El Caso Pedrosa: Un Resumen Detallado

Inicio de una Nueva Carrera

Teodoro Sanromá, el protagonista del libro, era policía y político, y decidió dedicarse a la abogacía.

El primer día que dejó de trabajar como policía y político, se quedó en casa viendo el televisor sin hacer nada en especial, acompañado de su mujer Norma. En ese momento, vieron en la televisión un caso en el que una mujer había aparecido degollada y el sospechoso era su hijo pequeño.

El Encargo Inesperado

Al día siguiente, la correspondencia era abundante en la casa de los Sanromá. La mayoría de esas cartas ofrecían empleo a Teodoro. Mientras él leía lo que veía interesante, su mujer le interrumpió dándole un paquete que acababan de traer. Norma lo dejó y se fue. Entonces, Teodoro lo abrió y encontró tres millones de pesetas con una nota que decía: «Defienda a Fernando Pedrosa (que era el acusado de parricidio) y que defendiese el caso, que sería muy importante para él».

De inmediato, se fue a la comisaría a ver a su amigo Estanis Calvet y a pedirle información sobre el caso. Cuando salió, fue a comprar periódicos para tener más información sobre el caso.

En casa, le dio el paquete que le habían enviado con los tres millones. Ella dijo que le parecía muy interesante.

Primer Contacto con el Acusado

Al día siguiente, Teodoro fue donde estaba Fernando y habló con él. Le contó lo que había ocurrido con ese paquete que le habían enviado con los tres millones de pesetas. También le contó que en esa misma carta le habían pedido que le representase en el caso. Tras mucho hablar, el chico de tan solo dieciséis años aceptó que le representase en el caso.

Comienza la Investigación

Teodoro se puso manos a la obra y empezó a investigar. Lo primero que hizo fue interrogar a Fernando. Él dijo que había estado con dos amigos; luego, uno se fue con la novia y el otro se quedó con él fumando porros y bebiendo cervezas. Dijo que a las 7:00 apareció por casa y se la encontró allí degollada en el vestíbulo. A los pocos minutos, entró su hermano Juan Manuel, se lió a chillar y a pegarle. Entonces, apareció un vecino, Bartolomé Aimerich, y los separó.

Entrevistas Clave

Teodoro, pensando en todo lo que le había dicho, se fue donde vivía Esperanza Jiménez, la mujer muerta. Lo primero que hizo fue hablar con la portera y luego subió al piso número 5, donde vivía Esperanza. Fue a hablar con los vecinos: llamó a un timbre y al unísono salieron dos mujeres, una de cada puerta, una en bata y otra en camisón. Le contaron que Fernando era un borracho, que casi todos los días llegaba borracho y que era un mal estudiante. Al terminar de hablar con ellas, fue a tocar la puerta de otro vecino, el señor Bartolomé, pero las mujeres le dijeron que no estaba y que viniese por la noche, que solía estar.

Al llegar a su casa, estuvo hablando con su mujer Norma de cómo le iba el caso y todo eso. Entonces, Teodoro le dijo que se tenía que ir a interrogar a un vecino de la fallecida. Cuando llegó allí, subió a casa de este hombre, llamó a su puerta y se disculpó por la hora tan tarde que era, pero explicó que sus vecinas le habían dicho que por la noche era más fácil encontrarle. Bartolomé le invitó a pasar y le contó todo lo que pasó esa noche: eran las 7 de la mañana cuando oyó que se abría la puerta del ascensor y daban un portazo en casa de los Pedrosa. A los tres minutos, entró Juan Manuel y empezó a chillar y a pegar a su hermano. Teodoro le dio las gracias y se fue.

Entró donde le habían dicho y llamó a la puerta. Le recibió la novia de Juan Manuel, Carmen, y le preguntó si estaba en casa. Ella le dijo que no. Al rato, apareció su madre y entre las dos hicieron que Teodoro se fuese. Pero Teodoro se quedó en el portal esperando y vio a Juan Manuel. Le preguntó si podrían ir a la cafetería de enfrente a hablar de lo ocurrido. Él aceptó y se fue a hablar con él.

Un Fin de Semana de Reflexión

Era viernes y los Sanromá se iban a una casa a pasar el fin de semana con la familia de Norma. Una vez allí, se acostaron. Teodoro no consiguió dormir casi nada pensando en el caso. Por la mañana, cuando se despertó, fue a desayunar con los demás y se fue a dar un baño. Allí, bañándose, pensó que la clave era entrar en casa de los Pedrosa para tener más información. Habló con Norma y se lo dijo. Ella lo comprendió y le dejó marchar.

Acceso al Escenario del Crimen

Era domingo y Teodoro llegó al edificio de la fallecida. Habló con la portera y, tras mucho diálogo, la portera decidió dejarle las llaves para recoger ropa a Fernando (eso fue una excusa para subir al piso). La portera subió con él, pero se sentó en el salón y Teodoro entró en la habitación de Fernando.

Una Nueva Pista

Teodoro empezó a pensar en lo que le contó Bartolomé y pensó que él solo le había contado que oyó el ascensor una vez, que era cuando llegó Fernando. Entonces, dedujo que Juan Manuel estaba allí ya esperando a que entrase Fernando para que su plan le saliese bien.

Teodoro fue a hablar con Bartolomé para que le confirmase lo que él había pensado del ruido del ascensor. Entonces, le dio la razón.

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