Temas Centrales de Niebla

En Niebla, la obra de Miguel de Unamuno, se entrelazan dos temas principales. El más prominente es el Amor, que actúa como catalizador para Augusto, sacándolo de su letargo existencial y llevándolo a cuestionar su propia realidad. Este despertar se manifiesta a través de la confrontación entre la razón hipotética y la vida real, a menudo expresada en monólogos de profundo contenido filosófico.

El segundo tema, intrínsecamente ligado al primero, es la Filosofía Pura de la Vida, articulada directamente por Unamuno. Esta filosofía se relaciona con el amor en la forma ya mencionada, explorando la existencia, la identidad y el propósito.

Argumento de Niebla: Trama y Desenlace

La vida de Augusto Pérez, un hombre rico, tranquilo y de mediana edad, con profundos pensamientos filosóficos, experimenta un giro radical tras un encuentro casual en la calle con Eugenia Pérez. A partir de ese momento, Augusto vive en un estado de ensoñación e intenta, sin éxito, conseguir la mano de Eugenia en varias ocasiones.

Cuando Augusto casi la ha olvidado, con la ayuda de Rosarito, se anuncia inesperadamente la boda entre Augusto y Eugenia. Sin embargo, tras saldar la deuda que pesaba sobre Eugenia, esta lo engaña y huye lejos con su novio, Mauricio, burlándose cruelmente del protagonista.

Este acontecimiento destroza el alma de Augusto, quien comienza a dudar de su propia existencia y se siente profundamente humillado. Planea suicidarse y, en un acto desesperado, visita al autor, Miguel de Unamuno, para pedirle consejo. Tras una acalorada discusión en la que el personaje se rebela contra su creador, provocando la furia de este, Augusto regresa a casa con la «pena de muerte» impuesta por Unamuno.

Al enterarse Unamuno de la muerte de su personaje, considera la posibilidad de resucitarlo para que se quite la vida por sí mismo. No obstante, la aparición de Augusto en los sueños del autor le disuade de cometer tal «barbaridad», dejando un final ambiguo y reflexivo.

Personajes Clave en Niebla

Personajes Principales

• Augusto Pérez

  Es el protagonista de Niebla, un hombre de mediana edad, solitario e impuntual, con una marcada inclinación filosófica. A lo largo de la obra, Augusto experimenta un despertar amoroso que había permanecido latente en su corazón. Se le describe como un personaje sin metas vitales claramente definidas y bastante holgazán. Su visión del mundo consiste en observar los acontecimientos, filosofar sobre ellos y, en ocasiones, actuar. Esta actitud se debe a su vida relajada, que le proporciona tiempo para la reflexión, y a su limitada experiencia vital, lo que a menudo se traduce en decisiones rápidas y superficiales.

• Eugenia Domingo del Arco

  Una joven luchadora que se sacrificaba dando clases de piano a pesar de su aversión a la música. Augusto la percibía inicialmente como una mujer íntegra, libre, «del futuro», admirable, majestuosa, heroica y completa. Sin embargo, hacia el final de la obra, se revela su verdadera naturaleza: embustera, rastrera y aprovechadora. Posee un carácter fuerte y dominante.

• Víctor

  Amigo íntimo de Augusto y su compañero en las partidas de ajedrez. Es con Víctor con quien el protagonista comparte confidencias, reflexiona y filosofa. En ciertos momentos, Víctor puede interpretarse como una proyección o alter ego del propio Miguel de Unamuno.

Personajes Secundarios

• Domingo y Liduvina

  Fieles criados de Augusto, quienes le profesaban cariño y preocupación. Eran un matrimonio que residía en la misma casa que Augusto.

• Orfeo

  El perro que Augusto encontró perdido en el bosque y que se convirtió en su leal compañero y mejor amigo.

• Rosario

  Conocida como «La chica del planchao», era una joven bella que sentía algo más que simple afecto por Augusto. Cuando Augusto, sin desearlo realmente, se prometió con Eugenia, Rosario se enfadó profundamente, hasta el punto de que no volvieron a verse.

• Ermelinda y Fermín

  Tía y tío de Eugenia, respectivamente. Siempre buscaban el bienestar de su sobrina, quien, sin embargo, se burló tanto de ellos como de Augusto.

• Mauricio

  El novio de Eugenia. Se le describe como vago, holgazán, haragán y descuidado.

• Antolín S. Paparrigópulos

  Un filósofo que ayudó a Augusto a abordar sus problemas amorosos.

• Marta

  La portera de la casa de Eugenia, quien proporcionó al protagonista información crucial sobre la joven.

Forma Expresiva y Estilo en Niebla

Características de la Obra

• Tipo de Obra

  Narrativa.

• Género

  Realismo, aunque con fuertes elementos de la nivola unamuniana, que trasciende las convenciones realistas.

• Tipo de Narrador

  Está narrado en tercera persona. El narrador y el protagonista no coinciden, y el narrador es omnisciente, con la particularidad de la irrupción del propio autor en la trama.

• Tono de la Narración

  Predominantemente irónico, trágico y cómico.

• Ritmo de la Narración

  Las acciones se desarrollan de forma fluida en general. Los diálogos son extensos y, a menudo, lentos, lo que permite la profundización filosófica.

• Descripciones

  Las descripciones son escasas, priorizando el diálogo y la reflexión interna de los personajes.

• Lenguaje

  El lenguaje es fundamentalmente literario y filosófico. Los personajes son caracterizados principalmente a través de sus diálogos y monólogos.

Recursos Estilísticos Destacados

Unamuno emplea una variedad de recursos estilísticos para enriquecer la profundidad de Niebla:

• Antítesis

  “Esa mujer que tú dices que es mala, sin conocerla, me ha vuelto ciego al darme la vista. Yo no vivía y ahora vivo; pero ahora que vivo es cuando siento lo que es morir.”

• Paralelismo

  “Porque la ilusión, la esperanza, engendra el desengaño, el recuerdo, y el desengaño, el recuerdo, engendra a su vez la ilusión, la esperanza.”

• Metáfora

  “La ley es siempre triste, don Augusto. Y es más triste un amor que nace y se cría sobre la tumba de otro, y como una planta que se alimenta, como de mantillo, de la podredumbre de otra planta.”

• Composición de Palabras

  “Todo lo que en extensión parece ganarse, piérdese en intensidad”; tal era su lema. Sabía Paparrigópulos que en un trabajo, el más especificado, en la más concreta monografía puede verterse una filosofía entera, y creía, sobre todo, en las maravillas de la diferenciación del trabajo y en el enorme progreso aportado a las ciencias por la abnegada legión de los pincha-ranas, caza-vocablos, barrunta-flechas y cuenta-gotas de toda laya.

• Personificación

  “…con unos ojos garzos dulces, dulces, dulces, que parecían dormidos y sólo se despertaban de tarde en tarde, pero era entonces para chispear fuego.”

• Juego de Palabras

  “- Si a un ente de ficción, como a uno de carne y hueso, a lo que llama usted hombre de carne y hueso y no de ficción de carne y de ficción de hueso, puede uno engendrarlo y lo puede matar; pero una vez que lo mató no puede ¡no!, no puede resucitarlo.”

• Hipérbole

  “-Pues lo mismo -me contestó-, exactamente lo mismo sucede con eso que usted llama entes de ficción; es fácil darnos ser, acaso demasiado fácil, y es fácil, facilísimo, matarnos, acaso demasiadamente demasiado fácil, pero ¿resucitarnos?, no hay quien haya resucitado de veras a un ente de ficción…”

• Paradoja

  “Ya lo decía Don Leoncio: ¡no metáis en la cabeza lo que os quepa en el bolsillo! A lo que habría que añadir por complemento: ¡no metáis en el bolsillo lo que os quepa en la cabeza!”