Introducción y Contexto Biográfico
Antonio Machado nació en Sevilla en 1875, pasó su juventud en Madrid y estudió en la Institución Libre de Enseñanza. Trabajó durante cinco años en Soria como profesor de francés del Instituto, donde descubrió y se identificó con el paisaje castellano. Se casó con su esposa Leonor, quien murió dos años después. Se trasladó a Baeza, Segovia y, posteriormente, a Madrid. Al ser derrotado el ejército republicano, huyó hacia Francia, pero murió en la frontera en 1939.
Antonio Machado y la Generación del 98
Antonio Machado fue un poeta, dramaturgo y narrador español perteneciente a la Generación del 98. Este es el nombre con el que se ha reunido tradicionalmente a un grupo de escritores, ensayistas y poetas españoles que se vieron profundamente afectados por la crisis moral, política y social desencadenada en España por la derrota militar en la Guerra hispano-estadounidense y la pérdida de las últimas colonias españolas en 1898.
Género, Función del Lenguaje y Tema Central
Este poema pertenece al género lírico, que es la forma poética que expresa los sentimientos, la imaginación y los pensamientos del autor. Con respecto a las funciones del lenguaje, destaca la función Poética o Estética, ya que el poeta trata de expresar de una forma bella un mensaje:
“un musgo amarillento / que mancha la corteza / blanquecina”
También encontraremos el uso de la función Emotiva al expresar los sentimientos y emociones, por ejemplo, en el verso 28: “Mi corazón espera”.
Tema y Resumen del Poema
El tema central del poema es la esperanza dentro de todo lo negativo, mediante la descripción de un olmo viejo del cual resurge la vida gracias a la primavera. A un olmo seco le han salido en primavera unas hojas que llaman la atención y hacen nacer en su corazón la esperanza de otro milagro de esta estación, a pesar de las dificultades objetivas.
Con respecto al resumen, el poema describe la situación de un árbol a orillas del Duero que está a punto de fallecer a causa de un rayo que lo ha partido en dos mitades. Aun así, el poeta nos muestra un atisbo de esperanza al final del poema, ya que espera que pueda renacer gracias a la vida que encuentra en él: “una rama verdecida”.
Estructura y Métrica
Estructura Interna (Coherencia)
Para concluir con el apartado de la coherencia, hablaremos de la estructura interna. El poema se divide en tres partes:
- Primera parte (v. 1 al 14): Hace una descripción general del estado del árbol, de su situación y entorno. Cita también la aparición de las hojas nuevas con la llegada de la primavera, comparándolo con los álamos.
- Segunda parte (v. 15 al 27): El poeta expresa su deseo de dejar constancia de su renacer antes de ser derribado.
- Tercera y última parte (los tres últimos versos): Expresa la esperanza de la recuperación del árbol.
Métrica y Rima
Adentrándonos en el apartado de la métrica, el poema está formado por treinta versos de arte mayor y menor de once y siete sílabas (endecasílabos y heptasílabos), sin seguir ninguna estructura métrica prefijada. Estamos ante una silva, modelo estrófico clásico que admite incluso la posibilidad de que algún verso quede suelto. La rima es consonante y posee una métrica irregular.
Nivel Lingüístico y Estilístico
Nivel Léxico-Semántico
En cuanto al nivel léxico-semántico, el léxico que se usa es de carácter popular, lo que ayuda a que el poema sea claro y sencillo. Dentro del poema se pueden diferenciar cuatro campos semánticos:
- El color: “amarillento, blancas, grises…” (hacen referencia a la descripción de elementos que forman el poema).
- La vejez: “centenario, viejo…” (definen la situación del olmo).
- La naturaleza: “rayo, sol, luz…” (todo lo que ha hecho que el olmo esté en ese estado de decrepitud).
- El paisaje: “valles, barrancas, ribera, sierra”.
Nivel Morfológico y Sintáctico
En cuanto al nivel morfológico, predominan sustantivos y adjetivos y muy pocos verbos, por lo que su ritmo es lento (por ejemplo, en la primera estrofa solamente aparece un verbo). Los tiempos verbales presentes en el texto son el presente, pasado y futuro:
- Presente: Porque se ve cómo el autor va describiendo al olmo (por ejemplo: “lame”).
- Pasado: Refleja pensamientos de su pasado (por ejemplo: “han salido”).
- Futuro: Se puede apreciar al final, ya que está a la espera de un milagro o deseo (por ejemplo: “será”).
Estos verbos se presentan en dos modos verbales: el modo indicativo, porque expresa la acción como un hecho real y posible; y, por otro lado, el modo subjuntivo, que se puede percibir en su forma de posibilidad en algunos aspectos.
La presencia de adjetivos especificativos hace que el poema tenga un valor descriptivo y detallista, enriqueciendo así el texto: “hojas verdes”, “olmo centenario”, “pardos ruiseñores”. Las oraciones son en su mayoría nominales (en los primeros cuatro versos solo hay un verbo). Respecto a la modalidad, estas son enunciativas afirmativas y negativas, aunque encontramos una exclamación en el verso 6: “¡El olmo centenario…!”, que añade más énfasis. Por último, encontramos también oraciones compuestas, como la sustantiva de infinitivo: “quiero anotar en mi cartera”.
Recursos Literarios (Cohesión)
Para concluir con la cohesión, tenemos los recursos literarios:
- Paralelismo: En el verso 29: “hacia la luz y hacia la vida”.
- Metáfora: Donde con la palabra luz se refiere a la claridad. También la metáfora de su esperanza: “quiero anotar en mi cartera”.
- Anáfora: En los versos 15, 19, 22 y 24, ya que en los cuatro versos se repite el comienzo: “Antes que…”, para dar ritmo y musicalidad.
- Personificación: Como en el verso 12: “ejército de hormigas” y en el verso 30: “milagro de la primavera”.
- Enumeración: De las cosas que le pueden pasar al árbol.
