El Español en el Mundo
El español es uno de los principales idiomas del mundo. Lo tienen como lengua materna 470 millones de personas, solo superada por el chino mandarín con más de 1000 millones de hablantes y seguido por el inglés y el hindú. Si sumamos los estudiantes de español, tendría más de 550 millones de usuarios potenciales. La mayor parte de los hablantes se concentra en España y en los países de América Central y del Sur, excepto Brasil, donde se habla portugués. Es una lengua en expansión, geográficamente compacta, con un alto grado de homogeneidad y una excelente tradición literaria.
El español, además de en España e Hispanoamérica, se habla también en otros lugares del mundo: en Filipinas, en las antiguas colonias africanas, en muchas ciudades de Estados Unidos. Además, ha pervivido entre las comunidades judías de origen español (los judíos sefarditas).
El Español en Asia: Filipinas
En Asia, en las Islas Filipinas, el castellano fue durante la época colonial una lengua minoritaria que solo utilizaban los grupos dominantes: funcionarios, administradores, militares, comerciantes… El pueblo filipino siguió siempre expresándose en su lengua autóctona, el tagalo, o mezclaban español y lenguas indígenas (el chabacano) y solo aquellos que estaban en contacto con las autoridades coloniales llegaron a aprender bien el español. Ello explica que, tras la independencia en la guerra de 1898, al pasar a depender económica y culturalmente de Estados Unidos, el inglés lo sustituyera rápidamente como lengua de la cultura y de las actividades públicas. El castellano continuó siendo lengua oficial hasta 1986, se enseñaba en las escuelas y en la Universidad y era conocido por algunos grupos cultos, pero desde entonces está en retroceso.
El Español en África: Guinea Ecuatorial y Sahara Occidental
En África, el castellano se habla en Guinea Ecuatorial, antigua colonia española (unas 350.000 personas) y en el Sahara Occidental. También es conocido todavía en algunos enclaves del norte de Marruecos donde la presencia colonial española llegó a ser importante, como en Tánger, Tetuán, Larache, etc.
El Español en Estados Unidos
En Estados Unidos hablan español unos 50 millones de personas, y cada vez es más estudiado allí. Su vitalidad se debe a que sigue siendo la lengua utilizada por los hispanos que residen en estados como Nuevo México y California, y también, por los millones de emigrantes procedentes de la América de habla hispana y sus descendientes. La variedad utilizada depende del lugar de procedencia de estos emigrantes: así dominan los rasgos mexicanos en las comunidades hispanas de California, Nuevo México, Texas, etc., y los caribeños en las ciudades de la costa atlántica, desde Nueva York a Miami.
Un fenómeno peculiar es la reciente extensión de una variedad híbrida de castellano e inglés: el espanglish. Consiste en el uso de estructuras y expresiones inglesas dentro del discurso en castellano, lo que da lugar a la transferencia indiscriminada de vocablos, a veces calcados, a veces en su forma original: Estuvimos no más guachiando la tivi (Solo estuvimos viendo [to watch] la televisión [TV=tivi]). En ocasiones, se llega a alternar ambas lenguas en el mismo discurso: Es lindo, ¿isn’t? Se lo compré last weekend a Peter, you know. Palabras como “chopear” (ir de tiendas –shop–), “culear” (enfriar –cool–).
El Judeoespañol o Sefardí
Por último, quedan restos del llamado Judeoespañol o Sefardí, que es la lengua que durante más de quinientos años han conservado, junto con una rica literatura oral (romances, relatos tradicionales…), los judíos que fueron expulsados de España en 1492 y que se acabaron instalando en diversos lugares del Mediterráneo. Hay actualmente comunidades sefardíes en el norte de África, en los Balcanes, en Turquía y también en Israel. Este judeoespañol constituye una verdadera reliquia, pues en muchos aspectos refleja el estado de lengua en que se encontraba el castellano en el siglo XV. Con todo, y a pesar del apego de los sefardíes a su tradición histórica, la presión de la lengua común de los países en los que están asentados es muy fuerte, por lo que el judeoespañol de cada zona está muy influido por elementos ajenos, como es lógico después de tantos siglos de convivencia y contacto entre ambas lenguas.
El Español de América
Llamamos español de América al diverso conjunto de variedades dialectales del castellano hablado a lo largo del continente americano. El español es lengua materna en la mayor parte de los Estados de América Central y del Sur, excepto Brasil. Es lengua oficial de 19 países hispanoamericanos. La causa está en el descubrimiento de América y su posterior conquista y colonización por los españoles. El proceso de hispanización fue lento y complejo y contribuyeron notablemente los misioneros (padre de Las Casas).
No constituye una única variedad homogénea por la enorme extensión geográfica y además por otros motivos:
- Causas históricas y sociales. El castellano que llevaron allí los colonizadores es ya diverso: a América llegaron gentes de diferente condición (militares, funcionarios, eclesiásticos, pero principalmente gente del pueblo) y también de variado origen (andaluces, extremeños, castellanos, leoneses, vascos…).
- La propia organización político-social de las colonias. Aquellos territorios que fueron más tempranamente colonizados son los que manifiestan una mayor influencia del español meridional: es el caso de la zona caribeña. En cambio, en las tierras altas del interior (México, Perú y Ecuador) aparecen rasgos más cercanos a la norma conservadora del norte de España, porque además había muchos funcionarios de la corte.
- Influencia del sustrato de las lenguas indígenas. Las más importantes fueron:
- Náhuatl: Sur de EE. UU., México y América Central.
- Quechua: Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú.
- Guaraní: Argentina, Uruguay, Paraguay.
- Araucano: Chile.
- Arahuaco: Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo…
Rasgos Lingüísticos del Español Americano
Ya hemos indicado que apenas hay rasgos dialectales que tengan un carácter general. Aun así, los rasgos del español americano que a los hablantes peninsulares nos resultan más característicos y llamativos son los siguientes:
Rasgos Fónicos
- Seseo, yeísmo, aspiración de -s en posición final de sílaba y palabra, confusión de -l y -r en posición final de sílaba y palabra (“mi amol” en Cuba), aspiración de h- inicial. Todos estos rasgos muestran la vinculación con el castellano meridional de la Península.
Rasgos Morfosintácticos
- Voseo. Consiste en el uso del pronombre vos en vez de tú y la flexión verbal puede cambiar: vos tenés. Es un fenómeno típico de ciertas zonas de América. En el siglo XVI, las formas de tratamiento eran tú (eres) para los inferiores y en las situaciones de máxima confianza, y vos (sois) en los demás casos. Al generalizarse por aquel tiempo el uso de vuestra merced (> usted) como tratamiento de respeto, en España vos acabó desapareciendo y sus usos fueron absorbidos por tú y usted. Lo mismo sucedió en parte de Hispanoamérica. En otras zonas, sin embargo, fue la forma tú la que desapareció, de manera que hoy en día se utiliza vos para el tratamiento de confianza. Tanto las zonas de voseo como las de tuteo utilizan siempre para el plural ustedes, como sucede en Andalucía occidental y Canarias.
- Se usa ustedes por vosotros, como forma de familiaridad en toda Hispanoamérica.
- Cambio de género en algunos sustantivos: artisto.
- No hay leísmo, laísmo ni loísmo, y sí hay mucho dequeísmo y queísmo: *Pienso de que debemos ir.
- Más uso de sufijos. En la creación léxica, es característica de Hispanoamérica la utilización de sufijos diferentes a los utilizados en España. Así, son frecuentes los términos colectivos creados mediante el sufijo -ada, -ida: muchachada, platicada. El diminutivo es -ito, que se emplea, además, con muchísima frecuencia: ahorita, mamita…
- Formas verbales distintas. Se prefiere el pretérito perfecto simple en usos en los que en España empleamos el compuesto (influencia de los inmigrantes gallegos): Esta mañana vine a verte.
- Adverbios, preposiciones y conjunciones. Tienen frecuentemente usos que son extraños al castellano peninsular: Toca lindo.
Rasgos Léxicos
- Indigenismos. La influencia del sustrato amerindio en el léxico es enorme. Los colonizadores españoles se encontraron al llegar a América con todo un mundo lleno de innumerables realidades nuevas para ellos y que, lógicamente, carecían de nombre en castellano. Hubieron de recurrir a las denominaciones que les daban los nativos. Muchas de estas palabras saltaron el océano y recalaron en el castellano peninsular, y son hoy voces que pertenecen a la lengua común y que ya no sentimos como préstamos: canoa, maíz, tabaco, tiburón, loro, caníbal, butaca, patata, cacao, chocolate, tiza, tomate, etc. Otras, que aquí no hemos llegado a utilizar, se han quedado como peculiaridades léxicas del español de América: ají (pimiento), guajolote (pavo), chacra (granja), choclo (maíz tierno), etc.
- Pervivencia de arcaísmos. Abundan los términos que, siendo habituales en la lengua común de los siglos XVI y XVII, cayeron en desuso o cambiaron de significado en el español peninsular y, sin embargo, se han mantenido en Hispanoamérica: pollera (falda), vidriera (escaparate), recordar (despertar), etc. Algunos otros experimentaron un cambio de significado en el español americano: cuadra (manzana de casas), estancia (hacienda de campo destinada a la agricultura o la ganadería), cobija (ropa de cama), vereda (acera), etc.
- Extranjerismos, sobre todo anglicismos por la gran influencia de EE. UU., como overol [< overall] (traje de faena), troque [< truck] (camión), bluyín (pantalón vaquero, de blue jeans), rentar (alquilar).
Conclusión
El español es una lengua muy rica y diversa que ha mantenido su unidad gracias a la labor de fijar reglas y modelos de corrección lingüística desempeñada por la RAE y la Asociación de Academias de la Lengua Española, y también, la labor de difusión de nuestra lengua llevada a cabo por el Instituto Cervantes.
El español goza de gran difusión y progresión mundial, además de un extraordinario crecimiento demográfico porque está creciendo su demanda en todo el mundo, especialmente en EE. UU., Brasil y Asia Oriental. La literatura (el boom de la narrativa hispanoamericana) y la música latina están contribuyendo a poner de moda en el mundo nuestra lengua, que se sitúa detr