Lírica del Segundo Renacimiento: Ascetismo y Misticismo
Fray Luis de León (1527-1591) y la Literatura Ascética
Este fraile agustino fue un reconocido estudioso de los textos bíblicos y de los clásicos, y dio clases en la Universidad de Salamanca. Fue encarcelado durante casi cinco años por haber comentado y traducido pasajes de la Biblia.
Forma parte del movimiento ascético, que consiste en la búsqueda de la perfección moral y espiritual mediante una vida austera, sin lujos, preferentemente solitaria y en armonía con la naturaleza.
Temas principales
Los temas más destacados en su obra son los relacionados con:
- El deseo de paz espiritual y de armonía con el universo creado por Dios.
- La vida retirada en contacto con la naturaleza, libre de ambiciones, dedicada al estudio y la contemplación como vía de acercamiento a Dios.
- La amistad.
- El amor a la naturaleza.
- El elogio de la música, cuya armonía reproduce la del universo.
- La huida de la vida urbana y la crítica de vicios como la lujuria o la avaricia.
Tópicos literarios
- Beatus ille (“dichoso aquel”): se aplica a la persona que se retira de la vida mundana para disfrutar de la tranquilidad espiritual de la naturaleza. Ensalza la vida sencilla y retirada, por lo general en contacto con el campo, como elogio de la vida rural frente al ajetreo urbano.
- Aurea mediocritas (“dorada moderación”): ideal de vida que no prefiere ni lo mucho ni lo poco, sino tener estrictamente lo necesario. De este modo, no hay preocupación por guardar lo que sobra ni por el deseo de obtener lo que falta. Alude al intento de alcanzar un punto medio entre los extremos, un estado ideal de equilibrio. Ambos tópicos expresan la virtud de llevar una vida sencilla, sin grandes pretensiones ni abundancia de bienes materiales.
Obra poética
Como poeta, destacó por su dominio de la lira. Sus obras más conocidas son:
- Oda a la vida retirada: Trata el tópico del beatus ille, dirigido a quien se aparta del mundo para alcanzar la sabiduría. Son muy conocidos sus versos iniciales: «¡Qué descansada vida / la del que huye del mundanal ruido!».
- Oda a Francisco Salinas: Expresa su admiración hacia su amigo Salinas, un organista ciego, cuya música eleva espiritualmente a quien la escucha.
- Oda a la noche serena: Invita al lector a contemplar la belleza de la naturaleza y la perfección del universo para que el alma conecte con Dios.
Literatura Mística: Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz
Santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz introducen en la poesía española el sentimiento de profunda cercanía con la divinidad. Dentro de la literatura religiosa, la mística expresa la experiencia espiritual de sentirse unido a Dios.
Temas y lenguaje simbólico
Los temas fundamentales de la poesía mística son el amor del alma cristiana hacia Dios y su fusión o unión definitiva con Él. Al tratarse de una vivencia extraordinaria, el poeta la considera muy difícil de comunicar con palabras, por lo que trata de expresarla empleando símbolos y expresiones propios del lenguaje amoroso humano. Por eso, el poeta utiliza metáforas y se refiere al alma como si fuera la esposa o amada de una relación amorosa, y a Dios como si fuera el esposo o amado.
Las tres vías místicas
En el camino que va desde el enamoramiento hasta la unión del alma con Dios, el espíritu pasa por tres fases o vías:
- Vía purgativa: el alma se purifica y se desprende de sus anhelos materiales mediante la renuncia al mundo, el sacrificio y la oración.
- Vía iluminativa: el alma recibe la luz del conocimiento de Dios y desea unirse con Él.
- Vía unitiva: el alma se fusiona con Dios y alcanza un estado de éxtasis.
Obras destacadas de San Juan de la Cruz
- Cántico espiritual: el poeta recrea la búsqueda protagonizada por una mujer (el alma) que sale al encuentro de su amado (Dios). De este modo, el poeta expresa a través de una ficción amorosa sus sentimientos religiosos más íntimos.
- Llama de amor viva: Poema que describe la culminación de la unión mística, el estado de transformación del alma en Dios.
- Noche oscura del alma: Poema en el que el alma es una muchacha que, durante la noche, sale a encontrarse con su Amado, que es Dios. En esta obra, el autor trata de expresar poéticamente el estado último del camino místico, la vía unitiva, es decir, la unión del alma con Dios y el goce sublime que esta fusión produce.
La Novela Picaresca: Orígenes y Rasgos Fundamentales
La novela picaresca es un producto original de la literatura castellana. Los rasgos de esta variante narrativa, que nace en 1554 con la publicación anónima de La vida de Lazarillo de Tormes, son:
- La figura del pícaro: el protagonista literario, que recibe el nombre de pícaro, es un antihéroe. Se trata de una persona de baja extracción social y anónima que sobrevive gracias a su ingenio por medio de engaños y astucias, actuando para solucionar sus problemas cotidianos.
- La narración autobiográfica: el pícaro narra su propia vida en primera persona para hacer creíble la historia.
- El realismo y la verosimilitud: la sociedad y la psicología de los personajes resultan creíbles. Las historias se desarrollan en lugares conocidos, tratan con crudeza temas sociales y sus protagonistas evolucionan con la experiencia, como si fueran personas reales.
El Pícaro: Retrato de un Antihéroe
Las características principales del pícaro son:
- Es hijo de padres sin honra, a menudo ladrones y de dudosa moral.
- Es un marginado social que pasa hambre desde niño.
- Es «mozo de muchos amos», con los que aprende a sobrevivir por sí mismo mediante el engaño.
- Desea progresar en la escala social, pero si lo consigue, es a costa de su honra personal, utilizando medios inmorales.
Temas y Crítica Social en la Picaresca
La obra picaresca ofrece una dura y crítica visión de la sociedad de la época, representada a través de los distintos amos a los que sirve el protagonista. Los temas más recurrentes son:
- La pobreza y la marginación: se denuncia la falta de caridad con los pobres.
- La codicia y el engaño como motores de la sociedad.
- El culto a la apariencia: los personajes se afanan en aparentar una honra social que no poseen.
- La mala educación y la falta de oportunidades.
- La falta de moral y preparación de algunos miembros de la Iglesia.
El Teatro Renacentista
Primera mitad del siglo XVI: El teatro cortesano
En la primera mitad del siglo XVI, el impulso para el drama viene del interés aristocrático por la cultura. Aparece un teatro cortesano representado en palacios, que incorpora música y baile.
En esta etapa destacan los escritores Bartolomé de Torres Naharro, Gil Vicente y, sobre todo, Juan del Encina, a quien se considera el creador de la figura del «bobo» o pastor simple.
Segunda mitad del siglo XVI: Hacia el teatro profesional
Durante la segunda parte del siglo XVI, va surgiendo un teatro profesional. Algunas compañías teatrales comenzaron a ser estables y a representar su repertorio en lugares fijos, llamados corrales de comedias.
El autor teatral más relevante de esta época es Lope de Rueda. Su creación más lograda son los pasos, breves piezas cómicas que en un principio formaban parte de la trama de comedias mayores. Poco a poco, fueron cobrando independencia y pasaron a representarse en los entreactos de obras más largas. Estas obras están escritas en clave de humor, reflejan las costumbres de la época y retratan tipos humanos que representan un solo rasgo de su personalidad: la avaricia, la ignorancia, etc. (por ejemplo, el soldado fanfarrón, hidalgos pobres, estudiantes calavera, timadores, ladrones, maridos celosos, el glotón o el holgazán). En estas obras no falta la acción: enredos, peleas y palos. El público veía reflejados los defectos humanos de una forma cómica. Generalmente, las escenas de humor iban acompañadas de aspavientos, caídas, porrazos y voces. Su finalidad principal era divertir al público.
