La Batalla por el Canon Literario: Originalidad Estética vs. Inclusión Multicultural

La Formación del Canon Literario: Una Perspectiva Crítica

¿Qué es el canon y cómo se construye?

Las teorías críticas del canon surgen de un profundo replanteamiento sobre la situación literaria, cuestionando hasta qué punto una obra puede ser considerada canónica o periférica. A diferencia de escuelas teóricas anteriores que se centraban en el texto, estas nuevas corrientes investigan precisamente cómo se forma un canon.

El concepto de canon no es exclusivamente literario; se aplica a múltiples sistemas artísticos como la pintura o la arquitectura. En la escultura clásica, por ejemplo, el canon representaba la medida ideal de la belleza, estableciendo las proporciones que las partes del cuerpo humano debían seguir para ser consideradas armónicas y canónicas.

El giro hacia la periferia y la crisis del paradigma

Las nuevas escuelas críticas, entre las que se incluyen la crítica feminista y el multiculturalismo, abandonan el «centro de seguridad» metodológica que caracterizaba a corrientes como el formalismo. Estas perspectivas desplazan el enfoque desde lo inmanente literario hacia la periferia, incorporando disciplinas y enfoques como:

  • La estética de la recepción
  • La pragmática
  • La crítica feminista

Otras corrientes como el multiculturalismo y el orientalismo, por su parte, toman el antropocentrismo como base teórica para sus postulados.

Este cambio genera una crisis de paradigma en los estudios literarios durante los años 90. Siguiendo a Roland Barthes, la «crítica» implica una «crisis» que inevitablemente desplaza el modelo dominante. En esta década, la reflexión se centra en los lugares institucionales de la literatura y la teoría. Como ya apuntaba la teoría de los polisistemas, instituciones como la universidad juegan un papel crucial en el proceso de canonización. El sociólogo Jacques Dubois subraya cómo la institución influye decisivamente en qué textos son seleccionados como canónicos.

Antecedentes: De la Biblia a la tradición occidental

La necesidad de establecer un corpus de obras canónicas ha existido desde los orígenes de la literatura. Desde la conformación del canon bíblico con sus textos sagrados, hasta los trabajos de eruditos como Ernst Robert Curtius y Erich Auerbach, siempre se ha reflexionado sobre las obras que debían conformar la tradición. Estos últimos, en particular, se centraron en el canon occidental, analizando a los autores que, desde Homero hasta Virginia Woolf, se consideran los cimientos de la cultura europea.

El Gran Debate del Canon en la Teoría Norteamericana

Es en el ámbito académico norteamericano donde la reflexión sobre el canon literario adquiere una nueva intensidad. Surgen voces que abogan por abrir el canon a una literatura periférica, más allá del corpus tradicionalmente occidental, blanco y europeo, con el objetivo de que una mayor diversidad de lectores pudiera verse reflejada en ella. En este debate destacan dos figuras antagónicas: Charles Bernheimer y Harold Bloom.

Charles Bernheimer y la era del multiculturalismo

Bernheimer, como comparatista, se enfoca en el papel de la literatura comparada en la era del multiculturalismo. Su propuesta, plasmada en su obra de 1995, busca introducir en el debate formas marginales de la literatura y autores subalternos. Para él, es fundamental abrir un nuevo horizonte teórico que incluya obras más allá de las representativas de la cultura europea y blanca.

Según Bernheimer, el estudio no debe limitarse a la literatura, sino que debe abarcar también las prácticas discursivas (elementos sociales y culturales) que determinan la obra. Por ello, el comparatista ideal debería:

  • Fomentar el plurilingüismo para poder realizar comparaciones rigurosas.
  • Dominar las complejidades de la traducción como vía de acceso a otras culturas.

Esta reformulación del canon implicaría incluir lecturas poco conocidas y formas literarias consideradas «menores», en línea con los postulados de la teoría feminista y el multiculturalismo.

Consecuencias de la propuesta de Bernheimer

La visión de Bernheimer, aunque influyente, presenta dos desafíos principales:

  • Una ambición utópica: Su propuesta es tan ambiciosa que muy pocos especialistas son capaces de cumplir todos los requisitos, convirtiéndola en un ideal difícil de alcanzar en la práctica.
  • El riesgo del «anti-canon»: Al situar las literaturas periféricas en el centro del sistema, se corre el riesgo de simplemente invertir la jerarquía y crear un anti-canon. Si bien la reformulación es necesaria, no se puede ignorar que, por ejemplo, la obra de Shakespeare posee una proyección cultural en Occidente incomparablemente mayor que la de un escritor africano desconocido. La propuesta de Bernheimer podría llevar a una simple inversión de los principios establecidos.

Harold Bloom y la defensa del Canon Occidental

En las antípodas de Bernheimer se encuentra Harold Bloom, cuyo planteamiento en su polémica pero trascendental obra El Canon Occidental se convirtió en un pilar del debate. La idea fundamental de Bloom es que el único criterio válido para la canonización es estético e individual, dejando deliberadamente de lado el contexto social o los aspectos culturales.

Para Bloom, la canonicidad se alcanza a través de la originalidad. Esta debe anteponerse a todas las fuerzas sociales que rodean la obra literaria, ya que la verdadera genialidad reside en la capacidad del autor para separarse de sus modelos precedentes. Un autor forma parte del canon no simplemente por ser «original», sino porque logra un distanciamiento significativo de sus predecesores. En esa ruptura se forja una singularidad y una grandeza estética que renuevan la tradición. Así, un autor como Cervantes es canónico porque su obra crea algo nuevo y único al distanciarse de los modelos de su tiempo.

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