El Poema Un día habrá una isla y su Contexto
Nos encontramos ante el poema lírico titulado Un día habrá una isla. Su autor, Pedro García Cabrera, nació en el municipio gomero de Vallehermoso en 1905.
Biografía de Pedro García Cabrera
En 1913, siendo él aún muy joven, su familia se traslada a Tenerife, donde finaliza sus estudios. En 1930 se afilia al PSOE, presentándose como candidato a las elecciones de 1931. Una vez que estalla la Guerra Civil, fue detenido por apoyar al republicanismo y trasladado al campo de concentración de Villa Cortés, del que consigue escapar. Posteriormente, se une al Frente Republicano de Andalucía, lugar donde sufre un desafortunado accidente que le obliga a trasladarse al hospital en el que conocerá a Matilde Torres, su futura esposa. Debido al cierre del hospital, se les traslada hasta Baza, lugar en el que permanecen durante el tiempo que duró la guerra. Una vez finalizada la contienda, Pedro García Cabrera trata de abandonar el país a través del puerto de Cartagena, pero no lo consigue y es nuevamente encarcelado. Una vez de vuelta en Tenerife, se le concede la libertad vigilada. Fallece en la isla en 1981.
A lo largo de su vida participó en diversas revistas, como Hespérides o Gaceta del Arte, que le dieron la oportunidad de desarrollar y publicar su obra literaria, además de haber coincidido con grandes artistas del panorama español.
Trayectoria Literaria
Su trayectoria literaria está dividida en cuatro etapas:
- Etapa intimista y modernista: El autor adopta una postura más intimista, con un estilo modernista en el que destaca su primera obra: Líquenes.
- Etapa vanguardista: Tras esta, adopta una etapa vanguardista en la que destacan rasgos de carácter surrealista. Bajo este estilo publica su obra Transparencias fugadas, entre otras.
- Etapa de la Guerra Civil: En su tercera etapa tratará los sucesos vividos por él durante la Guerra Civil y hablará del transcurso desde su detención, pasando por su accidente y finalizando con su reclamación una vez que se encontraba de vuelta en la isla de Tenerife. En esta etapa encontramos obras como Entre la guerra y tú u Hombros de ausencia, entre otras.
- Etapa social y de denuncia: Por último, en la cuarta etapa desarrollará obras en las que trata temas de ámbito social y en las que realizará denuncias sobre las desigualdades y las injusticias que sucedían durante la época del régimen franquista. De esta etapa, destacan obras como Vuelta a la isla, Ojos que no ven o A la mar fui por naranjas.
En esta última etapa de su trayectoria desarrolla su obra Las islas en que vivo, a la que pertenece el poema objeto de estudio. En ella, el autor expresa su esperanza por un futuro mejor mediante la obtención de la libertad no solo para los heridos, humillados y represaliados del régimen franquista, sino para todos.
Análisis del Poema Un día habrá una isla
Tema Principal
El tema principal del poema es el amor hacia la isla, la esperanza y el deseo de libertad presente en la sociedad española tras la Guerra Civil (1936-1939) que había sufrido el país, y la posterior represión que se vivía durante la vigencia del régimen impuesto por el general Franco (1939-1975).
Estructura, Métrica y Rima
La estructura del poema se caracteriza por una disposición circular: parte con el anhelo de que «un día habrá una isla» (versos 1-2) y expresa su deseo de yacer en ella junto con todos aquellos que se encuentran en su misma situación, a los que describe a lo largo del poema (versos 3-16), finalizando con el mismo deseo del que partió (versos 17-18).
En cuanto a la métrica, el poema está compuesto por 18 versos que conforman una silva. En lo que a la rima se refiere, destaca la asonancia i-a de los versos impares (1, 5, 9, 13, 17). Asimismo, hay que destacar la presencia de ciertos encabalgamientos, habiendo un total de nueve, con los que el poeta hace hincapié en una serie de palabras esenciales para expresar con intensidad sus sentimientos y el sentido último del poema («a todos / cuantos partan el pan en esa isla»).
Recursos Estilísticos
Hay que remarcar que se trata de un texto lírico en el que el autor expresa su deseo de alcanzar la libertad en toda su extensión. De este modo, podemos destacar el empleo de la función expresiva del lenguaje junto con la poética, para lo cual Pedro García Cabrera emplea una rica serie de recursos estilísticos. Entre los más destacados encontramos:
- El empleo del hipérbaton en «Solo no estoy. Están conmigo…», que destaca la imagen de la soledad y la presencia de los otros respectivamente; así como en «la alegría del mar le pido…», que evoca la imagen de la esperanza.
- Vemos también el uso de otros recursos como la elipsis en «Que me entierren en ella», aportando mayor rapidez y fluidez a la lectura.
- La antítesis en «del combate en que muero y en que vivo», donde contrapone dos ideas.
- Observamos el uso de la personificación en: «mis palabras se liberen» y «la alegría del mar».
- Asimismo, encontramos numerosas metáforas y metonimias:
- «horizontes y manos de esperanza», en el que tienen cabida los esperanzados.
- «aquellos que no cesan / de mirarse la cara en sus heridas», referido a aquellos que sufren.
- «aquellos que no pierden / el corazón y el rumbo…», en los que hay una clara alusión a los fuertes de espíritu.
- «los que lloran de rabia / y se tragan el tiempo…», que da protagonismo a aquellos miles de hombres oprimidos.
- Debemos comentar otras metáforas:
- «la alegría del mar», donde aparece el mar como espacio de la alegría y símbolo de la libertad.
- «sus orillas», que hace alusión a los que empiezan a romper sus ataduras y van acercándose a la libertad.
- «las tormentas», que representan los momentos de dolor.
- «carne viva», metáfora de dolor inmenso.
- «su pan», que evoca la solidaridad y la generosidad del pueblo.
- Vemos, además, una hipérbole en «se tragan el tiempo».
- Finalmente, destacamos el uso de una paradoja en «silencio amordazado», la cual a su vez constituye una sinestesia con la que el poeta enfatiza la situación de dictadura, de falta de libertad de expresión.
Análisis Lingüístico y de Contenido
Atendiendo al contenido del texto, observamos que la mayoría de los sustantivos son concretos, lo que hace que los sentimientos expresados por el poeta resulten más cercanos; solo «la libertad» y «la alegría» presentan un carácter abstracto. Por otra parte, se observan solo dos adjetivos: «silencio amordazado» y «carne viva», con valor especificativo, que intensifican, en este caso, los sufrimientos derivados de vivir en la dictadura.
Las formas verbales aparecen tanto en presente de indicativo (estoy, están, cesan), como en presente de subjuntivo, con el que expresa su anhelo de libertad (sea, entierren, liberen). Todos ellos precedidos por el futuro «habrá», que le dará sentido tanto a los hechos reales como a los posibles y probables.
La mayoría de las oraciones que aparecen son compuestas subordinadas adjetivas («aquellos que no cesan»), aunque encontramos también oraciones simples («Solo no estoy»). La modalidad oracional predominante es la enunciativa.
Campos Semánticos
Por otra parte, observamos el empleo de términos relacionados con diferentes campos semánticos:
- Partes del cuerpo (tomadas como metonimias para hacer referencia a personas en diferentes situaciones motivadas por la falta de libertad): manos, caras, corazón, carnes.
- Formas de expresión (que comulgan con el propio tema del poema): silencio, rumores, palabras.
- Libertad (tan ansiada por el poeta): libertad, orilla, horizonte, esperanza, mar.
- Privación de la libertad: silencio, heridas, tormentas, rabia, tiempo, combate.
Conclusión
Sin duda, estamos ante un claro ejemplo de poema social que reivindica un valor importantísimo que debe marcar la vida en sociedad del individuo: la libertad.