Dominando la Entrevista Familiar: Aspectos Clave y Superación de Obstáculos

Características y Generalidades de la Entrevista Familiar

Cada entrevista es única, debido a múltiples factores que intervienen, tan diversos como las diferencias humanas, lo que imposibilita reducirla a una fórmula.

Cada entrevista es un reto, ya que no podemos prever todas las posibles situaciones, y no podemos acudir a ella con esquemas rígidos y confeccionados a priori. No obstante, actuaremos eficazmente si reunimos tres condiciones mínimas:

  • Conocemos nuestra propia personalidad.
  • Mantenemos ciertas actitudes básicas hacia los demás.
  • Dominamos las técnicas fundamentales de la entrevista.

Dificultades para Entrevistar a Padres

  • No siempre se cuenta con la voluntariedad de los padres, especialmente al inicio. La mayor parte de las entrevistas no las solicitan los padres, sino nosotros.
  • Prejuicios erróneos sobre el propósito de la entrevista, derivados a veces de supuestas intenciones ocultas del orientador que circulan por los centros.
  • No basta con clarificar la situación y ofrecer ayuda para que se acepte. Los padres pueden interpretar estas ofertas como acusadoras, incómodas, culpabilizadoras…
  • Cada vez hay más padres que no consideran ni respetan al personal de los centros y se sitúan a la defensiva. Es necesario esforzarse para convencerles de nuestra utilidad.
  • Es difícil diferenciar entre nuestro problema con el alumno y los problemas reales del alumno. Es crucial tenerlo en cuenta al tratar los temas con sus padres.
  • El orientador debe sintonizar con los padres sin dejar de ser un profesional, manteniendo una difícil actitud equilibrada de empatía y asertividad.
  • Es preciso que los padres tengan esperanza en que podemos hacer algo por ellos y por su hijo, y conseguir que confíen en que nuestra ayuda les será de utilidad.
  • Muchos padres están acostumbrados a delegarlo todo y suelen acudir a la entrevista en actitud pasiva y/o exigente. En ese caso es difícil implicarles y responsabilizarles.
  • Los posibles temores y dudas en la primera entrevista deben disiparse durante los primeros minutos, para no marcar negativamente todo el proceso posterior.
  • Algunos entrevistados suelen mostrar cierto nivel inicial de agresividad. Es esencial decidir de antemano qué grado de agresividad se puede consentir.
  • Otro problema suele ser el silencio, más frecuente entre los padres que entre las madres, cuya interpretación y utilización se tratarán más tarde.
  • A veces se añade la inhibición de los padres, cuando ven en nosotros o en la entrevista una amenaza o no creen garantizada la confidencialidad.

Estructuración de la Entrevista

Preparación

El entrevistador debe atender a una triple preparación:

  • Personal

    Se divide en remota, que hace referencia a los estudios, conocimientos y experiencia; y próxima e inmediata, que se refiere a la adecuada forma física y equilibrio psíquico, y a la específica preparación de la entrevista concreta.

  • Ambiental

    Consiste en la ordenación de los elementos materiales (local, instalación, temperatura, iluminación, etc.) para favorecer la eficacia de la entrevista.

  • De Contenidos

    El orientador debe conocer datos previos sobre los entrevistados y sobre el alumno, para facilitar la planificación de los aspectos a tratar.

Una entrevista bien preparada en los tres aspectos que hemos indicado es más rica en sus contenidos, más breve en su realización y más eficaz en sus resultados.

La necesaria preparación de la entrevista se evidencia al analizar las actividades que durante ella realiza el orientador y las actitudes que mantiene en su transcurso:

  • Estudia lo que quiere decir el entrevistado escuchando lo que está diciendo, no a sus propios prejuicios, estereotipos y conceptos preconcebidos.
  • Observa las características generales y específicas de los hechos que le comunica el entrevistado. Analiza el sentido de los datos expuestos.
  • Al hablar, procura ajustarse a ciertas normas, tales como:
    • No emplear la forma negativa de las distintas expresiones, sino la positiva.
    • Sustituir los artículos definidos por los indefinidos en sus preguntas.
    • Cambiar de la forma subjetiva a la forma objetiva del discurso.
  • Tiene en cuenta que el lenguaje define a las personas y que el entrevistado juzga al entrevistador por sus palabras, actitudes, tonos, gestos, posturas…
  • Actúa como observador participante del proceso de entrevista. Conduce la misma sin dar la impresión de que solo interroga, amonesta o aconseja desde fuera.
  • Utiliza técnicas de concordancia, aceptación y reflejo, así como de estructuración y otras (las estudiaremos más adelante).
  • Facilita actitudes de apertura y la expresión del entrevistado, mediante su escucha activa, su asertividad, su actitud respetuosa y amable, y su autoridad moral.
  • Emplea transiciones, es decir, dirige la entrevista hacia temas de interés, mediante transiciones más o menos acusadas según lo requieran las circunstancias:
    • Transición suave: El entrevistador hace cambiar de tema al entrevistado de modo que este tenga la sensación de que no es dirigido. Sirve para encauzar la entrevista, sin muchas pérdidas de tiempo, hacia lo planificado.
    • Transición acentuada: Cuando el entrevistador no quiere que aquello que ha estado exponiendo el entrevistado ejerza influencia sobre el nuevo tema que se va a tratar. Esta transición ahorra tiempo y clarifica la situación.
    • Transición brusca: Introducir un nuevo tema en la entrevista de modo inoportuno. Se utiliza para provocar ansiedad en el entrevistado, cuando se observa que de otro modo no es posible llegar a lo que se pretende.

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