Fundamentos de los Géneros Literarios
1. El género épico o narrativo y sus subgéneros
El género épico o narrativo es un género literario que se clasifica en dos grandes categorías: la épica y la narrativa. Por una parte, la épica agrupa obras en verso que narran hazañas legendarias o históricas de héroes. Por otra parte, la narrativa incluye obras en prosa que relatan las historias o peripecias que les suceden a unos personajes en un tiempo determinado. Dentro de la épica, se destacan los siguientes subgéneros:
- Epopeya: Poema de gran extensión que narra las hazañas de un héroe, como en la Ilíada o la Odisea de Homero.
- Cantar de gesta: Poema épico medieval que ensalza a un héroe, siendo el Cantar de mio Cid el más conocido en castellano.
- Romances: Poemas populares que surgieron en España a partir del siglo XV, procedentes de los cantares de gesta y que abordan diversos temas.
2. Subgéneros narrativos
Dentro de la narrativa se destacan los siguientes subgéneros:
- Novela: Relato largo en prosa que se desarrolló notablemente a partir del siglo XIX y cuyo origen se suele situar en el Quijote.
- Cuento: Relato de menor extensión que la novela que ha ganado mucha importancia en el siglo XX. Si el cuento busca enseñar algo o reflexionar sobre la moral, se le denomina apólogo.
- Novela corta: Narración con una extensión intermedia entre la novela y el cuento.
- Leyenda: Relato de carácter histórico o pseudohistórico donde predomina el elemento fantástico o maravilloso.
- Microrrelato: Relato de extensión muy breve, generalmente de no más de veinte líneas.
3. Elementos del texto dramático
Un texto dramático se compone de varios elementos clave:
- Actos: Son las divisiones esenciales de la obra. Suelen ser tres, y su inicio y fin coinciden con la subida y bajada del telón, con descansos entre ellos. Tienen unidad temática y suelen implicar un cambio de entorno, tiempo o lugar. A veces, las obras se dividen en cuadros, que son divisiones marcadas por cambios en la escenografía sin interrupción del telón.
- Escenas: Divisiones dentro de los actos que marcan la entrada o salida de personajes, permitiendo que avance la acción dramática.
- Personajes: Pueden ser principales y secundarios, dependiendo de su importancia. Representan a seres concretos, pero también pueden ser abstracciones.
- Diálogo y monólogo: El diálogo entre los personajes es central para desarrollar la historia. El monólogo es la intervención de un solo personaje que habla para sí mismo o para el público.
- Acotaciones: Son indicaciones del autor destinadas a la puesta en escena (gestos, movimientos, decorado, etc.).
- Apartes: Son comentarios que un personaje dirige al público y que, por convención, no son oídos por los demás personajes, proporcionando información adicional.
4. Subgéneros didácticos y el ensayo
Los subgéneros didácticos, que pretenden ofrecer enseñanzas, incluyen la fábula, la epístola, el diálogo y el ensayo. El ensayo es una obra literaria en prosa que expone y provoca el debate sobre un tema actual y de interés social a partir de la observación y la experiencia. Es un texto de reflexión crítica que se caracteriza por defender una o varias tesis, constituyendo un texto argumentativo donde el autor presenta argumentos objetivos desde una visión subjetiva o personal. Así, pretende influir en el pensamiento y, a veces, en la conducta del lector. De igual manera, el ensayista busca que sus textos posean una calidad literaria, generalmente aferrándose a la estructura de un texto expositivo o argumentativo, con una introducción, un desarrollo y una conclusión.
La Literatura en la Edad Media Española
5. Contexto social y cultural de la Edad Media
La Edad Media comenzó con la caída del Imperio romano de Occidente en 476. En la península ibérica, este periodo se inició en el siglo V con la invasión visigoda, seguida por la invasión árabe en 711 y la formación de reinos cristianos, hasta la Reconquista y la conquista de Granada por los Reyes Católicos en 1492. La sociedad medieval estaba dividida en estamentos. En la cúspide de la autoridad se encontraba el rey. Le seguían la nobleza y el clero, grupos sociales poseedores de tierras y grandes privilegios. En la base estaba el pueblo llano, principalmente campesinos que trabajaban para la nobleza a cambio de protección y tributos, un sistema conocido como vasallaje. Además, en el siglo XIV, surgió la burguesía (artesanos, comerciantes…), una nueva clase social que empezó a cuestionar los principios de la sociedad estamental.
6. Canales de transmisión cultural en la Edad Media
En la Edad Media, la cultura era difícil de transmitir debido al alto analfabetismo de la población. Durante los primeros siglos, el papel cultural fue desempeñado principalmente por la Iglesia, ya que los monjes eran de los pocos que sabían leer y escribir. En los monasterios, considerados centros del saber, los monjes copiaban en códices obras clásicas para conservarlas. El Camino de Santiago también facilitó el intercambio cultural entre España y otros países europeos. A partir del siglo XIII surgieron las primeras universidades, que promovieron la actividad cultural y la formación religiosa, literaria y científica. Además, la convivencia de cristianos, musulmanes y judíos favoreció el desarrollo de la Escuela de Traductores de Toledo, clave para traducir al latín y al castellano las obras de la cultura clásica.
7. Rasgos principales de la literatura medieval
La literatura medieval se caracteriza por el teocentrismo y la religiosidad, reflejando la idea de Dios como centro del universo y la vida humana como un tránsito hacia la eternidad. Esta visión impregna la literatura de motivos religiosos, junto a los heroicos y amorosos. El didactismo también es clave, ya que busca enseñar valores morales, empleando a menudo la alegoría. A su vez, la literatura medieval se divide en popular (anónima, oral y dirigida a un público analfabeto) y culta (de autor conocido y escrita). Inicialmente ligada a los clérigos que empleaban el latín, fue incorporando las nuevas lenguas peninsulares. Otro rasgo notable es su diversidad de influencias (árabe, oriental, francesa, italiana y clásica). Finalmente, destaca su carácter realista y la creciente relevancia de la figura de la mujer.
8. La lírica popular: jarchas, cantigas y villancicos
Entre los siglos XI y XV, destacan tres fenómenos poéticos en la lírica popular:
- Jarchas: Breves poemas en mozárabe que aparecen al final de las moaxajas (composiciones cultas árabes o hebreas). Expresan el lamento de una muchacha por la ausencia de su amado, dirigiéndose a su madre o hermana.
- Cantigas de amigo: Poemas en galaico-portugués que también recogen la queja de una muchacha por el distanciamiento de su amado. Destacan por su regularidad métrica, gracias al uso de paralelismos y repeticiones.
- Villancicos castellanos: Principales poemas de la lírica tradicional castellana, vinculados a trabajos, costumbres y fiestas populares, lo que les confiere una gran variedad de contenidos, aunque predominan los temas amorosos con protagonista femenina.
9. Definición y características de los villancicos castellanos
Los villancicos castellanos son los principales poemas de la lírica tradicional castellana, vinculados a los trabajos, costumbres y fiestas populares. Predominan los temas amorosos con protagonista femenino, pero también se dan poemas relacionados con actividades de la vida cotidiana. Entre sus características se incluye la expresión de sentimientos con un gran lirismo. Son breves, sobrios y dinámicos, utilizando el simbolismo (como la rosa para representar la virginidad). Al mismo tiempo, predominan los recursos de repetición, como el paralelismo, debido al carácter musical de la lírica tradicional. A diferencia de las jarchas y cantigas, los villancicos se transmitieron oralmente, frecuentemente en forma de canción, hasta el siglo XV, cuando comenzaron a recopilarse en cancioneros.
10. Características de la épica castellana
Una de las características de la épica castellana es su anonimato, ya que las obras son el resultado de reelaboraciones orales de los juglares. Sus protagonistas son héroes o guerreros cuyos actos están vinculados con el pueblo al que se destinan los poemas. Otro rasgo es que reflejan los valores feudales, como el sentimiento de pertenencia a un territorio, la jerarquía del poder y las virtudes heroicas (valentía, honor), religiosas y humanas. Se caracteriza también por su verosimilitud, pues narra sucesos históricos de forma realista y con descripciones detalladas, evitando casi totalmente los elementos fantásticos, a diferencia de la épica germánica y francesa.
11. Estructura y argumento del Cantar de Mío Cid
El Cantar de Mio Cid se estructura en tres partes o cantares:
- Cantar del destierro: El Cid es injustamente desterrado por el rey Alfonso VI, abandonando su hogar y familia. Rechazado en Burgos, parte con sus hombres, conquista tierras musulmanas y envía presentes al rey para recuperar su confianza, lo que consigue a base de victorias.
- Cantar de las bodas: El Cid ha recuperado la confianza del rey y, como reconciliación, el monarca propone casar a las hijas del Cid con los infantes de Carrión. A pesar de que el Cid desconfía de ellos, las bodas se celebran.
- Cantar de la afrenta de Corpes: Los infantes de Carrión, ofendidos por las burlas de los hombres del Cid, maltratan y abandonan a sus esposas en el robledal de Corpes. El Cid pide justicia al rey, y sus hombres vencen a los infantes en duelo. Finalmente, las hijas del Cid se casan con los infantes de Navarra y Aragón, restaurando el honor de su familia y exaltando la figura del héroe.
12. El mester de clerecía: definición y características
El mester de clerecía, cuyo nombre significa ‘oficio de clérigos’, es una escuela de poesía narrativa culta y escrita que surge durante los siglos XIII y XIV. Se compone de textos redactados en romance por autores cultos con una clara voluntad estética. Su propósito principal es didáctico y moral, buscando difundir la fe cristiana y enseñar modelos de conducta. Sus temas provienen del saber escrito y abordan asuntos religiosos, didácticos o cultos. En cuanto a la métrica, emplean la cuaderna vía: una estrofa de cuatro versos alejandrinos (14 sílabas) con una única rima consonante. Cada verso está dividido en dos hemistiquios separados por una cesura.
13. El mester de clerecía en el siglo XIII: Gonzalo de Berceo
En el siglo XIII, el mester de clerecía se caracteriza por el uso de la cuaderna vía y por tratar temas religiosos, novelescos, históricos y épicos. Aunque la mayoría de las obras son anónimas, Gonzalo de Berceo fue el primer poeta castellano de nombre conocido. Escribió obras religiosas con el fin de enseñar y transmitir valores. Su obra más destacada es Milagros de Nuestra Señora, una colección de 25 milagros en los que la Virgen María interviene para premiar a sus devotos o salvar sus almas. Aunque Berceo recurre a fuentes latinas, adapta y enriquece los relatos con gran originalidad. Busca que su obra sea comprensible para todos, por lo que utiliza un lenguaje sencillo y cercano, empleando modismos, refranes y símiles basados en la vida cotidiana.
14. El mester de clerecía en el siglo XIV: el Arcipreste de Hita
En el siglo XIV, el mester de clerecía evoluciona debido a un proceso de renovación cultural. La aparición de la burguesía orienta la literatura hacia lo realista y satírico, mientras que la crisis de los ideales religiosos y feudales, junto a la llegada del humanismo, introduce nuevos temas como la preocupación moral o el vitalismo. Asimismo, se da una mayor libertad métrica. La obra más representativa de esta etapa es El libro de buen amor (c. 1330) de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita. Este libro narra, en forma de autobiografía ficticia, las desventuras amorosas del Arcipreste con diversas mujeres. Por consejo de don Amor, el protagonista pide ayuda a una alcahueta, la vieja Trotaconventos, quien actúa de mediadora para facilitarle los encuentros amorosos con esas mujeres.
15. Temas, estilo e influencias en El libro de buen amor
El libro de buen amor aborda una amplia variedad de temas, combinando lo grave y lo cómico, lo culto y lo coloquial, y lo sagrado y lo profano. En cuanto al estilo, utiliza recursos como la parodia, el humor, la ironía y la caricatura, además de figuras retóricas como alegorías y símiles. También destaca por el uso del lenguaje popular, con refranes y máximas, y un hábil manejo del diálogo. Esta variedad se debe a la gran cantidad de fuentes y tradiciones literarias, entre las que destacan la Biblia, la literatura cristiana, fuentes latinas clásicas y medievales, la poesía goliardesca, influencias árabes y elementos juglarescos. En los prólogos, Juan Ruiz advierte sobre los peligros del amor carnal frente al amor verdadero, empleando un tono coloquial y desenfadado para enseñar y entretener. Sin embargo, la obra muestra contradicciones y deja al lector la tarea de interpretar el verdadero significado de sus versos.
16. La prosa medieval en los siglos XIII y XIV
La prosa medieval de los siglos XIII y XIV incluye textos en prosa romance. Inicialmente, fueron documentos históricos y jurídicos elaborados durante el reinado de Fernando III. Desde mediados del siglo XIII, el romance reemplaza al latín en tratados doctrinales y morales, así como en apólogos (o exempla), relatos breves con finalidad didáctica y una moraleja final. La prosa se desarrolla gracias al papel del rey Alfonso X el Sabio y la Escuela de Traductores de Toledo, un centro de estudios donde sabios cristianos, hebreos y árabes recuperaron el saber grecolatino mediante traducciones. En el siglo XIV, la prosa literaria madura con autores como don Juan Manuel y el canciller Pero López de Ayala, representantes de una aristocracia culta. Se siguen redactando crónicas históricas y prosa didáctica, y surgen géneros como la novela.
