El Teatro Moderno: Dos Líneas Fundamentales
Podemos señalar dos líneas de desarrollo fundamentales en el teatro moderno: el teatro comprometido y el teatro alusivo o simbólico. Las tragedias de Lorca pueden considerarse una forma de realismo poético, por su combinación de elementos realistas y simbolistas. Y Luces de Bohemia, obra maestra del esperpento de Valle-Inclán, aúna rasgos del expresionismo con la crítica de la realidad española de la época. Los grandes renovadores son, actualmente, directores de escena y grupos teatrales.
El Teatro Comprometido: Crítica y Denuncia Social
El teatro comprometido ofrece una reflexión crítica sobre la realidad del presente, con el fin de denunciar las injusticias sociales o la opresión política. Se incluyen:
- El teatro político
- El teatro social
- El teatro neorrealista italiano
- El realismo norteamericano
- El teatro de John Osborne y los llamados Jóvenes Airados británicos.
El Teatro Alusivo o Simbólico: Exploración Existencial e Innovación
El teatro alusivo incluye todas las formas teatrales innovadoras, no realistas, que sirven como cauce de expresión de conflictos existenciales. En esta vertiente se sitúan:
- El teatro simbolista
- El teatro expresionista
- El metateatro
- Las obras vanguardistas
- El teatro del absurdo
- Las distintas manifestaciones del teatro experimental.
Orígenes de la Renovación Teatral en el Siglo XIX
Pioneros: Ibsen, Chéjov y Strindberg
En los últimos años del siglo XIX surgen las primeras tentativas de superación del realismo y el naturalismo, con figuras como Ibsen, Chéjov o Strindberg. Sus temas recurrentes son:
- La crítica a las instituciones sociales de la época
- La decadencia de la sociedad
- La lucha de sexos, etc.
En cuanto a los personajes, son presentados desde diversos puntos de vista y con complejas motivaciones. Su renovación teatral consistió en:
- Simplificar la escena
- Eliminar la división de los tres actos
En su estilo destaca el uso del monólogo y la reinvención del diálogo, haciéndolo más real. Obras destacadas: El padre y La señorita Julia.
El Drama Simbolista: Sueño y Angustia Interior
Los dramas simbolistas se caracterizan por la ambientación onírica o legendaria y la profundización en el mundo interior de los personajes, que, por la angustia y desesperanza, se ven empujados hacia un desenlace trágico. Destacan: Salomé de Oscar Wilde y Peleas y Melisenda de Maurice Maeterlinck.
Alfred Jarry y la Caricatura de los Instintos Humanos
La principal creación de Alfred Jarry es Ubú rey, que refleja de modo caricaturesco los más bajos instintos del ser humano, expresión de un radical descontento con el mundo.
Luigi Pirandello: La Búsqueda de la Verdad y la Identidad
La obra capital de Pirandello es Seis personajes en busca de autor, argumento que da pie a una reflexión filosófica organizada en torno a dos ejes: el relativismo y la necesidad humana de creer en un dios.
El Teatro del Absurdo: La Condición Humana sin Sentido
El teatro del absurdo es la corriente teatral dominante durante los años 50 y 60. Los dramas del absurdo deben entenderse como alegorías o metáforas de la condición humana.
Filosofía y Temas Centrales
La filosofía que subyace en esta fórmula dramática es el existencialismo ateo de Sartre o Camus, a lo que se suma la influencia de Kafka y Pirandello, personajes que anticipan los conflictos existenciales de las obras del absurdo. Temas principales:
- La falta de una justificación que dé sentido a la vida y a los hechos del mundo
- La pérdida de identidad del ser humano
- La inutilidad del lenguaje
- La incomunicación
- El rechazo de la razón.
Mecanismos Dramáticos y Características
En cuanto a los mecanismos dramáticos, no existe una intriga o acción; la situación inicial es invariable, estática y hay una sucesión de episodios o situaciones inconexas que suelen presentar una estructura cíclica o circular; los personajes carecen de coherencia psicológica y hay una desarticulación del lenguaje. Otro de los rasgos sería el sentido del humor, basado muchas veces en la gestualidad y en los diálogos disparatados; se trata con frecuencia de un humor negro o cruel.
Obras Clave del Teatro del Absurdo
La cantante calva de Eugene Ionesco es la primera obra del teatro del absurdo. Está formada por once escenas en las que se desarrolla una conversación trivial y disparatada entre dos parejas burguesas. Conforme avanza el diálogo, el lenguaje se va desintegrando hasta terminar con los personajes bailando por la escena a oscuras. También destacan obras como Las sillas o Rinoceronte.
Las dos obras más importantes del irlandés Samuel Beckett son: Esperando a Godot y Final de partida. Esperando a Godot es la obra maestra del teatro del absurdo y quizá la pieza más influyente del siglo XX. Está constituida por dos actos; en el segundo, Vladimir y Estragón representan a los seres humanos que buscan en vano un sentido a sus vidas, infectadas por la monotonía y el tedio.
Los dramas de Sartre y Camus escriben obras formalmente convencionales.
Bertolt Brecht y el Teatro Épico: Distanciamiento y Conciencia Social
El dramaturgo alemán Bertolt Brecht es el máximo exponente del teatro de compromiso. Su propuesta teatral puede concretarse en los siguientes puntos:
- Su teatro, de carácter didáctico, tiene como objetivo denunciar la desigualdad social y la opresión política; para ello, propugna una estética del distanciamiento o extrañamiento.
- El teatro debe evitar la identificación emocional del espectador con los personajes porque anula el espíritu crítico. Esto se consigue por medio de diversos procedimientos: la presencia de un narrador o el empleo de carteles que cuentan los hechos (teatro épico).