Funciones Sintácticas
Las unidades lingüísticas pueden desempeñar diversas funciones dentro de la oración. A continuación, se detallan las principales funciones asociadas a diferentes tipos de sintagmas:
Sintagma Nominal (SN)
El Sintagma Nominal puede ejercer las siguientes funciones:
- Sujeto
- Complemento Directo (CD)
- Complemento Indirecto (CI)
- Complemento Circunstancial (CC)
- Aposición (ejemplo: cartón piedra, donde ‘piedra’ especifica a ‘cartón’)
Sintagma Adjetival (S.Adj)
El Sintagma Adjetival puede funcionar como:
- Complemento del Nombre (CN)
- Atributo
- Complemento Predicativo (generalmente responde a la pregunta ¿cómo? y no se puede sustituir por el pronombre lo)
Sintagma Adverbial (S.Adv)
El Sintagma Adverbial desempeña funciones como:
- Complemento Circunstancial (CC)
- Complemento del Adjetivo (CAdj)
- Complemento del Adverbio (CAdv)
Sintagma Preposicional (S.Prep)
El Sintagma Preposicional puede ser:
- Complemento del Nombre (CN)
- Complemento Circunstancial (CC)
- Complemento de Régimen Verbal (CRég) (ejemplo: Habla de política; responde a la pregunta ¿De qué habla?)
- Complemento del Adjetivo (CAdj)
- Complemento Agente (CAg) (característico de la voz pasiva, usualmente introducido por la preposición por)
Oraciones Compuestas Coordinadas
Las oraciones compuestas coordinadas unen proposiciones que poseen el mismo nivel sintáctico. Se clasifican según el tipo de nexo que las une:
Copulativas
Expresan suma o adición. Nexos: y, e, ni, junto con, además de.
Disyuntivas
Plantean una elección entre opciones. Nexos: o, u, o bien, o… o.
Distributivas
Presentan acciones alternantes o correlativas. Nexos: ya… ya, tan pronto… como, bien… bien, sea… sea, ora… ora, unos… otros, aquí… allí, este… aquel, unas veces… otras.
Adversativas
Indican oposición o contraste entre las ideas. Nexos: pero, mas, sino, sino que, sin embargo, no obstante, antes bien, excepto, con todo, por lo demás, más que.
Explicativas
Aclaran o explican el significado de la proposición anterior. Nexos: esto es, es decir, o sea.
Perífrasis Verbales
Las perífrasis verbales son construcciones formadas por un verbo auxiliar conjugado seguido de un verbo en forma no personal (infinitivo, gerundio o participio), que funcionan como un único núcleo verbal y aportan matices de modo o aspecto.
Modales de Obligación
Indican necesidad o mandato:
- Deber + infinitivo
- Tener que + infinitivo
- Haber de + infinitivo
- Haber que + infinitivo (impersonal)
Modales de Posibilidad o Probabilidad
Expresan capacidad, conjetura o suposición:
- Deber de + infinitivo
- Poder + infinitivo
- Venir a + infinitivo (con valor de aproximación)
Aspectuales Ingresivas
Señalan el inicio inminente de la acción:
- Ir a + infinitivo
- Estar a punto de + infinitivo
Aspectuales Incoativas
Indican el momento en que comienza la acción:
- Ponerse a + infinitivo
- Echarse a + infinitivo
- Romper a + infinitivo
Aspectuales Durativas
Expresan la acción en su desarrollo o transcurso:
- Seguir + gerundio
- Continuar + gerundio
- Andar + gerundio
- Estar + gerundio
Aspectuales Terminativas
Marcan el fin de la acción:
- Acabar de + infinitivo
- Terminar de + infinitivo
- Dejar de + infinitivo
Aspectuales Resultativas
Indican el resultado o la consecuencia de una acción previa:
- Quedar + participio
- Estar + participio
- Dejar + participio
- Tener + participio
Tipos de «Se»
La partícula «se» en español puede tener diversas funciones y valores:
Como Pronombre
Funciona como un pronombre personal átono reflexivo o recíproco, pudiendo desempeñar funciones de Complemento Directo (CD) o Complemento Indirecto (CI). Ejemplo: Ella se peina (CD); Ellos se escriben cartas (CI).
Como Morfema Verbal o Marca Gramatical
En estos casos, «se» no es un pronombre con función sintáctica propia, sino que forma parte del verbo o indica construcciones específicas:
- Pasiva refleja: Se venden pisos.
- Impersonal: Se vive bien aquí.
- Parte de verbos pronominales (el verbo exige el pronombre): Se acordó de su promesa.
- Voz media o cambio de estado: La puerta se ha abierto.
- Dativo ético o enfático (valor expresivo): Se comió todo el pastel.
Literatura
Contexto Cultural: La Ilustración
La Ilustración fue un influyente movimiento intelectual que floreció en Europa durante el siglo XVIII. Sus postulados fundamentales incluían:
- La primacía de la razón y el espíritu crítico como herramientas esenciales para el conocimiento y el progreso.
- Una gran valoración de la ciencia, por su metodología basada en la observación y la razón.
- Una tendencia al cuestionamiento de la autoridad religiosa tradicional y, en algunos casos, un rechazo a las explicaciones dogmáticas.
- La convicción de que el progreso humano se alcanzaría mediante la aplicación de la razón a todos los ámbitos de la vida.
- En el plano político, muchos ilustrados abogaron por el despotismo ilustrado, un modelo de gobierno en el que el monarca, guiado por la razón, buscaba el bienestar del pueblo a través de reformas educativas y sociales, aunque sin su participación directa («todo para el pueblo, pero sin el pueblo»).
El Neoclasicismo
El Neoclasicismo fue la manifestación artística predominante en el siglo XVIII, directamente influenciada por los ideales de la Ilustración. Sus características principales son:
- Se fundamenta en la razón y los principios científicos promovidos por los ilustrados.
- Propugna un retorno a los modelos estéticos y valores de la Antigüedad clásica (Grecia y Roma), considerados ejemplos de perfección y equilibrio.
- La literatura neoclásica asume una marcada finalidad didáctica y ética, buscando instruir y moralizar al público.
- Se exige que la obra literaria sea verosímil, es decir, que la ficción representada resulte creíble y ajustada a la realidad observable.
- Los géneros literarios que alcanzaron mayor desarrollo y prestigio fueron el ensayo (por su capacidad para la divulgación de ideas) y el teatro (como vehículo de enseñanza moral).
El Teatro Neoclásico
El teatro durante el Neoclasicismo se caracterizó por su adhesión a normas estrictas, con el objetivo de educar y deleitar al público de manera racional:
- Estricto respeto a las reglas clásicas, especialmente la regla de las tres unidades: unidad de acción (una sola trama principal), unidad de tiempo (la acción transcurre en aproximadamente 24 horas) y unidad de lugar (un único escenario).
- Búsqueda de la verosimilitud: las acciones, los personajes y la ambientación debían parecer veraces y coherentes con la realidad.
- Clara finalidad didáctica: las obras teatrales pretendían enseñar al público el uso de la razón y promover un comportamiento virtuoso y cívico.
La Comedia Neoclásica: Leandro Fernández de Moratín
Leandro Fernández de Moratín es el máximo exponente de la comedia neoclásica en España.
- Supo adaptar los ideales ilustrados al género teatral, creando obras que criticaban costumbres sociales y promovían la reforma a través de la razón.
- Sus temas principales giran en torno a problemáticas sociales de su tiempo, como los matrimonios concertados y la deficiente educación de los jóvenes (abordado en su obra maestra, El sí de las niñas), así como la crítica a los excesos y defectos de la comedia popular de su época (presente en La comedia nueva o El café).
- El sí de las niñas:
En esta obra, Doña Irene, una viuda, proyecta casar a su hija Doña Francisca (Paquita) con Don Diego, un caballero adinerado y de edad avanzada. No obstante, Don Diego descubre que Doña Francisca está secretamente enamorada de su propio sobrino, Don Carlos. Finalmente, Don Diego, en un acto de generosidad y racionalidad, renuncia a sus pretensiones y permite la unión de los jóvenes enamorados.
El desenlace de la obra refleja la aplicación de la razón, al considerar que la unión lógica y natural es la de los jóvenes enamorados, cuestionando así la sumisión ciega a las imposiciones paternas y la autoridad mal entendida.
El Romanticismo
El Romanticismo es un movimiento artístico, cultural e intelectual que se desarrolló en España principalmente entre 1834 y 1850, aunque sus influencias se extienden más allá de estas fechas. Sus rasgos distintivos son:
- La exaltación del “yo” (subjetivismo): el autor romántico prioriza la expresión de sus sentimientos personales, emociones, pasiones e ideas propias.
- Una ferviente defensa de la libertad en todos los ámbitos: político (frente al absolutismo), social (contra las convenciones), cultural y artístico (rechazo de las normas neoclásicas).
- El frecuente conflicto entre los ideales elevados y la cruda realidad, lo que a menudo conduce al artista romántico a un sentimiento de fracaso existencial. Este desengaño se manifiesta en temas como la tristeza, la melancolía, la frustración, la soledad y la fascinación por la muerte.
La Poesía Romántica
En la poesía romántica española se pueden distinguir dos tendencias principales:
- La poesía narrativa: se caracteriza por contar historias, a menudo legendarias, históricas o exóticas, con personajes heroicos y apasionados. Destacan en esta vertiente poemas extensos de José de Espronceda como El diablo mundo y El estudiante de Salamanca.
- La poesía lírica: su objetivo primordial es la expresión íntima de sentimientos y emociones. Son representativas las Canciones de José de Espronceda y, posteriormente, las Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer (considerado un romántico tardío). Esta poesía se caracteriza por el uso de exclamaciones, preguntas retóricas, puntos suspensivos, hipérboles, la polimetría (uso de diversas formas métricas en un mismo poema), la presencia de elementos sobrenaturales o misteriosos, y la descripción de un paisaje que a menudo refleja el estado de ánimo del poeta (naturaleza dinámica, agreste, nocturna o en ruinas).
Resúmenes de Cuentos de Edgar Allan Poe
La Máscara de la Muerte Roja
La Muerte Roja, una plaga devastadora y letal, asolaba el país. El Príncipe Próspero, en un intento por escapar de la enfermedad, se recluye junto a mil de sus amigos cortesanos en una de sus abadías fortificadas. Esta abadía contaba con siete salones dispuestos de manera singular, cada uno decorado con un color diferente. El séptimo y último salón, tapizado de negro y con ventanas de color rojo sangre, resultaba especialmente inquietante; en él se hallaba un imponente reloj de ébano cuya campanada, cada hora, interrumpía la algarabía y sumía a los presentes en un breve estado de consternación.
Una noche, el Príncipe decidió organizar una fastuosa y extravagante fiesta de máscaras. Durante el apogeo del festejo, hizo su aparición una figura desconocida, alta y demacrada, disfrazada con las galas de la tumba y con una máscara que representaba el rostro de un cadáver afectado por la Muerte Roja. El Príncipe, considerándolo una burla y una grave ofensa, ordenó su captura.
Sin embargo, cuando los cortesanos intentaron detener al intruso, este atravesó los salones hasta llegar al aposento negro. El Príncipe, enfurecido, lo persiguió y, al enfrentarlo, cayó muerto. Se reveló entonces que la figura no era un disfrazado, sino la personificación de la Muerte Roja misma, que había logrado infiltrarse en la fortaleza y acabó con la vida de todos los ocupantes de la abadía, incluido el Príncipe Próspero.
El Entierro Prematuro
Este relato explora el pavoroso tema de ser enterrado vivo, presentando diversos casos de individuos que padecían catalepsia, una condición patológica en la que el cuerpo puede yacer inmóvil y sin signos aparentes de vida durante horas, días o incluso meses.
El narrador describe el profundo terror que experimentan estas personas ante la posibilidad de un sepelio prematuro. Detalla la angustiosa existencia que llevan, a menudo recluidos y temerosos de salir, las elaboradas precauciones que toman para evitar ser enterrados con vida (como la construcción de ataúdes con sistemas de alerta o fácil apertura) y las recurrentes pesadillas que los atormentan.
El cuento relata diferentes anécdotas e historias verídicas o legendarias sobre la catalepsia y sus trágicas consecuencias. Se mencionan casos de personas que fueron enterradas vivas sin que nadie lo supiera, otras que fueron rescatadas fortuitamente tras su inhumación, y aquellas que, con más suerte, lograron evitar tal destino.
El protagonista y narrador del cuento sufre él mismo de catalepsia y vive obsesionado con este miedo. En una ocasión, tras un ataque, despierta en la oscuridad y la estrechez, convencido de haber sido enterrado vivo. Sin embargo, pronto descubre que se encuentra en la litera de un pequeño barco. Esta experiencia, aunque aterradora, resulta ser un punto de inflexión: decide cambiar radicalmente su vida, abandonar sus temores hipocondríacos y vivir plenamente. Como resultado, afirma no haber vuelto a sufrir otro ataque de catalepsia.
El Retrato Oval
El narrador, Radcliffe (según el texto original provisto), herido y febril, es asistido por su criado Pedro. Ambos se refugian en un castillo recientemente abandonado, situado en los Apeninos. Se instalan en una de las habitaciones más pequeñas y menos suntuosas, ubicada en una torre apartada del edificio principal, decorada con numerosos tapices y una gran cantidad de pinturas.
Incapaz de dormir, Radcliffe comienza a examinar las pinturas que adornan las paredes, ayudándose de un pequeño libro que encontró sobre la almohada, el cual contenía descripciones y críticas de las obras. Al cambiar la posición de un candelabro, su luz ilumina un nicho que antes permanecía en la sombra, revelando un retrato que no había notado: el de una joven de singular belleza, casi una niña. El retrato, de estilo viñeta y enmarcado en un óvalo dorado, lo cautiva por su asombroso realismo y la vitalidad que emana.
Intrigado, Radcliffe busca la descripción del retrato oval en el libro. El texto narra la trágica historia de la joven retratada: era una doncella de excepcional belleza que se enamoró y casó con un pintor apasionado por su arte hasta la obsesión. Él deseó retratar a su joven esposa, y ella, aunque renuente a la sombría torre donde él trabajaba y consciente de que el arte era su rival, accedió por amor.
Durante muchas semanas, el pintor trabajó febrilmente en el retrato, absorto en su creación, sin apenas prestar atención a la salud de su esposa, que se debilitaba visiblemente a su lado en la oscura estancia. Ella, por su parte, sonreía y no se quejaba, no queriendo perturbar la pasión de su marido. Finalmente, cuando el pintor dio las últimas pinceladas y exclamó satisfecho: «¡Esta es, en verdad, la vida misma!», se volvió hacia su amada y descubrió, con horror, que estaba muerta. La vida de la modelo había sido, de alguna manera, transferida al lienzo.