Trafalgar benito perez galdos resumen por capitulos

BENITO PÉREZ GALDÓS


(Las Palmas de Gran Canaria 1843, Madrid 1920)

A los 19 años se traslada a Madrid. Estudia Derecho, pero no concluye los estudios. Se dedicó a la literatura. Viajó por Francia, Alemania, Inglaterra y Holanda. Inicialmente de ideología liberal progresista y más adelante se proclamó republicano y próximo a ideas socialistas. Fue elegido miembro de la Real Academia Española en 1905. Boicotearon su candidatura al Premio Nobel escritores conservadores. La enfermedad y la ceguera, así como la penuria económica, acabaron con su vida.

Escribió 24 obras teatrales, 80 novelas y 15 volúmenes de artículos y ensayos. La producción narrativa puede dividirse en tres grupos:

Los Episodios Nacionales: son una visión novelada de la historia de España a lo largo del siglo XIX, desde la batalla de Trafalgar (1805) hasta los comienzos de la Restauración en 1875. Son cinco series de diez novelas cada una, con la excepción hecha de la quinta, que sólo posee seis. En la primera, se narran acontecimientos de la guerra de la Independencia y está protagonizada por un muchacho llamado Gabriel Araceli. En la segunda, nos sitúa entre el final de la guerra de la Independencia y el reinado de Fernando VII, con los enfrentamientos entre liberales y absolutistas. La tercera serie cuenta los acontecimientos sucedidos desde la primera guerra carlista hasta el matrimonio de Isabel II. La cuarta analiza parte del reinado de Isabel II entre 1846 y 1868 en que es destronada. La última, no acabada, llega hasta la Restauración. La novela histórica galdosiana es bien diferente de la romántica; la objetividad y la documentación, la peripecia individual y el vivir colectivo la caracterizan.

“Las novelas de la primera época”: en buena medida son novelas “de tesis” porque se basan en el intento de atacar el fanatismo y la intransigencia. Presentan dos bloques enfrentados, el de los conservadores y el de los liberales. La postura de Galdós es partidista, puesto que defiende a los segundos. La primera novela realista española es La fontana de oro, situada en el Trienio Liberal. Otras obras de esta primera época son: Doña Perfecta, Gloria, La familia de León Roch y Marianela que cuenta el amor de esta chica, pobre y desamparada hacia un muchacho ciego de cierto estatus social, que la ha idealizado y desconoce su fealdad.

“Las novelas españolas contemporáneas”: fue el nombre dado por el propio Galdós a un conjunto de novelas escritas entre 1881 y 1889. En ellas aparecen todos los tipos sociales y todos los ambientes del Madrid y de la España de la época. Galdós pone especial atención en el retrato de las clases medias y sus planteamientos tratan de ser ahora más imparciales que antes. El análisis detallado de los personajes capta las profundas contradicciones del comportamiento humano. En algunos casos se aprecia una cierta influencia naturalista pero, ciertamente, muy atenuada: La desheredada (1881) plantea la locura de una chica que lee novelas  folletinescas y cree haber sido abandonada por una familia aristocrática. El amigo manso (1882), El doctor Centeno (1883), Tormento (1884) y La de Bringas (1884) en estas dos últimas alternan conflictos dramáticos con hipocresías y ambiciones, Lo prohibido (1885), Fortunata y Jacinta (1887) considerada como su obra maestra. Se trata de una novela extensa en la que se alternan las relaciones amorosas en un verdadero triángulo, el conformado por las dos protagonistas de clases sociales bien distintas y el marido de la segunda, Juanito Santa Cruz. La obra, además, contiene un pormenorizado análisis del Madrid de la época y de variados tipos que discurren por sus páginas. Miau (1888) narra la vida de un cesante que pierde su empleo y su familia, Torquemada en la hoguera (1889).

En los años 90 Galdós muestra una inclinación por los temas espirituales. Esta etapa espiritualista comienza en Incógnita y realidad (1889) y continúa con Nazarín (1895) en la que un sacerdote es incomprendido por su pureza evangélica. En Misericordia (1897) una criada ayuda económicamente a su ama, la cual oculta su miseria.

La obra dramática de Galdós se compone en buena medida de obras narrativas adaptadas al teatro. (Realidad, Doña Perfecta). Electra fue un gran éxito, por razones ideológicas y por su anticlericalismo.


  1. El Realismo.

El término “realista” apareció en Francia para designar con tono peyorativo a artistas que se proponían dar testimonio fiel de la sociedad de la época. El realismo sucede al Romanticismo eliminando el subjetivismo y rechazando la imaginación, lo sentimental y lo fantástico. También introduce aspectos relacionados con la naturaleza o el costumbrismo.

    El Realismo se basa en la observación y en la reproducción de la realidad de forma fiel. Para ello utiliza dos métodos: la pintura de ambientes y la caracterización de los personajes; es decir, aparecen lugares variados y se analiza la psicología de los personajes. Es frecuente el tono crítico frente a los problemas sociales.

   Las técnicas literarias empleadas son variadas. La prosa no es compleja y se apoya en los diálogos, formulados con decoro, esto es, cada personaje se expresa según su condición social y cultural. El autor pretende la objetividad, lo cual no es óbice para que intervenga -narrador omnisciente- aportando sus opiniones o dirigiendo la trama. La descripción de ambientes y tipos contribuye a la creación del marco en el que se desenvuelven los personajes. El monólogo interior posibilita la caracterización de los personajes, así como el empleo del estilo indirecto libre.

   El Realismo español incorpora abundantes aspectos regionalistas. Algunos autores centran la acción en los lugares conocidos por ellos.

   En Europa, los países más importantes en el desarrollo de este movimiento literario fueron Francia e Inglaterra, y más tardíamente Rusia.

 Francia, debido a las sucesivas revoluciones, había sufrido una gran transformación social, los novelistas abordaron estos temas. Honoré de Balzac en La comedia humana da cuenta de los cambios señalados en 90 volúmenes. Stendhal (Henri Beyle) plantea el tema del choque del individuo y la sociedad en obras como El rojo y el negro y La cartuja de Parma. El autor francés naturalista por excelencia fue Gustave Flaubert, en su Madame Bovary analiza la frustración de una mujer adúltera que intenta escapar de la monotonía provinciana.

Inglaterra posee un realismo más suave por la ausencia de conflictos sociales. Autores importantes son: las hermanas Brontë, Lewis Carroll, Rudyard Kipling, Robert Louis Stevenson, autor de La isla del tesoro, y Charles Dickens. Este último refleja los problemas sociales derivados de la industrialización de Inglaterra: Oliver Twist y David Copperfield.

El realismo ruso es más tardío y profundiza aún más en los aspectos psicológicos de los personajes. Los autores más relevantes del realismo ruso son: Dostoyevski  que escribió Crimen y Castigo, sobre el asesinato cometido por un joven, y Los hermanos Karamázov, novela en la que tres hermanos asesinan a su padre. Tolstoi escribe Guerra y paz donde se narra la invasión francesa y  Ana Karenina, en la que una mujer es adúltera pues está casada sin amor. Esta novela, junto con Madame Bovary de Flaubert, influyó en La Regenta de Leopoldo Alas, “Clarín”.

2. El Naturalismo

La doctrina de este movimiento literario quedó fijada por el novelista francés Émile Zola. No solo es una tendencia literaria, sino una concepción del hombre y un método de estudio de su comportamiento. Zola tomó de tres sólidas bases filosóficas y científicas estos planteamientos:

  1. El materialismo, el cual niega la parte espiritual del hombre y reduce la psicología a mera cuestión fisiológica.
  2. El determinismo, que considera al hombre como alguien cuya libertad se halla coartada por la herencia biológica y las circunstancias sociales.
  3. El experimentalismo, según el cual el autor debe experimentar con sus personajes para analizar sus comportamientos.

En el Naturalismo los temas tratados no se paran ante los aspectos más desagradables o truculentos de la realidad, aún más, son los preferidos, y son frecuentes las enfermedades, los alcohólicos, enfermos mentales, etc.

En España se introdujo en medio de una polémica en 1882, puesto que los conservadores lo consideraban inmoral y opuesto al catolicismo. Incluso Emilia Pardo Bazán, considerada la máxima representante del Naturalismo en España, criticó bastantes aspectos cientificistas y deterministas de éste por ser contrarios a la doctrina católica.

El estilo del Naturalismo participa en buena medida del estilo realista, aunque se hace más precisa la reproducción del lenguaje hablado.

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