Examen del cantar del mio Cid


TEMA 2. LA LITERATURA MEDIEVAL

1. CONTEXTO SOCIAL Y CULTURAL

Edad Media siglo V hasta finales del XV. La Europa occidental de esta época se organiza socialmente según el modelo económico y político denominado feudalismo. Las relaciones de producción se basan ,en una economía natural y agrícola que tiende al autoabastecimiento. Sociedad dividida en tres estamentos:
Eclesiásticos, nobles y labradores.

Durante estos siglos la cultura escrita se refugió en los monasterios. Concepción teocéntrica de la realidad, ordenación jerárquica piramidal en cuya cúspide está Dios.

Existía, por otro lado, una cultura popular, de transmisión oral y hondas raíces paganas, cultura propia de una sociedad agrícola, muy ligada a los ciclos de la naturaleza y muy vitalista.

Con el tiempo, la aristocracia refinó su hiodo de vida. La cultura dejó de estar unida necesariamente a la iglesia. Aparecieron también durante los siglos XII y XIII las primeras universidades, Palencia y Salamanca.

En la Península Ibérica dominio musulmán al sur y diversos reinos cristianos al norte. Los reinos cristianos van progresivamente extendíéndose hacia el sur, mientras que los territorios árabes se disgregan en numerosos reinos de taifas.

En Castilla, en Aragón y en Al-Ándalus convivieron gentes de tres religiones:
Cristiana, mahometana y judía. Mudéjar musulmán que habitaba territorios cristianos, mozárabe cristiano que vivía en tierras árabes. El influjo francés fue muy acusado a través del camino de Santiago, del asentamiento de colonos franceses y de la presencia de monjes cluniacenses y cistercienses.

Lingüísticamente, en la Península Ibérica el latín había sustituido a todas las lenguas prerromanas con la excepción del vasco. Con el tiempo fue adquiriendo particularidades que los hicieron diferente según las zonas, dando lugar a los dialectos romances:
Gallego-portugués, astur-leónés, castellano, navarro-Aragónés y catalán; al sur, los dialectos mozárabes.

Los primeros testimonios escritos en romance son las Glosas Emilianenses y las Glosas Silenses, anotaciones que algún monje escribíó en lengua vulgar para explicar el sentido de términos latinos en documentos de los monasterios de San Millán de la Cogolla (La Rioja) y Santo Domingo de Silos (Burgos). Datan de los siglos X y Xl.

2. LÍRICA PRIMITIVA

La aparición del verso suele preceder a la de la prosa en las diversas literaturas. Es algo natural en una sociedad mayoritariamente iletrada y en la que las composiciones deben transmitirse de memoria, memorización que es favorecida por el verso y el acompañamiento de la música. Son universales los deseos de expresar los sentimientos y de narrar sucesos diversos, que están en el origen y desarrollo de la lírica y de la épica. Ambas serían recitadas por juglares, cantores y actores que divertían a las gentes en pueblos y castillos.

Conservamos diversos testimonios de la lírica medieval en la Península, como las jarchas mozárabes y las cantigas de amigo gallegas. Las jarchas son breves composiciones líricas en mozárabe (lengua derivada del latín hablada en Al- Andalus por cristianos). Aparecen incluidas al final de las moaxajas, poemas cultos escritos por poetas árabes o hebreos en los siglos X. XI y XII. En ellas quien habla es una doncella enamorada Su contenido suele girar en tomo a la partida o ausencia de su amigo o amado (habib) y el dolor que produce en la doncella, que se dirige a su madre o hermanas lamentándose por su soledad. Usa versos de arte menor, organizados en dísticos, trísticos o cuartetas, con rima asonante o consonante. Los recursos expresivos son sencillos, con abundantes interrogaciones, exclamaciones y vocativos afectivos.

Las jarchas comparten muchos rasgos con las cantigas de amigo gallego-portuguesas. Son también poemas de amor puestos en boca de una mujer que se lamenta por la ausencia o abandono de su amado. Sin embargo, existen importantes diferencias, como la mayor extensión y las referencias a la naturaleza que revelan la realidad campesina y marinera de Galicia. Son poemas estróficos que utilizan como principales recursos el paralelismo, el estribillo y el leixaprén (una estrofa empieza con el mismo verso con el que había finalizado otra anterior). Las cantigas de amigo más antiguas son del Siglo XII.

3. LA ÉPICA MEDIEVAL

La épica es la narración de las hazañas de un héroe. Los poemas épicos cuentan sucesos de carácter histórico, aunque con muchos elementos inventados. Estos poemas recibían el nombre de cantares de gesta porque se recitaban o cantaban acompañados de una melodía y porque relataban gestas o hazañas de grandes héroes. En la Europa medieval fueron frecuentes. Destacan el francés Cantar de Roldán y el alemán Cantar de los Nibelungos.

En castellano apenas se conservan cantares de gesta. Además del Cantar de Mío Cid, contamos con un fragmento de unos cien versos del Cantar de Roncesvalles (Siglo XIII) y el tardío poema de las Mocedades de don Rodrigo (Siglo XIV), fabulosa recreación de la juventud del Cid. No obstante, puede suponerse la existencia de otros cantares hoy perdidos, ya que algunos fueron prosificados en las crónicas históricas medievales, como el Cantar de los Siete infantes de Lara o El Cantar de Sancho II de Castilla.

Los cantares de gesta castellanos suelen agruparse en tres ciclos:

Ciclo de los condes de Castilla

Trata de los orígenes del reino castellano y de cómo logró su independencia del reino de León. El Cantar de Fernán González o el Cantar de los siete infantes de Lara pertenecen a este ciclo.

Ciclo francés

Por influencia de la épica francesa, en Castilla se compusieron algunos cantares que tratan sobre el emperador Carlomagno y sobre el héroe Roldán, que murió luchando en los Pirineos. A este ciclo pertenecen el fragmento del Cantar de Roncesvalles y dos poemas perdidos: el Mainete y Bernardo del Carpió.

Ciclo del Cid

Gira en torno a Rodrigo Díaz de Vivar, héroe castellano del Siglo XI que ganó gran fama en su lucha contra los moros. El Cantar de Sancho II, hoy perdido, o el Cantar de Mío Cid se encuadran en este ciclo.

3.1 CANTAR O POEMA DE MÍO CID

AUTOR Y FECHA

El Cantar de Mío Cid se conserva en un manuscrito de la Biblioteca Nacional copiado en el Siglo XIV. Consta de un total de 3730 versos y falta el el primer folio del manuscrito y dos interiores

Sobre su autoría y fecha de composición se han formulado varias hipótesis. Unos piensan que el texto que hoy conocemos sería de hacia 1140 y obra de dos juglares. Señalán que el Realismo del texto sugeriría una redacción no muy lejana a la época de la vida del Cid. Para otros, la unidad del texto apuntaría hacia un autor culto, probablemente un hombre de leyes o quizá un clérigo. Estos piensan además que la fecha debería retrasarse a principios del Siglo XIII. Al final del manuscrito se dice que un tal Per Abat lo escribíó en 1207. Para la mayoría, seria solo un copista, aunque algunos lo proponen como verdadero autor.

ESTRUCTURA Y CONTENIDO

El poema se ha dividido externamente en tres cantares:

Cantar del destierro


El rey Alfonso VI destierra a Rodrigo Díaz, quien parte con sus amigos y vasallos al exilio. Deja a su mujer doña Jimena y a sus hijas Elvira y Sol en el monasterio de San Pedro de Cardeña. El Cid y sus seguidores luchan en tierra de moros: vencen en la batalla de Alcocer y saquean tierras protegidas por el conde de Barcelona, Ramón Berenguer, a quien hace prisionero y después ¡ibera.

Cantar de las bodas


El Cid conquista Valencia tras dos años de sitio y envía al rey una parte del botín obtenido. Esto significa el perdón del rey, que permite la reuníón de toda la familia. Una nueva victoria ante las tropas del emir de Marruecos proporciona al Cid mayor poder y riquezas, lo que atrae la codicia de los infantes de Carrión, pertenecientes a la alta nobleza leonesa. Piden la mano de las hijas al rey y el monarca decide que se celebren las bodas.

Cantar de la afrenta de Corpes


Comienza con el episodio del león, en el que los infantes de Carrión dan muestras de su cobardía. Los hombres del Cid se burlan de ellos, quejuran vengarse. Al regreso a sus tierras leonesas, ultrajan y abandonan a doña Elvira y doña Sol en el robledal de Corpes. El Cid demanda justicia en las Cortes convocadas en Toledo, y sus hombres derrotan a los infantes en un duelo. El Cid concierta nuevas bodas para sus hijas con los herederos de Navarra y Aragón.

El tema principal es el honor del protagonista, perdido y recuperada tras superar numerosos obstáculos. El Cid consigue al final recobrar su honor y ascender en la escala social.

La estructura interna está marcada por el doble proceso de pérdida (destierro) y recuperación del honor del Cid (bodas de sus hijas con los infantes de Carrión); nueva pérdida (afrenta de Comes) y nueva recuperación (nuevas bodas con los infantes de Navarra y Aragón).

El poema exalta la figura del Cid, infanzón o noble de menor linaje, en contraposición a los ricoshombres, representados por los infantes de Carrión. El héroe se presenta no solo como valeroso caballero, sino también como buen esposo y padre, súbdito ejemplar y fervoroso cristiano. En cambio, los infantes tienen los atributos de cobardía, codicia, vileza y traición. El protagonista del Cantar se presenta con el rasgo fundamental de la mesura: es prudente, equilibrado y astuto.

MÉTRICA Y ESTILO

El poema está formado por series o tiradas de diferente número de versos que tienen una misma rima asonante.
Los versos son irregulares y están divididos en dos hemistiquios con fuerte cesura intermedia. Los hemistiquios más abundantes son de 7,8 y 6 sílabas.

En cuanto a la lengua del poema, destaca su claridad y sobriedad expresivas. Otros rasgos son las frecuentes invocaciones a los oyentes (oíréis lo que hablaba), las expresiones exclamativas, el paso de la narración al discurso directo, que infunde al poema un cierto carácter dramático. El carácter oral de la épica explica la libertad con que se emplean las formas verbales o el uso de epítetos épicos, que sirven para magnificar a los héroes (el que en buen hora çinxó espada, el que en buen hora naçió). A la memorización ayudarían los frecuentes paralelismos . En cuanto al léxico, son habituales los arcaísmos, tecnicismos ( sobre todo jurídicos) o los arabismos. Abundan también las frases binarias (moros e cristianos) y los pleonasmos (llorar de sus ojos). No faltan las notas de humor que aminoran la tensión dramática, por ejemplo en el episodio del león o en el del conde de Barcelona.

4. MESTER DE CLERECÍA

A partir del Siglo XIII, cuando todavía no ha empezado el declive de los cantares de gesta, surge en la literatura española una nueva escuela poética, el mester de clerecía (‘oficio de clérigos’). Son obras escritas por autores cultos,y frente a la poesía juglaresca, su métrica está bien determinada: utilizan la estrofa de la cuaderna vía, formada por cuatro versos alejandrinos con una misma rima consonante. Cada verso está dividido en dos hemistiquios por una fuerte cesura. Los temas son normalmente religiosos, aunque también hay poemas de contenido histórico o novelesco. Todos tienen en común su intención didáctica.

En la segunda estrofa del Libro de Alexandre se enumeran los rasgos que definen el mester de clerecía:

Mester traigo fermoso non es de juglaría,

mester es sin pecado    ca es de clerecía

fablar curso rimado        por la cuaderna vía,

a sílabas contadas           ca es gran maestría.

En el Siglo XI]], junto con la obra de Gonzalo de Berceo, destacan tres poemas anónimos: el Libro de Apolonio ( relato de amor y aventuras que narra las peripecias de Apolonio, rey de Tiro), el Libro de Alexandre (que trata de la vida de Alejandro Magno, caracterizado como un caballero medieval) y el Poema de Fernán González (reelaboración de un poema épico hoy perdido, escrito por un monje del monasterio de San Pedro de Arlanza).

4.1 Gonzalo de Berceo

Es el primer poeta castellano de nombre conocido. Nacíó en Berceo, pueblo de la Rioja, a finales del Siglo XII, y debíó de pasar mucho tiempo de su vida como clérigo en el monasterio de San Millán de la Cogolla.

Tradicionalmente se aceptaba que Berceo era un clérigo ingenuo y sencillo, que escribía para fomentar la piedad de los fieles entre un público iletrado. Sin embargo, una observación detenida permite descubrir en sus obras profundos conocimientos de retórica, de letras latinas medievales y de literaturas romances de otros países. Por otro lado, a la intención didáctica se suma una finalidad propagan d ¡si ica, ya que Berceo aprovechó la difusión de sus vidas de santos para atraer peregrinos hacia San Millán de la Cogolla.

En su producción destacan vidas de santos (hagiografias), como Vida de Santo Domingo de Silos y Vida de San Millón de la Cogolla, pero su obra más conocida es Los Milagros de Nuestra Señora.

Los Milagros de Nuestra Señora es una colección de relatos, muchos de ellos inspirados en otros que en la época gozaban de gran popularidad en Europa.

La obra se estructura en dos partes: una introducción y un conjunto de veinticinco milagros.

Introducción alegórica

El narrador, que se identifica como el propio Berceo, se presenta como un romero que entra en un jardín descrito como un locus amoenus. Por alegoría, este lugar se asocia con la Virgen María. El romero simboliza al hombre caído que anda en busca de la gracia perdida.

Milagros

Colección de relatos en los que la Virgen aparece corno intercesora de los humanos. Los personajes pertenecen a diferentes oficios y clases sociales. Predominan los religiosos, pero aparecen también mendigos y labradores. Los sucesos milagrosos recogen historias ocurridas en diversos lugares: Italia, Palestina, etc. Solo tres de las historias transcurren en España.

La estructura habitual de cada relato es la organización en tres partes. En primer lugar, Berceo presenta al personaje, un pecador devoto de la Virgen. Después, esta actúa para salvarlo y, al fina], se incluye una moraleja que resume los beneficios que se obtienen de orar y respetar a la Virgen.

En cuanto al estilo, en sus textos abundan las comparaciones, las bimembraciones, las metáforas, los cultismos, las hipérboles, las anáforas y los diminutivos. También emplea recursos juglarescos, como el uso del vocativo y el estilo formulario.

4.2 LIBRO DE BUEN AMOR

AUTOR Y FECHA

El libro se ha conservado en tres copias manuscritas. En él su autor confiesa llamarse Juan Ruiz y ser arcipreste de Hita (Guadalajara). Con total seguridad se saben pocos datos más del autor.

En los manuscritos aparecen dos fechas de composición: 1330 y 1343. Esto ha hecho suponer que hubo dos redacciones del libro y de ahí las diferencias entre los textos.

Ninguno de los manuscritos aparece titulado. Modernamente, se propuso el título de Libro de buen amor, que ha sido generalmente aceptado.

ESTRUCTURA Y CONTENIDO

El Libro de buen amor está compuesto de abundantes materiales muy heterogéneos, hilvanados por el hilo narrativo de la primera persona:

A) un prólogo en prosa donde se declara la intención de la obra

B) una serie de aventuras amorosas con mujeres de muy distinta condición (una monja, una mora, las serranas…)

C) una colección de treinta y dos fábulas y cuentos con intención didáctica

d) episodios como el de don Melón y doña Endrina, adaptación del Pamphilus de amare, una comedia latina del Siglo XII.

E) un conjunto de digresiones morales y satíricas, como la del poder del dinero

F) pasajes alegóricos como la batalla de don Carnal y doña Cuaresma, una parodia de las batallas de la épica

G) un grupo de composiciones líricas: Poemas religiosos, serranillas, etc

Tal diversidad adquiere unidad por el uso de la primera persona narrativa y por el tema común del amor y sus engaños. La peculiar disposición de los diversos textos del libro se ha relacionado con la literatura oriental, en la que son normales las estructuras sueltas y heterogéneas. Se ha señalado la influencia árabe en el ambiente o en la figura misma de la Trotaconventos, concebida de forma positiva, según lo era la tercería en el mundo musulmán. El influjo de la cultura cristiana medieval es también patente (la Biblia) y también la literatura latina (Ars amandi de Ovidio) y textos latino-medievales (Pamphilus de amore).

Dos son los temas principales: el amor y la muerte. El amor se presenta como una fuerza natural. El libro expresa una arrolladora fuerza vitalista y una concepción placentera y sensual de seres y cosas. La muerte es la fuerza opuesta al amor y la vida. En el amargo lamento por la destrucción de Trotaconventos, la alcahueta amiga del protagonista, queda claro que la muerte es destructora y no liberadora, pues destruye la hermosura, el placer y las relaciones humanas. La obra de Juan Ruiz es exponente de una nueva mentalidad burguesa, en un mundo en el que las relaciones sociales están cambiando y donde todo lo puede el dinero.

Acerca de la verdadera intención de la obra, hay diferentes opiniones. Unos defienden su carácter didáctico: el Libro se debería interpretar como una lección moral sobre la infelicidad y alejamiento de Dios que causa en el hombre abandonarse al loco amor. Para otros, en cambio, el tono predominantemente humorístico, amable y hedonista de los distintos episodios constituye una invitación al goce y disfrute de los aspectos más sensuales de la existencia.

MÉTRICA, LENGUA Y ESTILO

En cuanto a su métrica, el Libro de buen amor es un extenso poema de más de mil setecientas estrofas, la mayor parte escritas en cuaderna vía. En su lengua y estilo abundan tanto los recursos retóricos propios de la tradición culta como los rasgos del lenguaje popular. Recursos de la tradición culta serían las repeticiones o enumeraciones, la anáfora, la interrogación retórica o los juegos de palabras. Del lenguaje popular serian el uso del diminutivo y el abundante empleo de refranes. Los diálogos frecuentes dramatizan el relato.

5. LA PROSA MEDIEVAL

Las obras castellanas escritas en prosa son más tardías que las líricas y las épicas. Esto se debe a que el latín fue durante gran parte de la Edad Media la lengua de los textos escritos. Fue la voluntad de algunos reyes la que impulsó el uso de la prosa castellana frente a la prosa latina.

Fernando III (1201-1252) adopta el castellano como lengua de cancillería, es decir, como lengua de los documentos notariales y administrativos en todo el reino. A partir de entonces todos los documentos de carácter jurídico (leyes, fueros…) se escriben en castellano. Su hijo Alfonso X el Sabio (1252- 1284) reuníó en su corte a sabios hebreos, árabes y cristianos para abordar la ingente empresa de traducir al castellano todo el saber conocido de su época. Ya en el Siglo XII la Escuela de Traductores de Toledo, dirigida por el arzobispo don Raimundo, había realizado una labor similar, con traducciones al latín. Las obras escritas bajo la dirección y estímulo de Alfonso X son muy variadas: obras históricas (Estoria de España, General Estaría); obras jurídicas (Las Siete Partidas); obras científicas ( Libro del saber de astronomía) y obras de entretenimiento ( Libro de axedrez, dados e fablas).

Del Siglo XIII datan las primeras colecciones de cuentos en castellano, de origen oriental, traducidos del árabe. Las dos más importantes son el Libro de Calila e Dimna y el Sendebar o Libro de los engaños de las mujeres. En ellas destacaba su condición de recopilación del saber y de guía de conducta, especialmente para políticos, La moral predicada por los cuentos orientales es esencialmente práctica, aconsejando el uso de la prudencia y de la astucia como valores más extendidos.

5.1 DON Juan Manuel

Noble ambicioso, escritor orgulloso de serlo, don Juan Manuel, sobrino de Alfonso X, es el primer caballero que encarna el ideal de cultivar a la vez las armas y las letras, Además de El conde Lucanor, don Juan Manuel escribíó otras obras, algunas de ellas perdidas a pesar de sus esfuerzos por conservar los manuscritos. Entre las conservadas destacan El libro del caballero y el escudero (que nana cómo un anciano caballero instruye a un joven escudero acerca de la orden de caballería) y el Libro de los Estados (descripción pormenorizada de la rígida sociedad del Siglo XIV).

El conde Lucanor se divide en cinco partes, pero la más importante es la primera, que consta de cincuenta y un ejemplos organizados con la misma estructura:

A) El conde Lucanor expone un problema a su ayo Patronio

B) Patronio para contestarle le relata un cuento

C) Acabada la narración, Patronio extrae de ella el consejo

D) El conde aplica el consejo y tiene éxito

E) Don Juan Manuel decide incluir el cuento en su libro y resume la moraleja en un pareado

Los cuentos, todos de clara intención didáctica y escritos en un estilo que intenta ser sencillo y escueto, tratan los ternas relacionados con la ideología de un noble que defiende sus valores sociales y religiosos. Las fuentes son variadas, desde los cuentos orientales hasta historias tomadas de fuentes cristianas, fábulas griegas, etc.

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