La Generación del 98

El Modernismo y la Generación del 98 (G98) surgen a finales del siglo XIX y principios del XX, compartiendo el mismo suelo literario y contexto histórico-social, pero presentan notables diferencias.

Temas Fundamentales de la Generación del 98

El Tema de España

A raíz del Desastre de 1898, con la pérdida del imperio colonial español y el prestigio internacional, los escritores de la Generación del 98 reflexionan profundamente sobre España. En sus obras, se observa una especial atención a los paisajes de Castilla, la historia nacional, y las obras artísticas y literarias clásicas como fuentes de identidad y reflexión.

El Tema Existencial

En sus textos se aprecian reflexiones personales y doloridas sobre el destino del hombre y el sentido de la vida. Abordan con frecuencia cuestiones trascendentales como la muerte, el inexorable paso del tiempo y la religiosidad o la ausencia de esta.

Estilo Literario

Los autores de la Generación del 98, aunque diversos, comparten ciertos rasgos estilísticos comunes:

• Un estilo antirretórico y cuidado, que busca la sobriedad expresiva.
• Gusto por las palabras tradicionales y el léxico de la literatura clásica española.
• Un marcado subjetivismo, donde la visión personal del autor impregna la obra.
• Búsqueda de una expresión precisa y exacta, huyendo de la ornamentación superflua.
• Apuesta por la sencillez, el rigor intelectual y una voluntad de renovación del lenguaje literario.

Autores Destacados

Antonio Machado (1875-1939)

Nació en Sevilla. A los ocho años se trasladó a Madrid. A los veintisiete años viajó a París, donde conoció a Rubén Darío. A los treinta y dos años obtuvo la cátedra de Francés. Se casó con Leonor Izquierdo, quien murió trágicamente tres años después, un hecho que marcó profundamente su vida y obra. Tras la muerte de Leonor, Machado se trasladó a Baeza. Al final de la Guerra Civil Española, se exilió y murió en Colliure (Francia).

Fue un poeta fundamental que comenzó publicando versos de influencia modernista, aunque más subjetivos e intimistas que los de Darío. Su obra más representativa de esta primera etapa es Soledades (y sus posteriores ampliaciones como Soledades, Galerías y Otros Poemas), cuyo tema central es la angustia existencial. En esta obra, Machado describe paisajes decadentes y melancólicos, donde su voz poética proyecta su estado de ánimo y plasma su angustia a través de símbolos recurrentes:

• La tarde, la noria, los caminos, el otoño, la caída de las hojas (símbolos del paso del tiempo y la melancolía).
• El mar (alegoría de la muerte).
• Las colmenas, las galerías del corazón (metáforas de la poesía creadora y el mundo interior).
• Los sueños (como vía hacia el conocimiento verdadero o la introspección).

Debido a su evolución ideológica y vital, en Campos de Castilla (1912) aparece una nueva dimensión: el paisaje castellano, sus habitantes, su historia y la preocupación por España. En esta obra, Machado muestra la conducta de los españoles, se lamenta por la situación del país y ofrece breves pero incisivas reflexiones sobre su presente y futuro.

Miguel de Unamuno (1864-1936)

Nació en Bilbao. Pasó parte de su vida en Madrid, donde estudió Filosofía y Letras. En Salamanca, ciudad a la que estuvo profundamente ligado, llegó a ser rector de su universidad. En 1924 fue desterrado a Fuerteventura por su oposición a la dictadura de Primo de Rivera, exiliándose después a París. Al estallar la Guerra Civil, inicialmente apoyó la sublevación, pero pronto se desengañó y se opuso públicamente, lo que le valió el arresto domiciliario, situación en la que murió.

Unamuno cultivó el ensayo, la novela (a las que él llamaba nivolas para diferenciarlas de la novela realista), la poesía y el teatro, géneros en los que reflejó sus inquietudes filosóficas e ideológicas. Criticó la situación de España, proponiendo inicialmente la europeización como solución (aunque luego abogaría por la»españolización de Europ»), y se preocupó agónicamente por la fe religiosa, la inmortalidad y la vida después de la muerte, temas centrales en su obra.

Obras destacadas:

• Ensayos: Vida de Don Quijote y Sancho, Del sentimiento trágico de la vida.
• Novelas (Nivolas): Niebla, La tía Tula, Abel Sánchez, San Manuel Bueno, mártir.

Pío Baroja (1872-1956)

Nació en San Sebastián. Estudió Medicina en Madrid, pero pronto abandonó esta profesión para dedicarse por completo al periodismo y la literatura. En 1935 ingresó en la Real Academia Española (RAE). Tras un breve exilio en Francia durante la Guerra Civil, regresó a Madrid, donde llevó una vida relativamente tranquila hasta su muerte.

Fue un novelista prolífico y uno de los más importantes de su generación. Sus personajes, a menudo antihéroes o seres inadaptados, poseen una gran fuerza vital y se mueven por lugares reales y en el marco de historias verosímiles, aunque a veces teñidas de aventura. Sus novelas reflejan preocupaciones filosóficas, y sus temas fundamentales giran en torno al mundo hostil, la lucha por la existencia y la búsqueda de sentido en un entorno a menudo absurdo. Su estilo es ágil, directo y antirretórico.

Trilogías más conocidas:

• Tierra Vasca: La casa de Aizgorri, El mayorazgo de Labraz, Zalacaín el aventurero.
• La Raza: La dama errante, La ciudad de la niebla, El árbol de la ciencia.
• La Lucha por la Vida: La busca, Mala hierba, Aurora roja.

En todas sus obras destacan la plasticidad descriptiva, la viveza de los diálogos y una profunda naturalidad narrativa.

Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936)

Nació en Villanueva de Arosa (Pontevedra). Su vida fue bohemia y aventurera. Viajó a México, donde entró en contacto con las corrientes modernistas. De regreso a España, se instaló en Madrid, participando activamente en las tertulias literarias. Más tarde, vivió en Francia como corresponsal de guerra durante la Primera Guerra Mundial. Volvió a Madrid para ocupar una cátedra en la Escuela de Bellas Artes. Fue nombrado director de la Academia Española de Bellas Artes de Roma y en 1935 regresó a Galicia, donde murió poco después.

Fue poeta, novelista y, sobre todo, un revolucionario dramaturgo. Se inició en el Modernismo esteticista, etapa a la que pertenecen las Sonatas (Sonata de otoño, Sonata de estío, Sonata de primavera, Sonata de invierno). Estas son cuatro novelas poéticas que narran las memorias del Marqués de Bradomín, un Don Juan «feo, católico y sentimental», ambientadas en un mundo decadente y refinado.

La mayor importancia de Valle-Inclán radica en la creación y desarrollo del esperpento, una innovadora técnica dramática y una visión del mundo que consiste en presentar la realidad española –y los asuntos serios y graves– desde una perspectiva deformada, grotesca y burlesca para revelar su profunda tragedia. Valle-Inclán deforma sistemáticamente la realidad, animaliza o cosifica a sus personajes, que pierden su condición humana y se convierten en marionetas trágicas. Selecciona los aspectos más indignos y sórdidos de la sociedad y los mezcla con elementos líricos o delicados, uniendo la poesía con lo vulgar para realizar una crítica feroz y una denuncia de la realidad social y política de España.

Obras de teatro esperpénticas más destacadas:

• Luces de bohemia (considerada la obra fundacional del esperpento)
• Trilogía Martes de carnaval (que incluye Las galas del difunto, Los cuernos de don Friolera y La hija del capitán)

Novelas importantes de su etapa final:

• Ciclo El ruedo ibérico (inconcluso)
• Tirano Banderas (novela del dictador)

Su obra Divinas palabras (subtitulada»Tragicomedia de alde») es una pieza teatral que, aunque anterior a la formulación teórica del esperpento, ya se aproxima a esta estética. Está ambientada en una Galicia rural, brutal y supersticiosa, poblada por personajes inhumanos, regidos por la lujuria, la avaricia y la crueldad.

Generación del 98 frente al Modernismo: Un Contraste