Los Ojos Verdes: La Leyenda de Bécquer sobre el Amor Fatal en Soria

LEYENDAS SORIANAS

5.ª Leyenda: Los Ojos Verdes

Esta sección presenta un estudio detallado de la quinta leyenda soriana, Los Ojos Verdes, atribuida a Gustavo Adolfo Bécquer.

Resumen de la Trama

Esta historia narra la desventura de Fernando de Argensola, quien se encuentra en una cacería de ciervos. El único ciervo que había alcanzado se le estaba escapando hacia la Fuente de los Álamos, un lugar al que se decía que no se podía ir puesto que estaba embrujado. El ánima que vivía allí hacía caer una terrible desgracia sobre aquellos que se atrevieran a acercarse.

Su viejo ayo, Íñigo, se puso en medio y le advirtió del peligro, pero él no le hizo caso y se adentró en el lugar hasta que consiguió cazar el ciervo.

A partir de allí, Fernando iba todos los días a cazar solo al amanecer y volvía al anochecer. Íñigo lo encontraba extraño y le preguntó qué le pasaba. Este le respondió que se había enamorado de unos ojos preciosos que había creído ver en la fuente: unos ojos verdes. Íñigo le dijo que esos eran los ojos del ánima que habitaba allí y que era muy peligrosa, pero Fernando le respondió que no podía dejarlos.

Fernando acudía diariamente y hablaba con la misteriosa mujer de los ojos verdes, que nunca le contestaba. Hasta que un día, ella le dijo que era un alma, que vivía en el fondo de la fuente, y que si quería, podía irse a vivir con ella. Fernando se acercó a ella, intentó darle un beso y, cuando lo hizo, resbaló y cayó al agua, de donde no salió nunca.

Interpretación y Significado

Esta leyenda busca dar a entender que no hay que fiarse de las apariencias, especialmente cuando estas provienen de la seducción de lo desconocido o lo prohibido. Simboliza la atracción fatal del Romanticismo.

Marco Espacial y Temporal

  • Lugar: Soria.
  • Época: No predeterminada (propia del contexto romántico).

Vocabulario Clave de la Leyenda

Lentiscos
Nombres de matas y arbustos propios de la zona de monte que rodea la altura de la montaña.
Carrasacas
Encinas pequeñas, el árbol propio de estos lugares fragosos del monte.
Corcel
Caballo.
Ijares o ijadas
Las cavidades de los flancos del caballo, entre las costillas y los huesos de las patas traseras del animal.
Trocha
Camino estrecho y poco cuidado, abierto con dificultad en la maleza del monte.
Serreta
Parte del cabezal de las caballerías que va sobre la nariz en forma de semicírculo y con puntas.
En pos de
Detrás de.
Encanijado
Que se ha puesto canijo, flaco, enfermo.
Escaño
Aquí, sillón precioso por la madera de que está hecho.
Haz
La superficie de las aguas.
Ponderación
Peso, medida.
Trasgo
Duende, ser fantástico.
Rielar
Brillar la superficie de las aguas con breves destellos. Es un verbo muy propio de los escritores románticos.

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