El Español Actual: Difusión y Tendencias Lingüísticas
El castellano es una de las lenguas de mayor difusión en el mundo actual. Se habla en casi toda la península Ibérica, en el sudoeste de EE. UU., en todo México, en toda América Central y América del Sur, y es la lengua de un grupo minoritario de hablantes en Filipinas.
Esta vasta difusión geográfica trae como consecuencia una gama importante de variantes dialectales. La escuela funciona como un organismo unificador que tiende a que los hablantes se comuniquen con un número cada vez mayor de personas de otras regiones. Entonces, si bien somos conscientes de que la lengua evoluciona inevitablemente, también debemos creer en la necesidad de mantener una unidad lingüística que permita la comunicación eficaz y fluida entre la mayoría de los hispanohablantes.
El Papel de la Real Academia Española (RAE)
En el año 1713 se fundó la Real Academia Española. Su primera tarea fue la de fijar el idioma tras los cambios que habían hecho los hablantes a lo largo de los siglos. Su labor en la actualidad es, entre otras, contribuir a la unidad lingüística, junto con las demás academias de Hispanoamérica.
Características y Tendencias del Español Actual
Para establecer las características del español actual hay que tener en cuenta, en primer lugar, los cambios políticos, sociales y culturales que ha experimentado nuestra sociedad. En segundo lugar, hay que considerar las variedades internas de la lengua. Como rasgos o tendencias actuales se pueden destacar:
- Nivel fónico: Extensión de la debilitación o pérdida de la -d- intervocálica (ejemplos: cansao, jugao), la expansión del yeísmo, etc.
- Nivel morfosintáctico: Variaciones en el género de sustantivos que designan profesiones.
- Nivel léxico: El fenómeno más destacado es la incorporación de neologismos. Además, abundan las siglas y los acrónimos.
Variedades Geográficas del Castellano
En general, se suelen señalar dos variedades geográficas básicas del castellano: la septentrional y la meridional.
Variedades Septentrionales
Los dialectos septentrionales se caracterizan por ser más conservadores y abarcan las tierras castellanas y las que ocuparon los dialectos históricos del latín, como el aragonés y el asturleonés. No obstante, el castellano norteño no es, ni mucho menos, homogéneo, sino que presenta múltiples peculiaridades según las zonas.
Variedades Meridionales
Los dialectos meridionales corresponden a la zona sur de la expansión de Castilla, donde la resolución de la lengua fue diferente, sobre todo en los rasgos fonéticos. Estas variedades se relacionan con el español de América y presentan características comunes, aunque varían en su importancia y extensión. En esta región dialectal se hallan el andaluz y el canario, además de dos variedades de transición: el extremeño y el murciano.
Como rasgos comunes de estos dialectos pueden señalarse el yeísmo, el seseo y la aspiración de la /s/ en posición final de sílaba, entre otros.
Dialectos de Transición
El Extremeño
El extremeño presenta características del leonés y del andaluz. Debido al asentamiento de leoneses y castellanos tras la conquista, refleja la influencia del leonés sobre todo en la provincia de Cáceres:
- El cambio de las vocales finales «i», «u» en lugar de «e» y «o» (ejemplos: so/u, nochi).
- Pérdida de la -e en las terceras personas verbales (ejemplos: tien, vien).
- Uso del sufijo -ino para el diminutivo (ejemplo: pequeñina).
También presenta tendencias propias del castellano meridional, más acusadas en Badajoz: aspiración de «h» inicial, aspiración de la «s» en final de sílaba, alternancia confusa de «r/l», pérdida de la «d» intervocálica, yeísmo, etc.
El Murciano
El murciano también es una variedad de transición entre el castellano del norte y el meridional, con notables influencias aragonesas, pues Murcia fue durante la Edad Media territorio de expansión del reino de Aragón. Actúan por tanto influencias del castellano, aragonés, valenciano y andaluz. En la región murciana, con sus límites en el sur de Alicante y en el noreste de Andalucía, se configuró una modalidad que refleja una amalgama de influencias lingüísticas: el murciano.
Muestra cierta tendencia a la relajación y supresión de sonidos intervocálicos en la línea de la variante andaluza. Así se manifiesta el yeísmo («y» por «ll»), ceceo y seseo, caída de la «d» intervocálica, etc. También se percibe un cierto influjo del aragonés: la realización en algunas zonas de «l» como «ll» (ejemplos: lletra, llengua), y el diminutivo -ico (ejemplo: bonico).
También se usa el término panocho para referirse a esta variedad.
El Habla Manchega
Se suele citar también como habla de transición el habla manchega, pero hasta el momento está poco estudiada, quizá porque carece de rasgos propios que la distingan, así que solo la mencionamos.
