Aspectos de un empresario

Valle-Inclán->


Es un autor revolucionario en la historia del teatro español contemporáneo. Fue un teatro tan novedoso para su época que permanecíó alejado de los escenarios hasta más de cuarenta años después de haberse escrito/ Valle-Inclán rechaza el Realismo burgués y propone una renovación total de la escena española en todos sus aspectos, experimentando con diversos métodos. Frente a la construcción en tres actos y la sucesión temporal lineal, Valle plantea cinco actos, cambios constantes de escenario y saltos en la temporalización del drama. Sus obras dramáticas supónían un revulsivo para el teatro del momento, pero las dificultades técnicas, la compleja escenografía, la escasa valentía de los directores de escena y empresarios y una mala preparación de los actores condujeron en su época al teatro valleinclanesco a la lectura. Sus textos, por innovadores, han debido esperar para ser representados a que se solucionasen muchos problemas técnicos, así como una mejor preparación del público para valorar estas obras, por su fuerza dramática y originalidad. En su época, sus obras fueron consideradas antidramáticas e irrepresentables. El uso de las acotaciones con carácter literario será una carácterística personal del autor, ya que considera que no solo deben ser funcionales, sino que servirán para expresar una visión totalizadora de la realidad dramática/ Para algunos Valle es el autor más importante del teatro en España; supone una revoluciona en la historia del teatro español y la semilla de los nuevos caminos abiertos por el teatro actual. Su obra teatral suele agruparse en tres ciclos: /A.

CICLO MÍTICO->

La acción transcurre en una Galicia mítica, intemporal. Se representa una sociedad arcaica, elegida para ofrecer la visión de un mundo en el que la propia vida se rige por instintos, por fuerzas primarias como la lujuria, la soberbia, la crueldad, el pecado… Destaca la trilogía Comedias bárbaras que está formada por Cara de plata (1922), Ágüila de blasón (1907) y Romance de lobos (1908). En ellas se cuenta la historia de la familia de los Montenegro, presentando la desaparición de una sociedad arcaica, vigente aún en la Galicia del Siglo XIX. Hay personajes faltos de moral, sacrílegos y feroces, además de un mundo de pasiones donde conviven lo sobrenatural, lo misterioso y la muerte. Valle-Inclán inicia con esta trilogía una ruptura con las formas dramáticas imperantes creando un teatro en libertad y esta renovación se ve en aspectos como la liberación de los personajes de la presión ideológica o la creación de un nuevo lenguaje dramático/ Otra obra importante es Divinas palabras (1919). Esta obra supone la culminación del ciclo mítico, con una estética muy cercana a los esperpentos. Es una ‘tragicomedia de aldea’ ambientada en Galicia, en un mundo rural de pasiones elementales. La acción de este drama se construye en torno a Laureaniño, el idiota, un enano hidrocéfalo cuyos familiares (Marica del Reino, Pedro Gailo y su mujer Mari-Gaila) lo exponen en las ferias para ganar dinero. Cuando Mari-Gaila abandona a Laureaniño para encontrarse con su amante (Séptimo Miau), un grupo de gente lo emborracha hasta ocasionarle la muerte, hecho que desencadenará los acontecimientos dramáticos. Las palabras finales de Pedro Gailo ‘¡Quien sea libre de culpa, tire la primera piedra!’ (palabras que proceden de la Biblia) dichas en latín, detienen la agresión popular contra la mujer, evidenciando que la crueldad y la piedad humana carecen de sentido/ B.

CICLO DE LA FARSA->

 Casi todas escritas en verso. Estas obras están situadas en un espacio más ridículo, propio del Siglo XVIII: jardines, cisnes, flores… Recogen elementos del teatro de marionetas, de la Commedia dell’arte (máscaras e intriga) y del entremés. Son piezas en las que se mezclan lo grotesco y lo sentimental, y en las que Valle-Inclán ofrece una crítica de la realidad política, social y cultural de España. La crítica a valores tradicionales y a sus tipos representativos se realiza mediante una deformación pre-esperpéntica. En La marquesa Rosalinda (1912) proporciona una visión provinciana de España y se burla de instituciones y costumbres.


Con el título general de Tablado de marionetas para educación de príncipes (1926) agrupó la Farsa infantil de la cabeza de dragón (1914), obra en prosa que presenta un ambiente de cuento de hadas con sus príncipes y princesas, seres fantásticos, y en ella hace una sátira del poder.
Farsa italiana de la enamorada del rey (1920) y Farsa y licencia de la reina castiza (1920), que constituye una sátira demoledora del reinado de Isabel II; su tema central es la vida cotidiana en palacio. En esta obra lo grotesco desplaza a lo sentimental y, junto con Divinas palabras, prepara el camino para el esperpento/ C.

CICLO DEL ESPERPENTO->

La producción dramática de Valle-Inclán culmina con el esperpento, un intento de presentar la realidad española pero no ofreciendo una visión real, sino presentando los hechos de una manera exagera y burlesca. El esperpento consiste en abordar asuntos graves desde una perspectiva burlesca; al combinar la seriedad de los asuntos con la risa, brota lo grotesco. Es un intento de presentar la realidad española, pero deformándola: cosifica y animaliza los personajes que pierden su condición de humanos, personifica animales y objetos, selecciona los aspectos más indignos y los mezcla con los más delicados, une el lenguaje lírico y elevado a la expresión más soez… No se ofrece una visión natural y real, sino que se presentan los hechos de una manera exagerada y burlesca; y esa distorsión y exageración permite realizar una profunda crítica. Este tipo de teatro es un teatro de crítica de una realidad falsa y de unos valores que ya no tienen sentido/ El prodigio permanente del esperpento es la deformación idiomática. Se mezcla la forma discreta, refinada y hasta pedante, con las expresiones más vulgares o la jerga más oscura y castiza, el habla de la taberna, de la delincuencia o del prostíbulo. Asimismo, es magistral el uso de la ironía y el sarcasmo para revelar lo absurdo de una sociedad grotesca que vive de las apariencias y para desenmascarar la corrupción en todos los estamentos sociales, en las instituciones oficiales y académicas, en definitiva, en la forma de vida de un pueblo/ Él mismo llamó así a cuatro de sus obras:
Luces de bohemia
(1920, no estrenada hasta 1970), Los cuernos de don Friolera (1921 publicada por entregas, 1925 publicada en un único tomo), Las galas del difunto (1926) y La hija del capitán (1927). Estas tres últimas fueron publicadas juntas en 1930 bajo el título de Martes de carnaval (Martes se refiere al mundo militar, ya que Marte era el Dios romano de la guerra). La trilogía presenta a los militares en distintos momentos de la historia española: durante el período revolucionario de 1917 a 1921 en la primera de las mencionadas de la trilogía, durante la guerra de Cuba en la segunda y durante el Golpe de Estado de Primo de Rivera en el año 1923 en la tercera/ Luces de bohemia es una sátira deformada y caricaturesca de la vida española de comienzos del Siglo XX. En este drama se cuenta el dantesco viaje de Max Estrella, poeta ciego, guiado por Latino de Hispalis por diversos lugares madrileños, hasta su muerte en la puerta de su propia casa. La obra de estructura en 15 escenas. La acción abarca desde el atardecer a la noche del día siguiente y se desarrolla en lugares múltiples: un cuarto miserable, una librería, una calle, un calabozo… Al héroe, Max Estrella, convertido en un simple cesante por la fatalidad y el destino, solo le quedan la impotencia, la rabia y la vergüenza. Los personajes, con su continua gesticulación, parecen marionetas en su pretensión de trágicos. ValleInclán emplea citas ajenas con una finalidad cómica, paródica. En Luces de bohemia se critica todo, desde la monarquía hasta el último plebeyo, pasando por la estéril bohemia, por lo que aparece por primera vez la crítica colectiva; la obra constituye una feroz crítica social y política de la España del momento, un mundo de injusticia, estupidez, arbitrariedad y violencia sin otra salida que la muerte. Los sucesos históricos se proyectan de manera grotesca: de este modo evidencian su carácter absurdo, aunque presentan consecuencias serias y aún desastrosas.

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