Los cantares de gesta
Son relatos históricos en verso que tienen por objeto la exaltación de las hazañas de un héroe, que mantiene su honor por medio del riesgo y el esfuerzo. Surgen en la fase histórica de formación de un pueblo (edad heroica). Uno de los cantares de gesta más importantes es el Cantar de Roldán, de la segunda mitad del siglo XI y anónimo.
Origen y transmisión
En España, el origen de los cantares de gesta está relacionado con distintas fuentes: los carmina maiorum (cantos heroicos de los visigodos sobre sus antepasados germánicos), la épica francesa, la épica arábigo-andaluza y el folclore popular.
Los cantares de gesta se inscriben en la tradición literaria del mester de juglaría, por ello son anónimos. Fueron escritos por poetas cultos o los propios juglares, que los transmitían oralmente al público. En España conservamos el Poema de Mio Cid y el Romancero, así como prosificaciones.
Ciclos de los cantares de gesta
- Ciclo de los condes de Castilla: Incluye el Cantar de los infantes de Lara.
- Ciclo del Cid: Al que pertenece el Cantar de Sancho II.
- Ciclo de Carlomagno: Representado por el Cantar de Roncesvalles.
- Ciclo de don Rodrigo: Cuyo ejemplo es las Mocedades de Rodrigo.
El Poema de Mio Cid
Es un cantar de gesta que fue compuesto en el período de plenitud de la épica castellana medieval, entre la segunda mitad del siglo XII y la primera del XIII.
La estructura
El poema presenta una gran unidad argumental. La obra se divide en tres cantares o partes: el Cantar del destierro, el Cantar de las bodas de las hijas del Cid (considerado el centro poético del poema) y el Cantar de la afrenta de Corpes.
El argumento
El poema tiene dos líneas argumentales básicas: la primera se refiere a la aventura que sigue al destierro del Cid por orden de Alfonso VI, y que da lugar a la conquista de Valencia, la recuperación de la honra perdida y la reconciliación entre señor y vasallo. La segunda línea relata las bodas de las hijas del Cid, la afrenta de Corpes y la consecución de la gloria por el protagonista.
La métrica
El poema es una narración en verso que sigue el esquema métrico propio del mester de juglaría. Su métrica se caracteriza por el empleo de versos de medida irregular (anisosilábicos), de entre 14 y 16 sílabas, con una cesura que los divide en dos hemistiquios. La rima es asonante y los versos se agrupan formando una tirada.
Lengua y estilo
Sus rasgos estilísticos más destacados son:
- Uso del epíteto épico.
- Escasez de adjetivos.
- Predominio de la yuxtaposición y la coordinación oracional sobre la subordinación.
- Riqueza de vocabulario.
- Escasez de figuras literarias.
- Movilidad del texto.
- Sobriedad, claridad y sencillez del lenguaje.
- Apelaciones al oyente.
- Libertad en el uso de los tiempos verbales.
- Abundancia de diálogos.
- Visualización de escenas.
El amor cortés
El amor cortés nos ofrece el amor como un sentimiento que debe ser cultivado, e introduce la ternura y la devoción del amante por la amada. El amante la considera como un ser superior y admirable y la contempla como el siervo al señor. Esta dama no puede corresponder su amor por ser una mujer casada. El amante se entrega a la pena de amor. A pesar de ser casi siempre no correspondido, al amante le produce una gran felicidad.
La lírica provenzal
Es una poesía escrita para ser cantada y acompañada musicalmente. Se dirige a un público que escucha. Se diferencia de la épica en que la lírica provenzal es un arte refinado. Se llamó cansó a esta poesía amorosa, y trovadores a los poetas que la compusieron. Expresa el amor cortés. Esta lírica surge como arte anónimo, y tuvo influencia por toda Europa.
La lírica galaico-portuguesa
Ha llegado hasta nosotros por manuscritos y a través de los cancioneros, que son recopilaciones de poesías denominadas cantigas.
Tipos de cantigas
- Cantigas de amor: Expresan el amor cortés. Tienen un carácter culto y una composición estrófica compleja.
- Cantigas de escarnio y maldecir: Son sátiras ingeniosas utilizadas contra alguien a quien se quiere herir.
- Cantigas de amigo: Son poemas de amor o ausencia puestos en boca de una mujer. Tienen sus raíces en la lírica popular y tradicional.
La lírica tradicional castellana
La producción de la lírica popular de Castilla abarca cinco siglos: desde el siglo XIII hasta finales del XVII. La conservación de las canciones tradicionales castellanas se debe a que fueron recogidas en cancioneros, al igual que las cantigas galaico-portuguesas. Los temas tratados son el amor ausente, la hermosura femenina, la joven enamorada, la bella malmaridada, la monja a la fuerza, la serrana, el alba y el insomnio. El marco suele ser el trabajo o la caza.
La lírica sefardí
Es la lírica popular de los judeoespañoles. Las comunidades sefardíes, tras su expulsión de España, han ido cultivando canciones tradicionales.
El Dolce Stil Novo
A mediados del siglo XIII apareció en Italia la escuela poética en lengua vulgar: la Escuela Siciliana. Esta poesía contribuyó a que naciera en la segunda mitad del siglo el Dolce Stil Novo. Se desarrolló en Florencia, en lengua toscana. Los poetas de esta escuela se llamaban Fedeli d’Amore. Los más significativos fueron Guido Guinizelli, Guido Cavalcanti, Dante, Francesco y Giovanni. Cultivan el soneto, la canción y la balada. Estuvo influenciado por la lírica provenzal trovadoresca. Los poetas perciben el amor como una representación de lo divino, por encima del mundo de los amores humanos. La donna, la mujer amada, cumple la función de centro del cielo.
