La Variación Lingüística: Un Fenómeno Complejo
Lo que entendemos por idioma dista mucho de ser un conjunto uniforme y sin fisuras. Una lengua, un idioma, se halla diversificada en un conjunto de formaciones lingüísticas (pequeñas ‘sublenguas’) determinadas, básicamente, por las posibilidades efectivas de comunicación entre los miembros de la comunidad lingüística en cuestión.
Lo que consideramos una misma lengua sabemos que ha sufrido variaciones a lo largo del tiempo. No es lo mismo el español del siglo XX que el del siglo XVI. Otro de los hechos que no pasa desapercibido es que existen diferentes formas de hablar dentro de un mismo marco de comprensión. Por último, un hablante medio se dará cuenta de que se ajusta a diferentes cánones según las circunstancias en las que hable.
El Concepto de Diasistema según Rona
Una de las primeras respuestas la va a dar Rona: observa 3 conceptos diferentes de lengua y, a su juicio, están confundidos. Son cosas diferentes, a su juicio. Saussure habla en primer lugar de una lengua (L1 o ‘lengua’) y Rona habla de ‘habla’ (código/mensaje). También habla de Lengua2 y, según Rona, hay otro concepto de lengua en el que ‘lengua’ se opone a ‘dialecto’. Saussure habla de L3, mientras que Rona habla de ‘lengua’ o ‘idioma’ frente a otras lenguas. Rona propone que, en lugar de hablar de sistema, se hable de diasistema (un conjunto de sistemas).
El Cubo de Rona y las Dimensiones de la Variación
Esto lo representa Rona en un cubo tridimensional:
- El cubo mismo como representación del diasistema.
- Los puntos en el interior del cubo, cada uno de los cuales representa un idiolecto (lengua individual. Hay lenguas que tienen una lengua común).
- Las propias coordenadas del cubo, representativas de los factores de la variación: espacio (variación diatópica), grupo social (variación diastrática) y tiempo (variación diacrónica).
La Dimensión Diafásica y el Diasistema Cuatridimensional
Pese a las reservas de Rona, un modelo que pretende dar cuenta de la variación dentro del idioma no puede prescindir de la variable diafásica. Esta variación se da dentro del individuo (idiolecto), pero también es exterior a él: los ‘estilos’ los adopta el individuo en situaciones comunicativas determinadas, pero ‘están ahí’ y pueden ser considerados desde un punto de vista supraindividual. La representación del diasistema será, por tanto, cuatridimensional y sus puntos interiores no serán ya idiolectos, sino idiolectos en un estilo determinado. No hay un solo sistema, sino varios: diatópico, diastrático, diafásico y diacrónico.
Los Dialectos
Los dialectos son formaciones constantes que se dan en un determinado grupo de hablantes.
La Perspectiva de Coseriu: Lengua Funcional vs. Histórica
Coseriu propone hacer una serie de diferencias terminológicas. Él habla de lengua funcional frente a lengua histórica. Antes se hablaba de ‘lengua’ en general. La lengua histórica o idioma es a la que le conviene el término de diasistema. La lengua funcional es la sincrónica, es el sistema. Esta es la lengua que puede hablarse o que se habla. Una lengua histórica puede abarcar no solo varias normas, sino también varios sistemas. Se puede decir, pues, que una lengua funcional (lengua que puede hablarse) es un sistema de oposiciones funcionales y realizaciones normales, o mejor, sistema y norma.
Continuos Dialectales y el Problema de la Delimitación
Continuos dialectales: Si consideramos las hablas rurales, nos encontramos con que en muchas partes del mundo se da la siguiente situación: a-b-c-d-e-f.
La unidad geográfica se corresponde con distintas realidades: aldea, municipio, pueblo… Por eso se habla de dialecto local como una unidad. La dialectología suele ocuparse de realizar monografías dialectales. Ej.: ‘El habla de…’. Pero la dialectología no es una suma de descripciones, aunque esta es su base, es como se ha gestado. El dialecto local no es la unidad de la dialectología, sino el dialecto supralocal. Esto es lo que se entiende normalmente como dialecto.
Cuando hablamos de continuos dialectales, aludimos al problema de su delimitación interna; concretamente, el problema de la adscripción de las variedades a una u otra lengua. Más o menos lo mismo puede decirse de esas variedades o dialectos locales y su adscripción a los dialectos supralocales. Esta dificultad ha sido uno de los caballos de batalla de la dialectología clásica.
La Visión de Martinet sobre el Término ‘Dialecto’
Las similitudes y analogías entre dialectos no se basan en razones geográficas, sino que se sustentan en las redes de comunicación, en la comunicación real entre las subcomunidades de una comunidad. Martinet dice que, dentro de los dialectos, hay que tener cuidado porque es preciso distinguir dos tipos de dialectos o dos vías de la palabra ‘dialecto’. Unilingüismo para dialecto1 y bilingüismo para dialecto2. Hay 3 maneras de entender la oposición lengua y dialecto:
- Lengua/dialecto1: es la relación de todo/parte. Todos hablamos dialectos por el lugar en el que nos desenvolvemos. Ej.: español-andaluz.
- Lengua/dialecto2: todo/todo. Sería una lengua estándar frente a los dialectos históricos (no estándar). Ej.: español-asturiano.
- Lengua/dialecto: parte/parte. Lengua estándar modélica/variedades no modélicas de la lengua estándar. Ej.: cuando surge una variedad de prestigio, por tanto modélica, de la lengua estándar con un condicionamiento espacial (real o supuesto), a eso se la puede llamar ‘lengua’. Ej.: español centro-septentrional.