La novela después de la Guerra Civil

El teatro español anterior a 1939


 A principios de siglo se seguían representando las formas teatrales heredadas de finales del Siglo XIX, un teatro comercial que gozaba del gusto del público: la denominada “alta comedia” dirigida a la sociedad burguesa, en la que destaca Jacinto Benavente, Los intereses creados. Asimismo se estrenan con éxito piezas en verso como las de los hermanos Machado. Triunfa también la comedia costumbrista madrileña de Arniches y la comedia costumbrista andaluza de los hermanos Álvarez Quintero ,así como el teatro humorístico de Pedro Muñoz Seca, autor de La venganza de don Mendo, que destaca por su humor basado en el chiste y en los juegos de palabras, lo que se llamó el astracán, un subgénero teatral en el que el autor pretende sobre todo hacer reír.
Hasta 1920 no se percibe claramente un intento de renovación teatral. Varios autores de la generación del 98 como Unamuno o Azorín se opusieron al teatro comercial. Pretendieron expresar a través del teatro sus conflictos religiosos, existenciales y sociales. Harán un teatro intelectual y complejo que enlaza con las tendencias filosóficas de la época. Entre todos los Intentos renovadores, destaca RAMÓN MARÍA DEL VALLE-INCLÁN, que ensaya diferentes vías de creación teatral:

TRAGEDIAS:

nos encontramos aquí la trilogía titulada Comedias bárbaras, tres obras que se desarrollan en la Galicia natal del autor, un espacio en el que se mueven personajes embrutecidos por la avaricia y la ambición y que no respetan ni los lazos familiares. Divinas palabras es la obra más importante entre sus tragedias. Adelanta elementos propios del esperpento, con personajes miserables, muchas veces deshumanizados, que se mueven impulsados por sus instintos más primarios.
FARSAS son obras influidas por el guiñol, ya que los personajes parecen muñecos y están ridiculizados a través de la caricatura. En ellas plantea una dura crítica a la monarquía, los nobles y los militares. Farsa infantil de la cabeza del dragón, es una sátira del poder.

ESPERPENTOS:

En 1920 Valle utiliza por primera vez el término esperpento para calificar su obra Luces de bohemia. Hará lo mismo con la trilogía Martes de carnaval. El esperpento es
para Valle la única manera de reflejar una realidad que para él está tan degradada que resultaría imposible reflejarla de manera realista, pues resulta una caricatura en sí misma.


2En estas obras lleva a cabo una deformación sistemática de la realidad, exagerando al máximo los rasgos más negativos de la sociedad española, para denunciarlos de este modo. Lo consigue presentando fuertes contrastes, llevando a cabo procesos de animalización o cosificación de
los personajes. En ellas se observa la influencia del expresionismo pictórico. En los años 30, la Generación del 27 buscó un acercamiento del teatro al pueblo. De este modo, se crearon compañías como La Barraca, que pretendieron dar una educación teatral a las clases más desfavorecidas. Varios componente de la generación se vieron tentados por el teatro. Son interesantes las obras escritas por Salinas, Rafael Alberti o Alejandro Casona. Entre todos los autores destaca Federico GARCÍA Lorca. Sus obras giran alrededor de tres grandes temas: el conflicto entre la realidad y el deseo, el destino trágico que tienen los
personajes, y la lucha contra los prejuicios sociales. Se ve influido por el teatro de títeres y se siente atraído por la tragedia griega, los clásicos españoles y por el movimiento surrealista. Desde los comienzos de su producción, busca nuevas fórmulas dramáticas que lo alejan del teatro tradicional. Esto es ya se observa en su teatro de marionetas, con Farsas para guiñol o para personas, como La zapatera prodigiosa. Durante los años treinta recibe la influencia vanguardista, que se refleja en sus DRAMAS SURREALISTAS, obras muy innovadoras que tardaron tiempo en ser representadas y que contienen una fuerte dosis de Surrealismo, como El público (1930) Además de este teatro irrepresentable, Lorca escribe durante los años treinta obras teatrales que sí alcanzan éxito comercial, sus DRAMAS RURALES:
Bodas de sangre (1931): Escrita en prosa con pasajes en verso. A partir de un suceso real elabora la tragedia de La Novia que, el mismo día de su boda, huye con el antiguo amante. Yerma (1934): presenta la tragedia de la mujer estéril que lucha infructuosamente contra su destino. Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores (1935), que presenta a la muchacha que envejece esperando eternamente al novio que nunca regresa. La casa de Bernarda Alba (1936): tras la muerte de su segundo marido, Bernarda Alba impone a sus cinco hijas, como luto, una larga y rigurosa reclusión. Partiendo de este argumento base, se desarrollan los temas típicamente lorquianos: conflicto entre el individuo y la sociedad y enfrentamiento entre libertad y autoridad. El ambiente represivo esconde tras su apariencia de orden incontrolables fuerzas, representadas en las hijas, que luchan por liberarse de la autoridad materna y que terminarán en tragedia.


Tema 6 El teatro de 1939 hasta la actualidad


Tras la Guerra Civil, algunos escritores como Alberti o Alejandro Casona tuvieron que marchar al exilio, donde escriben obras marcadas por la nostalgia y la visión crítica de la situación española. En España, EN LA INMEDIATA POSGUERRA (años 40 y parte de los 50), pese a las evidentes limitaciones políticas y culturales, hubo autores que buscaron nuevas formas de expresión teatral frente a un teatro “de consumo”. Una de estas propuestas teatrales en la posguerra es el teatro cómico, con situaciones ingeniosas, donde lo inverosímil y hasta lo absurdo son protagonistas. Destaca en el teatro humorístico Miguel Mihura. Su mejor obra es Tres sombreros de copa, que basa su comicidad tanto en las situaciones como en el lenguaje,
muchas veces infantil o cursi. Al igual que en la novela, en los años 50 cuaja EL TEATRO DEL Realismo SOCIAL, un teatro de protesta y de denuncia, con autores como Sastre y Buero Vallejo. ALFONSO SASTRE, en la década de los 50 presenta una insistente preocupación por las consecuencias que tiene un poder injusto sobre los individuos. De esta época destaca Escuadra hacia la muerte (1952). En el teatro de Antonio BUERO VALLEJO siempre están presentes la denuncia de la injusticia, la lucha por la libertad y la búsqueda de la verdad. De su etapa existencial destaca Historia de una escalera (1949), que refleja el mundo gris de los vecinos de una escalera, con sus ilusiones y fracasos, en el que las frustraciones vitales se repiten de generación en generación. Y de su
etapa social destaca Un soñador para un pueblo, obra en la que la ambientación histórica le permite sortear la censura. Poco a poco la influencia de la vanguardia europea y del teatro del absurdo de Ionesco o Beckett llega a los autores españoles.
EN LOS AÑOS 60 se busca un nuevo lenguaje dramático
basado en el espectáculo, en la escenografía y en las técnicas audiovisuales. Podemos destacar a Fernando Arrabal, creador del llamado “teatro pánico”, un teatro cargado de simbolismo con deformaciones esperpénticas, Pic-Nic. En general, podemos decir que existe un grupo de autores como Lauro Olmo que se alejan del Realismo y emplean un lenguaje violento y desgarrado en muchos casos, que puede considerarse incluso desafiante para un público más conservador. Surgen grupos de teatro independiente que actúan, en principio, al margen de los círculos comerciales: 


Els Joglars, Dagoll-Dagón, La Fura dels Baus,… Fueron frecuentes en ellos las creaciones colectivas en las que el texto literario de autor (cuando existía) era sólo la base
sobre la que luego realizaban todo tipo de modificaciones. En los años 60 y 70 podemos encontrar también un teatro de tipo tradicional con autores
como Antonio GALA, que tiene mucho éxito con obras como Anillos para una dama.
EN LOS ÚLTIMOS AÑOS DEL Siglo XX, en general habría que señalar la diversidad de tendencias. Algunos autores como Francisco NIEVA, continúan en la línea de influencia vanguardista. Su teatro se caracteriza por el Surrealismo, la presencia de lo onírico y lo fantástico, así como por la importancia de la escenografía. Por otro lado, hay un grupo de autores dramáticos que escriben un tipo de comedia neorrealista que desarrolla temas de actualidad: el paro, la droga, los problemas de la juventud, etc. La obra de José Luis ALONSO DE SANTOS, Bajarse al moro, aborda este tipo de problemas, mezclando ingredientes de la comedia con la crítica social. En el caso de Fernando FERNÁN GÓMEZ, su obra Las bicicletas son para el verano, es un drama realista ambientado en el Madrid de la Guerra Civil. Los dramaturgos que han iniciado o consolidado su carrera en los últimos años del Siglo XX, como SERGI BELBEL han permanecido fieles a procedimientos vanguardistas e innovadores: incorporación de lo onírico, el mundo de los sueños o el intento de derribar las barreras que separan la realidad de la ficción. Otros autores como JOSÉ SANCHIS SINISTERRA han querido revitalizar el sainete o la comedia de costumbres. En los primeros años del Siglo XXI conviven en los escenarios obras de autores de los 80 con producciones de jóvenes dramaturgos como Juan MAYORGA, un autor muy preocupado por los problemas del hombre contemporáneo, que plantea siempre en sus obras un conflicto de tipo filosófico, o ALBERTO CONEJERO, con un teatro muy poético. Dentro de la comedia moderna habría que destacar a autores como ALFREDO SANZOL. Podemos señalar que actualmente muchos de los autores compaginan su labor de escritura con la dirección, lo que les permite tener una visión más unitaria del oficio teatral. 2


Tema 7. La poesía de 1939 hasta la actualidad


Con el poeta
Miguel HERNÁNDEZ nos encontramos con una figura crucial que sirve de puente entre dos generaciones: la del 27 y la del 36. Ya en su obra El rayo que no cesa (1936), aparecen sus tres grandes temas: vida, amor y muerte. Durante la guerra, sus poemas se hacen más combativos. Con Viento del pueblo (1937) se inicia una etapa de poesía
comprometida. Tras la Guerra Civil muchos poetas tuvieron que exiliarse, entre ellos autores de la Generación del 27, y en su producción del exilio transmiten la nostalgia de la patria perdida. En España surge la llamada GENERACIÓN DEL 36 O GENERACIÓN ESCINDIDA, en la que encontramos dos posturas poéticas

: A) POETAS ARRAIGADOS O GARCILASISTAS:

comparten una visión del mundo ordenada y serena, es decir, se muestran conformes con el mundo que les ha tocado vivir. Presentan el tema amoroso y el sentimiento religioso en muchos de sus poemas. Uno de los poetas arraigados de la generación del 36 es Luis Rosales, La casa encendida.

B) POESÍA DESARRAIGADA:

para estos el mundo es un caos y la poesía una búsqueda de ordenación. Su poesía es inconformista, llena de dolor y angustia. A esta visión corresponde la obra de DÁMASO ALONSO Hijos de la ira (1944) Un poeta destacado es de este grupo es Victoriano Crémer, Nuevos cantos de vida y esperanza LA POESÍA SOCIAL: LOS AÑOS 50:
Esta corriente no sólo se dio en poesía, sino también en narrativa y teatro y es lo que se ha llamado Realismo SOCIAL. Los poetas intentan dirigirse a la inmensa mayoría y hacer de la poesía una herramienta para construir una sociedad más justa. El tono de los poemas es narrativo y sencillo y en general utilizan el verso libre. En la poesía social destacan Blas de Otero, que a finales de los cuarenta escribe poesía dentro de la corriente desarraigada. En Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia presenta un Dios lejano que sólo responde con el silencio a los desesperados gritos de angustia del poeta. Con Pido la paz y la palabra (1955) entró de lleno en la poesía social. Denuncia la miserable situación de España, manteniendo la esperanza de un mundo mejor. Por otro lado, la poesía de Gabriel Celaya, en Cantos íberos presenta un lenguaje directo y aparentemente sencillo.

LA POESÍA EN LOS AÑOS 60

Los poetas de los años 60 se muestran inconformistas con el mundo que les ha tocado vivir. Su poesía es humana y solidaria. Son frecuentes los temas que hacen referencia 


a la intimidad y a la experiencia personal: evocación de la infancia, el mundo familiar, la amistad,…Destaca la poesía de José Ángel Valente, A modo de esperanza.
HACIA LA EXPERIMENTACIÓN: LOS NOVÍSIMOS (años 70) Para la evolución de la poesía española fue decisiva la publicación en 1966 de Arde el mar, del poeta PERE GIMFERRER, esta obra supuso la vuelta a la experimentación de las vanguardias europeas del período de entreguerras, la preocupación por la imagen y el símbolo…El término de NOVÍSIMOS para designar a esta generación fue acuñado al reunir a unos cuantos autores en una antología publicada en 1970 con el título de Nueve novísimos poetas españoles. Entre ellos se encontraban autores como Pere Gimferrer o Vicente Molina-Foix. Compartían el inconformismo en política o su provocación frente a la sociedad de consumo. Su formación está influida por los medios de masas: el cine, la radio, la televisión…

LOS ÚLTIMOS AÑOS DEL Siglo XX

En los años 80 y 90, en general, los poetas abandonan las posturas rebeldes y distanciadoras de algunos novísimos. Quieren enlazar con la vida actual y transmitir al lector con pasión (a veces también con ironía) sus experiencias reales o ficticias: amores, miedos, celos… Es lo que se ha llamado poesía de la experiencia. Se cuentan anécdotas del día y predomina la atención del poeta a su vida personal y a los temas que le acompañan: el paso del tiempo, la memoria, la identidad…Podemos destacar a autores como Luis García Montero, Ana Rossetti o Vicente Gallego.
LOS PRIMEROS AÑOS DEL Siglo XXI están marcados por la presencia de Internet, que les permite acceder a información masiva y les ofrece modos de interacción en red que potencian el acercamiento a los lectores. Para conectar con el público, recurren a temas cotidianos tomando el entorno como fuente máxima de inspiración. Un factor clave en estos poetas es el contexto social de precariedad y crisis que ha marcado su oficio y su lenguaje poético. Podemos citar a autores como Elena Medel, Luis Muñoz o Elvira Sastre.

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