Las Lenguas de España: Formación de las Lenguas Peninsulares
La llegada de los romanos a la península ibérica significó el comienzo de un largo proceso: poco a poco, el latín se fue imponiendo como única lengua peninsular, salvo el vasco, lengua prerromana. La gran extensión que abarcaba el dominio romano hizo que el latín hablado en las diferentes zonas romanizadas comenzara a desarrollar rasgos diferenciadores que acabarían fragmentando la unidad del latín clásico. Así surgieron con el tiempo los dialectos romances, que en su evolución posterior originarían las lenguas románicas que conocemos en la actualidad.
Influencias Germánicas y Musulmanas
En el siglo V, la Península fue ocupada por suevos, vándalos y alanos; en el siglo VI se establecieron los visigodos que paulatinamente se romanizaron y asimilaron el latín como lengua propia.
En el año 711, los árabes y otros pueblos musulmanes iniciaron una rápida conquista de la Hispania visigótica. La civilización musulmana tuvo una gran influencia en los primitivos dialectos romances de la Península, sobre todo en el léxico.
El Panorama Lingüístico hacia el Siglo X
La situación lingüística de la Península hacia el siglo X era la siguiente: en el centro y sur, convivían el árabe y el mozárabe; en el norte, los cristianos se dividieron en reinos independientes, y la diversidad dialectal se fue haciendo más acusada. Esa evolución nos permite hablar de cinco dialectos romances diferenciados:
- De oeste a este: el gallego-portugués, el astur-leonés, el castellano, el navarro-aragonés y el catalán.
- Además, el vasco, la única lengua de origen no latino, se usaba en un área algo más extensa que el País Vasco actual.
La Reconquista y la Expansión de los Dialectos
Durante los cinco siglos siguientes, los reinos cristianos avanzaron cada vez más al sur. Como consecuencia de ello, el estado de los diferentes dialectos cambió:
- El mozárabe fue desapareciendo.
- El gallego-portugués y el catalán se extendieron en vertical hacia el sur.
- El castellano fue abarcando el territorio de sus reinos vecinos, avanzando en forma de abanico invertido, a costa del astur-leonés y el navarro-aragonés.
El Gallego
Surgió de la evolución del latín en el noroeste peninsular durante la Reconquista, lo que dio lugar al dialecto romance gallego-portugués. En la época de la Reconquista, el reino de Galicia extendió su dominio hacia el sur, hasta Coímbra y Lisboa. De estos siglos data la principal expresión de la literatura gallega, la lírica galaico-portuguesa.
A partir de la independencia de Portugal, el gallego y el portugués comenzaron a diferenciarse lingüísticamente y su evolución también fue muy dispar: el portugués se convirtió en la lengua de un país, mientras que el gallego quedó limitado a un empleo familiar, oral y rural.
El Rexurdimiento y la Recuperación Moderna
Esta situación se mantuvo hasta el siglo XIX, cuando el Rexurdimiento animó el uso del gallego como lengua culta y literaria, lo que se reflejó en obras como “Cantares galegos” de Rosalía de Castro. En la primera mitad del siglo XX, destacó la figura de Castelao en el uso literario del gallego. La Guerra Civil acabó con este proceso de recuperación, aunque a partir de mediados de siglo, con autores como Álvaro Cunqueiro, la literatura en lengua gallega pareció comenzar una nueva etapa. La Constitución de 1978 y el Estatuto de Autonomía de Galicia han abierto los cauces apropiados para la normalización lingüística del gallego.
Distribución Geográfica y Variantes Dialectales
En la actualidad, el gallego se extiende por las cuatro provincias gallegas y la parte occidental de Asturias, León y el norte de Zamora. Presenta tres zonas o variantes:
- El gallego occidental: Se caracteriza por presentar los rasgos más destacados: la geada y el seseo.
- El gallego central: Es el menos diferenciado.
- El gallego oriental: Se caracteriza por la evolución de ult, uct a uit.
El castellano de los hablantes gallegos presenta, entre otros rasgos, el uso del pretérito perfecto simple en lugar del pretérito perfecto compuesto.
El Catalán y el Valenciano
Es la lengua románica que surgió por la evolución del latín en el antiguo Principado de Cataluña. Tuvo una época de esplendor en la Edad Media; en su literatura destacan autores como Ausiàs March o Ramon Llull.
Historia Moderna y la Renaixença
A partir de la unión de Castilla y Aragón, el castellano fue desplazando al catalán como lengua de cultura, y este quedó relegado al uso oral y familiar. En la segunda mitad del siglo XIX, como consecuencia de las ideas del Romanticismo, nació un movimiento cultural que pretendía defender la lengua y la cultura catalanas: la Renaixença. A partir de entonces, se inició un proceso de regulación y normalización del catalán. Al finalizar la Guerra Civil, el uso de la lengua catalana quedó de nuevo relegado al ámbito familiar. Con la llegada de la democracia y la Constitución de 1978, su uso se normalizó nuevamente.
Distribución Geográfica y Zonas Dialectales
En la actualidad, se habla en Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares y, fuera de España, en Andorra, en el departamento francés de los Pirineos Orientales y en la ciudad de Alguer.
Habitualmente se diferencian dos zonas dialectales:
- La oriental: Se extiende por Girona, Barcelona, Tarragona y Baleares.
- La occidental: Comprende el catalán de Lleida y el valenciano.
Esta diferencia viene justificada por la distinta pronunciación de las vocales átonas y por divergencias en el léxico y la morfología.
