Los orígenes de la prosa castellana
En todas las tradiciones literarias, la poesía precede a la prosa, ya que los textos en verso, sujetos a ritmo y medida, tienen un origen oral. Esto también ocurre en la literatura en castellano. Las primeras manifestaciones en prosa en lenguas romances de la Península Ibérica no pertenecen a la literatura, sino a la historiografía y a las traducciones.
Historiografía: A finales del siglo XII y principios del XIII surgen obras históricas como las Crónicas navarras y los Anales toledanos. En las primeras aparece la mención más antigua de la materia artúrica en España.
Traducciones: Tras la conquista de Toledo en 1085 y con el impulso cultural del arzobispo Raimundo de Sauvetat, se desarrolla la Escuela de Traductores de Toledo, dedicada a traducir obras científicas y filosóficas del árabe primero al latín y, desde el siglo XIII, al castellano.
La obra en prosa de Alfonso X el Sabio
Durante el reinado de Alfonso X el Sabio (1252-1282), se llevó a cabo una de las mayores empresas culturales de la época: la redacción de numerosas obras en prosa sobre temas diversos. Para ello, el rey reunió a un grupo de sabios y traductores cristianos, judíos y musulmanes, con el objetivo de preservar y difundir el saber existente.
La prosa alfonsí abarca una gran variedad de textos:
- Jurídicos: Las Siete Partidas, con leyes y reflexiones filosóficas y morales.
- Científicos: como el Lapidario y los Libros del saber de astronomía.
- Recreativos: Libro de axedrez, dados e tablas.
- Históricos: Estoria de España y General Estoria, que relatan la historia desde la Creación hasta el presente, combinando hechos reales con mitos y leyendas.
La labor del círculo alfonsí fue clave en el desarrollo de la prosa castellana, ya que enriqueció el léxico y la sintaxis del idioma, y contribuyó a su primera normalización ortográfica. Además, sus obras históricas supusieron un importante legado literario por su riqueza narrativa y cultural.
Las colecciones de apólogos
Un apólogo es un relato breve en prosa con una enseñanza moral. En España, la primera recopilación fue Disciplina clericalis de Pedro Alfonso en el siglo XII, con 34 relatos de origen variado usados por clérigos para sus sermones. En el siglo XIII destacan también Calila e Dimna y Sendébar, entre los primeros textos en prosa en castellano.
El marco narrativo
Calila e Dimna y Sendébar usan la técnica del marco narrativo, donde una historia principal contiene relatos contados por los personajes. En Calila e Dimna, un filósofo aconseja a un rey y, dentro de uno de sus relatos, los chacales Calila y Dimna narran nuevos apólogos, modelo que inspirará El conde Lucanor. En Sendébar, el hijo de un rey es acusado falsamente por su madrastra y condenado a muerte; varios personajes cuentan historias para influir en la decisión del rey, una estructura similar a la de Las mil y una noches.
Fuentes y finalidad
Calila e Dimna y Sendébar son traducciones del árabe de colecciones de apólogos orientales. Calila e Dimna, basada en el Panchatantra sánscrito, busca enseñar normas de conducta práctica y promueve valores como la prudencia y la templanza. Sendébar, además, pertenece a la literatura misógina, ofreciendo una visión negativa de la mujer, asociada al engaño y la lujuria.
Don Juan Manuel y El conde Lucanor
Don Juan Manuel (1282–1348), sobrino de Alfonso X el Sabio y miembro de la alta nobleza del Reino de Castilla, fue un autor destacado de la prosa didáctica medieval en castellano. Su obra más importante es El conde Lucanor, destinada a la educación de los nobles.
La obra está estructurada en cinco partes (libros):
- Libro I: Contiene 51 apólogos unidos por un marco narrativo.
- Libros II a IV: Recogen sentencias morales.
- Libro V: Presenta un tratado de doctrina cristiana.
El marco narrativo
La originalidad de El conde Lucanor radica en el desdoblamiento del marco narrativo. La historia principal es un diálogo entre el conde Lucanor y su consejero Patronio, quien responde a los problemas del conde con un apólogo aplicado al caso. Tras cada relato, un narrador informa que don Juan Manuel lo aprobó e incluyó en el libro con una moraleja en verso.
Los relatos enmarcados
Los apólogos de la obra no son simples traducciones, sino recreaciones basadas en diversas fuentes. Se mencionan cuatro principales orígenes de los relatos:
- El folclore europeo: Ejemplo XXXII, relacionado con una historia de un rey y unos burladores, similar a El retablo de las maravillas de Cervantes y El traje nuevo del emperador de Andersen.
- El Nuevo Testamento: Ejemplo XXXIV, basado en una parábola de los Evangelios de Mateo y Lucas.
- Las fábulas clásicas: Ejemplo V, con influencia de Esopo y Fedro, trata sobre un zorro y un cuervo con un pedazo de queso.
- La cuentística oriental: Ejemplo VII, recrea el “Cuento de la lechera”, historia presente en Calila e Dimna y luego en fábulas de La Fontaine y Samaniego.
Finalidad de la obra
El conde Lucanor es un manual de conducta para nobles, donde el autor busca enseñar cómo actuar para lograr la salvación del alma sin descuidar la honra, el poder y la riqueza. Aconseja actuar con prudencia y mantener cierta desconfianza hacia los demás.
La prosa de ficción medieval
A finales de la Edad Media surgieron en España dos nuevos subgéneros narrativos: la novela de caballerías y la novela sentimental. Ambos, al igual que la poesía cancioneril, reflejan los gustos y valores de la nobleza cortesana del siglo XV, nostálgica de las hazañas guerreras y centrada en actividades como la caza, los torneos, la poesía, la música y el amor.
La novela de caballerías
La novela de caballerías es un subgénero narrativo desarrollado a finales de la Edad Media en España. Surge como una derivación de la materia de Bretaña o literatura artúrica, con relatos protagonizados por personajes como el rey Arturo, la reina Ginebra, el mago Merlín y los caballeros de la mesa redonda.
Características principales:
- Los protagonistas son caballeros andantes, héroes itinerantes que deben probar su valor, honor y destreza siguiendo los ideales del amor cortés.
- El caballero enfrenta aventuras donde aparecen seres fantásticos como magos, gigantes y dragones.
- Las historias se ubican en un tiempo legendario y remoto, y en una geografía exótica o imaginaria.
Obras destacadas:
- Libro del caballero Zifar: Escrito hacia 1300, atribuido a Ferrán Martínez. El protagonista, Zifar, sufre muchas desgracias y es forzado a separarse de su familia, pero tras muchas aventuras logra reunirse con ella.
- Amadís de Gaula: Compuesto en 1508 por Garci Rodríguez de Montalvo. Narra la historia de Amadís, un caballero que supera diversas pruebas y acaba casándose con su amada Oriana, convirtiéndose en rey.
La novela sentimental
La novela sentimental, uno de los principales subgéneros narrativos medievales, gira en torno a un amor no correspondido con final trágico. Basada en los códigos del amor cortés, prioriza el análisis emocional de los personajes sobre la acción. Incluye cartas introspectivas y se caracteriza por su estilo retórico y elevado. Son obras breves en comparación con las novelas de caballerías. Destacan Siervo libre de amor, Grisel y Mirabella y Cárcel de amor, esta última considerada representativa del género.
El teatro medieval castellano
El teatro casi desapareció durante la Alta Edad Media. Su resurgimiento se produjo de la siguiente manera:
- Reapareció en el siglo XI con piezas breves representadas en iglesias y relacionadas con el culto religioso, mostrando episodios de la vida de Cristo para facilitar la comprensión del mensaje religioso.
- En castellano, el único texto teatral conservado anterior al siglo XV es el Auto de los Reyes Magos (siglo XII).
- A finales de la Edad Media surgieron obras de teatro litúrgico más desarrolladas, como la Representación del nacimiento de Nuestro Señor de Gómez Manrique.
- También aparecen las primeras muestras de teatro profano con temática amorosa, como las obras de Lucas Fernández y Juan del Encina, influenciadas por el humanismo renacentista.
La Celestina: Obra cumbre de transición
Es una de las grandes obras de la literatura española, escrita en el paso de la Edad Media al Renacimiento.
Autoría y composición
En el prólogo, Fernando de Rojas dice haber encontrado un acto de autor anónimo y decidió completarlo.
Se cree que La Celestina tiene doble autoría, posiblemente iniciada por Rodrigo de Cota o Juan de Mena y completada por Fernando de Rojas.
Existen dos versiones principales:
- La primera versión, titulada Comedia de Calisto y Melibea, tenía 16 actos (publicada en 1499).
- La versión ampliada, Tragicomedia de Calisto y Melibea, tiene 21 actos (publicada en 1502).
Cambios importantes entre versiones:
- Alargamiento de la historia amorosa: en la primera versión, el romance dura un día; en la segunda, se desarrolla durante más tiempo.
- Nueva trama: se introduce la venganza de Elicia y Areúsa por la muerte de Celestina y sus amantes.
Género literario de La Celestina
La Celestina es una obra de teatro completamente dialogada, sin narrador, y con técnicas dramáticas como monólogos y apartes. Aunque a veces se considera una obra de teatro, su gran extensión y la dificultad de ser representada han llevado a muchos a clasificarla como una novela dialogada destinada a la lectura.
Pertenece al género de la comedia humanística, escrita en lengua vulgar (castellano), inspirada en modelos clásicos latinos. Es una obra realista que se aleja de la idealización y muestra una visión más cruda y humana del amor y la sociedad.
Argumento y estructura
La obra se divide en tres partes:
Planteamiento (Acto I)
Calisto, un joven noble, se enamora de Melibea. Al ser rechazado, su criado Sempronio le sugiere recurrir a Celestina, una vieja alcahueta. Ella promete ayudarlo a cambio de una recompensa.
Desarrollo (Actos II-XIX)
Actos II-XII
Celestina, usando un conjuro y su habilidad persuasiva, logra que Melibea acceda a encontrarse con Calisto. Celestina, Sempronio y Pármeno (otro criado de Calisto) celebran el éxito, pero surgen tensiones por el reparto de las ganancias.
Actos XIII-XIX
Sempronio y Pármeno matan a Celestina por no querer compartir el dinero y son ajusticiados. Calisto contrata nuevos criados, Tristán y Sosia. Elicia y Areúsa, pupilas de Celestina, planean vengarse. Calisto muere accidentalmente al caer por una escalera tras uno de sus encuentros secretos con Melibea.
Conclusión (Actos XX-XXI)
Melibea, desesperada por la muerte de Calisto, confiesa todo a su padre Pleberio y se suicida arrojándose desde una torre. Su padre cierra la obra con un lamento doloroso (planto) sobre el poder destructor del amor y la fugacidad de la vida.
Personajes principales
Los personajes se agrupan en tres mundos:
Mundo de los señores: personajes nobles y formalmente corteses, pero movidos por pasiones intensas.
- Calisto: Joven noble, obsesionado por Melibea, impulsivo, egoísta y esclavo de sus pasiones. Representa una parodia del amor cortés.
- Melibea: Más realista y fuerte que Calisto al principio, se muestra enérgica e independiente, pero finalmente cede apasionadamente al amor y desafía las convenciones sociales.
- Pleberio y Alisa: Padres de Melibea; representan la autoridad paterna y la preocupación por la honra. Pleberio cobra protagonismo en el lamento final, aportando una visión crítica y pesimista del mundo.
Mundo de los criados: personajes de baja condición social, caracterizados por su pragmatismo, codicia y resentimiento.
- Sempronio: Criado desleal de Calisto. Cínico, violento, débil y codicioso.
- Pármeno: Otro criado. Al principio es leal y previene a Calisto contra Celestina, pero acaba corrompido por la codicia y la influencia de Celestina y Sempronio. Es más complejo psicológicamente que Sempronio.
- Tristán y Sosia: Criados que sustituyen a los anteriores, más leales pero también testigos de la tragedia.
Mundo marginal (alcahueta, prostitutas y rufián):
- Celestina: Antigua alcahueta, personaje central que da nombre popular a la obra. Astuta, manipuladora, hechicera, psicóloga experta, vitalista y movida por la codicia y el placer.
- Elicia y Areúsa: Prostitutas y discípulas de Celestina. Elicia es amante de Sempronio, Areúsa de Pármeno. Muestran resentimiento social e impulsan la venganza final.
- Centurio: Rufián fanfarrón y cobarde contratado por Areúsa y Elicia para vengar la muerte de los criados.
Aspectos formales y estilísticos
- Intención paródica: El personaje de Calisto y su lenguaje son a menudo una parodia del amante cortés idealizado. El amor se presenta de forma conflictiva, enfrentando la idealización con un mundo realista y trágico.
- Importancia de la lengua: El lenguaje es uno de los grandes logros de la obra. Cada personaje habla según su condición social y estado de ánimo. Está lleno de recursos estilísticos, como alusiones clásicas y mitológicas, refranes populares y sentencias morales. A pesar del estilo a menudo retórico, transmite una fuerte ilusión de realidad y profundidad psicológica.
- Técnicas dramáticas:
- Diálogos: Ágiles para la acción o extensos para la reflexión y persuasión.
- Monólogos: Expresan dudas, planes y emociones íntimas de los personajes.
- Apartes: Revelan pensamientos secretos al público, creando ironía dramática.
- Procedimientos de acotación implícitos: No hay acotaciones escénicas tradicionales, pero se indican gestos, movimientos y objetos a través del propio discurso de los personajes.
Interpretación y temas
La obra tiene un posible propósito moralizador explícito en los textos preliminares y finales: advertir sobre los peligros del ‘loco amor’ (la pasión desenfrenada) y la conducta interesada de criados y alcahuetas.
Presenta una visión profundamente pesimista de la vida y del mundo, explorando temas como:
- Las bajas pasiones humanas: codicia, lujuria, envidia, venganza.
- El poder destructor del amor y la pasión.
- El paso implacable del tiempo y la omnipresencia de la muerte.
- La traición y la violencia en las relaciones humanas.
- La crisis de valores de una sociedad en transición.
- La falta de sentido y la arbitrariedad de la fortuna y la vida.
- El nihilismo expresado en el planto final de Pleberio, que puede reflejar el desencanto del autor con la sociedad de su tiempo.