Figuras y Movimientos Clave de la Literatura Española del Siglo XX

Juan Ramón Jiménez: Arias Tristes

Su producción poética supuso una renovación de la lírica del siglo XX que abriría las puertas a las vanguardias y a la Generación del 27. Recibió el Premio Nobel en 1956. Mostró un concepto elitista e íntimo de la poesía, dirigida “a la minoría siempre”. Arias Tristes pertenece a su segunda etapa, sensitiva o modernista, en la que el poeta recibe la influencia de los simbolistas franceses, de Bécquer, el Romancero y el Cancionero español.

Las características fundamentales de la obra son las siguientes:

  • Aparición constante de elementos de la naturaleza. Evocación del paisaje que actúa como símbolo del alma del poeta. Estos paisajes son jardines, fuentes, claustros, noches de luna, el sol de poniente… envueltos en una atmósfera vaga, difuminada de suave colorido, en medio de dos luces, la bruma, la niebla o la decreciente luminosidad. La voz poética quiere fundirse con los elementos de la naturaleza para verse acompañado en su soledad existencial. Predominan los paisajes otoñales.
  • Sus composiciones reflejan los siguientes estados de ánimo: melancolía, nostalgia por el paso del tiempo, el sentimiento de soledad, las emociones de los amores tempranos, la muerte, el misterio de la identidad, contemplados desde un intimismo simbolista con notas modernistas.
  • Se muestran las sensaciones que suscitan las cosas en sus momentos crepusculares (el otoño, la tarde, la muerte).
  • Gran importancia a la tonalidad cromática y a los sonidos. Simbolismo modernista. Léxico sobrio y sencillo.
  • Metros sencillos, versos de arte menor, octosílabos con rima asonante; estrofa romanceada (los utiliza Juan Ramón Jiménez, pero no el resto de los escritores modernistas).
  • Intimismo simbolista con influencia de Bécquer, El Romancero y el simbolismo francés.
  • Figuras literarias más utilizadas: polisíndeton, anáfora, sinestesia, personificación, hipérbole, epíteto, onomatopeya e hipérbaton.

Emilia Pardo Bazán: Naturalismo y Los Pazos de Ulloa

Se continúa con las características del Realismo; este movimiento también pretendía convertirse en una literatura que documentase la realidad del momento, pero reproduciendo tanto los aspectos más bellos de la vida como los más vulgares. Se considera una rama del Realismo.

Características:

  • Se pretende mostrar aquella parte del mundo que estaba oculta en las obras: el racismo, la miseria, la corrupción
  • Crítica social mucho más feroz hacia las injusticias que la sociedad burguesa estaba llevando a cabo.
  • Descripción de escenarios marginales, sórdidos, vulgares.
  • Determinismo. Gran importancia a la herencia genética; estamos influidos por nuestros genes que nos condicionan y determinan nuestra manera de ser y comportarnos.
  • Las virtudes o defectos pasan de generación en generación. Temas clave incluyen: influencia del entorno social en la personalidad, la lucha por la supervivencia, la explotación y opresión social, el lado más denigrante de la naturaleza humana, la enfermedad física y mental y degeneración, el determinismo.
  • Lenguaje con muchas descripciones y tendencia al habla popular.
  • Personajes controlados por sus instintos y pasiones y su entorno; se entregan a su destino con poca capacidad de reacción ni posibilidad de elección de cambio. El ambiente lo controla todo.
  • Visión pesimista del mundo.

Camilo José Cela: La familia de Pascual Duarte y el Tremendismo

El panorama de la novela cambia radicalmente con la publicación en 1942 de La familia de Pascual Duarte, de Cela, que inaugura la tendencia existencial de la novela con la aparición del tremendismo. Este género entronca con la tradición literaria de la novela picaresca y la novela del naturalismo. Otros autores relevantes son Carmen Laforet con su novela Nada, y Miguel Delibes con La sombra del Ciprés es alargada.

Características generales:

  • Temas como la soledad, el desarraigo, la frustración… que se describen como muestra de la angustia vital de la sociedad y de los individuos.
  • Se presentan personajes marginados, violentos y normalmente están narradas en primera persona. Los personajes viven en un ambiente de marginación, sumidos en la incultura, el dolor y la angustia; esto hace que las historias giren en torno a lo grotesco o repulsivo buscando con ello impactar al lector. Puede por tanto decirse que el tremendismo es un tipo de crítica social.
  • Narrador protagonista en primera persona.
  • Por primera vez, tras acabar la Guerra Civil, la realidad que se reflejaba en estas novelas no era el mundo heroico y feliz que difundía la propaganda del régimen de Franco.

Rasgos del Tremendismo en La familia de Pascual Duarte

  • Crítica social de la realidad del momento mostrando las situaciones más duras o descarnadas de la sociedad de posguerra.
  • Realismo extremo y crudo. Relatos sobre realidades duras, incluso crueles, de la existencia del ser humano: violencia familiar, peleas con navajas, sexo explícito en lugares inadecuados, prostitución, violaciones, animales que atacan a niños, muertes a sangre fría, odios desmedidos entre parientes, miseria extrema, machismo
  • Temas: el fatalismo que persigue al protagonista y que arruina todos los momentos de su vida, con visión determinista de la vida (el destino es el que rige la vida de los hombres y, en su caso, es un destino fatídico determinado por el ambiente marginal en el que se ha criado; determinismo social); el odio que mueve la mayor parte de las acciones violentas; la violencia como una de las características del entorno familiar y social de la obra y, en ocasiones, en relación con la honra; y la muerte como acto de liberación de las angustias del protagonista. Se trata de temas que reflejan la visión amarga, pesimista, existencial de Cela ante una realidad social desoladora (que se puede relacionar con la durísima e inmediata posguerra española).
  • Ambientación en lugares sórdidos, míseros, oscuros, propios del naturalismo del siglo XIX, que influye en la novela tremendista.
  • Personajes desarraigados, angustiados, desorientados, no exentos de fatalismo, incluso violentos, con problemas psíquicos (reflejo del desequilibrio de la España de posguerra). Personajes que se guían solo por el instinto (primitivismo): sexualidad sin reflexión o asesinatos, a veces, «espontáneos»; maltrato verbal.
  • Lenguaje realista: los personajes hablan conforme a su clase social, en este caso, marginal, rural, pobre (lenguaje coloquial y, a veces, vulgar). Aparecen refranes y dichos populares, vulgarismos y expresiones propias del mundo rural (insistencia con que Pascual repite “con perdón” cada vez que utiliza una palabra que considera poco fina, incluida la alusión a los “guarros”), lenguaje muy expresivo, con comparaciones populares, simples, a veces referidas a los animales y al mundo del campo, en general (por ejemplo, «voz tan suave como la del jilguero”, “iba manando la sangre como de un manantia», acorde con su condición de agricultor), con hipérboles, personificaciones… También diálogos en estilo directo, cortos y con frases breves, sencillas (llenos de monosílabos, exclamaciones, interrogaciones e interrupciones a través de los puntos suspensivos) y uso de diminutivos afectivos que humanizan al protagonista (p.ej. “una palmadita”, “una sonrisilla viciosa”); lenguaje duro, directo, desgarrado (sobre todo, en momentos de brutalidad y crueldad).
  • Narrador-protagonista en 1ª persona que cuenta sus memorias (verosimilitud y realismo).
  • Influencias de la novela picaresca: tipo de narrador, novela epistolar y de aprendizaje, obstáculos que se va encontrando el narrador-protagonista. Influencia del naturalismo del XIX: determinismo (el origen, la clase social y la herencia llevan al personaje hacia un destino inevitable), ambientes sórdidos, situaciones violentas… Influencia del expresionismo (desde Quevedo a Valle Inclán): deformación grotesca de algunos personajes.

Antonio Machado: Campos de Castilla y la Generación del 98

Les influye el Desastre del 98 y la pérdida de las últimas colonias. Adoptan una actitud crítica ante la realidad y proclaman la necesidad de una regeneración social, moral y cultural del país; indagan en las causas y proponen soluciones. Muchos de los grandes poetas españoles del momento pasan por dos etapas: inicialmente son modernistas y luego acentúan en sus obras el tema de España, los planteamientos religiosos y filosóficos y el espíritu crítico, en la línea del 98.

  • Sus temas preferidos son España y la reflexión sobre el hombre y su destino.
  • Influencia del Simbolismo francés pero su lenguaje elimina la brillantez retórica, mantiene el carácter impresionista de las descripciones y la utilización de símbolos.
  • Idealización de la naturaleza y del paisaje castellano (ven a Castilla como el núcleo de la nación).
  • Escritura reflexiva, sentenciosa y analítica.

Su obra cumbre es Campos de Castilla (1912-1917), representativa de su etapa noventayochista. En esta obra se advierten cambios con respecto a la anterior. Se publica en 1912 y el texto será sometido a diversas reelaboraciones.

Las características fundamentales de este movimiento son las siguientes:

Aparecen además algunas de las características del periodo anterior, Modernismo.

  • Se atenúan el subjetivismo y la introspección y pasa a primer plano la realidad exterior.
  • Temas típicos de la Generación del 98, especialmente el paisaje castellano y la decadencia española, sin abandonar la reflexión filosófica. El paisaje que ahora evoca ya no es simbólico; es una ambientación real que, no obstante, no impide que le suscite reflexiones de carácter subjetivo. Soria, ciudad en la que vivió algunos años y que abandonó tras la muerte de su esposa, Leonor, es el centro de muchos poemas. Campos de Castilla es una obra heterogénea en la que existe una gran diversidad en sus poemas.
  • Descripción de la tierra castellana y de sus gentes con la belleza del campo y la dureza de la vida de esos campesinos.
  • Tema de la naturaleza. Describe con gran precisión los paisajes castellanos y su importancia en la vida de las personas. El autor se identifica con el paisaje.
  • La melancolía y la nostalgia. Evoca constantemente a personas y lugares que ya no existen. Transmite una sensación de tristeza y añoranza por lo que se ha perdido. Crítica a la sociedad de su tiempo y añoranza por el pasado perdido.
  • Temas sociales, denuncia la pobreza y la injusticia social de campesinos y obreros.
  • La religiosidad aparece a lo largo de la obra, se ve el interés por la espiritualidad y la búsqueda de sentido en la vida.
  • Métrica. Versos libres en su mayoría, también poemas con versos regulares. Silvas arromanzadas (versos heptasílabos y endecasílabos con rima asonante en los pares).
  • Lenguaje sencillo y directo.
  • Uso de símbolos. El agua: el agua del río, de la fuente o de la lluvia, su fluir casi imperceptible, constante, se hace símbolo del fluir temporal y, por ello, de la vida interior. También el agua puede simbolizar la muerte cuando está estancada o cuando desaparece en la inmensidad del mar. La tarde: es el momento propicio para la meditación y la nostalgia. El ocaso puede ser premonición de la muerte y la tarde, con frecuencia, expresa el sentimiento melancólico de la vejez. Por eso, los adjetivos referidos a colores que acompañan a la tarde y a los elementos del paisaje en esa hora (rojo, cárdenos, violetas) se cargan de connotaciones de melancolía y tristeza. El camino: frecuentemente aparece como símbolo de vida, entendida esta como búsqueda. El camino no está hecho, sino que se va haciendo. Los árboles: el olmo puede aparecer como símbolo de infancia, madurez o vejez (según las composiciones); los chopos y los álamos se asocian con el amor, la juventud y la vida y también con una visión idílica de Castilla. La encina está ligada a la sencillez, a la gente humilde, trabajadora y pobre. El roble se vincula a la robustez, al valor (evoca al pasado guerrero de Castilla). El paisaje: sobre todo el castellano, pero también el andaluz, simbolizan España. El sueño: se asocia con la reflexión y la introspección.

Ramón M.ª del Valle-Inclán: Luces de Bohemia y el Esperpento

Valle-Inclán evoluciona desde el Modernismo hasta una estética deformadora que denominará esperpento. Esta técnica aparece por primera vez en Luces de Bohemia (1920), drama en el que se cuenta el dantesco viaje nocturno del poeta ciego Max Estrella, guiado por don Latino de Hispalis, por diversos lugares madrileños. Valle-Inclán utiliza esta técnica para hacer una crítica ácida de la España de su tiempo, presentando un mundo absurdo donde todo está al revés.

Las características fundamentales del esperpento son las siguientes:

  • Los temas fundamentales se reconocen desde las primeras escenas: la crítica a la sociedad de esos momentos, la muerte y la extinción de un prototipo de artista bohemio, genial y antiburgués.
  • Deformación caricaturesca de la sociedad para expresar lo trágico y absurdo de la vida española.
  • Personajes grotescos. Degradación de estos mediante la animalización, cosificación y muñequización; además de la humanización de los animales. Ejemplos: Zaratustra, abichado, giboso; Latino, un perro cobarde; Rubén, un cerdo triste. Los borrachos, prostitutas, mendigos, artistas fracasados, bohemios… se muestran como muñecos o marionetas sin voluntad. O la cosificación “se mueve el bulto de un hombre”.
  • Normalidad de lo extraordinario.
  • Degradación de espacios y ambientes. Espacios poco o mal iluminados (velas, candiles, lámparas), llenos de suciedad y desorden (la librería de Zaratustra, una cueva; el ministerio de la Gobernación, un lugar mugriento). La mayor parte de la obra se desarrolla en interiores, en zonas inseguras y con mal ambiente de Madrid (tabernas, burdeles, lugares de juego).
  • Lenguaje variado. Variedad de registros lingüísticos para caracterizar y parodiar a los personajes. Uso paródico de las citas literarias, lenguaje pedante o cursi, coloquialismos, vulgarismos, habla castiza madrileña… El habla solemne y pedante plagada de cultismos (Max, los modernistas, Rubén Darío) contrasta con el habla coloquial y vulgar de otros personajes (la Pisa-Bien, la florista…). Max mezcla el habla culta con la coloquial dependiendo de la circunstancia en la que se encuentre.
  • Presencia de la muerte como personaje fundamental. La presencia de la muerte y del suicidio es fundamental a lo largo de la obra; no solo sucede, también dialogan sobre ella. Mueren Max y su familia, el anarquista…
  • Acotaciones literarias muy extensas para describirnos a personajes y ambientes de una forma bellamente poética; uso fundamental de las frases nominales con las que nos muestra un retrato pictórico de los escenarios. Valle-Inclán para las acotaciones parece que ha creado a un narrador de un relato. Podemos afirmar que se produce una fusión de géneros (novela y teatro).
  • Abundancia de citas y referencias literarias (Homero, Rubén Darío, la Divina comedia…); en ocasiones con la finalidad de parodiar a un personaje o una situación.
  • Humor. Uso por parte de los personajes de la parodia, la burla, la ironía, incluso por parte de personajes populares, para llevar a cabo la crítica de la sociedad del momento.
  • Mezcla y contraste de lo trágico y lo cómico. De la luz y de las sombras.

Influencias en Luces de Bohemia

  • Características del Modernismo: Uso de lenguaje poético, que simula el verso; descripciones casi pictóricas, léxico culto y exuberante, estilo refinado y aristocrático en Max y los modernistas, cosmopolitismo con alusión a ciudades como París o Londres.
  • Características de la Generación del 98: El tema de España y las reflexiones existenciales (la muerte). Se alude a la situación social, económica y política del país con una visión pesimista y desgarrada del país; uso de términos tradicionales y castizos (el habla de Madrid).

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