Francia, el Derecho romano nunca desapareció por completo. Allí, la doctrina de glosadores y comentaristas se aceptó como una simple ampliación de la Lex Romana Visigothorum y otras compilaciones de derecho romano vulgar vigentes. En estas regiones, la recepción fue suave, como un restablecimiento gradual de un sistema antiguo.

En cambio, en el norte de Europa, donde estaba vigente el Derecho consuetudinario germánico (que variaba en las diferentes regiones), la recepción fue más lenta. Sin embargo, finalmente fue aceptada por los monarcas al permitirles presentarse como emperadores dentro de su propio territorio. Cabe destacar que este proceso de recepción no se dio en Inglaterra, que desarrolló su propio sistema de Common Law.

Dos perspectivas de estudio

La actitud de las diferentes épocas frente al Derecho romano ha oscilado entre dos polos opuestos: adoptar un punto de vista dogmático o uno histórico.

  • Algunas corrientes vieron en el Derecho romano un sistema válido para todo tiempo y lugar. Consideraron el Derecho contenido en el Corpus Iuris como un Derecho vigente que, al contener la ratio scripta (la razón escrita), se podía aplicar también al momento presente.
  • Otras épocas, en cambio, vieron en el Derecho romano una gran creación, pero producto de una época determinada ya pasada, y por ello lo admiraron como un Derecho histórico.

En definitiva, mientras que épocas como la de los glosadores y comentaristas se acercaron a él con una actitud dogmática, otras posteriores lo analizaron desde una perspectiva histórica, como es el caso de la ‘jurisprudencia elegante’ que se aborda a continuación. Ambas perspectivas confluyeron finalmente en el siglo XIX con la figura de Savigny.

El Humanismo Jurídico: Una Nueva Perspectiva

Desde el siglo XV, la doctrina tardía de los comentaristas entró en franca decadencia. Estos juristas se distanciaron cada vez más de los textos romanos originales. Para resolver los casos planteados, no se apoyaban en su razonamiento individual, sino en las opiniones de comentaristas anteriores, abusando del argumento de autoridad.

Crítica al método tradicional

Esta situación determinó una reacción en un determinado número de juristas, formados en la enseñanza clásica, quienes se opusieron a los métodos de los comentaristas y adoptaron una nueva actitud frente al Derecho romano. Se criticaba el mal latín de los comentaristas, su falta de sentido histórico y su abandono de los textos originales.

El método historicista del Humanismo

La nueva actitud de la ‘Jurisprudencia elegante’ o humanista fue la de destacar el carácter histórico del Corpus Iuris. Los humanistas querían descubrir cómo era realmente el Derecho romano en su época y las fases por las que pasó en su larga historia. Para ello, propugnaron un nuevo método de estudio y enseñanza del Derecho romano: un método historicista.

Este nuevo enfoque les llevó a que, por primera vez, se intentaran descubrir las interpolaciones de Justiniano en los textos jurídicos clásicos para desvelar el verdadero derecho clásico. También se intentó reconstruir el ‘Edicto del Pretor’ en su tenor originario. Asimismo, el nuevo método les impulsó a estudiar la manera en que se habían transmitido los textos del Corpus Iuris después de Justiniano.

Expansión y legado del mos gallicus

Este movimiento humanista, conocido como mos gallicus (el método francés), tuvo su auge sobre todo en Francia en el siglo XVI, donde sus representantes principales fueron Cuyacio, Donelo y Antonio Faber. En España también hubo un representante destacado, Antonio Agustín.

Sin embargo, este movimiento no pudo arraigar de forma duradera en Francia, pues la mayoría de sus representantes se adhirieron a la reforma de Calvino y, con la persecución de los hugonotes, tuvieron que huir a otros lugares. A pesar de ello, consiguieron crear una sólida tradición humanística en Holanda, que perduró hasta el siglo XVIII.

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